jueves, 13 de mayo de 2021

El Latin lenguaje Sagrado....

 


El latín es un lenguaje sagrado

Por qué orar en latín
Por qué orar en latín

¿Por qué orar en latín? Muchos católicos nos hacemos esa pregunta. Por eso he decidido mostrarte aquí por qué es tan bueno rezar esta lengua.

¿Qué tiene de especial el latín?

La lengua latina, a la que podemos verdaderamente llamar católica por estar consagrada, decía el Papa San Juan XXIII (Veterum Sapientia, 1962), mediante el constante uso que de ella ha hecho la Sede Apostólica, madre y maestra de todas las Iglesias, debe considerarse un tesoro, ya que posee un valor incomparable, y es una puerta que pone en contacto directo con las verdades cristianas transmitidas por la tradición apostólica y los documentos de la enseñanza de la Iglesia (León XIII, Epist. Encycl. Depuis le jour, 8 Sept. 1899: Acta Leonis XIII 19 (1899) 166.); además de ser un vínculo eficacísimo que une en admirable e inalterable continuidad a la Iglesia de hoy con la de ayer y de mañana.

Según el papa Pío XI el latín es:

  1. Universal
  2. Inmutable
  3. No popular

El latín es una lengua sagrada

La lengua latina fue consagrada en la Pasión por su inscripción mística en la Cruz.

La lengua latina fue santificada por el uso de casi 2000 años, y se entrelazó más estrechamente con la primitiva liturgia católica romana.

“La costumbre más antigua de la Iglesia está de acuerdo. Porque en todo el Oriente no se encuentra una liturgia antigua, excepto en griego o arameo, mientras que en todo el oeste no hay liturgias antiguas excepto en latín” -San Roberto Belarmino, Sobre el Santísimo Sacrificio de la Misa.

El Papa emérito Benedicto XVI instó a los católicos de todo el mundo a memorizar las oraciones católicas más comunes en latín.

“Ayudará a los fieles cristianos de diferentes idiomas a orar juntos, especialmente cuando se reúnen por circunstancias especiales”.- Benedicto XVI, 28 de junio de 2005.

“El latín … a través de su carácter digno provoca [s] un profundo sentido del misterio eucarístico” -Papa San Juan Pablo II, Dominicae Cenae, 1980.

Es el idioma de los santos

Cuando oras en latín, estás orando en las mismas palabras exactas en el mismo idioma exacto que innumerables santos han orado a lo largo de los siglos y se unen con ellos al entrar en esta venerable tradición que transmitieron y preservaron fielmente a lo largo de los siglos.

El Rosario también fue originalmente rezado, enseñado y transmitido en latín.

Opinión del Padre J.M Rodríguez de la Rosa

Que el latín es odiado por el enemigo infernal es una realidad que constato en mi ministerio sacerdotal.

Un joven matrimonio se acercó para hacerme una consulta. La señora me advirtió que estaba, desde hacía unos años, en tratamiento con un exorcista. A lo largo de la conversación, en el momento oportuno, le aconsejé que intentara rezar en latín, en particular el Santo Rosario; es decir, Padre nuestro y Ave María, así como las letanías. En un primer momento quedó sorprendida, pero al poco consideró mi propuesta. Y fue entonces, cuando ella estaba dispuesta a seguir mi consejo, cuando se manifestó violentamente la posesión: empezó a convulsionarse violentamente durante unos segundos.

El latín ha sido la lengua con la que, durante siglos, la Iglesia ha alabado al Señor, ha sido la lengua omnipresente en la liturgia y en la vida ordinaria de la Iglesia. El latín de la liturgia no es el latín vulgar; y es que la Iglesia ha purificado la lengua de alabanza al Creador.

El latín ha sido la lengua que durante siglos ha empleado en los exorcismos. Por tanto es la lengua que mucho sabe de cómo debilitar a Satanás.

El latín es la lengua con la que la Iglesia ha definido sus dogmas de fe, ha fijado su fe y magisterio de forma imperecedera e inmutable.

Y es que el latín se diferencia de las lenguas vernáculas por su dignidad, gravedad, claridad y precisión, tiene la gran ventaja de que puede ser pronunciado por quienes no lo conocen. Se presenta como una lengua acogedora, pues hace sentirnos miembros de la Iglesia universal, saliendo de los particularismos de las nacionalidades y de las divisiones a que nos llevan las lenguas vernáculas.

