domingo, 28 de mayo de 2023

Ventajas de tener a Dios de nuestra parte...

 


Increíble Victoria de Covadonga: Ventajas de tener a Dios de nuestra parte

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Esta batalla fue vital para el futuro de occidente y de toda la cristiandad, pues los moros ya conquistada España se dirigían hacia Europa que hubieran conquistado. Tampoco hubiera tenido lugar la evangelización de América. La lección es que debemos tener una perspectiva sobrenatural en concebir nuestra vocación y nuestra lucha.

Hoy hace 1300 años que se produjo la victoria en la batalla de Covadonga. Ahí empezó la historia de España.

Los árabes consideraban a España un país conquistado y se preparaban para entrar en la Galia de los godos cuando oyeron de la rebelión de los asturianos. 

En el año 722, los moros enviaron un ejército bien entrenado bajo las órdenes del general Alkamar con la orden de destruir a Don Pelayo y a sus hombres.

Don Pelayo preparó la resistencia para enfrentarse con el grande ejército musulmán en la montaña de Alzeba, donde los acantilados ofrecían una ventaja frente a los que eran muchos más numerosos que los católicos. Colocó a sus hombres estratégicamente a lo largo de los acantilados, y mientras esperaban que el enemigo avanzara, él se dirigió a la cercana cueva de Covadonga, donde había colocado una estatua de Nuestra Señora y le pidió su especial protección en la batalla que se aproximaba.

LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA DE COVADONGA CONTRA LOS MOROS


Los moros iniciaron el ataque, lanzando flechas a los soldados cristianos por detrás de los acantilados de piedra. Pero ya, en este primer ataque, algo extraordinario sucedió: las flechas se devolvían contra los arqueros moros matándolos. Un grupo de católicos avanzó para la lucha, mientras otros disparaban flechas y lanzaban piedras y troncos sobre las tropas enemigas desde la montaña Alzeba.


Después de un breve tiempo, Suleiman, el segundo al mando, cayó muerto, haciendo que estallara el desorden entre el ejército y Alkamar tuvo que dar la orden de retirada.
En ese momento, se desató una terrible tormenta. Los truenos rugían, los relámpagos iluminaban las oscuras pendientes y la fuerte lluvia causó deslizamientos de lodo arrastrando rocas y árboles que caían sobre las tropas árabes que se retiraban.

Luchando en el barro, muchos soldados moros se resbalaron cayendo en el río Deva donde se ahogaron. La Virgen Santísima hizo que la misma montaña cayera sobre los soldados de Mahoma.

La batalla de Covadonga fue ganada, y Pelayo fue proclamado rey de Asturias. En reconocimiento de la milagrosa intercesión de Nuestra Señora, el rey Alfonso I el católico (739-757) ordenó que se construyese en el lugar un monasterio y una capilla en honor de Nuestra Señora de Covadonga.
Posteriormente fue reemplazada por una gran basílica que fue consagrada en 1901.

La Basílica construida en honor de Nuestra Señora de Covadonga 


Incluso los historiadores árabes relatan esta batalla con asombro, sin ocultar el enorme número de musulmanes que murieron en ella.

-Comentario del Prof. Plinio:
¿Cuál es la lección que podemos tomar de estos hechos?
Ustedes conocen la desproporción entre el tamaño de los ejércitos y los medios en nuestras batallas contra la Revolución. 


Los católicos liderados por Pelayo enfrentan las fuerzas superiores de los musulmanes

Santuario en la Cueva de Covadonga 


Ella exigió todo de sus soldados para ganar una batalla imposible. A medida que luchaban con toda su energía, ella intervino y multiplicó sus acciones de una manera milagrosa y ganaron la batalla. La victoria era suya.


La lección es que debemos tener una perspectiva sobrenatural en concebir nuestra vocación y nuestra lucha.

Debemos hacer todo lo necesario para ganar, incluso cuando es imposible. La divina Providencia no nos pide que seamos ciegos de la realidad. Debemos analizar la situación, e incluso cuando veamos que es imposible ganar esta o aquella batalla, tenemos que luchar de todos modos. Debemos desear lo que la divina Providencia desea. Debemos creer en lo que es humanamente increíble. Debemos estar convencidos de que Nuestra Señora es por excelencia la Madre de lo imposible. Ella nos pide que hagamos lo que es imposible – ella tiene el derecho de pedirnos eso – y ella nos asistirá para alcanzar la victoria, después de que hayamos hecho todo lo que podamos.


Los moros se tomaron toda España sin una reacción seria hasta Covadonga porque ellos se encontraron con católicos españoles tibios y mediocres, que sólo tenían argumentos de buen sentido. Ellos se habían resignado en no hacer nada excepto lo que era razonable. Por tanto, ellos fueron derrotados y España fue conquistada.


En el momento en que unos católicos creyeron en lo imposible bajo la protección de Nuestra Señora, el juego cambió, y la Reconquista comenzó. Los moros fueron derrotados en Covadonga, pero también ellos fueron derrotados potencialmente en toda España debido a la mentalidad que se puso en movimiento en Covadonga.

Muchos siglos habrían de pasar antes que los moros fueran expulsados completamente en el siglo XVI. Pero la mentalidad que inspiró la Reconquista fue la misma que ganó en Covadonga: creer en lo imposible bajo la protección de la Virgen.


Debemos pedir a Nuestra Señora la gracia de nunca dudar en una victoria que estamos seguros que ella quiere, incluso si pareciera imposible. Debemos hacer todo lo que podemos para alcanzar ese objetivo y confiar en que ella nos dará la victoria final.

Fuente: Tradition In Action