sábado, 27 de febrero de 2021

Que crimen con nosotros.... la oms y sus patrocinadores culpables

 

20 razones por las que las mascarillas son inseguras, ineficaces e inmorales




Las mascarillas no sólo son ineficaces, sino que son perjudiciales para la salud, y esto es deliberado.


9 Peligros potenciales y probados de ponerse un bozal

1. 1. Caries: Los dentistas de Nueva York están informando que la mitad de sus pacientes están sufriendo caries, retracción de las encías y un aliento seriamente desagradable por usar máscaras. "Estamos viendo inflamación en las encías de personas que han estado sanas siempre, y caries en personas que nunca las han tenido", dijo el doctor Rob Ramondi a FOX News.


2. Deformidades faciales: El enmascaramiento de los niños desencadena una respiración bucal que, como se ha demostrado, provoca "caras largas y estrechas, bocas estrechas, bóvedas palatinas altas, maloclusión dental, sonrisas gomosas y muchos otros rasgos faciales poco atractivos", según el Journal of General Dentistry.


3. Acné vulgar: La humedad y los gérmenes que se acumulan en la mascarilla causan "lesiones en la piel del rostro, dermatitis irritante... o empeoramiento del acné" (según Public Health Ontario), lo que estresa el sistema inmunitario, puede provocar cicatrices permanentes y se ha relacionado con la depresión  (según el Journal of Dermatologic Clinics). Los niños también desarrollan impétigo, una infección bacteriana que produce llagas rojas y puede provocar daños en los riñones (según la Clínica Mayo).


4. Aumento del riesgo de COVID-19: "El uso de mascarillas por parte del público en general podría estar asociado con un riesgo teóricamente elevado de COVID-19 a través de... la autocontaminación", afirma Public Health Ontario en Wearing Masks in Public and COVID-19. "Al usar una mascarilla, los virus exhalados no podrán escapar y se concentrarán en las fosas nasales, entrarán en los nervios olfativos y viajarán al cerebro", teoriza el doctor Russell Blaylock, neurocirujano certificado a nivel nacional (en un artículo de The Centre for Research on Globalization).


5. Neumonía bacteriana: En una conferencia de prensa en Oklahoma, el Dr. James Meehan, MD declaró: "Los informes que llegan de mis colegas de todo el mundo sugieren que las neumonías bacterianas están en aumento" como resultado de la humedad que se acumula en las mascarillas.


6. Inmunosupresor: Las máscaras las suelen llevar los delincuentes que intentan ocultar su identidad mientras perpetran un delito (robo, violencia, violación, asesinato, etc.). Producen ansiedad y miedo subconscientes. El miedo y la ansiedad activan el sistema nervioso de lucha o huida, que suprime el sistema inmunitario, tal y como demuestra un estudio de la Asociación Americana de Psicología.


7. Germofobia: Las máscaras crean un miedo irracional a los gérmenes y una falsa sensación de protección frente a las enfermedades, lo que conduce a un comportamiento antisocial (o incluso hostil) hacia quienes no llevan una máscara. (artículo del Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders titulado "COVID-19, obsessive-compulsive disorder and invisible life forms that threaten the self").


8. Tóxico: Muchas (si no la mayoría) de las máscaras y cubiertas faciales (incluidas las de tela) están fabricadas con productos químicos tóxicos y cancerígenos, como retardantes del fuego, fibra de vidrio, plomo, NFE, ftalatos, productos químicos polifluorados y formaldehído, que desprenden gases y son inhalados por el usuario. (Véase "Se nombran las 5 principales sustancias químicas peligrosas en la ropa procedente de China", de Fashion United).


9. Psicológicamente perjudicial: "Creo que la verdadera amenaza ahora mismo es lo que estamos haciendo para sabotear la salud mental, emocional y física de... nuestros hijos, cuyo desarrollo depende de las interacciones sociales, el contacto físico y las expresiones faciales", escribe el Dr. Joseph Mercola de Mercola.com. "Entre el uso de máscaras y el distanciamiento social, me temo que el impacto en los niños en particular puede ser a largo plazo, si no permanente".


6 Pruebas de que las mascarillas no reducen las infecciones


1. Insustancial: Una revisión financiada por los CDC sobre el enmascaramiento en mayo de 2020 llegó a la conclusión: "Aunque los estudios mecanicistas apoyan el efecto potencial de la higiene de las manos o las mascarillas, las pruebas de 14 ensayos controlados aleatorios de estas medidas no apoyaron un efecto sustancial en la transmisión de la gripe confirmada en laboratorio... Ninguno de los estudios domésticos informó de una reducción significativa de las infecciones secundarias por el virus de la gripe confirmadas en laboratorio en el grupo de las mascarillas." Si las mascarillas no pueden detener la gripe común, ¿cómo pueden detener el SAR-CoV-2?


2. No es razonable: "Las pruebas de que el enmascaramiento como fuente [de] control se traduce en una reducción material de la transmisión son escasas, anecdóticas y, en general, inexistentes... [y el enmascaramiento obligatorio] es exactamente lo contrario de ser razonable", dictaminó un árbitro del hospital en una disputa entre la Asociación de Enfermeras de Ontario y la Red Académica de Ciencias de la Salud de Toronto.


3. Ineficaz: "Las mascarillas orales en individuos sanos son ineficaces contra el contagio de infecciones virales", escriben los médicos belgas en una carta abierta publicada en The American Institute of Stress, el 24 de septiembre de 2020.


