Sacerdote escandaliza a los padres por… enseñar la moral católica

El pecado de José Ramón Gómez Marín, el sacerdote en cuestión, es ni más ni menos que… enseñar el catecismo. Hablar de Dios y de los mandamientos en la catequesis parece, hoy en día, una provocación demasiado grande.
El escándalo está servido en la parroquia de San José de Águilas. Y no, no se trata de un cura corrupto, ni de un caso de abuso, ni de una desviación doctrinal.
El pecado de José Ramón Gómez Marín, el sacerdote en cuestión, es ni más ni menos que… enseñar el catecismo. Sí, ese mismo que lleva siglos explicando a los católicos los diez mandamientos, entre ellos, el clásico «No matarás».
La indignación ha explotado entre algunos padres cuando sus hijos de 8 y 9 años, en plena preparación para recibir la Primera Comunión, han escuchado que el aborto es una violación del quinto mandamiento. «¡Un disparate!» claman los progenitores, escandalizados ante la osadía del sacerdote de transmitir lo que la Iglesia siempre ha defendido. Es decir, que la vida humana es sagrada desde la concepción. Aseguran los padres que obliga a los pequeños a contestar unos cuestionarios en los que les habla del aborto como «el pecado más grave contra el quinto mandamiento de ‘no matarás’». (y luego callan ante las porquerías que enseñan en colegios y medios de comunicación disfrazadas como «educación sexual». El mundo al revés).
Catequesis sin catequesis
«No puede ser que a mi hijo le hablen de estas cosas», lamenta Amanda, una madre indignada a La Opinión de Murcia. «¡Ni siquiera saben lo que es la reproducción sexual!». Lo que sí saben, al parecer, es que no quieren recibir la Comunión si el sacerdote insiste en explicarles la fe católica en su totalidad.
Los padres han decidido que el siguiente paso es elevar una queja a la Diócesis de Cartagena. Quizás esperan que se les confirme que en la catequesis no se deben enseñar los mandamientos, sino, tal vez, organizar actividades más «light», como pintar dibujos de angelitos y corazones.
Si finalmente deciden dar ese paso, será muy interesante saber el posicionamiento que adopta el obispado que dirige José Manuel Lorca Planes.
El crimen de hablar claro
En la lista de agravios también figura que el sacerdote «hace lo que quiere» en la parroquia. Traducción: no deja que algunos laicos dirijan la liturgia a su antojo y se toma la libertad de leer él mismo los textos en misa. Imperdonable. Además, su «delito» se agrava porque, según algunas quejas, en su perfil de Facebook personal ha compartido publicaciones cercanas a Vox.
Una publicación del padre José Ramón Gómez

En declaraciones a La Opinión de Murcia el párroco ha confirmado que ha convocado una reunión con los padres para aclarar los malentendidos. Hablar de Dios y de los mandamientos en la catequesis parece, hoy en día, una provocación demasiado grande. El sacerdote defiende que en la iglesia nunca ha entrado en cuestiones políticas y sobre sus publicaciones personales remarca que se trata de su «vida personal», en la cual «tengo todo el derecho» a difundir lo que considere.

Quizás la «solución» sea redefinir el concepto de «catequesis» y, en lugar de hablar de moral cristiana, centrarse en manualidades y canciones inofensivas. Eso sí, siempre que no contengan referencias religiosas que puedan incomodar a alguien. No vaya a ser que al final, alguien recuerde que la Iglesia está para predicar su fe, y no para adaptarla a la moda del momento.
Ejército Remanente...