viernes, 14 de mayo de 2021

Meditaciones R.P Jose Ramon 15 de mayo


 

Breviario santa Misa Trementina.....

https://divinumofficium.com/cgi-bin/missa/missa.pl 

Buda y Pachamama..

 

Buda y Pachamama: por qué defiendo a Juan Pablo II


“Francisco es el Papa que la Iglesia merecía, y es el Papa que la Iglesia necesitaba para despertar a los fieles dormidos. Y ahora están despiertos. Basta con ver la reacción al reciente y vil escándalo de la 

 compararla con la sustancial ‘no reacción’ al encuentro de oración de Asís de 1986 promovido por Juan Pablo II (encuentro en el que, entre otras cosas, se colocó una estatua de Buda en un altar católico), que fue un escándalo y un sacrilegio aún más grave”. Esto es lo que se lee al final de la contribución ofrecida a Stilum Curiae por el Dr. Carlo Schena en relación con la validez o no de la elección de Bergoglio y la posición de Benedicto XVI respecto a quienes niegan la validez de la elección de un pontífice.

Estoy de acuerdo con quienes sostienen, con monseñor Carlo Maria Viganò a la cabeza, que el espíritu de Asís fue una página negativa del pontificado de San Juan Pablo II, en perfecta sintonía con los errores y engaños del Concilio Vaticano II; y lo digo valorando positivamente la labor de Wojtyla, teniendo en cuenta que fue durante su pontificado cuando se tomaron medidas concretas contra Hans Kung y muchos teólogos modernistas como Schillebeeckx, Balasuriya, Boff, Bulányi, Curran, Fox, Drewermann).

Pero sería injusto, además de poco generoso, culpar a san Juan Pablo II de los excesos que se verificaron en el encuentro de oración de 1986 y que, en cambio, fueron responsabilidad directa de los frailes franciscanos custodios del Sagrado Convento de Asís, imbuidos de fanatismo ecuménico y, sobre todo, de una soberbia muy poco franciscana, resultante de la autonomía que les concedió Pablo VI.

Una autonomía que les llevó no sólo a ir más allá de ciertos ritos muy cuestionables justamente en la mencionada jornada de 1986, sino a excluir en los años siguientes al obispo de Asís de toda decisión relativa a las actividades del Sagrado Convento; empezando por la organización de actos públicos, incluso de importancia internacional, organizados en el marco de actividades ecuménicas fruto del espíritu de Asís.

También por este motivo, para poner fin a la anomalía de una autonomía que, de hecho, llevaba a los frailes de Asís a desconocer totalmente la autoridad del obispo diocesano (como había denunciado repetidamente monseñor Sergio Goretti), Benedicto XVI decidió poner las cosas en su lugar, revocando la autonomía y obligando a los franciscanos del Sagrado Convento a someterse al jefe de la diócesis.

Y, según lo referido por Vittorio Messori en una entrevista concedida al diario La Stampa en noviembre de 2005, comentando la decisión de Ratzinger, la medida era también necesaria para corregir el espíritu de Asís. Messori dijo: “Ratzinger no ha perdonado a la comunidad franciscana los excesos de la primera jornada de oración de los líderes religiosos con Karol Wojtyla. Un carnaval, según muchos, que forzó la mano del Papa y fueron los propios frailes los que fueron más allá de los acuerdos alcanzados. Incluso permitieron a los animistas africanos matar dos pollos en el altar de Santa Clara y a los nativos americanos bailar en la iglesia. Ratzinger tuvo perplejidades muy fuertes desde el principio, no quería ir a Asís y sus reservas limitaron el daño”. Y además: “Los frailes han abusado del llamado espíritu de Asís. En realidad, veneran y difunden ilegítimamente una imagen del santo romántica y derivada del protestantismo, que es el San Francisco del mito, un idiota de pueblo que habla con los lobos y los pájaros, y que da palmaditas en la espalda a todo el mundo. Una falsa vulgata que degrada el mensaje. El Francisco de la historia, de hecho, es el hijo más auténtico de la Iglesia de las Cruzadas”.

Nadie es perfecto, ni siquiera Juan Pablo II. Durante su pontificado cometió errores, como todos los Papas, ya que nadie ha estado exento de sombras, aunque haya brillado con muchas luces. Pero creo que el acontecimiento del Buda colocado en el altar de Asís es muy diferente a la historia mucho más grave de la Pachamama expuesta en los jardines del Vaticano y llevada en procesión con el consentimiento explícito de Bergoglio, que quiso hacer como Papa un gesto claramente rayano en la herejía. Wojtyla, a su pesar, permitió que los frailes forzaran el espíritu de Asís yendo más allá de lo permitido, pero ciertamente no fue él quien autorizó los ritos paganos en las iglesias. Bergoglio, en cambio, lo hizo conscientemente. En mi opinión, se trata de dos situaciones muy diferentes que no merecen ser puestas al mismo nivel.