4. Insalubridad: "Nunca se ha demostrado que el uso de mascarillas quirúrgicas disminuya las infecciones postoperatorias de las heridas", escribe el doctor Göran Tunevall en el World Journal of Surgery. "Por el contrario, se ha informado de una disminución del 50% [de la infección bacteriana] tras omitir las mascarillas".

5. No hay protección: "17 estudios ... Ninguno de ellos estableció una relación concluyente entre el uso de mascarillas ⁄ respiratorias y la protección contra la infección de la gripe", concluye una revisión de la investigación en la revista Influenza and Other Respiratory Viruses.

6. No está probado: La ministra holandesa de Asistencia Médica, Tamara van Ark, afirmó que "desde el punto de vista médico no hay eficacia probada de las mascarillas" tras una revisión del Instituto Nacional de Salud el 29 de julio de 2020 (según Reuters).


5 formas en las que el enmascaramiento forzado es inmoral


1. Imprudente: "Al hacer recomendaciones y políticas de uso de mascarillas para el público en general, o al aprobar expresamente la práctica, los gobiernos han ignorado la evidencia científica y han hecho lo contrario de seguir el principio de precaución", escribe el doctor Denis Rancourt en su artículo de 2020 Las mascarillas no funcionan.

2. Manipulador: El Dr. Andreas Voss, miembro del equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud y jefe de microbiología de un hospital holandés en Nimega, el 24 de julio de 2020, dijo a I Am Expat que las máscaras se hicieron obligatorias "no por la evidencia científica, sino por la presión política y la opinión pública."

3. Miedo a la vida: "De hecho, no hay ningún estudio que sugiera siquiera que tenga algún sentido que los individuos sanos lleven mascarillas en público", escriben las doctoras Karina Reiss, Phd y Sucharit Bakdi, MD en Corona, ¿Falsa alarma? "Uno podría sospechar que la única razón política para aplicar la medida es fomentar el miedo en la población".

4. Totalitario: "Si miras la historia de los regímenes totalitarios... todos hacen lo mismo, que es tratar de aplastar la cultura, y aplastar cualquier evidencia de autoexpresión..." explica Robert F. Kennedy, Jr. en una entrevista respecto a las mascarillas. "¿Y cuál es el último vector de autoexpresión? Son tus expresiones faciales.... [Sin embargo] a todos nos han dicho que nos pongamos el burka y seamos obedientes."

5. Señalización de la virtud: "Las máscaras son totalmente inútiles", declaró el Dr. Roger Hodkinson, patólogo, certificado por el Real Colegio de Médicos y Cirujanos de Canadá, en una reunión del consejo municipal. "...las máscaras son simplemente una señal de virtud... Es totalmente ridículo ver a esta gente desafortunada e inculta -no lo digo en sentido peyorativo- caminando como borregos, obedeciendo sin ninguna base de conocimiento, para ponerse la máscara en la cara."


traducido de jamesfetzer.org/2021/02/john-c-a-manley-20-reasons-mandatory-face-masks-are-unsafe-ineffective-and-immoral/


miércoles, 24 de febrero de 2021

La nieve que no se derrite

 

La nieve que no se derrite

 

No sólo en Texas sino en la reciente nevada de Madrid la gente que intentó derretir la nieve en ollas y sartenes, nosotros lo hemos hecho en este horno de leña, e incluso con ¡llamas directas! La "nieve" no se derrite y aparecen puntos negros:

VIDEO

El enfriamiento extremadamente anómalo de la superficie en Texas y otras partes del mundo no son sólo actos aleatorios de la Naturaleza. Las operaciones de ingeniería climática global no son sólo una propuesta, sino que son una realidad continua desde hace más de 70 años.

El clima errático y sin precedentes está aumentando radicalmente en todas partes.

Aunque hay innumerables formas de actividad humana que afectan a la ecuación, los programas de ingeniería climática global son, con mucho, el mayor y más destructivo factor.

Los geoingenieros están fabricando escenarios meteorológicos invernales a una escala que apenas se puede comprender, estas operaciones son nada menos que una guerra meteorológica invernal. Los ecosistemas están siendo diezmados por el ataque de la ingeniería climática. Sin hábitat, no hay humanos.

¿Qué hace falta para sacar a la luz el problema de la geoingeniería de una vez por todas?

Los procesos patentados de nucleación química del hielo para la modificación del clima son un componente principal de los programas de ingeniería climática.

Los ingenieros climáticos también han infligido inmensos daños por nucleación de hielo químico a los bosques del norte de California. En esta tercera entrega de "Into The Wild" , se documentan las consecuencias de los fenómenos meteorológicos invernales diseñados:






Los sacrilegios del covid....

 

Jesús, los sacrilegios del Covid y las mascarillas

En Alemania, mujeres con alba reparten la ceniza


14 febrero 2021-31 enero 2020. Parramatta, Australia

Modificación en la distribución de la ceniza para el miércoles de ceniza

Hoy, después de la Santa Misa, escuché que para el Miércoles de Ceniza, cuando recibamos la ceniza, (el sacerdote) no nos hará la señal de la cruz en la frente, sino que sólo se esparcirá la ceniza en la cabeza de cada persona, sin que el sacerdote repita la frase para cada individuo, 'Recuerda que eres polvo y al polvo volverás'. Eso me perturbó en lo más profundo de mi corazón.

