miércoles, 2 de febrero de 2011

Los Santos Angeles ...creer pero sin fanatismo..


Que lastima que las Abuelitas se están esfumando,quiero decir las que nos enseñaban las primeras Oraciones, especialmente la que rezábamos arrodillados , con las manos juntas y media lengua, a bordo de la cama . Junto con el Avemaría tal vez era la primera Oración que aprendíamos , como añoramos esas Abuelas alcahuetas que nos dejaban hacer y comer lo que Mama y Papa nos prohibían y luego nos salvaban de la Fuetera merecida.
En La catedral metropolitana de Villavicencio en las misas dominicales vi con gran alegría que el Párroco al final de la Eucaristía decía : por favor traigan los niños para bendecirlos con agua bendita y luego la rociada decía: repitan los niños Ángel de mi guarda mi dulce compañía.......... pues ningún niño se la sabía y resultamos todos los adultos recitandola y con este pretexto hoy en día ya los niños se la saben y los adultos retrocediendo varias decenas de almanaques la rezamos con fervor
Enseñemos a nuestros infantes esta bella Oración los Santos Ángeles si existen y nos llevan de la mano ,sufren con nuestras embarradas y se alegran con nuestros aciertos ....siempre nos acompañan ,por eso aveces como que dudamos de coger por un camino o tomar una sedición y cuando luego vemos que nos salvamos ;entonces decimos huy estuve de buenas , no.... son Ellos protegiéndonos.
Este articulo de http://www.corazones.org/ es muy claro.
JAG
Desde la infancia a la muerte, la vida de humana esta rodeada de su custodia. "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida". Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios. CIC 336
La vida humana comienza en el momento de la concepción. Es en ese momento que Dios crea nuestra alma y se deduce que es entonces cuando se nos asigna el ángel custodio. Los ángeles custodios están encargados de velar por cada uno de nosotros, protegiéndonos de los peligros y alentando nuestra vida en Cristo. Deberíamos ser agradecidos con nuestro ángel e invocar su protección y guía.
Fundamentos Bíblicos:
Exodo 23, 20-23a: Así habla el Señor: «Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él. Si tú escuchas realmente su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios. Entonces mi ángel irá delante de ti.»
Mateo 18,10: Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.
San Basilio: "Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a la vida" (cf. San Basilio, Adv, Eunomium, III, 1; véase también Santo Tomás, S. Th., I, q. 11, a. 3).
La Iglesia recomienda el recurso a su protección.
La Iglesia celebra la fiesta de los ángeles custodios desde el Siglo XVII. Fue instituida por el Papa Clemente X.
Muchos santos han dado testimonio de una bella relación con sus ángeles custodios:
Sta. Francisca Romana veía a su ángel custodio
Oración
Angel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,

ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.
En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.
Angel de Dios, que yo escuche
tu mensaje y que lo siga,
que vaya siempre contigo
hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.
En presencia de los ángeles,
suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo. Amén.
Himno de la Liturgia de las Horas
El Catecismo de la Iglesia Católica
Los ángeles #328-336:
La existencia de los ángeles, una verdad de fe.
328 La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.
Quiénes son los ángeles
329 San Agustín dice respecto a ellos: "Angelus officii nomen est, non naturae. Quaeris nomen huius naturae, spiritus est; quaeris officium, angelus est: ex eo quod est, spiritus est, ex eo quod agit, angelus" ("El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel"). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18, 10), son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra" (Sal 103, 20).
330 En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello. Cristo "con todos sus ángeles"
331 Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles... (Mt 25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para El: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él" (Col 1, 16).
Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: "¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?" (Hb 1, 14).
332 Desde la creación y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa salvación y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el paraíso terrenal protegen a Lot, salvan a Agar y a su hijo, detienen la mano de Abraham, la ley es comunicada por su ministerio (cf Hch 7, 53), conducen el pueblo de Dios, anuncian nacimientos y vocaciones, asisten a los profetas, por no citar más que algunos ejemplos. Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el de Jesús.
333 De la Encarnación a la Ascensión, la vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los ángeles. Cuando Dios introduce "a su Primogénito en el mundo, dice: `adórenle todos los ángeles de Dios'" (Hb 1, 6). Su cántico de alabanza en el nacimiento de Cristo no ha cesado de resonar en la alabanza de la Iglesia: "Gloria a Dios... (Lc 2, 14). Protegen la infancia de Jesús, sirven a Jesús en el desierto, lo reconfortan en la agonía, cuando El habría podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigos como en otro tiempo Israel. Son también los ángeles quienes "evangelizan" (Lc 2, 10) anunciando la Buena Nueva de la Encarnación, y de la Resurrección de Cristo. Con ocasión de la segunda venida de Cristo, anunciada por los ángeles, éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor.
Los ángeles en la vida de la Iglesia
334 De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles.