 

Americo Mascarucci- periodista y escritor

 https://www.marcotosatti.com/2021/05/11/mascarucci-budda-e-pachamama-perche-difendo-san-giovanni-paolo-ii/

 

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Así desvié la bala contra Juan Pablo II.

 

Así desvié la bala contra Juan Pablo II1



13 de mayo de 1981, 17:17 horas. Roma, Plaza de San Pedro. Pero también Fátima. Y también Santa Croce sull'Arno. Estas son las coordenadas espacio-temporales del histórico atentado de Alí Agca contra san Juan Pablo II, del que se cumple el cuadragésimo aniversario. Roma es evidente, Fátima se entiende, dada la coincidencia de la fecha y la admisión explícita del Papa polaco, cuando reconoció que “una mano apretó el gatillo, otra mano materna desvió la trayectoria de la bala”. 

¿Pero porqué también se incluye Santa Croce sull'Arno? Allí, en el monasterio fundado por la beata Cristiana Menabuoi a finales del siglo XIII, vivía, desde 1940, la monja agustina sor Rita Montella, originaria de Cèrcola, en la provincia de Nápoles. Y allí permaneció “encerrada” hasta 1992, año de su muerte. Esta monja de clausura, desde muy joven, veía al Padre Pío, que iba a visitarla a su manera, es decir, en bilocación. La hermana Rita también tenía el don de la bilocación. Una vez lo utilizó para visitar al cardenal Mindszenty, que estaba en prisión. Su director espiritual, el padre Teófilo Dal Pozzo, quiso ponerla a prueba; le dio a sor Rita una postal con una imagen de la Virgen y le ordenó que pidiera al cardenal que escribiera en ella un saludo dirigido al Santo Padre. En la noche del 26 de mayo de 1949, sor Rita fue en bilocación a ver al cardenal húngaro y regresó con la postal. 

En el reverso estaba escrito: “Deo gratias... me benedic. Additissimus filius Joseph Mindszenty. XXVI-V-MCMXLIX”. Una nota entregada rápidamente a Pío XII.

Sin embargo, es otra bilocación la que nos interesa en este cuadragésimo aniversario del atentado. El padre Franco D'Anastasio, que conocía los fenómenos extraordinarios de sor Rita desde 1957, escribió en una declaración refrendada por el notario Luigi Napolitano y enviada en 2006 al cardenal Stanisław Jan Dziwisz: “Con ocasión de un encuentro a finales de 1981, nos encontramos hablando [con sor Rita] sobre el atentado al Santo Padre y sor Rita me confió: ‘La Virgen y yo desviamos con nuestras propias manos la del atacante del Papa’. Sor Rita se refería a un fenómeno que, según mi opinión personal, puede definirse como bilocación”.

Ahora, por primera vez, el contenido de esta declaración ha sido investigado por el magistrado Giancarlo Massei, desde 2011 presidente de la sección penal del Tribunal de Apelación y de la Corte de Apelación de Perugia. Massei, a petición del padre Fabiano Montanaro, que está trabajando en la recopilación de material sobre la vida de sor Rita para dar a conocer a esta gran monja del siglo pasado, ha llegado a la conclusión de que esta extraordinaria declaración es fiable. En un documento que terminó en noviembre de 2020, incluido en el dossier editado por el propio padre Montanaro, y que La Brújula Cotidiana ha podido leer con antelación, se destacan algunas conclusiones importantes.

“En el momento en que se hizo la confidencia (a finales de 1981) ya se había dictado la primera sentencia, la de julio de 1981 con la que se condenó a Alì Agca a cadena perpetua, y en esa sentencia no se mencionaba ningún impedimento que hubiera sufrido Alì Agca mientras intentaba disparar mortalmente contra el Papa; ni en los documentos de la investigación ni en los del juicio había ninguna declaración con la que Alì Agca hubiera reconocido haber sufrido algún impedimento para seguir disparando contra el Papa”. La confidencia que sor Rita había hecho al padre D'Anastasio era, pues, a todos los efectos, una “primicia”: nadie en aquel momento había planteado la hipótesis de una intervención externa sobre el agresor; ni siquiera Agca. Massei continúa: “Se informaba de una circunstancia que era completamente desconocida en ese momento, que nadie había contado y de la cual nadie había hecho una hipótesis semejante. Es más, tal y como el evento ocurrió y se dio a conocer al mundo (el Papa fue herido mortalmente por el tirador), éste parecía contradecir y negar dicha circunstancia”.

Sólo el 22 de diciembre de 1982, Alì Agca comenzó a reconocer de que alguien le había sujetado el brazo, impidiéndole tener éxito en su intención de matar al Papa: “En cuanto al día... ese éxito, al menos según las previsiones, no se produjo, sobre todo porque, después de haber disparado el segundo tiro, hubo alguien que me agarró violentamente y me impidió seguir dando en el blanco”. También cuando Juan Pablo II, el 27 de diciembre de 1983, fue a ver a Agca a la cárcel de Rebibbia, el “lobo gris” le había confesado que seguía sin entender cómo no estaba muerto.