Impactada y entristecida, dije a las personas con las que estaba: "Nunca, nunca he experimentado algo así en mi vida. Cada día sale algo nuevo".

En cuanto entré en la Capilla para rezar, inmediatamente nuestro Señor Jesús me habló y me dijo: "Arrodíllate y haz reparación por los cambios que siguen haciendo y que me ofenden tan gravemente."

"¿Por qué siguen cambiando las cosas? Ellos son los que arruinan mis iglesias", dijo Él.

Nuestro Señor me enseñó que la Señal de la Cruz es tan importante de recibir porque Él murió en la Cruz para nuestra Salvación. La Señal de la Cruz es importante, incluso para las personas que no están bautizadas o no tienen mucha fe, y para las personas (que asisten al) Miércoles de Ceniza. Cuando reciben la Señal de la Cruz en la frente, si les ocurre algo, están a salvo, porque tienen la Señal de la Cruz.

La Señal de la Cruz es Victoria, y para la Salvación de las Almas. ¿Y qué están haciendo ahora? Están tratando de descartar la Cruz.

Espolvorear algunas cenizas sobre sus cabezas, no los salvará. ¡La Cruz es tan poderosa! Estos cambios en la distribución de la ceniza ofenden tremendamente a Dios. La gente ya lo ofende en la Santa Eucaristía que reciben (en pecado mortal) sin arrepentirse (en la Confesión). Cada vez que voy a la iglesia, nuestro Señor me pide que haga reparación porque los sacerdotes no hablan de arrepentimiento.

Nuestro Señor no está nada contento con los cambios para el Miércoles de Ceniza. Quiere que sigamos con la tradición de recibir la ceniza como hasta ahora.(…)

Nuestro Señor me dijo: "Tengo que lamentarme ante ti. Desde el Coronavirus, hay mucho más sacrilegio en Mis Iglesias por todas partes. Entre las máscaras que hay que llevar y todas las restricciones, la gente está muy confundida, y ya ni siquiera va al Sacramento de la Confesión."

Le supliqué a nuestro Señor; le dije: "Señor, por favor, no tomes esto como un pecado, porque no es nuestra culpa, tenemos que obedecer la ley y hacer lo que nos dicen".

Él dijo: "Soy muy profando. No debería ser así. No deberíais llevar una máscara como un perro. Así es como aparecéis todos ante Mis Ojos".

(…)

Cada vez que nuestro Señor se siente gravemente ofendido, me pide que repare, así que rezo la Oración de Reparación de Fátima:


Oh Santísima Trinidad

Padre, Hijo y, Espíritu Santo, +

Te adoro profundamente.

Te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad

de Jesucristo, presentes en todos los sagrarios del mundo,

en reparación por los pecados cometidos,

por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias que

le ofenden gravemente. Por los infinitos méritos del Sagrado Corazón de Jesús

y del Inmaculado Corazón de María

ten piedad de todos los pobres pecadores.

Amén.


traducido para RELIGION LA VOZ LIBRE de afterthewarning.com/messages-from-heaven/valentina-papagna/

Nuestro Santo Ángel de la guarda...

 

Ayudas que pueden prestarnos nuestros ángeles



«... Y los ángeles vinieron y le servían». Los ángeles custodios tienen la misión de ayudar a cada hombre a alcanzar su fin sobrenatural. Yo mandaré a un ángel delante de ti -dice el Señor a Moisés- para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto. Y el Catecismo Romano comenta: «Porque así como los padres, cuando los hijos precisan viajar por caminos malos y peligrosos, hacen que les acompañen personas que les cuiden y defiendan de los peligros, de igual manera nuestro celestial Padre, en este viaje que emprendemos para la celeste Patria, a cada uno de nosotros nos da ángeles para que, fortificados con su poder y auxilio, nos libremos de los lazos furtivamente preparados por nuestros enemigos y rechacemos las terribles acometidas que nos hacen; y para que con tales guías sigamos por el camino recto, sin que ningún error interpuesto por el enemigo sea capaz de separarnos del camino que conduce al cielo».

Misión de los ángeles custodios, por tanto, es auxiliar al hombre contra todas las tentaciones y peligros, y traer a su corazón buenas inspiraciones. Son nuestros intercesores, nuestros custodios, y nos prestan su ayuda cuando los invocamos. «Los Santos interceden por los hombres, mientras los Ángeles Custodios no solo ruegan por los hombres, sino que actúan alrededor de ellos. Si por parte de los bienaventurados se da una intercesión, por parte de los ángeles hay una intercesión y una intervención directa: son al mismo tiempo abogados de los hombres cerca de Dios y ministros de Dios cerca de los hombres».

El Ángel Custodio nos puede prestar también ayudas materiales, si son convenientes para nuestro fin sobrenatural o para el de los demás. No tengamos reparos en pedirle su favor en las pequeñas cosas materiales que necesitamos cada día: encontrar aparcamiento para el coche, no perder el autobús, ayuda en un examen que hemos estudiado, etc. Especialmente pueden colaborar con nosotros en el apostolado, en la lucha contra las tentaciones y contra el demonio, y en la oración. «Los ángeles, además de llevar a Dios nuestras noticias, traen los auxilios de Dios a nuestras almas y las apacientan como buenos pastores, con comunicaciones dulces e inspiraciones divinas. Los ángeles nos defienden de los lobos, que son los demonios, y nos amparan».

