lunes, 25 de diciembre de 2023

Abominacion...

 Citas de la Sagrada Escritura que nos ofrecen criterios claros sobre el pecado de la homosexualidad





:

(Empezamos con el Antiguo Testamento)

¹° Vemos como de este pecado de homosexualidad nace un gran deseo desordenado de abuso sexual:

"No se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, rodearon la casa desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo sin excepción.
Llamaron a voces a Lot y le dijeron:
"¿Dónde están los hombres que han venido donde ti esta noche?
Sácalos, para que abusemos de ellos
."
(Gn 19, 4-5)

Esto explica los intentos de abuso y los abusos consumados por parte de hombres a chicos jóvenes que, por desgracia, bastantes veces han sucedido, incluso dónde jamás debieron suceder...
Observemos que la Sagrada Escritura especifica claramente que es todo el pueblo de los sodomitas, todos los hombres desde el mozo hasta el viejo, los que acuden para intentar consumar el abuso homosexual.

²° Dios detesta el pecado de homosexualidad y señala que es un pecado gravísimo:

"Dijo, pues, Yahveh: "El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo."
(Gn 18, 20)

³° Dios arrasa Sodoma y Gomorra por su entrega al pecado de homosexualidad haciendo llover azufre y fuego desde el cielo:

Los 2 hombres de quienes querían abusar todos los sodomitas eran realmente 2 ángeles enviados por Dios (cf. Gn 19,1), y ellos fueron los que avisaron a Lot diciendo: "¿A quien más tienes aquí? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a quienquiera que tengas en la ciudad porque vamos a destruir este lugar, que es grande el clamor de ellos en la Presencia de Yahveh, y Yahveh nos ha enviado a destruirlos." (Gn 19, 12-13)
Y como Lot remoloneaba lo tomaron de la mano junto a su mujer y sus dos hijas y le sacaron de la ciudad (cf. Gn 19,16)  ...Más tarde:
"Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Yahveh. Y arrasó aquellas ciudades, y toda la redonda con todos los habitantes y la vegetación del suelo."
(Gn 19, 24-25)

⁴° Condenas explícitas a la homosexualidad dichas por Dios mismo a Moises:

"No te acostarás con varón como con mujer; es abominación."
(Lv 18,22)

"Si alguien se acuesta con varón como con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos...
No camineis según las costumbres de las naciones que Yo voy a expulsar ante vosotros; pues, porque han obrado así, Yo estoy asqueado de ellas."
(Lv 20, 13...23)

⁵° Otro texto del Antiguo Testamento que deja las cosas claras:

"La expresión de su rostro les denuncia, y sus pecados como Sodoma manifiestan, no se ocultan.
¡Ay de ellos, porque han merecido su propio mal!
"
(Is 3, 9)

bendecir el pecado será una gran maldición...

. ¿Se atreverá a bendecir un Sacerdote de Jesucristo, cuyas manos están consagradas sólo a Él y se deben totalmente a Él, a aquellos que practican la homosexualidad que es la suprema ofensa contra Dios... y todo por orden del falso profeta? ¿Serán tan necios de obedecer al falso profeta para desobedecer al Dios que dicen servir?


A aquellos sacerdotes que pretendan atreverse a semejante barbaridad con la estupida excusa de que Bergoglio se refiere a que se está bendiciendo a la persona, pero no su pecado,
hay que responderles con la Sagrada Escritura cuando dice:

"Vosotros cansáis a Yahveh con vuestras palabras. -Y decís: ¿En qué le cansamos?- cuando decís: Todo el que hace el mal es bueno a los ojos de Yahveh, y Él le acepta complacido; o también: ¿Dónde está el Dios del juicio?"  (Mal 2,17)

Y es precisamente, este mismo texto de Malaquias, el que comienza con un aviso explícito y muy serio del Señor a los Sacerdotes que no se toman en serio su misión de dar gloria al Señor y lo relaciona con una maldición a la bendición de estos sacerdotes:

"Y ahora, a vosotros esta orden, sacerdotes: Si no escucháis ni tomáis a pecho dar gloria a mi Nombre, dice Yahveh Sebaot, Yo lanzaré sobre vosotros la maldición y maldeciré vuestra bendición y hasta la he maldecido ya, porque ninguno de vosotros toma nada a pecho."
(Mal 2, 1-2)

Dios maldecirá la bendición de aquellos sacerdotes que se atrevan a obedecer esta impía declaración doctrinal de Bergoglio y osen bendecir a las personas que se encuentran en situaciones de pecado mortal, como son la homosexualidad y el adulterio.

"Bendecir al pecador que no quiere convertirse y salir de su pecado" es bendecir el pecado y será una gran maldición tanto para el ministro que ose hacerlo, como para quien pida y reciba en pecado mortal la supuesta bendición de un sacerdote obediente al falso profeta.

La apostacia.....

