martes, 30 de mayo de 2017

CON ÉL LA LITURGIA ESTÁ EN BUENAS MANOS

Benedicto XVI asegura que el cardenal Sarah es un maestro espiritual

Benedicto XVI asegura que el cardenal Sarah es un maestro espiritual
«Con el cardenal Sarah, un maestro del silencio y de la oración interior, la liturgia está en buenas manos». Así concluye Benedicto XVI, papa emérito, el epílogo que ha escrito al último libro del Prefecto de la Congregación para el Culto Divino.
(RenL/InfoCatólica) Por su interés, publicamos la traducción que Helena Faccia Serrano ha realizado para Religión en Libertad del epílogo escrito por el papa Benedicto XVI al libro "La Fueza del Silencio", del cardenal Sarah

Con el cardenal Sarah, la liturgia está en buenas manos

Desde que leí por primera vez las Cartas de San Ignacio de Antioquia en los años 50, un pasaje de su Carta a los Efesios me conmovió particularmente: «Más vale callar y ser [un cristiano] que hablar y no ser. Está bien enseñar si aquel que habla hace. No hay, pues, más que un solo maestro, aquél que ha hablado y todo ha sido hecho, y las cosas que ha hecho en el silencio son dignas de su Padre. Aquél que posee en verdad la palabra de Jesús puede entender también su silencio, a fin de ser perfecto, a fin de obrar por su palabra y hacerse conocido por su silencio» (15, 1f). ¿Qué significa esto de escuchar el silencio de Jesús y conocerle a través de su silencio? Sabemos por los Evangelios que Jesús, a menudo, pasaba las noches solo «en la montaña» orando, conversando con su Padre. Sabemos que su discurso, su palabra, venía del silencio y sólo podía madurar en él. Por lo que es razonable pensar que su palabra sólo puede ser correctamente comprendida si nosotros, también, entramos en su silencio, si aprendemos a escucharla desde su silencio.
Ciertamente, para poder interpretar las palabras de Jesús se necesita tener un conocimiento histórico que nos enseñe a comprender el tiempo y el lenguaje de esa época. Pero esto, por sí solo, no es suficiente si queremos comprender el mensaje del Señor en profundidad. Cualquiera que lea hoy los comentarios a los Evangelios, cada vez más densos, al final se queda decepcionado. Aprende muchas cosas que pueden ser útiles sobre esos días y muchas hipótesis que, en última instancia, no contribuyen en nada a la comprensión del texto. Al final uno siente que en ese exceso de palabras falta algo esencial: entrar en el silencio de Jesús, del que nació su palabra. Si no podemos entrar en este silencio, siempre escucharemos superficialmente la palabra, sin comprenderla en su totalidad.
Mientras leía el nuevo libro del cardenal Robert Sarah, todos estos pensamientos atravesaban de nuevo mi alma. Sarah nos enseña el silencio, a ser silenciosos con Jesús, nos enseña la verdadera quietud interior y, de esta forma, nos ayuda a captar la palabra del Señor de nuevo. Habla poco sobre sí mismo, pero de vez en cuando podemos alcanzar a ver su vida interior. Cuando responde a la pregunta de Nicolas Diat: «¿Alguna vez le han resultado las palabras demasiado molestas, demasiado pesadas, demasiado ruidosas?», dice: «En mi oración y en mi vida interior siempre he sentido la necesidad de un silencio más profundo y completo. (...) Los días de soledad, de silencio y de ayuno absoluto han sido un gran apoyo. Una gracia increíble, una lenta purificación y un encuentro personal con (…) Dios. (…) Los días de soledad, silencio y ayuno, con el único alimento de la Palabra de Dios, permiten al hombre cimentar su vida sobre lo esencial». Estas líneas hacen visible el manantial del que vive el cardenal, y que da a su palabra su profundidad interior. Desde esta posición ventajosa él puede ver así los peligros que amenazan continuamente la vida espiritual, incluso de sacerdotes y obispos, y que pone en peligro a la propia Iglesia, en la que no es algo infrecuente que la Palabra sea reemplazada por una verborrea que diluye la grandeza de la Palabra. Me gustaría citar sólo una frase que puede convertirse en un examen de conciencia para cada obispo: «Puede suceder que un sacerdote bueno y piadoso, cuando es elevado a la dignidad episcopal, caiga rápidamente en la mediocridad y se preocupe de los éxitos mundanos. Agobiado por la carga de los deberes que le corresponden, preocupado por su poder, su autoridad y las necesidades materiales de su cargo, lentamente pierde interés».
El cardenal Sarah es un maestro espiritual, que habla desde las profundidades del silencio con el Señor, desde su unión íntima con Él, por lo que realmente tiene algo que decir para cada uno de nosotros.
Debemos agradecer al Papa Francisco haber nombrado a dicho maestro espiritual como cabeza de la congregación que es responsable de la celebración de la liturgia en la Iglesia. Es verdad que para la liturgia, como para la interpretación de las Sagradas Escrituras, es necesario un conocimiento especializado. Pero también es verdad que la especialización puede, en última instancia, dejar de lado lo esencial en la liturgia, a no ser que esté arraigada en una unión profunda e íntima con la Iglesia orante, que continuamente aprende del Señor mismo qué es la adoración. Con el Cardenal Sarah, maestro del silencio y de la oración íntima, la liturgia está en buenas manos.

sábado, 27 de mayo de 2017

Qué Pensaban Lutero, Calvino y Otros Iniciadores del Protestantismo Acerca de la Virginidad Perpetua de María?