Al Ángel Custodio hemos de tratarle como a un entrañable amigo. Él está siempre en vela, constantemente dispuesto a prestarnos su concurso, si se lo pedimos. Es una gran pena cuando, por olvido, por tibieza o por ignorancia, no nos sentimos acompañados por tan fiel compañero, o no le pedimos ayuda en tantas ocasiones en que la necesitamos. Nunca estamos solos en la tentación o en la dificultad, nuestro Ángel nos asiste; estará a nuestro lado hasta el mismo momento en que abandonemos este mundo.

Al final de la vida, el Ángel Custodio nos acompañará ante el tribunal de Dios, como manifiesta la liturgia de la Iglesia en las oraciones para la recomendación del alma en el momento de la muerte.



https://www.hablarcondios.org/meditaciondiaria.aspx

sábado, 20 de febrero de 2021

Cardenales ojirasgados

 

China se burla del acuerdo con la Santa Sede y dispone que los obispos serán elegidos por la dictadura

EL PAPA QUEDA COMO SIMPLE NOTARIO DE LA VOLUNTAD DE LOS COMUNISTAS

China se burla del acuerdo con la Santa Sede y dispone que los obispos serán elegidos por la dictadura

Según lo que la Santa Sede filtró sobre su acuerdo con la dictadura China, la elección de obispos para el país asiático se haría de mutuo acuerdo. Las nuevas normas sobre la actividad religiosa del régimen encabezado por Xi Jinping ignoran dicho acuerdo y el Papa queda como mero notario de los nombramientos que realicen los comunistas.

(InfoCatólica) El régimen dictatorial comunista de China tendrá a partir del 1 de mayo una nueva regulación de toda actividad religiosa. La misma consiste en un control aún más exhaustivo y axfisiante por parte de las autoridades, que no deja margen alguno a una verdadera libertad religiosa. 

El portal Bitter Winter acaba de publicar la traducción al inglés de gran parte de la nueva normativa y queda claro que la dictadura aplicará toda su capacidad para impedir que ninguna actividad religiosa quede fuera de su supervisión. Dicho portal lo explica así:

«Crean un sistema orwelliano de vigilancia y refuerzan el ya estricto control sobre todo el clero. La herramienta es una base de datos nacional del clero autorizado, es decir, del clero formado y reconocido por las cinco religiones autorizadas. Existe un complicado sistema para entrar en la base de datos, pero aquellos que estén fuera de ella y pretendan ser clérigos cometerán un delito. Esto incluye a los pastores de las iglesias domésticas protestantes, a los objetores de conciencia católicos que rechazan el acuerdo entre el Vaticano y China de 2018 y se niegan a unirse a la Asociación Católica Patriótica China, a los profesores y al clero de las mezquitas independientes y de los templos budistas y taoístas, a los rabinos judíos (ya que el judaísmo no es una de las cinco religiones autorizadas) y al personal religioso de los nuevos movimientos religiosos. Ahora serán identificados inmediatamente: no tendrán tarjeta de clérigo y no serán incluidos en la base de datos nacional».

Y añade:

Para estar registrado en la base de datos, no basta con ser competente en una de las religiones autorizadas. Los clérigos deben demostrar que «apoyan la dirección del Partido Comunista Chino y apoyan el sistema socialista» (artículo 3: este artículo se menciona repetidamente en las Medidas como la clave de todo el reglamento), y cooperar en la lucha contra el xie jiao y otras religiones ilegales o «extremistas» (artículo 6E).

Las reglas ponen especial énfasis en el «alto clero» de las comunidades eclesiales, especialmente en el caso de los budistas tibetanos y los católicos romanos. El artículo 15 recuerda a los budistas tibetanos que deben respetar el principio de que toda reencarnación de un lama debe ser autorizada por el PCC. Y en lo que supone un claro desprecio a la autoridad del Papa, a los católicos se les dice en el artículo 16 (*) que los obispos en China deben ser elegidos democráticamente a través de la Asociación Católica Patriótica China, es decir, nombrados por el PCCh, y consagrados a través de la Conferencia Episcopal Católica China. No se menciona al Vaticano ni al Papa, que en teoría debería nombrar a los obispos en virtud de lo poco que la Santa Sede ha filtrado sobre el acuerdo con China de 2018, renovado en 2020. Además, el artículo 43 proclama el principio socialista de que los que enseñan en una comunidad religiosa deben someterse a la «guía de enseñanza religiosa» de la comunidad y no al revés.

(*) Artículo 16

Artículo XVI
Los obispos católicos son aprobados y consagrados por la Conferencia Episcopal Católica China. La Asociación Patriótica Católica China y la Conferencia Episcopal Católica China, dentro de los veinte días siguientes a la consagración del obispo, rellenarán un formulario de informe de obispos católicos y lo comunicarán a la Administración Estatal de Asuntos Religiosos para que quede constancia, y presentarán los siguientes materiales.

jueves, 18 de febrero de 2021

La vati-vacuna...

