viernes, 20 de septiembre de 2019

Condiciones de una buena confesión


La misericordia de Dios es infinita; inagotable «es la prontitud del Padre en acoger a los hijos pródigos que vuelven a casa. Son infinitas la prontitud y la fuerza del perdón que brotan continuamente del sacrificio de su Hijo. No hay pecado humano que prevalezca por encima de esta fuerza y ni siquiera que la limite. Por parte del hombre puede limitarla únicamente la falta de buena voluntad, la falta de prontitud en la conversión y en la penitencia, es decir, su perdurar en la obstinación, oponiéndose a la gracia y a la verdad». Solo nosotros podemos impedir que esa mirada de Jesús, que sana y libera, nos llegue al fondo del alma.
En la medida en que vamos conociendo más al Señor y siguiendo sus pasos, sentimos una mayor necesidad de purificar el alma. Para eso debemos cuidar cada una de las confesiones, evitando la rutina, ahondando en el amor y en el dolor. Ahondar como si cada confesión, siempre única, fuera la última; alejándonos de la precipitación y de la superficialidad. Para eso tendremos en cuenta aquellas cinco condiciones necesarias para una buena confesión, que quizá aprendimos cuando éramos pequeños: examen de conciencia*, humilde, hecho en la presencia de Dios, descubriendo las causas, y quizá los hábitos, que han motivado esas faltas; el dolor de los pecados, la contrición, fruto de un examen hondo y humilde, con un sentido más profundo de lo que es un pecado: una ofensa al Señor, y no solo un error humano o una falta de eficacia; propósito de la enmienda concreto y firme, que está íntimamente unido al dolor de los pecados y que muchas veces es el índice de una buena confesión; confesión de los pecados, que consiste en una verdadera acusación de la falta cometida, con deseo de que se nos perdone, y no un relato más o menos general de la situación del alma o de las cosas que nos preocupan. El meditar en que es el mismo Señor quien, a través del sacerdote, nos perdona nos llevará a ser muy sinceros, tanto como nos gustaría serlo en el último instante de nuestra vida; cumplir la penitencia, por la que nos asociamos al sacrificio infinito de expiación de Cristo. Esa penitencia que nos impone el sacerdote –tan mitigada maternalmente por la Iglesia– no es simplemente una obra de piedad, sino desagravio, reparación y satisfacción por la culpa contraída.
No dejemos de acudir con frecuencia a esa fuente de la misericordia divina, pues a menudo, quizá en lo pequeño, nos separamos del Señor. Pidamos a Nuestra Señora, refugio de los pecadores –nuestro refugio–, que nos ayude a confesarnos cada vez mejor. Y pensemos también en la gran obra de misericordia que llevamos a cabo cuando facilitamos que un amigo, un pariente o un conocido recobre o aumente, por la recepción de este sacramento, la Vida sobrenatural de su alma.


Requisitos para confesarse:  

A.Examen de conciencia: recordar todos los pecados desde la última confesión. 

B. Arrepentimiento: o sincero dolor de haber ofendido a Dios; detestar el pecado.    

C. Propósito de la enmienda: o decidirse firmemente a no volver a pecar y a evitar el pecado, 

D. Confesión: decirle al Sacerdote  todos los pecados que hemos descubierto en el  examen de conciencia, sin querer engañar al Sacerdote, sin callarse ningún pecado mortal pues invalidaría la Confesión. 
E. Cumplir la Penitencia

Examen de Conciencia según los Mandamientos 


1-He practicado la superstición o el ocultismo?  Creo sin dudar las enseñanzas de la Iglesia sin criticar a sus pastores? He comulgado en pecado mortal?  He recibido la Confirmación o el Matrimonio en pecado mortal? He jurado sin necesidad o en falso? He mentido o le he omitido al sacerdote algún pecado mortal en la Confesión? He profanado el Templo, los objetos o las personas consagradas a Dios?  ¿He pasado mucho tiempo sin rezar?

