miércoles, 11 de enero de 2023

Coronilla de La Misericordia.....

 


Coronilla de la Divina Misericordia y Promesas que contiene


“Me queman las llamas de la Misericordia, deseo derramarlas sobre las almas, y las almas no quieren creer en mi bondad. Oh, qué dolor me dan cuando no quieren aceptarlas (…) Dile a la humanidad doliente que se abrace a mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz”.

A continuación, podrán leer las promesas dictadas por Jesús a Santa Faustina Kowalska:

“La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia”.

«De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas».

“El alma que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos. El alma más feliz es la que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo la cuido”.

«Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión».

«Hija Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e invita a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido a ninguna».

«Que los más grandes pecadores pongan su confianza en Mi misericordia. Ellos más que nadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi misericordia para las almas afligidas. Me deleitan las almas que recurren a Mi misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi compasión, sino que lo justifico en Mi insondable e impenetrable misericordia. Escribe: Antes de venir como juez justo abro de par en par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia…»

«Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo ya aquí en la tierra la victoria sobre el enemigo y sobretodo a la hora de la muerte, Yo mismo la defenderé como a mi propia gloria… Ofrezco a los hombres el vaso con el que han de venir a recoger las gracias a la fuente de la Misericordia».

 las almas que difunden el culto de mi Misericordia, las protejo a lo largo de su vida como una madre cariñosa protege a su niño todavía lactante. A la hora de su muerte, no seré para ellas su juez sino su Salvador misericordioso. En aquella última hora no hay para el alma más que una sola protección: MI MISERICORDIA»…

«Yo preservaré a las ciudades y casas en las cuales se encontrase esta imagen».

«Yo también protegeré a aquellas personas que veneren esta Imagen y tengan confianza en mi Misericordia».

HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA: LAS TRES DE LA TARDE

Oración para recibir vigor y valentía a la hora de dar a conocer los Mensajes

Lléname ahora, Oh Señor, con el Don del Espíritu Santo para llevar Tu Santísima Palabra a los pecadores que debo ayudar a salvar en Tu nombre.

Ayúdame a cubrirlos, a través de mis oraciones, con Tu Preciosa Sangre, para que así ellos puedan ser atraídos a Tu Sagrado Corazón.

Dame el Don del Espíritu Santo para que así estas pobres almas puedan deleitarse en Tu Nuevo Paraíso.

Amén

Digan esta oración todos los días, después de recitar Mi Divina Misericordia y ustedes, por su lealtad a Mí, ayudarán a salvar a Mis hijos.

La oración de las tres dictada por Jesús a Santa Faustina Kowalska es la siguiente:

Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota.

Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío.

El Señor le dijo a Santa Faustina Kowalska lo siguiente:

Un látigo poderoso para usar contra las próximas amenazas (tormentas, terremotos,erupciones volcánicas, tsunamis, etc.)
Dos casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven tormentas, #1731 y# 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigo poderoso:

“Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como si hubiera un huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la tempestad no causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla que te he enseñado y la tempestad cesará. Enseguida he comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad.” (1731)

“Cuando se acercaba una gran tormenta me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: no puedo acercarme con la tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo

potente que es la coronilla.” 

(1791)

Historia y más promesas:

En 1935, Santa Faustina recibió la visión de un ángel enviado por Dios para amenazar cierta ciudad. Ella comenzó a orar por misericordia, pero sus oraciones no tuvieron poder. De repente, vio a la Santísima Trinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús en ella. Al mismo tiempo, se encontró a ella misma abogando a Dios por misericordia con palabras que escuchó interiormente.
“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.” (Diario, 476)

“Mientras ella continuó diciendo esta oración inspirada, el ángel se quedó sin ayuda y no pudo llevar a cabo el castigo merecido” (ver Diario, 474, 475)

Al día siguiente, mientras entraba a la capilla, escuchó de nuevo esta voz interior, instruyéndola cómo recitar la oración que Nuestro Señor más tarde llamaría “la Coronilla”. Desde ese momento, ella recitó esta forma de oración casi constantemente, ofreciéndola especialmente por los moribundos.