 

Amenazan despedir a los empleados no vacunados (Vaticano)



El Estado de la Ciudad del Vaticano publica un decreto en el que se sugiere que quienes rechacen la vacuna COVID pueden perder su empleo

El decreto indica claramente que rechazar la vacuna pondría en peligro la salud pública y que, por lo tanto, la ley está obligada a asegurarse de que eso no ocurra


CIUDAD DEL VATICANO, Italia, 17 de febrero de 2021  -El Estado de la Ciudad del Vaticano -la ciudad-estado independiente de la Santa Sede- emitió recientemente un decreto que incluye la vacuna COVID-19 entre las medidas que sus autoridades pueden utilizar para combatir la actual "emergencia de salud pública". Aunque el decreto no obliga explícitamente a vacunarse contra el COVID-19 en el Vaticano y los territorios anexos, sí sugiere que las personas empleadas por la Santa Sede o la Curia Romana podrían perder su trabajo si no se vacunan.

El decreto, disponible aquí (sólo en italiano) en el sitio web del Estado de la Ciudad del Vaticano, no menciona el COVID-19, sino cualquier "emergencia de salud pública" definida, citando el texto de la Organización Mundial de la Salud de 2001, como "un acontecimiento o una amenaza inminente de una enfermedad o condición sanitaria, causada por el bioterrorismo, una enfermedad epidémica o pandémica, o un agente infeccioso nuevo y altamente mortal o una toxina biológica, una enfermedad epidémica o pandémica que suponga un riesgo sustancial para un número significativo de recursos humanos o que provoque lesiones o discapacidades permanentes o de larga duración".

En la introducción del decreto que detalla los motivos de su publicación, la vacunación recibe una atención específica e incluso prioritaria.


Teniendo en cuenta que:

- dar una respuesta sanitaria, tomar las medidas inmediatamente necesarias para responder a la pandemia, sin olvidar sus efectos a largo plazo, es importante para que pueda producirse una "curación" global y regenerativa,

- se considera que someterse a la vacunación constituye "la toma de una decisión responsable, dado que el rechazo de la vacuna puede constituir también un riesgo para los demás" y "que dicho rechazo podría aumentar gravemente los riesgos para la salud pública"

- es urgente dictar estas disposiciones con fuerza de ley, de conformidad con el artículo 7, párrafo 2, de la Ley Fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano, de 26 de noviembre de 2000. Estado de la Ciudad del Vaticano de 26 de noviembre de 2000;

Se ha promulgado lo siguiente…

Este lenguaje indica claramente que rechazar la vacuna pondría en peligro la salud pública y que, por lo tanto, la ley debe asegurarse de que eso no ocurra. Sin embargo, el decreto parece resistirse a calificar la vacuna como obligatoria, ya que su rechazo no figura explícitamente entre los actos que pueden acarrear una multa administrativa. Se pueden imponer multas a partir de 25 euros (30 dólares) por el uso inadecuado de equipos de protección, como mascarillas, y multas de hasta 1.500 euros (1.815 dólares) por el incumplimiento de una cuarentena obligatoria.


En las siete páginas del decreto se mencionan las distintas medidas que pueden y deben adoptarse "para garantizar la salud y el bienestar de la comunidad laboral, respetando la dignidad, los derechos y las libertades fundamentales de cada uno de sus miembros", "según el principio de necesidad, teniendo en cuenta el riesgo real para la salud pública y siguiendo los criterios de oportunidad, adecuación y proporcionalidad". Estas medidas se refieren a "los ciudadanos, los residentes en el Estado, (...) el personal que presta servicio en la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y en los diversos organismos de la Curia Romana y de las Instituciones vinculadas a ella".


Según el decreto, estas medidas incluyen:


- la restricción de la circulación y de la reunión de las personas

- el alejamiento físico, el aislamiento y la cuarentena

- la adopción de normas especiales de higiene

- protocolos para el uso de equipos de protección individual (EPI)

- protocolos terapéuticos

- protocolos de vacunación


Los artículos 5 y 6 del Decreto se refieren principalmente a la vacuna. (…)


artículo traducido para RELIGION LA VOZ LIBRE

miércoles, 17 de febrero de 2021

Miercoles de ceniza.......

MIERCOLES DE CENIZA: EL INICIO DE LA CUARESMA
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Autores: Tere Fernández y Luis Gutiérrez
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.La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
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Origen de la costumbre
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.Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.

Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.

Inicio de La Cuaresma........

Cuaresma, tiempo de conversión, iniciado el Miércoles de Ceniza (I)

–Tendrá que reconocer usted que las prácticas penitenciales hoy no están de moda.
–La Iglesia vive de la fe, de la esperanza y de la caridad. Vive del Espíritu Santo, no de las modas cambiantes.
Los diversos tiempos del Año litúrgico se van sucediendo, como ocurre con los ciclos vitales de la naturaleza: primavera, verano, otoño e invierno. Cada tiempo litúrgico y cada estación natural tiene su fisonomía propia y su virtualidad específica. La gracia peculiar de la Cuaresma es la conversión, por la que nos preparamos a la celebración del Misterio Pascual: la pasión y la resurrección de Cristo, que se culmina en Pentecostés con la donación del Espíritu Santo.   