2-He usado el nombre del Señor en vano?  He estado enojado con Dios?  He insultado a una persona consagrada o he abusado de algún objeto/lugar sagrado? ¿He dicho palabras irreverentes? ¿He dejado de cumplir, pudiendo, un voto o promesa grave?¿Has maldecido o imprecado? ¿Te has avergonzado de mostrarte católico?

3- He faltado deliberadamente a misa los Domingos o días de guardar?  Observo el Domingo como un día de familia y como día de descanso? Hago trabajos innecesarios en Domingo?

4- Cumplo mis deberes para con mi esposa/hijos/padres? Les he dado buen ejemplo religioso? Desobedezco o trato con dureza a mis padres? Les ayudo económicamente o en su enfermedad? Cuido de que la vida espiritual de mis hijos no peligre ante viajes, compañías, películas, modas?

5-  He abortado voluntariamente o le he aconsejado/pagado a alguien para que lo tenga?  He tomado la píldora abortiva del día después?  He herido físicamente a alguien? He abusado del alcohol o de las drogas?  Escandalicé a alguien, y de esa manera le llevé al pecado?  He estado enojado o resentido? He odiado?  Me he esterilizado?  He favorecido la esterilización?

6- He sido fiel a los votos de mi matrimonio en pensamiento y en acción? He pecado de adulterio, fornicación, masturbación, homosexualidad?  He usado algún método anticonceptivo o de control artificial de la fecundación dentro o fuera de mi matrimonio? Ha estado cada acto conyugal de mi matrimonio abierto a la procreación sin interrumpirlo voluntariamente? Busco ser casto en mis pensamientos, palabras y acciones? Visto modestamente o soy ocasión de pecado para el sexo opuesto? He mirado pornografía o he leído cosas impuras?

7- He robado o he hecho trampas para beneficiarme? He restituido lo que he robado?  Pierdo el tiempo en el trabajo etc… o soy impuntual? Hago apuestas en el juego negándole a mi familia sus necesidades? Pago mis deudas prontamente? Busco compartir lo que tengo con los pobres?

8- He mentido, murmurado, calumniado, difamado, o  testificado en falso? He hecho juicios temerarios o burlas? He sido sincero en mis negocios con otros? Falto a la caridad en mis pensamientos de los demás? Mantengo secreto lo que debería ser confidencial?

9- He consentido pensamientos impuros? Los he causado por lecturas, películas, internet, conversaciones? Busco controlar mi imaginación? Rezo a la Virgen contra las tentaciones?

10- Soy envidioso, ambicioso o egoísta? Son las posesiones materiales el propósito de mi vida? Confío en que Dios cuidará de todas mis necesidades materiales y espirituales?


Hablar con Dios /María Ferraz

El Sínodo romperá la Iglesia......

Nuestra entrevista con el Sr. Julio Loredo. 

El Sr. Loredo, servirá como moderador de la Conferencia "Amazon: The Stakes", que se celebrará en Roma un día antes de la apertura del Sínodo del Amazonas. ¿Cuál es el objetivo de la conferencia y cuáles son los temas que se discutirán?

Nuestra conferencia internacional en Roma tiene varios objetivos, que trataré de resumir aquí.

En primer lugar, tiene la intención de informar al público sobre la situación real en la región amazónica. El Sínodo, como la encíclica Laudato si ’en la que se inspira, se basa en gran medida en datos pseudocientíficos difundidos por los grupos de presión ambientalistas.
Para este propósito, hemos invitado a varios expertos a hablar en la conferencia, comenzando con el Príncipe Bertrand d'Orleans e Braganza, Príncipe Imperial de Brasil y autor del best-seller `Psicosis ambientalista´. Luego está el profesor Luiz Carlos Molion, un climatólogo muy conocido de la Universidad de Alagoas, Brasil. Un orador importante será Jonas Macuxí de Souza, un líder indígena de la tribu Macuxí en Roraima. Traerá la voz de los verdaderos indios amazónicos a Roma.