En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era sólo para ella, sino para todo el mundo. Él también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.
“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)
“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)
“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541)
“Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)
“A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad” (Diario, 1731)
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Diario 687)

«Prepararás al mundo para Mi última venida.» (Diario 429)
«Habla al mundo de mi Misericordia… Es señal de los últimos tiempos. Después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo para que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia.» (Diario 848)
«Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día de Mi justicia.» (Diario 965)
«Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita.» (Diario 1160)
Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia». (Diario 1588)
«Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia». (Diario 1146)

Además de estas palabras de Nuestro Señor, la hermana Faustina nos da las palabras de la Madre de Misericordia, la Santísima Virgen María.
«Tú debes hablar al mundo de Su gran misericordia y preparar al mundo para Su segunda venida. Él vendrá, no como un Salvador Misericordioso, sino como un Juez Justo. Oh qué terrible es ese día. Establecido está ya el día de la justicia, el día de la ira divina. Los ángeles tiemblan ante este día. Habla a las almas de esa gran misericordia, mientras sea aún el tiempo para conceder la misericordia.» (Diario 635)

Ejercito Ramanente.

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CORÓNA DIVÍNÆ MISERICÓRDIÆ (Corona divinae misericordiae)
Coronilla    de    la    Divina    Misericordia
Castellano / Latín
Audio en latín: https://gloria.tv/audio/YZwdTRx7bhbd4zALCpPm8gWk9
Bajar en pdf: https://gloria.tv/text/QjS9Ej229kHC1LMBAtHAFTB7J
Bajar en pdf formato booklet: https://gloria.tv/text/ySm3fiAzvup731BY6Ps4pMFMs


Por la señal + de la Santa Cruz
de nuestros + enemigos
líbranos, + Señor, Dios nuestro .
En el nombre + del Padre y del + Hijo
y del + Espíritu Santo.Amén.

Per signum + Sancte Crucis
de inimicis + nostris
líbera nos, + Dómine, Deus Noster.
In Nómine + Pátris, et + Fílii,
et + Spíritus Sancti. Amen.

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Pater Noster,
qui es in caelis,
sanctificétur nomen Tuum,
advéniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidiánum
da nobis hódie,
et dimítte nobis débita nostra,
sicut et nos dimíttimus
debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentatiónem,
sed líbera nos a malo. Amen

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Ave María,
grátia plena,
Dóminus tecum,
Benedícta Tu in muliéribus,
et Benedíctus fructus ventris tui Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatóribus,
nunc et in hora mortis nostrae.
Amen.

No se reza el Gloria.


Símbolo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre to­do­poderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre to­do­poderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la re­su­rrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Sýmbolum Apostólicum
Credo in Deum, Patrem om­ni­po­téntem, Creatórem cæli et terræ.
Et in Iesum Christum, Fílium Eius únicum, Dóminum nostrum,
qui conceptus est de Spíritu Sancto,
natus ex Maria Vírgine, passus sub Póntio Piláto, crucifixus, mórtuus, et sepúltus,
descéndit ad ínferos,
tértia die resurréxit a mórtuis, ascéndit ad cælos, sedet ad déxteram Dei Patris om­ni­po­téntis,
inde ventúrus est iudicáre vivos et mórtuos.
Et in Spíritum Sanctum,
sanctam Ecclésiam cathólicam,
sanctórum com­mu­niónem,
re­mi­ssiónem peccatórum,
carnis re­su­rrec­tiónem,
vitam ætérnam. Amen.

Primero, contemplamos la oración de Nuestro Señor Jesucristo. Pedimos el dolor por nuestros pecados.
Primo, Dómini Nóstri Jésu Chrísti oratiónem in horto contemplámur, et dólor pro peccatis nostris pétitur.