En el interrogatorio del 17 de octubre de 1983, Agca volvió a especificar que habría querido realizar más disparos, pero que no había sido posible “porque algunas personas que estaban a mi lado se habían dado cuenta de mi comportamiento y me habían agarrado por el brazo con cuya mano sostenía la pistola. Era mi brazo derecho”.

Agca no conocía la revelación de sor Rita Montella, porque el padre Anastasio la dio a conocer sólo después de su muerte (1992), tal y como la monja había pedido expresamente. Tampoco era posible que el asesino se lo hubiera inventado, porque para él, ya condenado a cadena perpetua en julio de 1981, la confesión de que había querido hacer otros disparos habría constituido una circunstancia agravante, no una atenuante.

A la luz de estas declaraciones y de los informes periciales sobre el arma de fuego utilizada por Agca realizados por el agente de seguridad pública Giannone Rosario (el arma era nueva y estaba en buen estado; el encasquillamiento observado se debió exclusivamente al impacto sufrido por la caída al suelo), Massei pudo concluir que “es por tanto cierto, como se indica en la sentencia n. 20/86 del Tribunal de lo penal de Roma, emitido el 26.3.1986, que Alì Agca disparó sólo 2 tiros y no los 5 o 6 que debería haber disparado; y es cierto que no pudo disparar más tiros contra el Papa, debido a la decisiva, enérgica y violenta intervención que alguien puso en marcha en esa coyuntura salvando así la vida de Juan Pablo II”.

Por lo tanto, la intervención de ese “alguien” está constatada. ¿Pero qué pasa con su identidad? Durante años se ha barajado la hipótesis de que fue una tal sor Lucía Giudici, presente ese día y situada cerca del atacante, la que sostuvo el brazo de Agca. Una identificación que también aceptaron los jueces del Tribunal de Cuentas de Roma en la sentencia del 26 de marzo de 1986, y que, tal y como afirma Massei, “resultó ser patentemente errónea”. Y sin embargo, en esas 1200 páginas de la sentencia hay importantes consideraciones que contradicen esta identificación y abren la hipótesis sobrenatural.

En las declaraciones de sor Lucía durante el interrogatorio realizado al fiscal Luciano Infelisi, afirmó que Agca, después de haber disparado las dos balas que alcanzaron al Papa, “intentó huir apuntando con la pistola en la mano hacia los transeúntes. Agarré las solapas de su chaqueta inmediatamente después de que el individuo nos apuntara con su arma a mí y a un policía que acababa de llegar, y luego la tiró al suelo”. Interrogada de nuevo el 7 de enero de 1982 por el G.I. Ilario Martella, precisó que, en el momento de los disparos, se encontraba a unos diez metros del atacante y a cuatro metros del Papa. Ambas declaraciones permiten excluir que fuera ella quien agarrara el brazo de Agca: en efecto, sor Lucía le agarró la chaqueta sólo después de los disparos y mientras Agca huía.

Massei también señala que en las más de mil páginas “ninguno de los numerosos testigos oídos y aunque muy cercanos al lugar del crimen, [hizo] mención a la enérgica y decidida acción llevada a cabo por Alì Agca inmediatamente después de la explosión de los dos disparos”, acción atestiguada por él y confirmada por el hecho de que sólo efectuó dos disparos. Por otra parte, “nadie ha hablado de tal intervención, nadie se ha dado cuenta de los tirones y coacciones sufridos por Alì Agca; nadie ha visto a una o varias personas agarrando el brazo de Alì Agca, si no que él fue el único que sintió la acción impeditiva llevada a cabo contra él. Tampoco el autor de semejante acción, tan intrépida, decisiva y meritoria, se reveló de ninguna manera para poder ser interrogado, identificado y ofrecer su propia aportación narrativa al acontecimiento. Tampoco ningún fotograma, ninguna filmación, retrató tal acción, aunque fuera tan importante y tuviera lugar a pocos metros de donde pasaba el Papa, a una distancia muy corta de donde se dirigía la atención en esa coyuntura”.

Nos encontramos ante un enigma sin resolver: evidentemente, alguien retuvo el brazo de Agca, según su testimonio; de lo contrario, el “lobo gris” habría efectuado al menos otros 3-4 disparos, como confesó expresamente. Sin embargo, ese alguien nunca ha sido encontrado, nunca se ha presentado, no ha sido identificado por ninguna foto ni grabación.