bibliaytradicion.wordpress.com
Título: ¿Qué Pensaban Lutero, Calvino y Otros Iniciadores del Protestantismo Acerca de la Virginidad Perpetua de María?
Autor: Dave Armstrong
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..Todos los fundadores del protestantismo aceptaron como verdad la Perpetua Virginidad de María. ¿Cómo pudo ser esto, si es sólo una “tradición sin fundamento bíblico”?, ¿por qué para ellos esto no representó una supuesta violación a la Escritura, tal y como los protestantes de los últimos 150 años, aproximadamente desde el comienzo del liberalismo teológico, lo han sostenido y desechado la creencia de sus antecesores? Y aún así, es común escuchar hoy entre ellos que Jesús tuvo hermanos de sangre, quizás sólo porque es una creencia útil en cuanto a que se opone a la enseñanza católica, y contrario al consenso de los primeros protestantes.
Veamos qué es lo que los fundadores del Protestantismo pensaron acerca de esta doctrina. Si los católicos están tan afianzados en algo que ha sido descrito como “tonto, “desesperado”, “falso” y “antibíblico”, entonces ¿por qué tantas “luminarias” del protestantismo como Lutero, Calvino y Wesley lo estuvieron también? Sin embargo, extrañamente en la actualidad, los críticos protestantes del catolicismo raramente dirigen sus reproches hacia sus propios fundadores, pienso que, aunque para ellos sea el mismo “error”, será mayor o menor la flagrancia dependiendo de quién lo haya dicho o sostenido, algo así como el proverbio de George Orwell expresado en su novela “The Farm (La Granja)”: “todas las personas son iguales, pero algunas son más iguales que otras”.
.En general
Cualquiera que sea la posición teológica que alguien tome hoy sobre el tema de la mariología, no es posible tomar como fundamento a la “tradición reformada”, a menos que se haga con total cuidado… la doctrina mariana de los Reformadores concuerda con la gran tradición de la Iglesia [católica] en lo esencial y con la de los Padres de los primeros siglos, en particular…
Respecto a la doctrina mariana en los Reformadores, hemos observado su unanimidad en cuanto a todo lo que concierne a la santidad de María y su perpetua virginidad…
{Max Thurian (Protestantante), Mary: Mother of all Christians, tr. Neville B. Cryer, NY: Herder & Herder, 1963 (orig. 1962), pp. 77, 197}
El título “siempre Virgen” (aeiparthenos, semper virgo) se manifestó muy pronto entre los primeros cristianos… Fue una frase muy común en la Edad Media y continuó su uso en los escritos confesionales de los protestantes (Luther, Calvin, Zwingli, Andrewes; Book of Concord [1580], Schmalkaldic Articles [1537])
{Raymond E. Brown et al, ed., Mary in the New Testament, Phil.: Fortress Press / NY: Paulist Press, 1978, p.65 (a joint Catholic-Protestant effort) }
María fue formalmente separada del culto protestante y de sus oraciones en el siglo XVI, en el siglo XX el divorcio fue absoluto. Incluso el cántico del “Magnificat” causó muchos escrúpulos entre los Puritanos, y si ellos desecharon el Credo de los Apóstoles, no fue sólo por su ofensivo adjetivo “credo católico”, sino también por su mención a la Virgen…
Calvino, como Lutero y Zuinglio, sostuvo la perpetua virginidad de María. Incluso los primeros reformadores aplicaron a María, auqnue con alguna reticencia, el título Theotokos… Calvino animó a sus seguidores a venerarla y considerarla como un modelo a seguir en la obediencia a los mandamientos de su Hijo.
{J.A. Ross MacKenzie (Protestantante), in Stacpoole, Alberic, ed., Mary’s Place in Christian Dialogue, Wilton, Conn.: Morehouse-Barlow, 1982, pp.35-6}
.Martín Lutero
Cristo, nuestro Salvador, fue verdadero fruto natural del vientre virginal de María… Esto sucedió sin la cooperación de la mano del hombre, y ella permaneció virgen. {Luther’s Works, eds. Jaroslav Pelikan (vols. 1-30) & Helmut T. Lehmann (vols. 31-55), St. Louis: Concordia Pub. House (vols. 1-30); Philadelphia: Fortress Press (vols. 31-55), 1955, v.22:23 / Sermons on John, chaps. 1-4 (1539) }Cristo… fue el único Hijo de María, y la Virgen María no tuvo otros hijos aparte de Él… estoy inclinado a coincidir con aquellos quienes declaran que “hermanos” realmente quiere decir “primos”, ya que la Santa Escritura y los judíos llaman hermanos a sus primos. {Pelikan, ibid., v.22:214-15 / Sermons on John, chaps. 1-4 (1539) }
Una nueva mentira sobre mi persona está circulando, donde yo supuestamente he predicado que María, la madre de Dios, no fue virgen ni antes ni después del nacimiento de Cristo… {Pelikan, ibid.,v.45:199 / That Jesus Christ was Born a Jew (1523) }
Las Escrituras no dicen que ella haya perdido su virginidad en un momento posterior…
Cuando Mateo (I,25) dice que José no conoció a María hasta el nacimiento de hijo, no se sigue que lo haya hecho en ocasión subsiguiente, al contrario, significa que jamás lo hizo… Esta murmuración… no tiene fundamento… ya que ni atiende ni pone atención en la Escritura, ni en una forma de expresión común en ésta.
{Pelikan, ibid.,v.45:206,212-3 / That Jesus Christ was Born a Jew (1523) }
El editor Jaroslav Pelikan (luterano), agrega:
Lutero… ni siquiera consideró la posibilidad de que María hubiera tenido otros hijos. Esto es consistente en la aceptación, de por vida, de la idea sobre la perpetua virginidad de María.
{Pelikan, ibid.,v.22:214-5}
.Juan Calvino
Helvidius mostró demasiada ignorancia al concluir que María debió haber tenido muchos hijos, por la razón de que son mencionados algunas veces los “hermanos de Cristo” {Harmony of Matthew, Mark & Luke, sec. 39 (Geneva, 1562), vol. 2 / From Calvin’s Commentaries, tr. William Pringle, Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1949, p.215; on Matthew 13:55}
(Sobre Mateo I,25) La inferencia que Helvidius saca de aquí, que María permaneció virgen hasta el parto y que posteriormente tuvo otros hijos con su marido… no es posible sacar de estas palabras tal conclusión y que sea llamada justa y fundamentada… en lo que respecta a lo que sucedió después del nacimiento de Cristo. El es llamado el “primogénito” con la sola finalidad de informarnos que nació de una virgen… Lo que sucedió después, los historiadores no nos lo informan… ningún hombre se empecinaría en sostener tal argumento, excepto algún aficionado a las disputas.
{Pringle, ibid., vol. I, p. 107}
Bajo la palabra “hermanos” los judíos incluyen a todos los primos y a otros parentescos, cualquiera que sea el grado de consanguinidad.
{Pringle, ibid., vol. I, p. 283 / Commentary on John, (7:3) }
.Ulrico Zuinglio
Zuinglio se volcó, en septiembre de 1522, hacia una elocuente defensa de la perpetua virginidad de la madre de Cristo… El negar que María permaneció “inmaculada” antes, durante y después del parto de su Hijo, significaría dudar de la omnipotencia de Dios… y era correcto y provechoso repetir el saludo angélico (aunque no como oración) ‘Ave María’… Dios estimó a María por sobre las demás criaturas, incluyendo a los santos y a los ángeles, por su pureza, inocencia y su fe invencible es que la humanidad debe imitarla. La oración, sin embargo, debe ser… sólo para Dios…
‘Fidei expositio’ fue el último panfelto que escribió… ahí hay una especial insistencia hacia la perpetua virginidad de María.
{G. R. Potter, Zwingli, London: Cambridge Univ. Press, 1976, pp.88-9,395 / The Perpetual Virginity of Mary . . ., Sep. 17, 1522}
Zuinglio publicó en 1524 uno de sus sermones que trató sobre “María, siempre virgen, madre de Dios”
{Thurian, ibid., p.76}
Nunca he pensado, ni mucho menos enseñado o declarado públicamente, nada concerniente al tema de la siempre Virgen María, Madre de nuestra salvación, que pudiera ser considerado deshonroso, impío, sin valor o malvado… Creo con todo mi corazón, de acuerdo con el santo evangelio, que su pureza virginal nos conduce hacia el Hijo de Dios y que ella permaneció, durante y después del parto, pura y sin mancha, virgen por la eternidad.
{Thurian, ibid., p.76 / same sermon (mismo sermón)}
.Heinrich Bullinger
Bullinger… defendió la perpetua virginidad de María… y arremetió contra los falsos cristianos quienes la defraudaban en la forma en que debe ser tratada: “En María, todo es extraordinario y todo lo más glorioso ha, como brotado, del amor abrasador y la fidelidad de Dios”. Ella es el único miembro notable de la comunidad cristiana…
La Virgen María… completamente santificada por la gracia y la sangre de su único Hijo, abundantemente dotada del don del Espíritu Santo y distinguida entre todos… ahora vive felizmente con Cristo en el cielo, es llamada y permanece siempre Virgen y es la Madre de Dios.
{In Hilda Graef, Mary: A History of Doctrine and Devotion, combined ed. of vols. 1 & 2, London: Sheed & Ward, 1965, vol.2, pp.14-5}
.John Wesley (fundador del metodismo)
Creo… que Jesucristo nació de la santísima Virgen, quien, al mismo tiempo que lo trajo a Él al mundo, continuó ella pura e inmaculada, virgen.
{“Letter to a Roman Catholic,” quoted in A. C. Coulter, John Wesley, New York: Oxford University Press, 1964, 495

