domingo, 9 de septiembre de 2018

Lectio Divina Lunes 10 de Septiembre

Orden Carmelitana
Lectio: 
 Lunes, 10 Septiembre, 2018
Tiempo Ordinario
 
1) Oración inicial  Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor.
 
2) Lectura Del santo Evangelio según Lucas 6,6-11
Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se puso allí. Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.» Y, mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.
 
3) Reflexión• Contexto. Nuestro pasaje presenta a Jesús curando a un hombre que tenía una mano seca. A diferencia del contexto de los cap. 3-4 en los que Jesús aparece solo, aquí Jesús aparece rodeado de sus discípulos y de las mujeres que lo acompañaban. En los primeros tramos de este camino encontrará el lector diversos modos de escuchar la palabra de Jesús por parte de los que lo siguen que en definitiva podrían sintetizarse en dos experiencias que reclaman a su vez dos tipos de aproximación a Jesús: el de Pedro (5,1-11) y el del centurión (7,1-10). El primero encuentra a Jesús que, después de la pesca milagrosa, lo invita a ser pescador de hombres, y cae después de rodillas ante Jesús: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador” (5,8). El segundo no tiene ninguna comunicación directa con Jesús: ha oído hablar muy bien sobre Jesús y le envía intermediarios para pedirle la curación de su criado que está muriendo; pide algo no para sí, sino para una persona muy querida. La figura de Pedro representa la actitud del que, sintiéndose pecador, pone su obrar bajo el influjo de la Palabra de Jesús. El centurión, mostrando su solicitud por el criado, aprende a escuchar a Dios. Pues bien, la curación del hombre que tiene una mano seca se coloca entre estas vías o actitudes que caracterizan la itinerancia de la vida de Jesús. El hecho milagroso se produce en un contexto de debate o controversia: las espigas arrancadas en sábado y una curación también en sábado, precisamente la mano seca. Entre las dos discusiones, la palabra de Jesús juega un papel crucial: “El Hijo del hombre es señor del sábado” (6,5). Yendo a nuestro pasaje, preguntémonos qué significa esta mano seca? Es símbolo de la salvación del hombre que es conducido a su situación original, la de la creación. Además, la mano derecha expresa el obrar humano. Jesús devuelve a este día de la semana, el sábado, su más profundo sentido: es el día de la alegría, de la restauración, y no de la limitación. El sábado que Jesús presenta es el sábado mesiánico, no el sábado legalista; las curaciones realizadas por él son signos del tiempo mesiánico, de la restauración y liberación del hombre.
• Dinámica del milagro. Lucas pone ante Jesús a un hombre con una mano sin fuerza, seca, paralizada. Nadie se interesa por pedir su curación y menos aún el directamente interesado. Pero la enfermedad no era sólo un problema individual, sino que sus efectos repercuten en toda la comunidad. En nuestro relato no emerge tanto el problema de la enfermedad sino más bien su relación con el sábado. Jesús es criticado porque ha curado en sábado. La diferencia con los fariseos consiste en que éstos, en el día de sábado, no actúan en base al mandamiento del amor que es la esencia de la ley. Jesús, después de ordenar al hombre ponerse en el centro de la asamblea, hace una pregunta decisiva: “¿es lícito o no curar en sábado?”. Los espacios para la respuesta son reducidos: curar o no curar, o sea, curar o destruir (v.9). Imaginémonos la dificultad de los fariseos: había que excluir que en sábado se pudiese hacer el mal o conducir al hombre a la perdición y menos aún curar ya que ayudar en sábado estaba permitido sólo en casos de extrema necesidad. Los fariseos se sienten provocados, lo cual excita su agresividad. Aparece como evidente que la intención de Jesús al curar en sábado es procurar el bien del hombre, en primer lugar el que está enfermo. Esta motivación de amor nos invita a reflexionar sobre nuestro comportamiento y a fundamentarlo en el de Jesús, que salva. Jesús no presta atención sólo a la curación del enfermo, sino que está también interesado por la de sus adversarios: corarlos de su torcida actitud al observar la ley; observar el sábado sin reanimar al prójimo de sus enfermedades no está en conformidad con lo que Dios quiere. Para el evangelista, la función del sábado es hacer el bien, salvar como Jesús hace en su vida terrena.
 