Dicho en otras palabras: todo tiempo cristiano es tiempo de conversión. Pero en la Cuaresma quiere Dios concedernos gracias especiales de conversión. Seamos, pues, conscientes en la fe de que la Iglesia y cada uno de sus miembros nos vemos en esta sagrada Cuarentena especialmente asistidos por la gracia para convertirnos de tantos pecados que ofenden a Dios, y que nos afligen y debilitan, porque desobedecen al Padre celestial, deforman en nosotros la imagen de Cristo, y resisten todavía al Espíritu Santo.
Fundamento el artículo que sigue en la Sagrada Escritura, por supuesto, pero también en documentos preciosos de la Iglesia, que recomiendo como lectura espiritual en la Cuaresma: Pablo VI, constitución apostólica Poenitemini (17-II-1966); Nuevo Ritual de la Penitencia (=NRP, Madrid 1975); Juan Pablo II, carta apostólica Salvifici doloris (11-II-1984, 39); Juan Pablo II, exhortación apostólica Reconciliatio et pænitentia (2-XII-1984); y en el Catecismo, actos que integran la penitencia (1422-1460, 1471-1479); días y tiempos penitenciales (1438).
* * *
    En las religiones naturales primitivas, aun teniendo un muy precario conocimiento de Dios, del pecado y de la conversión, siempre hallamos un cierto sentido del pecado y de la expiación. Como dice Pablo VI, la penitencia ha sido siempre una «exigencia de la vida interior confirmada por la experiencia religiosa de la humanidad» (Poenitemini, 32).
    En la historia espiritual de Israel se aprecia un importante desarrollo en la idea y en la práctica de la penitencia. Esta aparece pronto ritualizada en días y celebraciones peculiares (Neh 9; Bar 1,5-3,8), y siempre los actos principales de la penitencia son la oración y el ayuno (1Sam 7,6; Job 2,8; Is 22,12; Lam 3,16; Ez 27,30-31; Dan 9,3; Os 7,14; Joel 1,13-14; Jon 3,6).
Los profetas acentúan en la penitencia la interioridad y la individualidad. Las culpas no pasan de padres a hijos como una herencia fatal (Ez 18). Por otra parte, si el pecado fue alejarse de Dios, la conversión será volverse a Yavé (Is 58,5-7; Joel 2,12s; Am 4,6-11; Zac 7,9-12), escucharle, atendiendo sus normas, recibien­do sus enviados (Jer 25,2-7; Os 6,1-3), fiarse de él, apartando otros dioses y ayudas (Is 10,20s; Jer 3,22s; Os 14,4). Será, en fin, alejarse del mal, que es lo contrario de Dios, y acercarse a Él, fuente de todo bien (Jer 4,1; 25,5).
    Pero ¿es posible realmente la conversión? ¿Podrá el hombre cambiar de verdad por la penitencia? «¿Mudará por ventura su tez el etíope, o el tigre su piel rayada? ¿Podréis vosotros obrar el bien, tan avezados como estáis al mal?» (Jer 13,23)… La Biblia revela que con la gracia santifica­dora del Señor la penitencia es posible (Is 44,22; Jer 4,1; 26,3; 31,33; 36,3; Ez 11,19; 18,13; 36,26; Sal 50,12). Es posible con la gracia de Dios –suplicada, recibida– y con el esfuerzo del hombre: «Conviérteme y yo me convertiré, pues tú eres Yavé, mi Dios» (Jer 31,18; +17,14; 29,12-14; Lam 5,21; Is 65,24; Tob 13,6; Mal 3,7; Sant 4,8).
* * *
    La predicación del Evangelio comienza por llamar a la conversión. Ya ésta ocupa un lugar central en la espiritualidad de Israel, como se comprueba en los Salmos, por ejemplo, en el maravilloso Salmo 50. Pero es en la plenitud de la historia de la salvación, cuando Cristo introduce en la humanidad el más alto conocimiento de Dios, del pecado y de la gracia, y consiguientemente la plenitud de la metanoia (Mc 1,4), palabra equivalente a penitencia, conversión, arrepentimiento.
Así se inicia la predicación evangélica: «Juan el Bautista apareció en el desierto, predicando el bautismo de penitencia para remisión de los pecados» (Mc 1,4). Y Jesucristo igual: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca» (Mt 3,2; =Mc 1,15). Él fue enviado por Dios «para dar a Israel penitencia y remisión de los pecados» (Hch 5,31). Por tanto, cualquier presentación de Cristo o de la Iglesia es falsa si no da una importancia central a la conversión, a la liberación del pecado. Es una falsificación del Evangelio. Así lo entendieron los Apóstoles.
San Pedro, el día de Pentecostés, inicia la predicación apostólica diciendo: «Convertíos y bautizaos en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch 2,38). Y a San Pablo lo envía Jesús diciéndole: «Yo te envío para que les abras los ojos, se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, y reciban el perdón de los pecados y parte en la herencia de los consagrados» (Hch 26,18). Así resume la obra  de su misión apostólica: «Anuncié la penitencia y la conversión a Dios por obras dignas de penitencia» (Hch 26,20).