Ninguna confesión, excepto la de la monja de clausura, sor Rita Montella.


http://lanuovabq.it/it/ecco-come-ho-deviato-la-pallottola-contro-giovanni-paolo-ii

"vacunas"

 

57 científicos y médicos piden cese inmediato de todas las "vacunas"



Un grupo de 57 destacados científicos, médicos y expertos en política han publicado un informe en el que ponen en duda la seguridad y la eficacia de las actuales "vacunas" COVID-19 y piden que se ponga fin inmediatamente a todos los programas de vacunación. Entre ellos se encuentra la genetista Alexandra Henrion-Caude.

Las terapias utilizadas como "vacunas" no se ajustan a la definición de la palabra vacuna y sería más apropiado llamarlas terapias génicas o terapias de vectores de vacunas.

Existen dos certezas sobre la distribución mundial de estas terapias Covid-19:

*La primera es que los gobiernos y la gran mayoría de los medios de comunicación ponen todas sus fuerzas para que estos medicamentos experimentales lleguen al mayor número de personas posible. 

*La segunda es que aquellos que están dispuestos a enfrentarse al desprecio que supone plantear preguntas serias sobre las vacunas son actores esenciales en nuestros esfuerzos continuos por difundir la verdad.

Puede leer este manuscrito en preimpresión a continuación. Fue preparado por casi sesenta médicos, científicos y expertos en políticas públicas de todo el mundo para ser enviado urgentemente a los líderes mundiales, así como a todos los asociados con la producción y distribución de las diversas vacunas Covid-19 en circulación.

Todavía hay demasiadas preguntas sin respuesta sobre la inocuidad, la eficacia y la necesidad de estas terapias Covid-19.

Este estudio es una bomba que debería ser leído por todo el mundo, independientemente de su opinión sobre la terapia génica o las vacunas. No hay suficientes ciudadanos que planteen preguntas. La mayoría de la gente se limita a seguir las órdenes de los gobiernos mundiales, como si se hubieran ganado nuestra total confianza. Este no es el caso. Este manuscrito es un paso adelante en términos de responsabilidad y libre circulación de información sobre este tema crucial. Por favor, tómese el tiempo de leerlo y compartirlo ampliamente.

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Vacunación masiva contra el SARS-CoV-2: preguntas urgentes sobre la seguridad de las vacunas que requieren respuestas de las agencias internacionales de la salud, las autoridades reguladoras, los gobiernos y los desarrolladores de vacunas.

Autores: 

Roxana Bruno (1), Peter McCullough (2), Teresa Forcades i Vila (3), Alexandra Henrion-Caude (4), Teresa García-Gasca (5), Galina P. Zaitzeva (6), Sally Priester (7), María J.Martínez Albarracín (8), Alejandro Sousa-Escandon (9), Fernando López Mirones (10), Bartomeu Payeras Cifre (11), Almudena Zaragoza Velilla (10), Leopoldo M. Borini ()1, Mario Mas (1), Ramiro Salazar (1) , Edgardo Schinder (1), Eduardo A Yahbes (1), Marcela Witt (1), Mariana Salmeron (1), Patricia Fernández (1) , Miriam M. Marchesini (1) , Alberto J. Kajihara (1) , Marisol V. de la Riva (1), Patricia J. Chimeno (1), Paola A. Grellet (1), Matelda Lisdero (1), Pamela Mas (1), Abelardo J. Gatica Baudo (12), Elisabeth Retamoza (12), Oscar Botta (13), Chinda C. Brandolino (13), Javier Sciuto (14), Mario Cabrera Avivar (14), Mauricio Castillo (15), Patricio Villarroel (15), Emilia P. Poblete Rojas (15), Bárbara Aguayo (15), Dan I. Macías Flores (15), Jose V. Rossell (16), Julio C. Sarmiento (17), Victor Andrade-Sotomayor (17), Wilfredo R. Stokes Baltazar (18), Virna Cedeño Escobar (19), Ulises Arrúa (20), Atilio Farina del Río (21), Tatiana Campos Esquivel (22), Patricia Callisperis (23), María Eugenia Barrientos (24) , Karina Acevedo-Whitehouse (5),

Resumen

Desde el comienzo de la epidemia de COVID-19, la carrera por probar nuevas plataformas diseñadas para conferir inmunidad al SARS-CoV-2 ha sido endémica y sin precedentes, llevando a la autorización de uso de emergencia de varias vacunas. A pesar de los avances en la terapia multimedicamentosa anticipada para los pacientes de COVID-19, el mandato actual es vacunar a la población mundial lo más rápidamente posible. La falta de ensayos exhaustivos sobre animales antes de los ensayos clínicos, y la aprobación basada en datos de seguridad generados en ensayos que duraron menos de 3,5 meses, plantea dudas sobre la seguridad de estas vacunas. El papel recientemente identificado de la glicoproteína de la espiga del SARS-CoV-2 que puede inducir lesiones endoteliales características del COVID-19, incluso en ausencia de infección, es extremadamente pertinente dado que la mayoría de las vacunas autorizadas inducen la producción de la glicoproteína de la espiga en los receptores. Dada la alta tasa de ocurrencia de eventos adversos y la amplia gama de tipos de eventos adversos reportados hasta la fecha, así como el potencial de mejora de la enfermedad debida a la vacuna, la inmunopatología Th2, la autoinmunidad y la evasión inmunológica, hay una necesidad de una mejor comprensión de los beneficios y riesgos de la vacunación masiva, en particular en los grupos excluidos de los ensayos clínicos. A pesar de los llamamientos a la prudencia, las organizaciones sanitarias y las autoridades gubernamentales han minimizado o ignorado los riesgos de la vacunación contra el SRAS-CoV-2. Llamamos la necesidad de un diálogo pluralista en el ámbito de las políticas de salud.