El latín eleva el alma, nos asocia al misterio del Sacrifico del Altar, nos centra en el misterio trinitario, aleja al enemigo manteniéndole a distancia, nos identifica en nuestra fe católica, nos hace universales, no crea barrearas idiomáticas, no se puede utilizar con fines políticos, como sí se utilizan las lenguas vernáculas. Y si dices que no lo entiendes, no te preocupes demasiado, el Señor sabe latín, y Él entenderá lo que le dices en la oración. Reza en latín.

El demonio odia el latín

“Prefiería utilizar el Latín cuando llevaba a cabo exorcismos, ya que es más efectivo contra los demonios.” -Padre Gabriel Amorth.

El escritor Tracy Willkinson afirma lo siguiente:

“Al diablo no le gusta el latín, esa fue una de las primeras cosas que aprendí del Padre Gabriel Amorth, más conocido como el principal exorcista de Roma, aunque ese nunca fue su título oficial.”

El obispo emérito de Isernia Andrea Gemma, exorcista dijo:

“Y si yo hablo en latín , el demonio me responde en Latín. ¡El le tiene un horror a esa lengua!”

“El diablo está contento con la casi desaparición del Latín”

En conclusión, no son pocos los argumentos para que empecemos a orar en latín, la lengua materna de nuestra iglesia católica.

El Santo Rosario....

 En este post te enseñaremos cómo rezar el Rosario paso a paso, ya sea que nunca lo hayas rezado o hace tiempo no lo haces. Este es un paso a paso para principiantes, por lo que incluye todas las oraciones que necesitas conocer. Bajo cada instrucción aparece la oración que se indica, oculta en la solapa gris que dice “Leer”. Haciendo clic en ella puedes leer la oración o simplemente ignorarla si ya la sabes de memoria.

“Por medio del rosario los fieles reciben abundantes gracias, como desde las mismas manos de la Madre del Redentor”. -Juan Pablo II

Primero que nada te contamos qué significa Rosario y qué representa.

Si bien el Rosario es una oración que rezamos los católicos, y físicamente se define como un objeto formado por una serie de cuentas, la palabra Rosario tiene un significado más hermoso. Rosario significa “Corona de Rosas”, por lo tanto eso es lo que representa, una corona de rosas para nuestra Santísima Virgen María.

Cómo rezar el Rosario paso a paso

Paso a paso:

Inicio:

  • Nos persignamos:

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Haz clic aquí para saber cómo persignarse correctamente

  • Hacemos el acto de contrición (opcional)

Desde la cruz hasta la medalla:

  • Recitamos el Credo
  • Rezamos 1 Padre Nuestro (se suele ofrecer por el santo
  • Rezamos 3 Ave Marías (se suele ofrecer por el aumento de las 3 virtudes teologales: Fe, esperanza y caridad)
Leer
  • Rezamos el Gloria
Leer

Empezamos por la parte derecha y terminamos por la parte izquierda.

Desde la medalla en adelante:

Misterios:

Los misterios representan diferentes momentos en la vida de Jesús y son para meditarlos mientras recitamos las oraciones. Debemos escoger los misterios correspondientes 

Rezamos: 

  • 1 Padre Nuestro (en la cuenta grande o aislada)
  • 10 Ave María (una por cada cuenta pequeña de la decena)
  • Gloria

Adicionalmente, de forma opcional se puede agregar después del Gloria, la oración Oh Jesús mío y Oh María u otras a elección.

Leer
  • Al final del Rosario se reza la Salve y opcionalmente las letanías

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

  • LETANÍAS

    Letanías del Santo Rosario (lauretanas o de Loreto)

    Letanías del Santo Rosario
    Letanías del Santo Rosario

    Las letanías son rogativas o súplicas que se hacen a Dios con cierto orden, invocando a la Santísima Trinidad, con intercesión de Jesucristo, la Virgen y los Santos. Las letanías más antiguas después de las de los Santos (año 595) corresponden a las de la Santísima Virgen, conocidas como lauretanas o de Loreto, y fueron aprobadas por Sixto V en 1587.