La conversión es presentada por Cristo como absolutamente necesaria y urgente: «Si no hiciéreis penitencia, todos moriréis igualmente» (Lc 13,3.5). Es a un tiempo don de Dios y esfuerzo humano (Mc 10,27; Hch 2,38). Va a ser principalmente interior, pero también exterior (Mt 6,1-18; 23,26). No es un asunto exclusivo de la conciencia personal con Dios, sino algo verdaderamente eclesial, pues la Iglesia convierte a los pecadores no sólo por los sacramentos, sino también por las exhortaciones, mandatos y correcciones fraternas, y sobre todo por las oraciones de súplica ante el Señor (Mt 18,15s; 2Cor 2,8; Gál 6,1; 1Tim 5,20; 2Tim 2,25-26; 1Jn 1,9; 5,16; Sant 5,16).
Hay que apartarse del mal (Hch 8,22; Ap 2,22; 9,20-21;16,11) y volverse a Dios incondicionalmente, obedeciendo a la voluntad de Dios providente (Hch 20,21; 26,20) por la fe en Cristo (20,21; Heb 6,1). La conversión es ante todo un acto del amor de Dios al hombre: «Yo reprendo y corrijo a cuantos amo: sé, pues, ferviente y arrepiéntete» (Ap 3,19). Pero el que rechace este amor, esta gracia, y rehuse hacer penitencia, será castigado (2,21s; 9,20s; 16,9. 11). El hombre se convierte de sus pecados cuando se abre, y no se cierra, a la gracia de Dios, siempre gratuita (Hch 11,18).
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Enseña Lutero que, al estar totalmente corrompida la naturaleza humana, la justificación es sólo por la fe, y consiguientemente el hombre trata en vano de borrar su pecado con obras penitenciales –examen de conciencia, dolor, arrepentimiento, propósito, expiación–. Todo en él es pecado. Tratando de convertirse, negaría la perfecta y gratuita redención que nos consiguió el Crucificado. Rechazaría su gracia para apoyarse en la justicia de sus propias obras; en una palabra: falsificaría totalmente el genuino Evangelio judaizándolo.
Por el contrario, la Iglesia ha enseñado que «Cristo es el modelo supremo de penitentes; él quiso padecer la pena por pecados que no eran suyos, sino de los demás» (Poenitemini 35). Y a los que sí somos pecadores, él quiso participarnos su espíritu de penitencia: él nos da conocimiento de nuestros pecados y de la misericordia de Dios, dolor por nuestras culpas, capacidad de expiación, y gracia para cambiar de vida. El no quiso hacer penitencia solo, sino con nosotros, que somos su cuerpo. En Cristo, con él y por él nos convertimos del pecado y hacemos penitencia. Y la Iglesia , precisamente, sabe bien que en verdad es ella «sacramento universal de salvación» (Vat. II: AG 1, LG 48).
La Iglesia, ella misma «a un tiempo santa y necesitada de purificación» (LG 8c), es la que llama siempre y a todos los hombres a la conversión: «La Iglesia proclama a los no creyentes el mensaje de salvación, para que todos los hombres conozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo y se conviertan de sus caminos haciendo penitencia. Y a los creyentes les debe predicar continuamente la fe y la penitencia» (SC 9b).
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    Existe la virtud específica de la penitencia, que como dice San Alfonso Mª de Ligorio, bajo la acción de la gracia de Cristo, «tiende a destruir el pecado, en cuanto es ofensa de Dios, por medio del dolor y de la satisfacción» (Theologia moralis VI,434; cfSTh III,85). Eso significa que la penitencia tiene una fuerza inmensa para alegrar el corazón del hombre: rompe las cadenas que le mantienen sujeto al pecado, le hace pasar de la esclavitud a la libertad, de la oscuridad a la luz, de la enfermedad a la salud, o incluso de la muerte a la vida.
Y esta virtud implica varios actos distintos, que se exigen y posibilitan mutuamente. Recordémoslos.
    –El examen de conciencia hay que hacerlo en la fe, mirando a Dios. «Cada uno debe someter su vida a examen a la luz de la palabra de Dios» (NRP 384). El hombre más pecador –egoísta, avaro, soberbio, lujurioso, murmurador, prepotente, perezoso–, cuanto más pecador es, menos conciencia suele tener de su pecado. Si mirase más a Dios, a su enviado Jesucristo, a la Iglesia, se conocería más a sí mismo, que es el paso primero para la conversión.
La contrición hay que procurarla en la caridad, mirando a Dios. Cuanto más encendido el amor a Dios, más profundo el dolor de ofenderle. Pedro, que tanto amaba a Jesús, después de ofenderle tres veces, «lloró amargamente» (Lc 22,61-62). Es voluntad clara de Dios que los pecadores lloremos nuestras culpas: «Convertíos a mí –nos dice–, en ayuno, en llanto y en gemido; rasgad vuestros corazones» (Joel 2,12-13). Es absolutamente necesaria la contrición para la conversión del pecador. Si Cristo llora por el pecado de Jerusalén (Lc 19,41-44), ¿cómo no habremos de llorar los pecadores por nuestros propios pecados? Cuando vamos al sacramento de la penitencia ¡no demos por supuesta la contrición! Procurémosla y pidámosla a Dios aún más que la honrada elaboración de una lista de pecados que confesaremos.
Pidamos a Dios «la gracia de llorar nuestros pecados» (orac. Santa Mónica 27-VIII)–, y procurémosla –mirando al Padre, viendo que, como el hijo pródigo, buscamos la felicidad lejos de él (Lc 15,11s); –mirando a Cristo en la cruz, ganándonos la conversión y el perdón al precio de su sangre; –mirando al Espíritu Santo, entendiendo que pecar es resistirle y despreciarle.
    –El propósito penitencial es un acto de esperanza, que se hace mirando a Dios. El es quien nos dice: «vete y no peques más» (Jn 8,11); él es quien nos levanta de nuestra postración y quien nos da su gracia para emprender una vida nueva.