4) Para la reflexión personal• ¿Te sientes urgido las palabras de Jesús? ¿Cómo te comprometes en tu servicio a la vida? ¿Sabes crear condiciones para que el otro viva mejor?
• ¿Sabes poner en el centro de tu atención a todos los hombres y a sus necesidades?
 
5) Oración finalSe alegrarán los que se acogen a ti,
gritarán alborozados por siempre;
tú los protegerás, en ti disfrutarán
los que aman tu nombre. (Sal 5,12
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Lectio Divina: 
 Monday, September 10, 2018
Ordinary Time
 
1) Opening prayerGod our Father,
you redeem us
and make us your children in Christ.
Look upon us,
give us true freedom
and bring us to the inheritance you promised.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.

2) Gospel Reading - Luke 6,6-11On a Sabbath Jesus went into the synagogue and began to teach, and a man was present, and his right hand was withered. The scribes and the Pharisees were watching him to see if he would cure somebody on the Sabbath, hoping to find something to charge him with. But he knew their thoughts; and he said to the man with the withered hand, 'Get up and stand out in the middle!'
And he came forward and stood there.
Then Jesus said to them, 'I put it to you: is it permitted on the Sabbath to do good, or to do evil; to save life, or to destroy it?' Then he looked round at them all and said to the man, 'Stretch out your hand.' He did so, and his hand was restored.
But they were furious and began to discuss the best way of dealing with Jesus.
 
3) Reflection• Context: This passage presents Jesus who cures a man with a withered hand. Different from the context of chapters 3 and 4 in which Jesus is alone, now here he is surrounded by his disciples and the women who go around with him. Therefore, here we have Jesus always moving. In the first stages of this journey the reader finds different ways of listening to the Word of Jesus on the part of those who follow him and which, definitively, it could be summarized in two experiences, which recall, in turn, two types of approaches: that of Peter (5,1-11) and that of the centurion (7,1-10). The first one encounters Jesus who invites him after the miraculous catch to become a fisherman of men; then he falls on his knees before Jesus: «Leave me, Lord, I am a sinful man” (5, 8). The second one does not have any direct communication with Jesus: he has heard people speak very well about Jesus and he sends his envoys to ask for the cure of one of his servants who is dying; he is asking for something not for himself, but for a person who was a favourite of his. The figure of Peter expresses the attitude of the one who, discovering himself a sinner, places all his acts under the influence of the Word of Jesus. The centurion, showing solicitude for the servant, learns to listen to God. Well, between these itineraries or attitudes which characterize the itinerant journey of Jesus, is placed the cure of the man who presents the withered hand. This event of the miracle takes place in a context of debate or controversy: the ears of corn picked on the Sabbath and on the act of curing on a Saturday, precisely the withered hand. Between the two discussions there is the crucial role played by the Word of Jesus: “The Son of man is master of the Sabbath” (6, 5). Continuing with this passage we ask ourselves which is the sense of this withered hand? It is a symbol of the salvation of man who is taken back to the original moment, that of creation. The right hand, then, expresses human acting. Jesus then, gives back to this day of the week, Saturday, the deepest significance: it is the day of joy, of the restoration and not of limitation. What Jesus shows is the Messianic Saturday and not the legalistic one: the cures that he does are signs of the Messianic times, of restoration, of the liberation of man.
• The dynamic of the miracle. Luke places before Jesus a man who has a withered hand, dry, paralyzed. Nobody is interested in asking for his cure and much less the one concerned. And just the same, the sickness was not only an individual problem but its effects have repercussion on the whole community. But in our account we do not have so much the problem of the sickness as that of the aspect that it was done on Saturday. Jesus is criticized because he cured on Saturday. The difference with the Pharisees is in the fact that they on Saturday do not act on the basis of the commandment of love which is the essence of the Law. Jesus, after having ordered man to get in the middle of the assembly, formulates a decisive question: “Is it permitted on the Sabbath to do good or to do evil?” The space for the answer is restricted: to cure or not to cure, or rather, to cure or to destroy (v.9). Let us imagine the difficulty of the Pharisees: it is excluded that evil can be done on Saturday or lead man to damnation, and even less to cure because help was permitted only in case of extreme need. The Pharisees feel provoked and this causes aggressiveness in them. But it is evident that the intention of Jesus in curing on Saturday is for the good of man and in the first place, for the one who is sick. This motivation of love invites us to reflect on our behaviour and to found it on that of Jesus who saves. Jesus is not only attentive to cure the sick person but is interested also in the cure of his enemies: to cure them from their distorted attitude in their observance of the Law; to observe Saturday without freeing their neighbour from their misery and sickness is not in accordance with the will of God. According to the Evangelist, the function of Saturday is to do good, to save, like Jesus has done during his earthly life.