El poder de Jesús y el poder de las tinieblas

Explica el cardenal Carlo Caffarra: Cómo destruye Satanás la creación de Dios

, el 20.05.17 a las 4:58 PM

Les comparto mi traducción de una importante charla que dio el cardenal Carlo Caffarra el pasado Foro de Vida de Roma el día de ayer.

El poder de Jesús y el poder de las tinieblas

Cardenal Carlo Caffarra«Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Juan 12, 32). «El mundo entero yace en poder del Maligno» (1 Juan, 5, 19).
La lectura de textos tomados de la Palabra de Dios nos da una conciencia perfecta de lo que realmente está sucediendo en el mundo, a lo largo de la historia de la humanidad, considerada profundamente. La historia de la humanidad es una confrontación entre dos fuerzas: la fuerza de atracción, cuya fuente está en el Corazón herido del Crucificado-Resucitado, y el poder de Satanás, que no quiere ser expulsado de su reino.
El área en la que tiene lugar el enfrentamiento es el corazón humano, es la libertad humana. Y el enfrentamiento tiene dos dimensiones: una dimensión interior y una dimensión exterior. Consideraremos brevemente la una y la otra.
1. En el juicio ante Pilato, el gobernador pregunta a Jesús si es un rey, a lo que Jesús responde:
Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz» (Juan 18, 37)
«Jesús quiere que entendamos que su realeza no es la de los reyes de este mundo, sino que consiste en la obediencia de sus súbditos a su palabra, a su verdad. Aunque El reina sobre sus súbditos, no es por fuerza o poder, sino por la verdad de la cual es testigo, que «todos los que son de la verdad» reciben con fe» (I. De La Potterie).
Santo Tomás de Aquino pone las siguientes palabras en la boca del Salvador: «Como yo mismo manifiesto la verdad, así estoy preparando un reino para mí». Jesús en la Cruz atrae a todos a Sí Mismo, porque es sobre la Cruz que la Verdad de la cual él es testigo resplandece.
Sin embargo, esta fuerza de atracción sólo puede tener efecto en aquellos que «son de la verdad». Es decir, en aquellos que están profundamente a disposición de la Verdad, que aman la verdad, que viven en familiaridad con ella. Pascal escribe: «No me buscarías si no me hubieras encontrado».
El que sostiene el mundo entero bajo su influencia, en cambio, domina a través de mentiras. Jesús dice de Satanás: «Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira» (Juan 8, 44).
La redacción es dramática. La primera proposición - «Este era homicida desde el principio» - se explica por la segunda: «no se mantuvo en la verdad». El asesinato que el diablo realiza consiste en no estar en la verdad, no morar en la verdad.
Es asesinato, porque él está tratando de extinguir, de matar en el corazón del hombre la verdad, el deseo de la verdad. Al inducir al hombre a la incredulidad, quiere que el hombre se cierre a la luz de la Revelación Divina, que es la Palabra encarnada. Por lo tanto, estas palabras de Jesús sobre Satanás -como hoy la mayoría de los exegetas creen- no hablan de la caída de los ángeles. Hablan de algo mucho más profundo, algo espantoso: Satanás constantemente rechaza la verdad, y su acción dentro de la sociedad humana consiste en la oposición a la verdad. Satanás es este rechazo; Él es esta oposición.
El texto continúa: «porque no hay verdad en él».
Las palabras de Jesús van a la raíz más profunda de la obra de Satanás. Él es en sí mismo una mentira. De su persona la verdad está completamente ausente, y por lo tanto es por definición el que se opone a la verdad. Jesús añade inmediatamente después: «Cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira». Cuando el Señor dice «dice lo que le sale de dentro», nos introduce en la interioridad de Satanás, en su corazón. Un corazón que vive en tinieblas, en sombras: una casa sin puertas y sin ventanas.
En resumen, esto es lo que está ocurriendo en el corazón del hombre: Jesúsla Revelación del Padre, ejerce una fuerte atracción hacia sí mismoSatanás trabaja en contra de esto, para neutralizar la fuerza atractiva del Crucificado-Resucitado. La fuerza de la verdad que nos hace libres actúa sobre el corazón del hombre. Es la fuerza satánica de la mentira la que nos hace esclavos.
Sin embargo, no siendo espíritu puro, la persona humana no es únicamente interioridad. La interioridad humana se expresa y se manifiesta en la construcción de la sociedad en la que él o ella vive. La interioridad humana se expresa y se manifiesta en la cultura, como una dimensión esencial de la vida humana como tal. La cultura es el modo de vida que es específicamente humano.

