La élite compra búnkeres porque teme una rebelión
Ron Hubbard, el director general de Atlas Survival Shelters, al ser entrevistado por The Canadian Prepper nos dice de inmediato, que el "negocio de construcción de búnkeres" está explotando a medida que los elitistas comienzan a temer que las masas se despierten.
Sabemos que somos esclavos, y los que han seguido este blog saben que no estamos "perdiendo la libertad", pero nunca tuvimos libertad. Lo que estamos perdiendo es la ilusión de que somos libres. Pero el resto de la humanidad está finalmente despertando y evolucionando más allá de necesitar amos que los esclavicen y les roben los frutos de su trabajo.
Esto es algo bueno, pero también sabemos que los gobernantes no caerán fácilmente. Sin embargo, a medida que acaba el año 2021, el negocio de los búnkeres del día del juicio final está aumentando y los que están comprando estos búnkeres son los que actualmente temen el "gran despertar" o el "apocalipsis", el levantamiento del velo.
Hubbard advierte que una de las razones por las que esto está ocurriendo ahora es que los globalistas creen que se está gestando una "rebelión" en Estados Unidos y que probablemente esté muy cerca, el pueblo estadounidense está cada vez más enfadado con todo el establishment y los que lo controlan. El sistema está fallando. La gente está evolucionando mentalmente y muchos saben que no iban a ser esclavos.
Lo que los elitistas quieren es el caos masivo y la división, por lo que estamos divididos de todas las maneras posibles. Si no podemos llevarnos bien y trabajar juntos, conseguirán su objetivo.
"Las élites están construyendo casi exclusivamente búnkeres en este momento porque son los que se lo pueden permitir", dice Hubbard en el vídeo.
"Estados Unidos está a pocos días, si no semanas, de una rebelión. Hay una compra de pánico de búnkeres en este momento, especialmente en los Estados Unidos."
Dice que tampoco es sólo en los Estados Unidos. Todo este espíritu de libertad y liberación del gobierno se ha vuelto global. Saben que están perdiendo el control y todo lo que se necesita es un incumplimiento masivo, y que la gente se dé cuenta de que no han nacido para ser esclavos de ninguna clase dirigente.
No tenemos que hacer de esto una rebelión violenta, e incluso Hubbard admite que no será necesariamente una rebelión violenta. Pero sucederá. A medida que la gente se enfrente a la pérdida de sus puestos de trabajo y de todo aquello por lo que han pasado años trabajando, no tendrán más remedio que despertar a lo que realmente está sucediendo.