4) Personal questions• Do you feel involved in the words of Jesus: how do you commit yourself in your service to life? Do you know how to create the necessary conditions so that others may live better?
• Do you know how to place at the centre of your attention and of your commitment every person and all their requirements?
 
5) Concluding PrayerJoy for all who take refuge in you,
endless songs of gladness!
You shelter them, they rejoice in you,
those who love your name. (Ps 5,11
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Lectio: 
 Lunedì, 10 Settembre, 2018
Tempo ordinario
  
1) PreghieraO Padre, che ci hai donato il Salvatore e lo Spirito Santo,
guarda con benevolenza i tuoi figli di adozione,
perché a tutti i credenti in Cristo
sia data la vera libertà e l’eredità eterna.
Per il nostro Signore Gesù Cristo...
2) Lettura Dal Vangelo secondo Luca 6,6-11
Un sabato, Gesù entrò nella sinagoga e si mise a insegnare. Ora c’era là un uomo, che aveva la mano destra inaridita. Gli scribi e i farisei lo osservavano per vedere se lo guariva di sabato, allo scopo di trovare un capo di accusa contro di lui.
Ma Gesù era a conoscenza dei loro pensieri e disse all’uomo che aveva la mano inaridita: “Alzati e mettiti nel mezzo!”.
L’uomo, alzatosi, si mise nel punto indicato.
Poi Gesù disse loro: “Domando a voi: È lecito in giorno di sabato fare del bene o fare del male, salvare una vita o perderla?”. E volgendo tutt’intorno lo sguardo su di loro, disse all’uomo: “Stendi la mano!”. Egli lo fece e la mano guarì.
Ma essi furono pieni di rabbia e discutevano fra di loro su quello che avrebbero potuto fare a Gesù.
 