Dos culturas: la cultura de la verdad y la cultura de la mentira

Dado que el hombre está situado entre dos fuerzas opuestas, la condición en que se encuentra debe necesariamente dar lugar a dos culturas: la cultura de la verdad y la cultura de la mentira.
Hay un libro en la Sagrada Escritura, el último, el Apocalipsis, que describe la confrontación final entre los dos reinos. En este libro, la atracción de Cristo toma la forma de triunfo sobre los poderes enemigos comandados por Satanás. Es un triunfo que viene después de un largo combate. Los primeros frutos de la victoria son los mártires. «Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él. Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de testimonio que dieron, porque despreciaron su vida ante la muerte» (Ap 12, 9.11).

Desarrollos de la confrontación en la cultura occidental

En esta segunda sección quisiera responder a la siguiente pregunta: ¿en nuestra cultura occidental hay desarrollos que revelan con particular claridad la confrontación entre la atracción ejercida sobre el hombre por el Crucificado-Resucitado y la cultura del Mentira construida por Satanás? Mi respuesta es afirmativa, y hay dos avances en particular.

El aborto, crimen abominable considerado «derecho»

El primer desarrollo es la transformación de un crimen [llamado por el Concilio Vaticano II nefandum crimen], el aborto, en un derecho. Entiéndase bien: No estoy hablando de aborto como un acto perpetrado por una persona. Estoy hablando de la legitimación más amplia que puede ser perpetrada por un sistema judicial en un solo acto: incluirlo en la categoría del derecho subjetivo, que es una categoría ética. Esto significa llamar lo que es malo como bueno, lo que es sombra como luz. «cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira». Este es un intento de producir una «anti-Revelación».
¿Cuál es, de hecho, la lógica que preside el ennoblecimiento del aborto?
En primer lugar, es la más profunda negación de la verdad del hombre. Tan pronto como Noé salió de las aguas de las inundaciones, Dios dijo: « Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida, porque a imagen de Dios hizo El al hombre» (Gn 9, 6).
La razón por la cual el hombre no debe derramar la sangre del hombre es que el hombre fue creado a imagen de Dios. A través del hombre, Dios mora en su creación. Esta creación es el templo del Señor, porque el hombre habita en él. Violar la intangibilidad de la persona humana es un acto sacrílego contra la santidad de Dios. Es el intento satánico de generar una «anti-creación».
Al ennoblecer la muerte de los humanos, Satanás ha sentado los cimientos de su «creación»: sacar de la creación la imagen de Dios, ocultar su presencia en ella.
San Ambrosio escribió: «La creación del mundo se completó con la formación de la obra maestra que es el hombre, que … es, de hecho, la culminación de la creación, la suprema belleza de todo ser creado» (Exam., Sixth day, Disc 9, 10.75; BA I, p. 417). En el momento en que se afirma el derecho del hombre a ordenar la vida y la muerte de otro hombre, Dios es expulsado de su creación, porque su presencia original es negada, y su lugar de residencia original dentro de la creación -la persona humana- es profanado.

El ennoblecimiento de la homosexualidad

El segundo desarrollo es el ennoblecimiento de la homosexualidad. Esto de hecho niega enteramente la verdad del matrimonio y el concepción de Dios el Creador con respecto al matrimonio.
La Divina Revelación nos ha dicho cómo piensa Dios acerca del matrimonio: la unión legítima de un hombre y una mujer, fuente de la vida. En la mente de Dios, el matrimonio tiene una estructura permanente, basada en la dualidad del modo humano de ser: feminidad y masculinidad. No dos polos opuestos, sino uno con y para el otro. Sólo así el hombre escapa de su soledad original.
Una de las leyes fundamentales a través de las cuales Dios gobierna el universo es que Él no actúa solo. Esta es la ley de la cooperación humana con el gobierno divino. La unión entre un hombre y una mujer, que se convierten en una sola carne, es cooperación humana en el acto creador de Dios: cada persona humana es creada por Dios y engendrada por sus padres. Dios celebra la liturgia de su acto creador en el santo templo del amor conyugal.
En resumen. Hay dos pilares de la creación: la persona humana en su irreductibilidad al universo material, y la unión conyugal entre un hombre y una mujer, el lugar en el que Dios crea nuevas personas humanas «a su imagen y semejanza». La elevación axiológica del aborto a un derecho subjetivo es la demolición del primer pilar. El ennoblecimiento de una relación homosexual, cuando se equipara al matrimonio, es la destrucción del segundo pilar.
En la raíz de esto está la obra de Satanás, que quiere construir una anti-creación real. Este es el último y terrible desafío que Satanás está lanzando contra Dios. «Te estoy demostrando que soy capaz de construir una alternativa a tu creaciónY el hombre dirá: es mejor en la creación alternativa que en tu creación».
Esta es la espantosa estrategia de la mentira, construida alrededor de un profundo desprecio por el hombre. El hombre no es capaz de elevarse al esplendor de la Verdad. No es capaz de vivir dentro de la paradoja de un deseo infinito de felicidad. No puede encontrarse en el don sincero de sí mismo. Y por lo tanto - continúa el discurso satánico - le decimos banalidades sobre el hombre. Le convencemos de que la Verdad no existe y que su búsqueda es, por tanto, una pasión triste y fútil. Le convencemos de acortar la medida de su deseo en línea con la medida del momento transitorio. Colocamos en su corazón la sospecha de que el amor no es más que una máscara de placer.
El Gran Inquisidor de Dostoievski habla así a Jesús: «Tú juzgas demasiado a los hombres, porque aunque sean rebeldes, nacen esclavos …. ¡Te juro que el hombre es más débil y más bajo de lo que jamás te has imaginado! El hombre es débil y cobarde».