335 En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo; invoca su asistencia (así en el "Supplices te rogamus..." ["Te pedimos humildemente..."] del Canon romano o el "In Paradisum deducant te angeli..." ["Al Paraíso te lleven los ángeles..."] de la liturgia de difuntos, o también en el "Himno querúbico" de la liturgia bizantina) y celebra más particularmente la memoria de ciertos ángeles (san Miguel, san Gabriel, san Rafael, los ángeles custodios).
336 Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida". Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
Los Nueve Coros de ángeles. Jerarquía
Desde el Seudo Dionisio (siglo VI), Padre de la Iglesia, suelen enumerarse tres jerarquías con tres coros cada una, sumando un total de nueve Coros u Ordenes Angélicos.
Primera Jerarquía (Estos ángeles de la mas alta jerarquía se dedican exclusivamente a glorificar, amar y alabar a Dios en su presencia).
Serafines, Querubines y Tronos.
Segunda Jerarquía
Dominaciones, Virtudes y Potestades (gobiernan el espacio y las estrellas. Son los responsables del universo entero).
Tercera Jerarquía
Principados, Arcángeles y Ángeles. Son los que intervienen en todas nuestras necesidades; esto lo vemos también en la Biblia, cuando se nos presenta la intervención de los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael, vemos que directamente intervienen en la vida de los hombres, cada uno con su propia misión dada por el mismo Dios. También se les ha dado la misión de proteger naciones, ciudades e Iglesias. La visión del profeta Daniel es la que confirma esta misión. (Dn 7 y 8) El cuidado de la Iglesias se confirma con el pasaje de Ap. 1:20 cuando se refiere a los Ángeles de las siete Iglesias.
Algunos autores y Místicos, dividen a los ángeles entre asistentes al Trono Divino, y Mensajeros de Dios para cumplir diversas misiones por encargo suyo. Así por ejemplo, el Libro de Tobías tiene como personaje central al Arcángel Rafael, el cual desempeña un oficio protector admirable y nos muestra el Amor de Dios manifestado en el ministerio de los Ángeles: "Yo soy Rafael, uno de los siete Santos Ángeles que presentamos las oraciones de los justos y tiene entrada ante la majestad del Santo" (To. 12,15).

Arcangeles



Los arcángeles constituyen uno de los nueve coros de coros de ángeles.
Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones mas importantes en relación a los hombres. Son guardianes de personas a quién Dios ha confiado grandes misiones, como del Santo Padre, cardenales, obispos.
Según las Sagradas Escrituras hay siete arcángeles:
"Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tb 12:15)
"Reciban gracia y paz de Aquel que Es, que era y que viene de parte de los Siete Espíritus que están delante de Su Trono" (Ap 1:4),
Las Sagradas Escritura mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12:7-9), Gabriel (Lc 1:11-20; 26-38) Rafael (Tobit 12:6, 15). Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel) no aparecen en la la Biblia. Se encuentran en libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. La Iglesia reconoce los nombres que se encuentran en las Sagradas Escrituras. Los demás nombres pueden tenerse como referencia pero, no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura.
Debemos tener cuidado con otros nombres dados a los ángeles, algunos de los cuales son de origen ocultista o de la Nueva Era.