    Las letanías han sido actualizadas por el papa Francisco este año 2020, las cuales aparecen en color azul. Según el Vaticano, el lugar que corresponde a cada una de las nuevas invocaciones dentro de las Letanías, son las siguientes:

    • “Madre de la misericordia” debe insertarse después de “Madre de la Iglesia”
    • “Madre de la esperanza” después de “Madre de la Divina Gracia”
    • “Consuelo de los migrantes” después de “Refugio de los pecadores”

    Letanías lauretanas

    Señor, ten piedad
    Señor, ten piedad

    Cristo, ten piedad
    Cristo, ten piedad

    Señor, ten piedad
    Señor, ten piedad

    Cristo, óyenos
    Cristo, óyenos

    Cristo, escúchanos
    Cristo, escúchanos

    Dios, Padre celestial,
    ten piedad de nosotros
    Dios, Hijo, Redentor del mundo
    ten piedad de nosotros
    Dios, Espíritu Santo,
    ten piedad de nosotros
    Santísima Trinidad, un solo Dios,
    ten piedad de nosotros

    Santa María, ruega por nosotros.
    Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
    Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
    Madre de Cristo, ruega por nosotros.
    Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
    Madre de misericordia,ruega por nosotros.
    Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
    Madre de esperanza, ruega por nosotros.
    Madre purísima, ruega por nosotros.
    Madre castísima, ruega por nosotros.
    Madre siempre virgen, ruega por nosotros.
    Madre inmaculada, ruega por nosotros.
    Madre amable, ruega por nosotros.
    Madre admirable, ruega por nosotros.
    Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
    Madre del Creador, ruega por nosotros.
    Madre del Salvador, ruega por nosotros.
    Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
    Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.
    Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
    Virgen poderosa, ruega por nosotros.
    Virgen clemente, ruega por nosotros.
    Virgen fiel, ruega por nosotros.
    Espejo de justicia, ruega por nosotros.
    Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.
    Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
    Vaso espiritual, ruega por nosotros.
    Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
    Vaso de insigne devoción, ruega por nosotros.
    Rosa mística, ruega por nosotros.
    Torre de David, ruega por nosotros.
    Torre de marfil, ruega por nosotros.
    Casa de oro, ruega por nosotros.
    Arca de la Alianza, ruega por nosotros.
    Puerta del cielo, ruega por nosotros.
    Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
    Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
    Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
    Consuelo de los migrantes,ruega por nosotros.
    Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
    Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
    Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
    Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
    Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
    Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
    Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
    Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
    Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
    Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
    Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.
    Reina asunta a los Cielos, ruega por nosotros.
    Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
    Reina de la familia, ruega por nosotros.
    Reina de la paz. ruega por nosotros.

    Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    perdónanos, Señor.
    Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    escúchanos, Señor.
    Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    ten misericordia de nosotros.

    Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita.

    Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
    para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

    Oración: Te rogamos Señor, Dios nuestro, nos concedas gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén


  • MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)

    1.- La anunciación

    Misterios del Santo Rosario - La anunciaciónFue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

    Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

    María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.»

    Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

    Lucas 1, 26-38

    Fruto del misterio: La humildad

    2.- La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel

    Misterios del Rosario - La visitaciónEn aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

    Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

    Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.

    Lucas 1, 39-57

    Fruto del misterio: El amor al prójimo

    3.- El nacimiento del Hijo de Dios

    Misterios del Santo Rosario - El nacimiento de JesúsSubió José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

    Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

    Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»

    Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.

    Lucas 2, 4-21

    Fruto del misterio: La pobreza en espíritu

    4.- La Presentación del niño Jesús en el templo

    La presentación de JesúsCuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

    Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

    Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

    Lucas 2, 22-35

    Fruto del misterio: La obediencia

    5.- Jesús es hallado en el templo

    Jesús es hallado en el temploEl niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él. Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.

    Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.

    Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.


  • MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)

    1.- La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní.

    Oración en el huerto de GetsemaníVan a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración.»

    Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad.» Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora.Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.»

    Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras. Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle. Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

    Marcos 14, 32-41

    Fruto del misterio: El dolor por el pecado

    2.- La Flagelación del Señor

    La flagelación de nuestro Señor JesucristoAl amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.

    Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.» Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.

    Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran. Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato. Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.

    Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?» (Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.) Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás. Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?» La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!» Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!» Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.

    Marcos 15, 1-15

    Fruto del misterio: La pureza

    3.- La Coronación de espinas

    La coronación de espinas

    Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían: «Salve, Rey de los judíos.» Y le daban bofetadas. Volvió a salir Pilato y les dijo: «Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en él.» Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Díceles Pilato: «Aquí tenéis al hombre.»

    Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron: «¡Crucifícalo, crucifícalo!» Les dice Pilato: «Tomadlo vosotros y crucificadle, porque yo ningún delito encuentro en él.» Los judíos le replicaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.» Cuando oyó Pilato estas palabras, se atemorizó aún más.

    Volvió a entrar en el pretorio y dijo a Jesús: «¿De dónde eres tú?» Pero Jesús no le dio respuesta. Dícele Pilato: «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?» Respondió Jesús: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.» Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: «Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César.»