El cristiano debe ser testigo de la verdad

¿Cómo debemos vivir en esta situación? En la tercera y última parte de mi reflexión, trataré de responder a esta pregunta.
La respuesta es simple: en el enfrentamiento entre creación y anti-creación, estamos llamados a TESTIFICAR. Este testimonio es nuestro modo de ser en el mundo.
El Nuevo Testamento tiene una abundante y rica doctrina sobre este asunto. Debo limitarme a una indicación de los tres significados fundamentales que constituyen testimonio.
Testimonio significa decir, hablar, anunciar abierta y públicamente. Alguien que no testifica de esta manera es como un soldado que huye en el momento decisivo de una batalla. Ya no somos testigos, sino desertores, si no hablamos abiertamente y públicamente. La Marcha por la Vida es por lo tanto un gran testimonio.
El testimonio significa decir, anunciar abierta y públicamente la Revelación divina, que implica la evidencia original, descubierta solamente por la razón, usada legítimamente. Y para hablar en particular del Evangelio de Vida y Matrimonio .
Testimonio significa decir, anunciar abierta y públicamente el Evangelio de la vida y el matrimonio como si estuviera en un juicio (Juan 16, 8-11).
Me explicaré: He hablado frecuentemente de una confrontación. Esta confrontación asume cada vez más la apariencia de un juicio, de un proceso legal, en el que el acusado es Jesús y su Evangelio. Como en todo procedimiento legal, también hay testigos a favor: a favor de Jesús y su Evangelio.
El anuncio del Evangelio del matrimonio y de la vida se lleva a cabo hoy en un contexto de hostilidad, de desafío, de incredulidad. La alternativa es una de dos opciones: o bien se calla el Evangelio, o se dice otra cosa. Obviamente, lo que he dicho no debe ser interpretado como significando que los cristianos deben hacerse antipáticos a todos.
Santo Tomás escribió: «Es lo mismo, a dos puntos contrarios, se acepta uno y se rechaza el otro. La medicina, por ejemplo, propone la curación excluyendo la enfermedad. Por lo tanto, pertenece al hombre sabio meditar en la verdad, en particular con respecto al Primer Principio … y refutar la mentira opuesta» (CG Book I, Chapter I, no. 6].

Exclusión del irenismo y concordismo

En el contexto del testimonio del Evangelio, el irenismo y el concordismo deben ser excluidos. Sobre esto Jesús ha sido explícito, de lo contrario sería un doctor terrible que adoptó una actitud irénica hacia la enfermedad.
San Agustín escribió: «Ama al pecador, pero rechaza al pecado». Tenga en cuenta esto bien. La palabra latina per-sequor es un verbo intensificador. El significado, por lo tanto, es: «Rechaza al pecado. Descúbre sus mentiras en los lugares ocultos, y saca a la luz su insustancialidad».
Concluyo con una cita de un gran confesor de la fe, el ruso Pavel A. Florenskij. «Cristo es testigo, en el sentido estricto de la palabra, es EL TESTIGO».
En su crucifixión, los judíos y los romanos creían que solo estaban siendo testigos de un acontecimiento histórico, pero el evento se reveló como la Verdad». [La filosofía de la religión, San Paolo ed., Milán 2017, página 512].
«Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Juan 12,32

infocatolica.com 

jueves, 25 de mayo de 2017

Solo leyendo las Sagradas Escrituras sabremos Quien tiene la vedad........

El Cardenal Maradiaga arremete contra el Cardenal Burke

En una reciente entrevista con el padre Antonio Carriero le califica de ser «un pobre hombre» que «quería poder y lo perdió»
(LSN/InfoCatólica) El líder del destacado grupo de nueve cardenales encargado por el Papa Francisco para las reformas del Vaticano ha emitido recientemente otra arremetida contra el cardenal Raymond Burke.
Se trata del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga quien en una entrevista con el padre Antonio Carriero para el nuevo libro «Solo il Vangelo è rivoluzionario» califica al cardenal Burke de ser «un hombre decepcionado que quería poder y lo perdió». y agrega que «pensó que era la máxima autoridad en los Estados Unidos».

Contexto de la Crítica

El contexto de la crítica se produce a raíz de la dubia el Cardenal Burke y otros tres cardenales hicieron pública solicitando aclaraciones del Santo Padre sobre las posibles interpretaciones contradictorias con el Magisterio de la Iglesia de su exhortación apostólica Amoris Laetitia.
Entre estas interpretaciones contradictorias están la de los obispos de Malta, que han afirmado públicamente que los adúlteros pueden comulgar si se sienten en paz con Dios, y la directrices  de los obispos argentinos quienes también aprueban la comunión de los adúlteros impenitentes en ciertos casos.
Es de recordar que el Papa Francisco al día de hoy no ha dado una respuesta oficial ni magisterial a la dubia.
A este respecto el Cardenal Maradiaga afirma refiriéndose a la posición del Cardenal Burke en defensa de la doctrina tradicional católica:
«No es el magisterio. . . El Santo Padre es el magisterio, y es él quien enseña a toda la Iglesia. Esta otra persona solo habla de sus propios pensamientos, que no merecen más comentarios».
«Son las palabras de un pobre hombre».
Posteriormente el cardenal Maradiaga asumió conocer las intenciones de quienes piden que el Papa aclare la dubia mientras les calificaba como orgullosos y arrogantes:
«Estas corrientes de la derecha católica son personas que buscan el poder y no la verdad, y la verdad es una. . . Si pretenden encontrar alguna “herejía” en las palabras de Francisco, están cometiendo un gran error, porque piensan solo como hombres y no como el Señor quiere».
«¿Qué sentido tiene publicar escritos contra el Papa, que no lo perjudiquen sino a la gente común? ¿Qué logra una derecha cerrada en ciertos puntos? ¡Nada!»
«La gente común está con el Papa, esto está completamente claro. Lo veo por todas partes».
«Los que son orgullosos, arrogantesque creen que tienen un intelecto superior ... pobres! El orgullo es también una forma de pobreza».