.Padre Eterno, te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero.
℣.Por Su dolorosa Pasión, (x10)
℟.Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero. (x10)

℣. Pater aeterne, offéro tibi
Corpus et Sánguinem,
Ánimam et Divinitátem
dilectíssimi Fílii Tui,
Dómini nostri Iesu Christi,
in propitiatióne pro peccatis nóstris
et totius mundi.
℣. Pro dolorósa Éius passione (x10)
℟. Miserére nobis
et totius mundi. (x10)

Segundo. Contemplaos la flagelación de Nuestro Señor Jesucristo. Y pedimos la mortificación de nuestros cuerpos.
Secundo, Dómini Nóstri Jésu Chrísti flagellatiónem contemplámur, et córporum nostrórum mortificátio pétitur.


.Padre Eterno, te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero.
℣.Por Su dolorosa Pasión, (x10)
℟.Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero. (x10)

℣. Pater aeterne, offéro tibi
Corpus et Sánguinem,
Ánimam et Divinitátem
dilectíssimi Fílii Tui,
Dómini nostri Iesu Christi,
in propitiatióne pro peccatis nóstris
et totius mundi.
℣. Pro dolorósa Éius passione (x10)
℟. Miserére nobis
et totius mundi. (x10)

Tercero. Contemplamos la Coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo. Y pedimos la mortificación de nuestro orgullo y soberbia.
Tertio, Dómini Nóstri Jésu Chrísti spinis coronatiónem contemplámur, et supérbiæ mortificátio pétitur.


.Padre Eterno, te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero.
℣.Por Su dolorosa Pasión, (x10)
℟.Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero. (x10)

℣. Pater aeterne, offéro tibi
Corpus et Sánguinem,
Ánimam et Divinitátem
dilectíssimi Fílii Tui,
Dómini nostri Iesu Christi,
in propitiatióne pro peccatis nóstris
et totius mundi.
℣. Pro dolorósa Éius passione (x10)
℟. Miserére nobis
et totius mundi. (x10)

Cuarto. Contemplamos a Nuestro Señor Jesucristo llevando la cruz a cuestas. Pedimos la paciencia en las tribulaciones.
Quarto, Dómini Nóstri Jésu Chrísti crucis bajulatiónem contemplámur, et patiéntia in tribulatiónibus pétitur.

.Padre Eterno, te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero.
℣.Por Su dolorosa Pasión, (x10)
℟.Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero. (x10)

℣. Pater aeterne, offéro tibi
Corpus et Sánguinem,
Ánimam et Divinitátem
dilectíssimi Fílii Tui,
Dómini nostri Iesu Christi,
in propitiatióne pro peccatis nóstris
et totius mundi.
℣. Pro dolorósa Éius passione (x10)
℟. Miserére nobis
et totius mundi. (x10)

Quinto. Contemplamos la crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Y pedimos la conversión de los pobres pecadores.
Quinto, Dómini Nóstri Jésu Chrísti crucifixiónem et mortem contemplámur, et súi ipsíus dónum ad animárum redemptiónem pétitur.

.Padre Eterno, te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero.
℣.Por Su dolorosa Pasión, (x10)
℟.Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero. (x10)

℣. Pater aeterne, offéro tibi
Corpus et Sánguinem,
Ánimam et Divinitátem
dilectíssimi Fílii Tui,
Dómini nostri Iesu Christi,
in propitiatióne pro peccatis nóstris
et totius mundi.
℣. Pro dolorósa Éius passione (x10)
℟. Miserére nobis
et totius mundi. (x10)

La Coronilla termina con la triple invocación de:
In conclusione, ter dicitur:

Santo Dios,
Santo Fuerte,
Santo Inmortal,
ten piedad de nosotros
y del mundo entero. (x3)

Sanctus Deus,
Sanctus Fortis,
Sanctus Immortális,
miserére nobis
et totius mundi. (x3)

¡Oh Sangre y Agua, que manaste del Sacratísimo Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia por nosotros, en Tí confío. (x3)

O Sanguis et Aqua, qui ex Sacratíssimo Corde Iesu effluxístis, ut fons misercórdiæ pro nobis, in Vobis confído. (x 3)


Jesús en Tí confío. (x3)
Iesu in Te confido. (x 3)

Santa Faustina Kowalska,
ruega por nosotros.
Sancta Faustina Kowalska,