Gran tentación para el hombre es verse pecador y considerarse irremediable. Tras una larga experiencia de pecados, de impotencia para el bien, al menos para el bien más perfecto, tras no pocos años de mediocridad aparentemente inevitable, va posándose en el fondo del alma, calladamente, el convencimiento de que «no hay nada que hacer», «lo mío no tiene remedio»… Afirmemos la fe y la esperanza: «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios» (Lc 18,27). Muchos propósi­tos que se hacen no se cumplen, pero son muchos más los que ni se hacen.
    Los propósitos han de ser firmes, prudentes, bien apoyados en Dios, y han de ser altos, audaces: «aspirad a los más altos dones» (1Cor 12,31). Toda otra meta sería inadecuada para el cristiano, para el hijo de Dios, que no está hecho para andar, sino para volar. No estamos llamados simplemente a ser «buenas personas». Pretendemos –porque así nos lo ha mandado Criato– una perfección sobre-humana, sobre-natural: «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48).
Los propósitos no deben ser excesivamente vagos y generales, que en el fondo a nada concreto comprometen. A ciertas perso­nas les cuesta mucho dar forma a su vida, asumir unos compromisos concretos. Les gusta andar por la vida sin un plan, sin orden ni concierto, a lo que salga, según el capricho, la gana o la circunstancia ocasional. Y esto es muy malo para la vida espiritual. Pero tampoco conviene hacer propósitos excesivamente determinados, pues «el viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va: así es todo nacido del Espíritu» (Jn 3,8).  Los cristianos carnales quieren gobernar su propia vida, andar por un camino que ellos eligen, haciendo ciertas obras buenas que más se acomodan a su modo de ser. El apóstol Santiago los corrige: «en vez de esto debíais decir: “si el Señor quiere y vivimos, haremos esto o aquello”» (4,15). Santa Maravillas: «lo que Dios quiera, cuando Dios quiera, como Dios quiera».
    La expiación por el pecado, finalmente, ha sido siempre comprendida por la conciencia religiosa de la humanidad. Pero aún ha sido mejor comprendida por los cristianos, con solamente mirar a Cristo en la cruz. ¿Dejaremos que él solo, siendo inocente, expíe por nuestros pecados o nos uniremos con él por la expiación? El hijo pródigo, cuando vuelve con su padre, quiere ser tratado como un jornalero más (Lc 15,18-19), y Zaqueo, al convertirse, da la mitad de su bienes a los pobres, y devuelve el cuádruplo de lo que a algunos hubiera defraudado (19,8). Está claro: hay espíritu de expiación en la medida en que hay dolor por el pecado cometido. Y hay deseo de suplir en la propia carne «lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1,24) en la medida en que hay amor a Jesús crucificado. Trataré en el siguiente artículo, Dios mediante, más ampliamente de la expiación penitencial, que ha de vivir el cristiano como parte integrante de su vida, y muy especialmente en el tiempo de Cuaresma. Se sabe y se valora hoy tan poco de la penitencia expiatoria por el pecado que merece dedicarle un artículo aparte.
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El Miércoles de Ceniza da comienzo a la Cuaresma. La imposición de la ceniza, rito inicial del ingreso  de los pecadores en la disciplina penitencial, con el paso del tiempo de amplió a toda la comunidad cristiana, haciéndose obligatoria a partir del siglo XI. Se conservó desde entonces la fecha tradicional del miércoles anterior al Iº domingo de Cuaresma.
«Oh Dios, que te inclinas ante el que se humilla y encuentras agrado en quien expía sus pecados, escucha benignamente nuestras súplicas y derrama la gracia + de tu bendición sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas cuaresmales, puedan llegar con el corazón limpio a la celebración del misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
La imposición de la ceniza en el inicio de la Cuaresma es un gesto orante y penitente de muy antiguos orígenes, pues ya era practicado en Israel:
«Judit, postrándose rostro a tierra, echó ceniza sobre su cabeza y descubrió el cilicio que llevaba ceñido» (Jdt 9,1). Los Macabeos, antes de entrar en el combate, «se volvieron a Dios en la oración; y cubierta de polvo la cabeza y ceñida de saco la cintura, se postraron al pie del altar, rogando a Dios que se les mostrara propicio a ellos y hostil a sus enemigos, oponiéndose a los adversarios según las promesas de la ley. Terminada la oración, empuñaron las armas y salieron de la ciudad» (2Mac 10,25-26).
En la santa Misa se impone actualmente la ceniza después del Evangelio y de la homilía. Aunque también puede celebrarse el rito fuera de la MiSA. La ceniza se prepara con los ramos de olivo o de otras plantas que fueron bendecidos en el Domingo de Ramos precedente. El ministro impone la ceniza diciendo «Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás», palabras que Yahvé dirige a Adán y Evan al expulsarlos del Paraíso (Gén 3,19). O bien dice: «Convertíos y creed en el Evangelio», citando esta vez las palabras primeras de Cristo al comenzar el ministerio público de la evangelización (Mc 1,15).
En el Miércoles que inicia la Cuaresma recibimos con toda reverencia la imposición litúrgica de las cenizas penitenciales. Y las recibimos con toda esperanza en su virtualidad santificante, conscientes de que es un sacramental de la Santa Madre Iglesia.
Oración postcomunión. «Señor, estos sacramentos que hemos recibido hagan nuestros ayunos agradables a tus ojos y obren como remedio saludable de todos nuestros males. Por Jesucristo, nuestro Señor».
José María Iraburu, sacerdote
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