Reacciones a las acusaciones del cardenal Maradiaga

Las afirmaciones del cardenal Maradiaga sobre el cardenal Burke son «todo lo contrario de la verdad», opinó el padre John Zuhlsdorf, en su blog.
Fr. Zuhlsdorf citó el mensaje de Nuestra Señora en Akita, Japón, donde profetizó que «la obra del diablo se infiltrará incluso en la Iglesia de tal manera que se verán cardenales que se oponen a cardenales, obispos contra obispos».
«Hoy tenemos un ejemplo de un cardenal contra un cardenal», escribió el sacerdote. «Aunque reconocemos siempre ha habido cardenales contra cardenales, los conflictos de hoy son particularmente inquietantes. Las apuestas son muy altas, los puntos de disputa son serios, y el papel de las redes sociales amplifica la confusión».
Fr. Zuhlsdorf concluye: «El juicio sobre el cardenal Burke que precipitadamente ha emitido su hermano en el colegio apostólico, no puede ser más alejado de la verdad, aunque él crea sinceramente lo que ha dicho».
Sor Lucía, una de las videntes afirmó en una  carta enviada al Cardenal Carlo Caffarra, entonces Arzobispo de Bolonia (Italia) y uno de los cardenales firmantes de la dubia, que «la batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la familia», y advirtió también sobre los ataques que afrontarán quienes defiendan estas dos instituciones naturales.

Antecedentes

El Cardenal Burke ha sido durante mucho tiempo una de las principales voces conservadoras de la Iglesia que, entre otras cosas, ha cuestionado públicamente los esfuerzos del Papa para permitir que los católicos que se divorcian y vuelvan a casarse civilmente reciban la comunión.
En los meses posteriores a la presentación de la dubia, otros cardenales y obispos han expresado su apoyo al esfuerzo de aclaración de la Santa Sede.
Sin embargo, Maradiaga insiste: «Creo que una de las cualidades que debemos tener los cardenales es la lealtad. Incluso si no todos pensamos de la misma manera, todavía tenemos que ser leales a Pedro, y quien no ofrece esa lealtad, solo está buscando atención».
«El mayor problema. . . Es la desorientación que se crea entre la gente cuando leen afirmaciones de obispos y cardenales contra el Santo Padre».
En una entrevista radial en marzo, Maradiaga acusó de fariseismo a los cardenales que escribieron el dubia:
«Conozco a los cuatro y digo que ya están en jubilación ... Deben dedicarse a hacer otra cosa». Continuó diciendo: «No quisiera ponerlo - digamos - demasiado fuerte; Solo Dios conoce las conciencias de las personas y sus motivaciones interiores; Pero desde el exterior me parece un nuevo fariseísmo».
El año pasado, documentos publicados por Wikileaks mostraron que la Fundación de la Sociedad Abierta de George Soros esperaba trabajar a través de Maradiaga para influenciar a los obispos católicos estadounidenses durante la visita del Papa a Estados Unidos. La fundación pagó 650.000 dólares para influir en la visita del Papa Francisco para «Cambiar los paradigmas y prioridades nacionales en el período previo a la campaña presidencial de 2016».
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domingo, 14 de mayo de 2017

Cardenal Müller: «No se puede tener dos tipos de cristianismo




El cardenal Gerhard Müller, en una entrevista al medio portugués Observador, recuerda que la doctrina dogmática no se puede cambiar y que no se pueden ignorar las enseñanzas de Trento, Gaudium et Spes, Familiaris Consortio y Caritas in veritate.
(Observador/InfoCatólica) El cardenal Gerhard Müller es un hombre tan solemne como las funciones que ocupa. Alto, fuerte y erguido, con su vestimenta negra de cardenal, es desde 2012 el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el brazo derecho del Papa Francisco en la preservación de los dogmas de la Iglesia Católica. Elegido por Benedicto XVI para ocupar un cargo que él mismo había desempeñado, tenía –y tiene– mucho en común con Joseph Ratzinger: Ambos son alemanes, teólogos y académicos, y comparten una cierta visión del mundo. Además, Müller fue elegido por Benedicto XVI para coordinar la publicación de sus Obras Completas.
El Prefecto es visto como un conservador que no duda en recordar públicamente los preceptos de la doctrina cuando las voces progresistas piden cambios. Fue atacado después de recordar, en una entrevista a la revista Il Timone, que, a la luz de la doctrina católica, los divorciados vueltos a casar viven en situación de adulterio y «el adulterio es un pecado mortal». El cardenal Müller dice aObservadorque no tiene miedo de hacer declaraciones impopulares: «Jesús no fue muy bien aceptado cuando habló de la indisolubilidad del matrimonio». Sin embargo, se siente molesto cuando le atribuyen el calificativo de policía de la doctrina.

En los últimos cuatro años, ¿cuáles fueron los principales cambios que Francisco trajo a la Iglesia?