Introducción

Desde la declaración de la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020, se han registrado más de 150 millones de casos y 3 millones de muertes en todo el mundo. A pesar de los progresos de la terapia multimedicamentosa anticipada para los pacientes con alto riesgo, que ha permitido reducir en un 85% las hospitalizaciones y muertes relacionadas con el Covid-19 [1], el paradigma actual de control es la vacunación masiva. Aunque reconocemos el esfuerzo implicado en el desarrollo, la producción y la autorización de emergencia de las vacunas contra el SRAS-CoV-2, nos preocupa que las organizaciones sanitarias y las autoridades gubernamentales hayan minimizado o ignorado los riesgos, a pesar de los llamamientos a la precaución [2-8].

Las vacunas contra otros coronavirus nunca han sido aprobadas para los seres humanos, y los datos generados en el desarrollo de las vacunas contra los coronavirus diseñados para provocar anticuerpos neutralizantes muestran que pueden empeorar la enfermedad por COVID-19 mediante una potenciación dependiente de anticuerpos (ADE) y la inmunopatología Th2, independientemente de la vacuna. Plataforma y método de entrega [9-11]. Se sabe que el aumento de la enfermedad inducido por la vacuna en animales vacunados contra el SARS-CoV y el MERS-CoV se produce tras una provocación viral y ha sido atribuido a los complejos inmunes y a la captación viral mediada por Fc por parte de los macrófagos, que aumentan la activación y la inflamación de los linfocitos T [11 -13].

En marzo de 2020, inmunólogos especializados en vacunas y expertos en coronavirus evaluaron los riesgos de la vacuna contra el SRAS-CoV-2, basándose en los ensayos de la vacuna contra el SRAS-CoV en modelos animales. El grupo de expertos llegó a la conclusión de que la RAM (Reacción adversa al medicamento) y la inmunopatología constituían una preocupación real, pero ha declarado que su riesgo era insuficiente para retrasar los ensayos clínicos, aunque sería necesario un seguimiento continuo [14]. Aunque no hay ninguna evidencia clara de reacciones adversas e inmunopatología relacionada con la vacuna en voluntarios inmunizados con vacunas contra el SARS-CoV-2 [15], los ensayos de seguridad realizados hasta la fecha no han abordado específicamente estos acontecimientos adversos graves (EAS). Dado que el seguimiento de los voluntarios no superó los 2-3,5 meses después de la segunda dosis [16-19], es poco probable que se haya observado un EAS de este tipo. A pesar de los 92 errores de notificación, no se puede ignorar que, incluso si se tiene en cuenta el número de vacunas administradas, según el Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas de los Estados Unidos (VAERS), el número de muertes por cada millón de dosis de vacunas administradas se ha multiplicado por más de 10. Creemos que hay una necesidad urgente de un diálogo científico abierto sobre la seguridad de las vacunas en el contexto de la vacunación a gran escala.

En este artículo describimos algunos de los riesgos de la vacunación masiva en el contexto de los criterios de exclusión de los ensayos de fase 3 y analizamos los GSS notificados en los sistemas nacionales y regionales de registro de acontecimientos adversos. Destacamos las preguntas sin respuesta y llamamos la atención sobre la necesidad de un enfoque más cauteloso de la vacunación masiva. Creemos que hay una necesidad urgente de un diálogo científico abierto sobre la seguridad de las vacunas en el contexto de la vacunación a gran escala. 

Criterios de exclusión del ensayo de fase 3 del SARS-CoV-2

Con pocas excepciones, los ensayos de las vacunas contra el SARS-CoV-2 han excluido a los individuos de edad [16-19], lo que ha impedido identificar la aparición de una eosinofilia posvacunación y el aumento de la inflamación en los ancianos. Los estudios de las vacunas contra el SARS-CoV han demostrado que los ratones de edad avanzada inmunizados tienen un riesgo especialmente alto de sufrir una inmunopatología Th2 potencialmente mortal [9,20]. A pesar de estas pruebas y de los datos extremadamente limitados sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el SRAS-CoV-2 en las personas mayores, las campañas de vacunación masiva se han centrado en este grupo de edad desde el principio. La mayoría de los ensayos también han excluido a las voluntarias embarazadas y en periodo de lactancia, así como a las personas con enfermedades crónicas y graves como la tuberculosis, la hepatitis C, la autoinmunidad, las coagulopatías, el cáncer y la inmunosupresión [16-29], aunque a estos receptores se les ofrece ahora la vacuna bajo la premisa de la seguridad.