 


LA VIRGEN SANTÍSIMA AL P. GOBBI

Milán, 3 de junio de 1989.
Primer sábado y fiesta del Corazón Inmaculado de María.
La bestia semejante a una pantera.

"Hijos predilectos, hoy os reunís en Cenáculos de oración para celebrar la fiesta del Corazón Inmaculado de vuestra Madre Celeste.
De todas partes del mundo os he llamado a consagraros a mi Corazón Inmaculado, y habéis respondido con filial amor y con generosidad.
Ya he formado mi ejército con aquellos hijos que han acogido mi invitación y han escuchado mi voz.
Ha llegado el tiempo en el cual mi Corazón Inmaculado debe ser glorificado por la Iglesia y por toda la humanidad.
Porque en estos tiempos de la apostasía, de la purificación y de la gran tribulación, mi Corazón Inmaculado es el único refugio y el camino que os conduce al Dios de la salvación y de la paz.
Sobre todo, mi Corazón Inmaculado se vuelve hoy el signo de mi segura victoria en la gran lucha que se combate entre los seguidores del enorme Dragón Rojo y los seguidores de la Mujer vestida del Sol.
En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del Dragón, una bestia semejante a una pantera.
Si el Dragón Rojo es el ateísmo marxista, la bestia negra es la Masonería.
El Dragón se manifiesta en el vigor de su potencia; la bestia negra, en cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta, para introducirse por este medio en todas partes.
Tiene las garras de oso y la boca de un león, porque obra por doquier con la astucia y con los medios de comunicación social, es decir, con la propaganda.
Las siete cabezas indican las varias logias masónicas que obran en todas partes de una manera solapada y peligrosa.
Esta bestia negra tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez diademas, que son signos de dominio y de realeza.
La masonería domina y gobierna en todo el mundo por medio de los diez cuernos.
El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha sido un instrumento de amplificación, un modo de hacer escuchar más fuertemente la propia voz, un importante medio de comunicación.
Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su Voluntad por medio de diez cuernos que han hecho conocer su Ley: los Diez Mandamientos.
Quien los acoge y los observa anda en la vida por el camino de la Divina Voluntad, de la alegría y de la paz.
Quien hace la Voluntad del Padre, acoge la Palabra de su Hijo y participa en la Redención llevada a cabo por El. Jesús da a las almas la misma vida divina, a través de la Gracia, que Él ha merecido con su Sacrificio realizado en el Calvario.
La Gracia de la Redención es comunicada por medio de los Siete Sacramentos. Con la Gracia se insertan en el alma gérmenes de vida sobrenatural que son las virtudes. Entre ellas las más importantes son las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales: fe, esperanza y caridad; prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Al Sol divino de los siete Dones del Espíritu Santo, estas virtudes germinan, crecen, se desarrollan cada vez más y así conducen a las almas por el camino luminoso del amor y de la santidad.
Objetivo de la bestia negra, es decir, de la masonería, es el de combatir de una manera disimulada, pero tenaz, para impedir a las almas recorrer este camino, indicado por el Padre y por el Hijo e iluminado por los dones del Espíritu.
En efecto, si el Dragón Rojo obra para llevar a toda la humanidad a prescindir de Dios, a la negación de Dios y para ello difunde el error del ateísmo, el objetivo de la masonería no es el de negar a Dios, sino el de blasfemarlo.
La bestia abre la boca para proferir blasfemias contra Dios, para blasfemar su Nombre y su morada, contra todos aquellos que habitan en el Cielo.
La mayor de las blasfemias es la de negar el culto debido sólo a Dios para darlo a las criaturas y al mismo Satanás.
He aquí por qué en estos tiempos, tras la perversa acción de la masonería se difunden por doquier las misas negras y el culto satánico.
Además, la masonería obra, con todos los medios, para impedir que las almas se salven y de este modo quiere volver inútil la Obra de Redención llevada a cabo por Cristo.
Si el Señor ha comunicado su Ley con los diez mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la potencia de sus diez cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de Dios.
Al mandamiento del Señor: —”No tendrás otro Dios más que a Mí”— aquélla construye otros falsos ídolos, frente a los cuales, hoy muchos se postran en oración.
Al mandamiento: —”No tomarás el nombre de Dios en vano”— aquélla se opone con las blasfemias contra Dios y su Cristo, de muchas maneras engañosas y diabólicas, hasta reducir a una marca comercial indecorosa su Nombre y hacer películas sacrilegas sobre su vida y su divina Persona.
Al mandamiento: —’’Santificarás las fiestas”— aquélla transforma el domingo en “week-end”, en el día del deporte, de las competiciones, de los juegos, de las diversiones.
Al mandamiento: —’’Honrarás a tu padre y a tu madre”— aquélla contrapone un modelo nuevo de familia fundado sobre la convivencia incluso de homosexuales.
Al mandamiento: —”No matarás”— aquella ha logrado hacer legitimar en todas partes, el aborto, hacer aceptar la eutanasia, hacer casi desaparecer el respeto debido al valor de la vida humana.
Al mandamiento: —”No cometerás actos impuros”— aquella justifica, exalta y hace propaganda de toda forma de impureza, hasta llegar a la justificación de los actos contra natura.
Al mandamiento: —”No robarás”— ella obra para que se difundan cada vez más los hurtos, la violencia, los secuestros, las rapiñas.
Al mandamiento: —”No darás falso testimonio ni mentirás”— aquélla obra para que se propague cada vez más la ley del engaño, de la mentira, de la doblez.
Al mandamiento: —”No desearás los bienes ajenos y a la mujer de tu prójimo”— actúa para corromper lo más profundo de la conciencia, engañando la mente y el corazón del hombre.
De esta manera, las almas son impulsadas por el camino perverso y malo de la desobediencia a la Ley del Señor, son sumergidas en el pecado y así se les impide recibir el Don de la Gracia y de la Vida de Dios.
—A las siete virtudes teologales y cardinales, que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la difusión de los siete vicios capitales, que son el fruto de vivir habitualmente en estado de pecado.
A la fe, aquella opone la soberbia; a la esperanza, la lujuria; a la caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la fortaleza, la pereza; a la justicia, la envidia; a la templanza, la gula.
Aquél que llega a ser víctima de los siete vicios capitales es conducido gradualmente a abandonar el culto debido al único Dios, para darlo a falsas divinidades, que son la personificación misma de todos estos vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y horrible.
He aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay escrito un título blasfemo. Cada logia masónica tiene la tarea de hacer adorar una divinidad distinta.
La primera cabeza lleva el título blasfemo de la soberbia, que se opone a la virtud de la fe y conduce a dar culto al dios de la razón humana y del orgullo, de la técnica y del progreso.
La segunda cabeza lleva el título blasfemo de la lujuria, que se opone a la virtud de la esperanza, y lleva a dar culto al dios de la sensualidad y de la impureza.
La tercera cabeza lleva el título blasfemo de la avaricia, que se opone a la virtud de la caridad, y difunde por doquier el culto al dios del dinero.
La cuarta cabeza lleva el título blasfemo de la ira, que se opone a la virtud de la prudencia, y conduce a dar culto al dios de la discordia y de la división.
La quinta cabeza lleva el título blasfemo de la acidia (o pereza espiritual), que se opone a la virtud de la fortaleza, y difunde el culto al ídolo del miedo de la opinión pública y de la explotación del prójimo.