Los medios de comunicación prestan atención a los zapatos rojos o negros, se fijan en si vive en la privacidad, en el Palacio apostólico o en Santa Marta. Para mí, no son cosas tan importantes, no son son asuntos de relevancia teológica. Lo más significativo es el nuevo estilo que viene de la experiencia del Papa en América Latina, más cerca de la realidad de los pobres y de las grandes diferencias que existen en la sociedad.
En Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial, dejó de haber esa disparidad entre las clases, hay una sociedad más unida, hay más solidaridad, gracias a la doctrina social de la Iglesia que se inició en la post-guerra, y a los partidos democráticos de inspiración cristiana y a los socialdemócratas. No hay tampoco tantas fuerzas anticlericales.
En mis tiempos de profesor universitario en Munich, cada año pasaba tres meses de vacaciones en países de América Latina –Perú, Brasil– . Así que su mentalidad, diferente de la europea y de la norteamericana, no me resulta tan extraña. Conocí algunas obras sobre la teología de la liberación que están de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, mientras que otras están más cerca del enfoque marxista. Lo que yo recojo de la teología de la liberación es un mayor desarrollo de la doctrina social de la Iglesia, en relación con las circunstancias especiales existentes en América Latina.
Desde el punto de vista del dogma, no hay nada que diga que el Papa debe venir de Europa, del centro de Europa. En el pasado, hubo muchos Papas de Grecia, de Siria, de otras partes del Imperio Romano, en representación de otras culturas. No es absolutamente nuevo tener un Papa que proviene de una cultura diferente. Ahora, por primera vez, tenemos papas de continentes diferentes. Pero la cultura de Argentina no es totalmente diferente de la europea, está más cerca de lo que lo están algunas culturas asiáticas. La realidad latinoamericana es una mezcla de las costumbres europeas con las nativas. En otros continentes, como África o Asia, hay una cultura propia más fuerte, sin tanta influencia del pensamiento europeo. Para nosotros esto no es un problema. Es un signo de la riqueza de la Revelación, de que todos están llamados a pertenecer a la misma Iglesia, a la misma familia de Dios en todo el mundo.

En América Latina, el Papa siempre estuvo cerca de los pobres, de las periferias de la sociedad, de la que él tanto habla. ¿Esa realidad presenta desafíos a la Iglesia y a la doctrina?

Tenemos una doctrina social. Esta cuestión de las periferias no comenzó con el papa Francisco, lo que sucede es que él ha subrayado ese aspecto, le ha dado relieve. Pero no empezamos de cero. En la historia de la Iglesia encontramos tantas situaciones similares... Cuando hubo encuentros con nuevas culturas, cuando los germanos y los eslavos entraron en la cultura cristiana eso dio lugar a tensiones y hubo necesidad de ajustes. No tenemos una cultura cristiana tan puramente europea que justifique quedarnos sorprendidos con el enfoque de otra cultura. Siempre hay una dimensión de universalidad de la Iglesia, que puede ser representada e inculturada en diferentes pueblos. Las culturas deben estar abiertas a la vida universal de todos los pueblos del mundo. Son esos pueblos de todo el mundo los que forman la familia de Dios. San Juan Crisóstomo escribió en una famosa carta a San Ireneo de Lyon cómo era admirable que los que vivían en la India, en Siria y en Germania en ese momento, a pesar de las diferentes culturas y lenguas, fuesen miembros del mismo cuerpo de Jesucristo. Este es el milagro y la maravilla permanente que tenemos en la Iglesia.

Así que la gran diferencia en estos cuatro años es una cuestión de estilo.

Es el estilo. El Papa que vendrá después también tendrá su propio estilo. Siempre ha sido así, nadie puede ser una copia de su predecesor. Cada Papa, en su persona, es un sucesor de san Pedro, dogmáticamente hablando, no es un sucesor de su predecesor. Desde el punto de vista temporal y cronológico, lo es, pero en el nivel del dogma es el sucesor de Pedro y tiene el derecho de llevar a cabo su misión de acuerdo con su carisma, con su historia, de moldear el Pontificado a su manera.

El Papa anterior trabajó en esta Congregación, fue el Prefecto durante años. Era de la casa. Francisco no. ¿En qué medida es diferente la relación de los dos con la Congregación para la Doctrina de la Fe?

Debido a su historia personal, naturalmente que Benedicto XVI estaba más próximo. No se puede pasar aquí [en la CDF] 24 años y luego decir: «No tiene nada que ver conmigo». Por eso, claro que sus emociones y su sensibilidad estaban más próximas a esta Congregación, pero la tarea de este departamento no cambió. El ir y venir de un Papa no significa lo mismo que la entrada o salida del Prefecto. Las funciones y tareas están por encima y la misión de esta Congregación no sólo depende del Prefecto, sino de los sacerdotes y de los 25 cardinales que trabajan con nosotros. La tarea de la Congregación para la Doctrina de la Fe no ha cambiado y consiste en asesorar al Santo Padre, en dar apoyo a su magisterio, con autoridad y responsabilidad, con el trabajo del día a día. Para nuestros documentos y doctrinas, necesitamos la aprobación del Papa, pero en nuestra vida diaria actuamos bajo su autoridad, pero con nuestra responsabilidad.

¿Con qué frecuencia se reúne con el Papa?

Depende. Los prefectos de esta Congregación y de la Congregación para los Obispos tienen reuniones periódicas con el Papa, cada semana, cada quince días. Dependiendo de la ocasión, estas reuniones pueden ser más frecuentes.

¿Son en el Palacio apostólico?

Por lo general, en el Palacio apostólico, porque no son reuniones privadas con amigos o familiares. Son reuniones de trabajo en las que le llevamos los documentos que estamos preparando para que él tome decisiones.
Amoris Laetitia

Ha habido momentos, después de la elección de este Papa, que insiste en una orientación pastoral, en los que el señor Cardenal advirtió que la Iglesia debe ser prudente con algunos cambios. Me refiero a la interpretación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, y a la carta que algunos cardenales escribieron al Papa durante el Sínodo de la Familia, por ejemplo. ¿Cómo se conjuga el hecho de ser el Prefecto con parecer, a veces, que se tiene una opinión diferente de la del Papa?

No creo que el Papa haya cambiado la doctrina de la Iglesia. La doctrina dogmática no se puede cambiar porque se basa en la Revelación y en el magisterio de la Iglesia, del Papa y de los obispos. En la doctrina de la Iglesia, Jesús es alguien que revela, es un mediador de la salvación. Los Apóstoles y sus sucesores solamente ejercen el ministerio de la revelación y de la salvación que nos es dada por Jesucristo. Tenemos que ser verdaderos ministros de Cristo.
El papa Francisco ya ha dicho en relación con la doctrina del matrimonio que es muy clara y que está muy bien formulada y no está únicamente relacionada con palabras de la Biblia. Es el resultado de doctrina establecida a lo largo de dos mil años. No podemos ignorar el Concilio de Trento, por ejemplo, ni la doctrina sobre el matrimonio elaborada en la [Constitución pastoral] Gaudium et Spesresultante del Vaticano II, ni lo que se dice en la [exhortación apostólica] Familiaris Consortio [de Juan Pablo II], ni en la encíclica Caritas in veritate, del Papa Benedicto XVI, ni en todas las declaraciones hechas por nosotros. 
El problema hoy es cómo nos debemos dirigir a este gran número de personas que no entienden la doctrina cristiana relativa al matrimonio. Comparten otra mentalidad que no acoge ni estima la vida ni las prácticas cristianas. [La cuestión es darse cuenta de] cómo llegar a estas personas y explicar lo que significa para nosotros la gracia de Dios, cuál es el sentido profundo del matrimonio, de la paternidad, de que alguien se convierta en padre o madre. Estos elementos básicos de nuestra antropología no siempre son comprendidos.