3) Riflessione• Contesto. Il nostro brano ci presenta Gesù che guarisce un uomo dalla mano inaridita. A differenza del contesto dei capp. 3-4 in cui Gesù era solo, ora è circondato da discepoli e donne che si muovono insieme con lui. Un Gesù, quindi, in movimento. Nelle prime fasi di questo cammino il lettore incontra diversi modi di ascolto della Parola di Gesù da parte di coloro che lo seguono e che in definitiva potrebbero essere sintetizzati in due esperienze, le quali richiamano a loro volta due tipi di approccio: quello di Pietro (5,1-11) e quella del centurione (7,1-10). Il primo incontra Gesù che lo invita dopo una pesca miracolosa a diventare pescatori di uomini; poi, cade in ginocchio davanti a Gesù: «Allontanati da me, perché sono un uomo peccatore, Signore» (5,8). Il secondo non ha con Gesù nessuna comunicazione diretta: ha sentito parlare molto bene di Gesù e gli invia degli intermediari per chiedere la guarigione di un suo servo che sta morendo; chiede qualcosa non per sé, ma per una persona che gli sta molto a cuore. La figura di Pietro esprime l’atteggiamento di chi, scoperto peccatore, mette tutto il proprio agire sotto l’influsso della Parola dei Gesù. Il centurione, mostrando sollecitudine per il servo, apprende ad ascoltare Dio. Ebbene, tra questi itinerari o atteggiamenti che caratterizzano il cammino itinerante di Gesù viene collocata la guarigione dell’uomo che presenta una mano inaridita. L’evento miracolo avviene in un contesto di dibattito o controversia: le spighe strappate in giorno di sabato e su un azione di guarigione in giorno di sabato, appunto la mano inaridita. Tra le due discussioni gioco un ruolo cruciale la parola di Gesù: «Il Figlio dell’uomo è signore del sabato» (6,5). Restando al nostro brano ci chiediamo, qual è il significato di questa mano inaridita? È simbolo della salvezza dell’uomo che viene riportato al suo momento originario, quello della creazione. La mano destra, poi, esprime l’agire umano. Gesù restituisce a questo giorno della settimana, il sabato, il significato più profondo: è il giorno della letizia, della restaurazione e non della limitazione. Quello che Gesù mostra è il sabato messianico e non quello legalistico: le guarigioni che egli opera sono segni del tempo messianico, della restaurazione, della liberazione del’uomo.
• La dinamica del miracolo. Luca pone davanti a Gesù un uomo dalla mano inaridita, secca, paralizzata. Nessuno è interessato a chiedere la sua guarigione e tantomeno il diretto interessato. Eppure la malattia non era solo un problema individuale ma i suoi effetti si ripercuotono per tutta la comunità. Ma nel nostro racconto non emerge tanto il problema della malattia quanto il suo aspetto con il sabato. Gesù viene criticato perché ha guarito in giorno di sabato. La differenza con i farisei sta nel fatto che questi in giorno di sabato non agiscono in base al comandamento dell’amore che l’essenza della legge. Gesù, dopo aver ordinato all’uomo di porsi al centro dell’assemblea, formula una domanda decisiva: «è lecito o no guarire in giorno di sabato?». Gli spazi per la risposta sono ristretti: guarire o non guarire, ovvero, guarire o distruggere (v.9). Immaginiamo la difficoltà dei farisei: è da escludere che si possa fare del male in giorno di sabato o condurre l’uomo alla perdizione, né tantomeno guarire poiché l’aiuto era solo permesso in caso di estrema necessità. I farisei si sentono provocati e questo genera la loro aggressività. Ma appare evidente che l’intenzione con cui Gesù guarisce di sabato è per procurare il bene dell’uomo e in primo luogo di chi è ammalato. Questa motivazione d’amore ci invita a riflettere sul nostro comportamento e a fondarlo su quello di Gesù che salva. Gesù non è solo attento alla guarigione del malato ma è interessato anche a quella dei suoi avversari: guarirli dal loro atteggiamento distorto nell’osservare la legge; osservare il sabato senza risollevare il prossimo dalle sue malattie non è conforme al volere di Dio. Per l’evangelista la funzione del sabato è di fare del bene, salvare, come Gesù ha fatto nella sua vita terrena.

4) Per un confronto personale• Ti senti coinvolto nelle parole di Gesù: come ti impegni nel tuo servizio alla vita? Sai creare le condizioni perché l’altro viva al meglio?
• Sai mettere al centro della tua attenzione e del tuo impegno ogni uomo e tutte le sue esigenze?
 
5) Preghiera finaleGioiscano quanti in te si rifugiano,
esultino senza fine.
Tu li proteggi e in te si allieteranno
quanti amano il tuo nome. (Sal 5