Se recomienda rezar a los Siete Santos Arcángeles.
A los arcángeles se les llama los siete magníficos:
Miguel: (Ap 12:7-9) "quien como Dios". Venció y expulsó a Satanás del cielo.
Gabriel: (Lc 1:11-20; 26-38) "el que gobierna o mensajero de Dios".
Rafael: (Tobit 12:6, 15) "el que cura o sana". El arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento.
Los siguientes no aparecen en la Biblia sino en otras escrituras antiguas de los judíos.
San Uriel Su nombre significa: "Fuego de Dios"
Se le representa con una espada en el jardín del Edén. Se lo considera al Arcángel puesto por el Padre Eterno a las puertas del Paraíso con su Espada de Fuego, Aquel que expulso a Adán y Eva.
Combate el espíritu de la ira, del odio y de la impaciencia, poniendo en el corazón las virtudes de la dulzura, benignidad, paciencia y mansedumbre. Con la dulzura y la paciencia vencemos y atamos al espíritu malvado. "Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso a vuestras almas" (Mateo 11,29).
San Uriel nos rodea con su corona ardiente de amor, de paciencia y de bondad. El cuida todos los lugares de las apariciones Marianas, enriqueciéndolos de gracias. Jesús afirmó en unas de sus revelaciones: "Cuando los ejércitos rojos avancen, ellos atravesarán tan solo al precio de la muerte y con la pérdida de sus vidas, el cinturón de fuego colocado delante de los lugares de las apariciones de mi Madre".
Ya en el cuarto siglo, San Uriel es recordado en el martirologio. El tiene en su mano izquierda la antorcha ardiente o una espada flameante, la llama ardiente del amor de Dios. San Uriel fue el encargado de expulsar a Adán y Eva del Paraíso, y custodiar su entrada con aquella espada de fuego, de la que nos habla el Génesis. También se lo representa con sus manos abriéndose las vestiduras del pecho, para dejar salir el Fuego Sagrado de Amor (como hacía San Francisco Xavier) El Señor, en efecto ha dicho: "Yo he venido a prender fuego a la tierra; y como desearia que ya estuviese ardiendo" (Lucas 12, 49). Que en nuestros corazones, arda, el fuego de la Gracia y del Amor de Dios. Cuan grande sea el deseo de Jesús, de esto, lo vemos en su Sacramento de la Eucaristía. Allá está su Amor que vence toda cosa viviente, escondido en su Carne y en su Sangre, para estar siempre con nosotros. Sobre el Altar y en el Tabernáculo, está la Fuente del Amor, allá está la Omnipotencia por excelencia! Allá nosotros deberíamos encontrar la Gracia, para que el Fuego del Amor se haga en nosotros luz viva y resplandezca en las tinieblas. Si nosotros nos postramos humildemente adorando con gratitud y respeto a Dios en este Santo Sacramento; entonces también en nosotros arderá el fuego del Amor de Dios y llegará a ser Luz.
Pedimos a San Uriel, nos libre de caer en la pasión del odio, la ira y la impaciencia, y también nos proteja de personas malvadas, iracundas, nerviosas; y derrame en nuestro corazón y en el alma de los que nos rodean, el Amor, dulce, suave y sereno. (En la iconografía se representa a San Uriel mostrando su pecho y su corazón ardiente de Caridad).
Oración: "San Uriel rodéanos con el Cinturón de Fuego, ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial. Y enséñanos a vivir y hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra. Amén".
San Barachiel ó Baraquiel Su nombre significa: "Bendición de Dios"
Pedimoa a San Barachiel, nos proteja de caer en la pereza, la indiferencia a las Cosas Santas, en la mortal tibieza; y liberen a las almas por las que rezamos, o nos rodean, del pecado capital de pereza y la mortal caída en la tibieza e indiferencia.
El celo en el bien es necesario a la santidad, a la dicha, porque "El Reino de los Cielos sufre violencia y tan solo los violentos lo pueden arrebatar" (Mateo 11,12). Y en otro lugar Jesús dice: "No los que dicen Señor, Señor entrarán en el Reino de los Cielos, sino aquellos que hacen la Voluntad de mi Padre que está en los Cielos" (Mateo 7,21). Los tibios son a los ojos de Dios también peores que las almas frías. El Señor dice: "Puesto que no eres ni caliente ni frío, sino tibio, yo comienzo a vomitarte de mi boca" (Apocalipsis 3,16).
La liberación de los pecados mencionados abre el camino para la vida espiritual, trayéndonos el Don de la Conversión y la fortaleza y entrega total en sostener la vocación a la que nos llamó el Padre Dios, por primero a Ser Hijos por adopción en la Sangre de Jesucristo, y luego en la vocación particular de cada uno: vocación religiosa, vocación al matrimonio, vocación a la soltería, vocación en una carrera en bien de la humanidad, etc. San Barachiel se lo representa portando un canastito lleno de flores y frutos preciosos (los frutos de la Vocación cumplida).
El Ritual de las Bendiciones, (el Libro de las Bendiciones), Barachiel lo tiene en su mano derecha como señal de la Bendición del Señor, de los Santos Sacramentos y la administración del Preciosísimo Tesoro confiado a los sacerdotes. La Eucaristía, es la gran tarea y debe ser toda la entrega. Tiene que ser la primera preocupación en la oración y para esto nos viene en ayuda el Santo Arcángel Barachiel con sus santos ángeles auxiliares, para que las vocaciones que han sido concedidas a muchas almas se logren. Como ya decía San Pablo: "Yo os exhorto a caminar de una manera digna de vuestra vocación, que os ha sido concedida, con toda humildad, dulzura y paciencia. Soportaos mutuamente en la caridad. Sed generosamente comprometidos para conservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4,1 y ss.).
Oración: "Santo Arcángel Barachiel, convéncenos con tus ángeles. Ayúdanos a crecer en las buenas obras y en el amor a Dios y a María. Amén".
San Jehudiel Su Nombre significa: "Alabanza de Dios":
Combate el espíritu de la envidia y de celos. El espíritu de la envidia se dirigió contra María Santísima, porque de ella debía salir la Encarnación de la Divina Persona. Su envidia lo empujó en contra del Decreto de Dios. El pecado de envidia es celoso del bien del prójimo. Una vez en el Antiguo Testamento, sus hermanos querían quitar de en medio a José por envidia, porque era el hijo predilecto de Jacob. La envidia cegó a los fariseos frente a la Santidad y al poder milagroso de Dios. Su envidia se transformó en odio en contra del Señor y lo condenó a muerte. Nosotros logramos vencer la envidia con el amor a Dios, a sus mandamientos y al prójimo, con la benevolencia, aceptando y reconociendo al prójimo.
El Santo Arcángel Jehudiel es nuestro guía y nuestra ayuda. Su aceptación incondicional del Decreto Divino y su celo en la ejecución de sus mandatos selló su eterna alianza con Dios. Por lo tanto él glorifica y exalta por toda la Eternidad a Dios, e incorpora en el amor, la viva alabanza a Dios. El pueblo escogido del Antiguo Testamento ha roto la Antigua Alianza y la ha rechazado. En el Nuevo Testamento estamos todos nosotros llamados a recibir la corona, que Jehudiel tiene en su mano, la señal de la recompensa divina para aquellos que son fieles a Dios y lo alaban.
San Pablo a Timoteo: "ahora me corresponde la Corona de Justicia. que el Señor, Justo Juez, me dará en ese día. Pero no solamente a mí., sino a todos aquellos que han esperado con amor su venida" (2 Timoteo 4,8).
Pedimos a San Jehudiel, nos impida caer en envidias y celos, que exterminan toda serena paz del alma, y nos proteja de individuos obsesivos por los celos y con la pertinaz maldad de la envidia; y derrame en nuestras almas y en las de las personas que nos rodean, la fidelidad a la Ley de Dios y de la Iglesia, y la Obediencia a las Divinas Disposiciones.
Oración: "Santo Arcángel Jehudiel, fuerte ángel y gran opositor de los espíritus malignos, ven en nuestra ayuda con todo tu ejército angelical. Asístenos en la lucha contra los tremendos ataques del Infierno, que amenazan destruir a la Iglesia. Quita de nuestros corazones toda envidia y haz que el Decreto Divino llegue a ser para nosotros alabanza eterna y viviente en Dios. Amén".
San Saeltiel Su Nombre significa: "Plegaria a Dios":
Se lo representa con las manos juntas en oración profunda o con el incienso de adoración, representando así su unión gozosa con Dios;