La sexta cabeza lleva el título blasfemo de la envidia, que se opone a la virtud de la justicia, y lleva a dar culto al ídolo de la violencia y de la guerra.
La séptima cabeza lleva el título blasfemo de la gula, que se opone a la virtud de la templanza, y conduce a dar culto al ídolo tan exaltado del hedonismo, del materialismo, del placer.
El objetivo de las logias masónicas, hoy, es el de actuar con gran astucia, para llevar a la humanidad en todas partes a despreciar la Santa Ley de Dios, a obrar en abierta oposición a los diez Mandamientos, a sustraer el culto debido al único Dios para darlo a los falsos ídolos, que son exaltados y adorados por un número creciente de hombres: la razón, la carne, el dinero, la discordia, el dominio, la violencia, el placer. De esta manera las almas son precipitadas en la tenebrosa esclavitud del mal, del vicio y del pecado, y, en el momento de la muerte y del juicio de Dios, en el estanque de fuego eterno que es el infierno.
Ahora comprenderéis por qué, en estos tiempos, mi Corazón Inmaculado se convierte en vuestro refugio y en el camino seguro que os lleva a Dios, frente al terrible e insidioso ataque de la bestia negra, es decir, de la masonería. En mi Corazón Inmaculado se delinea la táctica usada por vuestra Madre Celeste para contraatacar y vencer la astuta trama usada por la bestia negra.
Es por esto que formo a todos mis hijos en la observancia de los Diez Mandamientos de Dios: a vivir al pie de la letra el Evangelio; a recibir con frecuencia los Sacramentos, especialmente la Penitencia y la Comunión Eucarística, como auxilios necesarios para vivir en Gracia de Dios; para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar siempre por el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.
De ese modo, me sirvo de vosotros, pequeños hijos que os habéis consagrado a Mí, para desenmascarar todas estas insidias disimuladas que la bestia negra os tiende y, en fin, anular el gran ataque que la masonería hoy, ha desencadenado contra Cristo y su Iglesia. Y al final, sobre todo, con su mayor derrota, aparecerá en todo su esplendor el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo
El gran problema es que la masonería eclesiástica ha permitido y fomentado el avance de la homosexualidad dentro del clero.
Los escandalosos casos de homosexualidad y de abuso sexual que han salido a la luz, son la inevitable consecuencia de esta sibilina, astuta y diabólica acción de la masonería eclesiástica infiltrada dentro de la Iglesia Católica.

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