La semana pasada, una bomba estalló en los medios de comunicación católicos.
El enorme significado del biógrafo de Benedicto XVI denunciando el papado de Francisco:
Peter Seewald, el biógrafo oficial del difunto Papa Benedicto XVI, acusó a Francisco de ser un “autoritario” que intenta “salirse” de la Tradición Católica, y advirtió que los recientes nombramientos de Francisco, especialmente el del arzobispo Víctor Manuel Fernández como jefe doctrinal del Vaticano, podrían conducir a una “inundación” que “destruya” el resto de la Iglesia en Europa.
También dice que cuando Francisco emitió Traditionis custodes, limitando los permisos que Benedicto hizo para la Misa en latín en Summorum Pontificum, fue como una “puñalada en el corazón” para Benedicto de la que nunca se recuperó.
Seewald sostiene que el pontificado de Francisco se está radicalizando cada vez más a medida que pasa el tiempo, y que Francisco está tratando de “destruir el legado de su predecesor.”
“De hecho, dijo que su agenda se está desvelando”. “También dijo: ‘Bueno, esto parece ser que Francisco estaba planeando esto desde el principio, para socavar la Tradición y la enseñanza de la Iglesia'”.
Wailzer también opinó que el nombramiento de Fernández como jefe del DDF posiblemente cuenta como un “momento decisivo” a los ojos de Seewald, y que está “hablando de una manera que creo que no ha hablado antes, en ese lenguaje crudo y fuerte.”
Seewald no es un “conservador que respira fuego”, y mucho menos un tradicionalista, sino un periodista laico. “No se puede … sobrestimar lo significativo … que es esto”, me dijo Hale, señalando que Seewald de ninguna manera ataca a Francisco en su biografía de Benedicto.
Wailzer señaló además que Seewald señaló lo que parece ser una indirecta tanto a Benedicto, quien antes de su elección en 2005 se desempeñó como jefe de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) bajo San Juan Pablo II, como al cardenal Gerhard Müller en su carta a Fernández nombrándolo como jefe de la CDF, diciendo que el dicasterio había utilizado hasta ahora “métodos inmorales” en un momento en que perseguía errores doctrinales en lugar de “conocimiento teológico.”
Señalando que Müller, Benedicto y el antiguo secretario de Benedicto, el arzobispo Georg Gänswein, aparecen en la entrevista, Wailzer afirmó que “lo que Seewald está diciendo básicamente es que Francisco les está atacando”.
Hale, por su parte, señaló que Benedicto, mientras estuvo al frente de la CDF, molestó a buena parte de los conservadores por una aparente falta de acción, y añadió que la acusación de utilizar “métodos inmorales” no podía aplicársele a él. “Eso es una calumnia”, dijo Hale sobre la acusación. “Es la única forma en que se puede describir”.
Wailzer comentó además la yuxtaposición de Seewald de la persona pública de Francisco como un “Papa de la Misericordia” mientras que en realidad actúa como un “autoritario” y, al mismo tiempo, no predica la verdad con caridad a aquellos a los que debería decirles que enmienden sus vidas. Calificó los comentarios de Seewald de “palabras muy fuertes de condena”.
“No es realmente misericordioso … ignorar los pecados de las personas y no apuntarles a la redención y llamarlos a la redención, que es … el llamado de cada católico, pero especialmente … los obispos y sacerdotes, y el Papa, en primer lugar”, declaró Wailzer.
“Francisco es muy autoritario sobre cómo trata las cosas dentro de la Iglesia, pero fuera se presenta como este Papa misericordioso, mientras socava la fe y no señala a las personas sus pecados y la redención, especialmente … los pecados sexuales.”
Wailzer también habló de la situación de la Iglesia en Alemania en el episodio.
Según él, buena parte de los católicos de Alemania saben que la Vía Sinodal impulsada por la Conferencia Episcopal Alemana, encabezada por el obispo de Limburgo, Georg Bätzing, constituye una ruptura con la Iglesia de Roma. También explicó que prácticamente ya no hay obispos conservadores en el país.
“Hay alrededor de … como la mayoría de los lectores de LifeSite saben, probablemente entre el 70 y el 80 por ciento de estos obispos votaron a favor de documentos heréticos durante el Camino Sinodal”, explicó. “Por lo tanto, se puede decir … que al menos entre el 70 y el 80 por ciento son cómplices de la herejía o la promueven activamente”.
Wailzer también explicó que, según su experiencia, los alemanes locales saben qué parroquias evitar para evitar la heterodoxia. “Es más fácil señalar las iglesias a las que realmente se puede ir … que eliminar aquellas a las que no se puede ir o a las que no se debe ir”, explicó. “Son sólo unos pocos focos de ortodoxia, por desgracia, según mi experiencia”.