    Juan 19, 2-12

    Fruto del misterio: El valor

    4.- El Camino del Monte Calvario

    Misterios del Rosario - El camino del Calvario

    Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevará detrás de Jesús. Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él.

    Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Cubridnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará?»

    Llevaban además otros dos malhechores para ejecutarlos con él. Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

    Lucas 23, 26-33

    Fruto del misterio: La paciencia

    5.- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor

    La crucifixión y muerte de nuestro SeñorUna vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle. Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos.» Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!»

    Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo: “Soy Hijo de Dios.”» De la misma manera le injuriaban también los salteadores crucificados con él.

    Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: «A Elías llama éste.» Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: «Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle.» Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu.

    En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios.»

    Mateo 27, 35-54

  • MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)

    1.- La Resurrección del Señor

    Misterios del Rosario - La resurreciónEstaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

    Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» -que quiere decir: «Maestro»-. Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

    Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.

    Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

    Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»

    Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.» Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.

    Juan 20, 11-31

    Fruto del misterio: La fe

    2.- La Ascensión del Señor

    Los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

    Mateo 28, 16-20

    Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.» Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

    Marco 16, 15-20

    Fruto del misterio: La esperanza

    3.- La Venida del Espíritu Santo

    Misterios del Rosario - Venida del Espíritu SantoAl llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.

    Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.

    Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»

    Hechos 2, 1-11

    Fruto del misterio: El amor hacia Dios

    4.- La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos

    La asunción de nuestra SeñorPorque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. Os decimos eso como Palabra des Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente

    I Tesalonicenses 4, 14-17

    Fue definida como dogma por su Santidad Pío XII el 8 de Diciembre de 1950 diciendo: "Al no tener ningún pecado y al no estar sujeta a la corrupción del sepulcro, María fue elevada al cielo en cuerpo y alma, al terminar su paso por este mundo"

    Fruto del misterio: La gracia de una muerte feliz

    5.- La Coronación de la Santísima Virgen María

    La coronación de la Santísima VirgenUna gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

    Apocalipsis 12, 1

    Juan Pablo II, en una audiencia el 23 de julio del 1997, habló sobre la Virgen como Reina del universo: "La devoción popular invoca a María como Reina. El Concilio, después de recordar la asunción de la Virgen «en cuerpo y alma a la gloria del cielo», explica que fue «elevada (...) por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores (cf. Ap 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte» (Lumen gentium, 59)."

    Mi venerado predecesor Pío XII, en la encíclica Ad coeli Reginam, a la que se refiere el texto de la constitución Lumen gentium, indica como fundamento de la realeza de María, además de su maternidad, su cooperación en la obra de la redención. La encíclica recuerda el texto litúrgico: «Santa María, Reina del cielo y Soberana del mundo, sufría junto a la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (AAS 46 [1954] 634). Establece, además, una analogía entre María y Cristo, que nos ayuda a comprender el significado de la realeza de la Virgen. Cristo es rey no sólo porque es Hijo de Dios, sino también porque es Redentor. María es reina no sólo porque es Madre de Dios, sino también porque, asociada como nueva Eva al nuevo Adán, cooperó en la obra de la redención del género humano


  • MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)

    1.- El Bautismo de Jesús en el río Jordán

    Misterios del Rosario - El Bautismo

    Acudía a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

    Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: «Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» Jesús le respondió: «Déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia.» Entonces le dejó.

    Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.»

    Mateo 3, 5-6. 13-17

    Fruto del misterio: La apertura al Espíritu Santo

    2.- La autorrevelación en las bodas de Caná

    La autorrrevelación en las bodas de CanáSe celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.» Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.»

    Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.» Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»

    Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.

    Juan 2, 1-11

    Fruto del misterio: A Jesús a través de María

    3.- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión

    El anuncio del Reino de DiosDespués que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»

    Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.» Al instante, dejando las redes, le siguieron.

    Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

    Marcos 1, 14-22

    Fruto del misterio: El arrepentimiento y confianza en Dios

    4.- La Transfiguración

    Misterios del Rosario - La transfiguraciónToma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

    Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.»

    Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo.» Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo.

    Mateo 17, 1-8

    Fruto del misterio: Deseo de santidad

    5.- La institución de la Sagrada Eucaristía

    Misterios del Rosario - La EucaristíaCuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»

    De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros. «Pero la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa. Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero,¡ay de aquel por quien es entregado!»

    Lucas 22, 14-22