Un segundo objetivo de la conferencia del 5 de octubre es profundizar en los fundamentos doctrinales que informan al Sínodo.     Pocas personas en Europa están familiarizadas con la llamada Teología Indígena, que se deriva de esa Teología de la Liberación condenada formalmente por el Papa Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI, y luego rehabilitada por el Papa Francisco. La encíclica Laudato Si 'y el sínodo amazónico se basan en gran medida en esta teología. 

De hecho, tanto el Documento preparatorio del Sínodo como el Instrumentum Laboris fueron claramente escritos por personas que pertenecen a esta corriente herética.

Refiriéndose a la Liberación y la Teología Indígena, el cardenal peruano Pedro Barreto declaró que el Sínodo "completa un proceso iniciado en la Iglesia latinoamericana hace cuarenta años". 

Habiendo estudiado el tema durante casi medio siglo, puedo decir que las huellas digitales de T de la Liberación está por todas partes, aunque en versiones más actualizadas y radicales, que ya tienden al panteísmo.

La tarea de analizar los fundamentos doctrinales del Sínodo se dividirá entre varios oradores: James Bascom, de la Oficina de TFP Washington, el Prof. Stefano Fontana, del Osservatorio Cardinale Van Thuan, el Profesor Roberto de Mattei, Presidente de la Fundación Lepanto, y José Antonio Ureta, autor de El cambio de paradigma del papa Francisco.




El tercer y, de hecho, el objetivo más importante de nuestra conferencia es inculcar un sentido de confianza y esperanza. 
La Santa Madre Iglesia está atravesando tiempos difíciles, que no comenzaron con el Pontífice actual, pero que ciertamente están llegando a su punto culminante con él. Queremos proclamarnos devotos hijos de la Iglesia, mientras señalamos las trampas hacia las que se dirige si el Sínodo se sale con la suya. 
Es un grito de amor y preocupación por la Santa Iglesia Católica Romana. La Iglesia, sin embargo, es inmortal y se recuperará en una santidad aún más radiante. Nuestra conferencia se cerrará con un mensaje de fidelidad y esperanza.

Usted ha mencionado que la conferencia presenta una charla dada por un líder de una de las tribus amazónicas en Brasil. ¿Qué discutirá, y qué preguntas crees que levantará su presencia con respecto al Sínodo amazónico?

De hecho, tuvimos varios líderes indígenas que querían participar. Tuvimos que elegir uno y elegimos a Jonas Macuxí de Souza. Como dije, él traerá a Roma la voz de los verdaderos indios amazónicos, y no los fantasmas de los medios de comunicación. Los europeos deben darse cuenta de que muchas, si no todas, las figuras que aparecen en el circuito de los medios son en realidad meros portavoces de los grupos de presión ambientalistas. 
Vuelan en aviones privados y se reciben en los niveles más altos, atrayendo una gran cobertura mediática. Ellos, sin embargo, no representan a la Amazonía.

Tomemos, por ejemplo, al jefe de Caiapó, Raoni Metuktire, quien fue recibido recientemente por los líderes europeos, incluidos el papa Francisco y el presidente Macron. Según la líder indígena Kayna Munduruku, “Raoni no nos representa a nosotros, los pueblos amazónicos”. Según Kayna, Raoni simplemente representa a las ONG “que han asumido abusivamente el derecho de hablar por nosotros. ¿Quién les dio este derecho? Sabemos quiénes somos y qué queremos. No necesitamos las ONG que, por cierto, son millonarias mientras los pueblos amazónicos sufren ".

Para describir mejor el mensaje que deseamos transmitir en la conferencia de Roma, utilizaré las palabras de otra líder indígena, Silvia Nobre Waiãpi, Secretaria Federal de Salud Indígena en Brasil. Ella dijo:“Los nativos queremos ser protagonistas de nuestra propia historia. No queremos seguir dependiendo de las personas y organizaciones, como las ONG, que nos dicen qué hacer. Algunas ONG hacen un buen trabajo, pero la mayoría no son más que instrumentos políticos e ideológicos.
Aquellos que quieren mantener a los indios en la naturaleza, simplemente quieren aislarlos del desarrollo para explotar sus tierras. En cambio, queremos que los indios se integren, estén informados, tengan acceso a los mecanismos de decisión y tomen su futuro en sus propias manos ”.