Otro criterio de exclusión en casi todos los ensayos fue la exposición anterior al SARS-CoV-2. Esto es desafortunado porque ha eliminado la posibilidad de obtener informaciones extremadamente relevantes sobre los acontecimientos adversos posteriores a la vacunación en personas que ya tenían anticuerpos anti-SARS-Cov-2. Por lo que sabemos, los ADEs no son sistemáticamente vigilados para cualquier edad o grupo de condiciones médicas actualmente administradas por la vacuna. Además, a pesar de  una proporción considerable de la población ya tiene anticuerpos [21], no se han efectuado de forma rutinaria pruebas para determinar el estado de los anticuerpos anti-SARS-CoV-2 antes de la administración de la vacuna.

¿Pasarán desapercibidos los efectos adversos graves de las vacunas contra el SARS-CoV-2?

El COVID-19 abarca un amplio espectro clínico, que va desde una patología pulmonar muy leve a grave hasta una enfermedad multiorgánica mortal con desregulación inflamatoria, cardiovascular y también de la coagulación sanguínea [22-24]. En este sentido, la RAM o inmunopatología relacionada con la vacuna sería clínicamente indistinguible del COVID-19 severo [25]. Además, incluso en ausencia del virus del SARS-CoV-2, la glicoproteína de Spike  o espiga por sí sola causa daños endoteliales y una hipertensión in vitro e in vivo en los hámsters sirios (hámster dorado), regulando a la baja la enzima convertida de angiotensina 2 (ACE2) y alterando la función mitocondrial [26]. Aunque estos resultados deben confirmarse en humanos, las implicaciones de este hallazgo son asombrosas, ya que todas las vacunas autorizadas para uso de emergencia se basan en la administración o inducción de la síntesis de la glicoproteína Spike. En el caso de las vacunas con ARNm  y de las vacunas de vectores de adenovirus, ningún estudio ha examinado la duración de la producción de Spike en los seres humanos tras la vacunación.

Según el principio de prudencia, es parsimonioso  considerar que la síntesis de Spike inducida por la vacuna podría causar signos clínicos de COVID-19 graves y contabilizarse erróneamente como nuevos casos de infecciones por SARS-CoV-2. Si este es el caso, es posible que nunca se reconozcan los verdaderos efectos adversos de la actual estrategia de vacunación mundial, a menos que los estudios examinen específicamente esta cuestión. Ya hay pruebas no causales de aumentos temporales o sostenidos de las muertes por COVID-19 tras la vacunación en algunos países (Fig. 1). A la luz de la patogenicidad de Spike, estas muertes deben ser estudiadas en profundidad para determinar si están relacionadas con la vacunación. Ningún estudio ha examinado la duración de la producción de Spike en humanos tras la vacunación.

Reacciones adversas imprevistas a las vacunas contra el SARS-CoV-2

La autoinmunidad es otro problema crítico a tener en cuenta dada la escala mundial de la vacunación contra el SARS-CoV-2. El SARS-CoV-2 tiene muchas proteínas inmunogénicas, y todas menos una tienen similitudes con las proteínas humanas [27]. Éstas pueden actuar como fuente de antígenos, dando lugar a la autoinmunidad [28]. Si bien es cierto que los mismos efectos podrían observarse en la infección natural con el SARS-CoV-2, la vacunación está destinada a la mayor parte de la población mundial, mientras que se estima que sólo el 10% de la población mundial se ha infectado con el SARS-CoV -2, según el Dr. Michael Ryan, jefe de emergencias de la Organización Mundial de la Salud. No hemos podido encontrar pruebas de que ninguna vacuna autorizada actualmente haya examinado y excluido los epítopos inmunógenos homólogos para evitar la posible autoinmunidad debida al cebado del patógeno.

Algunos efectos adversos, especialmente los trastornos de la coagulación de la sangre, ya se han notificado en personas vacunadas sanas y en  jóvenes. Estos casos han llevado a la suspensión o cancelación del uso de las vacunas con vectores adenovirales ChAdOx1-nCov-19 y Janssen en algunos países. Ahora se ha propuesto que la vacunación con ChAdOx1-nCov-19 puede dar lugar a una trombocitopenia trombótica inmune (ITT) mediada por anticuerpos que activan las plaquetas contra el factor plaquetario 4, que imita clínicamente la trombocitopenia autoinmune inducida por la heparina [29]. Lamentablemente, el riesgo ha sido pasado por alto cuando se autorizaron estas vacunas, aunque la trombocitopenia inducida por adenovirus se conoce desde hace más de una década y ha sido un acontecimiento constante con los vectores adenovirales [30]. El riesgo de VITT sería probablemente mayor en individuos que ya tienen riesgo de sufrir coágulos sanguíneos.