Pero esos diferentes enfoques provienen de todas partes, incluyendo la Iglesia. Los obispos de su país, Alemania, por ejemplo, tienen una opinión diferente con respecto al Capítulo VIII de la exhortación Amoris Laetitia.

Pero nada de ello depende de las opiniones personales de los miembros de la Iglesia. Lo decisivo no son las opiniones de los obispos, sino la fidelidad a la palabra de Dios. Hay aquí un cierto positivismo del magisterio, como si el Papa o las conferencias de obispos fueran señores de la revelación. Eso es un malentendido. El Papa dio una interpretación en la Amoris Laetitia, y no es bueno que los obispos den una interpretación de la interpretación. Ya critiqué eso: Es contrario a la estructura de los sacramentos de la Iglesia Católica. El Papa tiene una autoridad superior, sujeta a la revelación, y es responsable de la unidad de la Iglesia en la fe revelada. No es alguien que emite su opinión con la finalidad de sintetizar las opiniones al respecto. Algunos obispos corren el riesgo de prestar más atención a lo que puedan sufrir de cara a la opinión pública que a la Palabra de Dios, que debería ir en primer lugar, de acuerdo con la Biblia y la Tradición apostólica.

¿Y cuál es su propuesta respecto a los católicos que contrajeron matrimonio y se divorciaron?

El sacramento del matrimonio es indisoluble por la voluntad de Dios. Nadie puede cambiar eso. Una posibilidad es volver al legítimo esposo o bien renunciar a las relaciones que no son válidas. La cuestión radica solamente en saber si se habían reunido las condiciones necesarias para la validez de aquel matrimonio, de acuerdo con los preceptos de la Iglesia. El matrimonio civil no es exactamente igual al sacramento del matrimonio. Sin duda, hay muchas personas que no consiguen entender esto.

¿Cree que siempre se puede volver a la unión?

Si humanamente no fuese posible, tampoco pueden vivir [con otros] como si fuesen esposos.

Algunos argumentan que eso elimina la posibilidad de la penitencia o la posibilidad de reconocer lo que salió mal, quedando involucrados en la vida de la Iglesia.

No se puede tener dos tipos de cristianismo: uno para una élite, que respeta la palabra de Dios, y otro para los otros, a quienes damos solamente algunos derechos y sacramentos, dejando que el resto de su vida siga como si no fueran cristianos. Jesús vino a cambiar el viejo mundo de pecado, del cual formaba parte el divorcio. Jesús explicó esto de forma muy clara. No es tan fácil satisfacer la voluntad de Dios. Jesús no quería ir a la Cruz. Podemos decir que era necesario que Jesús muriese por nuestros pecados, pero eso no depende de nuestra voluntad personal, de nuestra opinión.
Cuando las personas dicen que sí a una sola persona, para toda la vida, y les es concedido por Dios el vínculo matrimonial, Él establece una alianza entre esas dos personas. Debemos respetar la realidad del sacramento que recibimos. Seguramente para muchos en el mundo esto es extraño. Muchas personas son incapaces de comprenderlo y buscan formas de huir de esta realidad. Pero si somos bautizados, somos bautizados, somos cristianos. No podemos decir: «Ah, yo vivo en un mundo de musulmanes, voy a la mezquita, porque podemos alabar a Dios en todos los sitios». Si somos cristianos, somos cristianos. Es preciso asumir las consecuencias. Si nos casamos como cristianos, tenemos que asumir las consecuencias de ello. No podemos decir: «Me casé primero, tuve dos hijos, y después me casé con otra persona, tuve otros hijos y ya no quiero saber de los primeros». Hay obligaciones que resultan del matrimonio que es preciso asumir.

¿Como prefecto de la Congregación se siente, en cierto modo, el policía de la doctrina?

En cierto modo, eso me resulta molesto. Es un estereotipo que recae sobre nuestra Congregación. La fidelidad a la palabra de Jesucristo es una tarea de la Iglesia, no tiene nada que ver con la policía. La palabra de Dios es una palabra de salvación. Podría parecer bueno para nosotros que encontrásemos formar de dar razón de Jesucristo de manera que nuestra religión fuese aceptada y mereciese el aplauso de todos, pero nosotros somos la Iglesia Católica. Tenemos que permanecer unidos a las palabras de Dios, en caso contrario perdemos nuestros fundamentos. No podemos hablar solo para agradar a las personas.

Esto significa que a menudo le corresponde a usted ser la voz del deber...

Si yo dijese: «pueden hacer lo que quieran», sería muy querido. Dirían: «Oh, es un gran amigo nuestro». Pero si los padres o los maestros permitieran todo a los niños... a la larga, no sería bueno. El propio Jesús no fue bien aceptado cuando habló de la indisolubilidad del matrimonio. Los apóstoles no quedaron muy entusiasmados. Dijeron: «Es imposible para nosotros en cuanto hombres». Pero Jesús les replicó: «Con la gracia de Dios, todo es posible». Esto es el Evangelio cristiano, no el mero hablar para agradar a las personas–.
Algunos hablan de conservadores y liberales. ¿Cuáles son los liberales? ¿Qué pasó con algunos países que se unieron al cristianismo liberal, reduciendo la base del cristianismo? Cayeron en el secularismo, en la indiferencia. No es tan fácil ser cristiano y perseverar en ello. Sólo hay un camino estrecho que lleva al Cielo. Así que tenemos que mantener clara la Revelación de Jesucristo, haciendo posible seguirla. 
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