Desde su origen, la Iglesia ha evangelizado civilizando y civilizando evangelizando. La fe y la cultura, como recordó el Papa Juan Pablo II, están entrelazadas en la misión de la Iglesia. Este punto tiene que destacarse. Los promotores del Sínodo, por otro lado, niegan rotundamente que la Iglesia tenga que evangelizar, y mucho menos, civilizar. Dicen que la Iglesia tiene que aprender tanto de la fe real como de la civilización real (llamada "buena vida"), de los indios amazónicos. No al revés. Por lo tanto, se vuelcan dos milenios de evangelización.Los verdaderos indios amazónicos quieren ser evangelizados. Una prueba impactante de esto es el gran aumento de sectas evangélicas en la región. A medida que la Iglesia abandona su espíritu misionero, este vacío está siendo llenado por los protestantes

¿Qué importancia tiene esta conferencia para el mundo fuera de la región amazónica y para la Iglesia universal? En otras palabras, ¿por qué los lectores deberían tomar nota de esta conferencia y considerarla importante?

El obispo Franz-Josef Overbeck, de Essen, uno de los organizadores del Sínodo, fue muy claro acerca de sus objetivos: “Después del Sínodo, nada será igual en la Iglesia. [El Sínodo] marcará una ruptura en la Iglesia ”. Los obispos alemanes progresistas están asumiendo el control en el Sínodo. Parece obvio que quieren aprovecharlo para impulsar su agenda. Para tomar prestada la metáfora del padre Ralph Wiltgen, los alemanes están usando el río Amazonas para ayudar al Rin a desembocar en el Tíber
No es de extrañar que algunos promotores llamen al Sínodo el "III Concilio Vaticano".Los organizadores y promotores del Sínodo son bastante explícitos de que quieren "reinventar" la Iglesia, utilizando la expresión acuñada por el teólogo de la liberación Leonardo Boff, uno de los principales contribuyentes de Laudato si ’. El Sínodo tiene la intención de renovar la Iglesia `ab imis fundamentis´, dándole una "cara amazónica". 
En otras palabras, el Sínodo quiere reinterpretar a toda la Iglesia - su doctrina, su liturgia, sus sacramentos, su organización - de lo que ellos (abusivamente) llamar una perspectiva "amazónica". En este sentido, la importancia del Sínodo va mucho más allá de los límites de la región amazónica.

Al leer el Documento preparatorio y el Instrumentum laboris, uno ve claramente el modelo de una nueva Iglesia. Estos documentos contienen una nueva teología que produce un nuevo enfoque pastoral. Y esto afectará a toda la Iglesia


Por ejemplo, estos documentos contienen un nuevo concepto de Apocalipsis, que es inmanentista y ya no es trascendental. Contienen un nuevo modelo de Iglesia, que es comunitario más que jerárquico. Contienen una nueva teología de los sacramentos, ya no son signos que transmiten gracia, sino actos que comparten lo inmediato divino. Contienen un nuevo concepto de "ministerio" que incluso incluiría a los brujos amazónicos.

Algunos optimistas (los llamaría ingenuos) afirman que el Sínodo simplemente quiere abrir algunas excepciones, como ordenar hombres casados y aceptar mujeres en el diácono, dentro de una región muy restringida, es decir, el Amazonas, para necesidades pastorales muy específicas. Sabemos muy bien cómo va el juego: abres una excepción para una necesidad específica, y lo siguiente que sabes es que se convierte en la práctica universal en toda la Iglesia. La comunión en la mano y los ministros "extraordinarios" de la Eucaristía son ejemplos clásicos