A nivel de la población, también puede haber impactos relacionados con las vacunas. El SARS-CoV-2 es un virus de ARN que evoluciona rápidamente y que hasta ahora ha producido más de 40.000 variantes [32,33], algunas de las cuales afectan al ámbito antigénico de la glicoproteína Spike o espiga [34,35]. Dadas las altas tasas de mutación, la síntesis inducida por la vacuna de altos niveles de anticuerpos anti-SARS-CoV-2-Spike podría teóricamente conducir a respuestas subóptimas contra infecciones posteriores con otras variantes en individuos vacunados [36], un fenómeno conocido como "pecado original antigénico"[37] o priming antigénico[38]. No se sabe hasta qué punto las mutaciones que afectan a la antigenicidad del SARS-CoV-2 se fijarán durante la evolución del virus [39], pero es posible que las vacunas actúen como fuerzas selectivas que den lugar a variantes con mayor infectividad o transmisibilidad. Dada la gran similitud entre las variantes conocidas del SARS-CoV-2, este escenario es poco probable [32,34], pero si las futuras variantes difirieran aún más en epítopos clave, la estrategia de vacunación mundial podría haber contribuido a dar forma a un virus aún más peligroso. Este riesgo ha sido señalado recientemente a la OMS en forma de carta abierta [40].

 

Debate

Los riesgos aquí descritos constituyen un importante impedimento para seguir con la vacunación mundial contra el SRAS-CoV-2. Se necesitan pruebas de la seguridad de todas las vacunas contra el SRAS-CoV-2 antes de exponer a más personas al riesgo de estos experimentos, ya que el lanzamiento de una vacuna candidata sin tiempo para comprender plenamente el impacto sanitario resultante podría conducir a una exacerbación de la actual crisis mundial. [41]. La estratificación de los riesgos de los vacunados es esencial. Según el gobierno británico, las personas menores de 60 años tienen un riesgo extremadamente bajo de morir a causa del COVID-19. Sin embargo, según Eudravigillance, la mayoría de los efectos adversos graves tras la vacunación contra el SRAS-CoV-2 se producen en personas de entre 18 y 64 años. El calendario de vacunación previsto para los niños a partir de 6 años en los Estados Unidos y el Reino Unido es especialmente preocupante. El Dr. Anthony Fauci ha previsto recientemente que los adolescentes de todo el país serán vacunados en otoño y los niños más pequeños a principios de 2022.El Reino Unido está esperando los resultados de los ensayos para comenzar a vacunar a 11 millones de niños menores de 18 años con las vacunas experimentales, ya que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que tienen una tasa de supervivencia del 99,997% si se infectan con el SARS-CoV-2. El COVID-19 no sólo es irrelevante como amenaza para este grupo de edad, sino que además no existen pruebas fiables que respalden la eficacia o efectividad de la vacuna en esta población, o para descartar los efectos secundarios nocivos de estas vacunas experimentales. En este sentido, cuando los médicos aconsejan a los pacientes la administración electiva de vacunación  de COVID-19, existe una gran necesidad de comprender mejor los beneficios y los riesgos de la administración, especialmente en los grupos poco estudiados.

En conclusión, en el contexto de la autorización de emergencia de una utilización  de las vacunas contra el SARS-CoV-2, y las actuales lagunas en nuestra comprensión de su seguridad, deben plantearse las siguientes preguntas:

- ¿Se sabe si los anticuerpos de reacción cruzada procedentes de infecciones anteriores por coronavirus o los anticuerpos inducidos por la vacuna pueden influir en el riesgo de patogénesis involuntaria tras la vacunación con COVID-19?

-¿El riesgo específico de reacciones adversas, inmunopatología, autoinmunidad y reacciones adversas graves ha sido claramente comunicado a los receptores de las vacunas con el fin de cumplir la norma de ética médica de comprensión del paciente para el consentimiento informado? Si no es así, ¿cuáles son las razones y cómo podrían implementarse?

- ¿Cuál es la razón para administrar la vacuna a cada individuo cuando el riesgo de morir por COVID-19 no es igual en todos los grupos de edad y condiciones clínicas, y cuando los ensayos de fase 3 excluyeron a los ancianos, los niños y las afecciones específicas frecuentes?

- ¿Qué derechos legales tienen los pacientes si se ven perjudicados por una vacuna contra el SARS-CoV-2? ¿Quién cubrirá los gastos del tratamiento médico? Si las reclamaciones se resolvieran con fondos públicos, ¿se ha informado al público de que se ha concedido inmunidad a los fabricantes de las vacunas y que su responsabilidad de indemnizar a los perjudicados por la vacuna se ha transferido a los contribuyentes?

En el contexto de estas preocupaciones, proponemos detener la vacunación masiva y abrir un diálogo urgente, pluralista, crítico y con base científica sobre la vacunación contra el SARS-CoV-2 entre científicos, médicos, agencias internacionales de salud, autoridades reguladoras, gobiernos y desarrolladores de vacunas. Esta es la única manera de llenar el vacío actual entre las pruebas científicas y la política de salud pública en relación con las vacunas contra el SARS-CoV-2.

Estamos convencidos de que la humanidad merece una comprensión más profunda de los riesgos que la que se presenta actualmente como posición oficial. Un diálogo científico abierto es urgente y necesario para evitar la erosión de la confianza pública en la ciencia y la salud pública y para garantizar que la OMS y las autoridades sanitarias nacionales protejan los intereses de la humanidad durante la actual pandemia. Hay una necesidad urgente de devolver la política de salud pública a la medicina basada en la evidencia, a partir de una cuidadosa evaluación de la investigación científica pertinente. Es imperativo seguir la ciencia.

1https://www.gov.uk/government/publications/covid-19-reported-sars-cov-2-deaths-in-england/covid-19-confirmed-deaths-in-england-report

Enlace al artículo: https://en-volve.com/2021/05/08/57-top-scientists-and-doctors-release-sh...

Declaración de conflicto de intereses

Los autores declaran que la investigación se llevó a cabo en ausencia de cualquier relación comercial o financiera que pudiera interpretarse como un potencial conflicto de intereses.


 

Las apariciones de Nuestra Señora de Fátima



El 13 de mayo de 1917, hacia el mediodía, se apareció Nuestra Señora por vez primera a tres pastorcillos –Lucía, Jacinta y Francisco–, que habían llevado sus ovejas a pastar a una hondonada cubierta de carrascas y de olivos que los lugareños conocían con el nombre de Cova de Iría. La Virgen pidió a los niños que acudieran a aquel mismo lugar el día trece de cada mes, durante seis meses consecutivos. El mensaje que les irá desgranando la Señora es un mensaje de penitencia por los pecados que cada día se cometen, el rezo del Santo Rosario por esta misma intención y la consagración del mundo a su Inmaculado Corazón. En cada aparición, la dulce Señora insiste en el rezo diario del Rosario, y les enseña una oración para que la repitan muchas veces, ofreciendo sus obras y en especial pequeñas mortificaciones y sacrificios: ¡Oh Jesús!..., por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de las ofensas hechas al Inmaculado Corazón de María.

En agosto, la Virgen prometió un signo público, visible por todos, como prueba de la veracidad de estos mensajes. En cada aparición, la Virgen alentaba a los niños a que rezaran por la conversión de los pecadores, ofreciendo sacrificios y rezando el Santo Rosario. El 13 de octubre, tuvo lugar el llamado prodigio del sol. Decenas de miles de personas, presentes en Cova de Iría, fueron testigos de este hecho extraordinario; incluso fue visto por quienes estaban a muchos kilómetros del lugar de las apariciones. Nuestra Señora declaró entonces a los niños que era la Virgen del Rosario. También les dijo: «Es preciso que los hombres se enmienden, que pidan perdón de sus pecados... Que no ofendan más a Nuestro Señor, que ya es demasiado ofendido».

El Papa Juan Pablo II, recordando su peregrinación a Fátima, donde acudió «con el rosario en la mano, el nombre de María en los labios y el canto de la misericordia en el corazón», para dar gracias a Nuestra Señora por haber salido con vida del atentado sufrido el año anterior, señalaba que «las apariciones de Fátima, comprobadas por signos extraordinarios, en 1917, forman como un punto de referencia y de irradiación para nuestro siglo. María, Nuestra Madre celestial, vino para sacudir las conciencias, para iluminar el auténtico significado de la vida, para estimular a la conversión del pecado y al fervor espiritual, para inflamar las almas de amor a Dios y de caridad hacia el prójimo. María vino a socorrernos, porque muchos, por desgracia, no quieren acoger la invitación del Hijo de Dios para volver a la casa del Padre.

»Desde su santuario de Fátima, María renueva todavía hoy su materna y apremiante petición: la conversión a la Verdad y a la Gracia; la vida de los sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía, y la devoción a su Corazón Inmaculado, acompañado por el espíritu de penitencia».

Hoy podemos preguntarnos cómo va nuestra correspondencia a las frecuentes inspiraciones del Espíritu Santo para que purifiquemos el alma, especialmente en la Confesión sacramental, cómo reparamos por los pecados personales pasados y por los de todos los hombres, cómo rezamos el Santo Rosario –especialmente en este mes de mayo–, poniendo «intenciones ambiciosas», pidiendo que muchos amigos y compañeros se acerquen de nuevo a Cristo, recorriendo con humildad el camino de vuelta del hijo pródigo.


https://www.hablarcondios.org/meditaciondiaria.aspx