Combate el espíritu de la intemperancia, la gula y del exceso en la bebida. La intemperancia lleva a toda clase de pecados y de delitos. El Salvador nos advierte: "Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazones por los vicios, borracheras y preocupaciones de la vida. No sea que ese día caiga de repente sobre ustedes" (Lucas 21,34).
Contra este vicio ponemos la virtud de la templanza y de la renuncia. Ellas llevan a una inteligencia más clara, a una voluntad fuerte, a nuevas virtudes, al perdón de los pecados, a la escucha de las oraciones, a gracias extraordinarias y a la vida eterna. Por su intercesión, pueblos enteros, en ambiente de misión, fueron liberados del pecado de la intemperancia en la bebida. Esto lo ha conseguido un sacerdote en las misiones, donde él había dado a conocer a este Arcángel y había invocado su ayuda. Personalmente, quien esto escribe, obtuvo de este gran arcángel, el favor, para un sacerdote perdido por toda clase de vicios, comenzando por la bebida, y terminando con toda clase de escandalosos excesos (para lo cual invocó y rezó a diario a cada arcángel en demanda de las virtudes contrarias a tales deplorables vicios)
Sealtiel como distribuidor de gracias lleva en sus manos una cesta de flores (también frutos), o bien, va derramando flores y frutos; señal de la gloria, de la vida con Dios, de la práctica de las Santas Virtudes. A la Venerable Sor Josefa Menéndez (Hermana Coadjutora de la Congregación del Sagrado Corazón, fundada por Santa Magdalena Sofía Barat, y confidente de las revelaciones del llamamiento de amor del Corazón del Salvador).
La alegría de la vida en la vida de los niños de Dios se refleja en Sealtiel. El saberse escondidos completamente en la bondad paternal de Dios, en el ardiente amor de María y el valor de luchar por Dios y por María. El amor de entrega a Dios también se refleja en Sealtiel. Lo invocamos con sus ángeles ángeles para los esposos, para que ellos puedan siempre decir sí a toda nueva vida, confiada por Dios y por El obsequiada.
Pedimos a San Saeltiel nos refrene a nosotros y ponga los límites a las personas de nuestra casa o conocidos o aquellos que deseamos convertir y socorrer con la caridad cristiana: de los vicios, de la embriaguez y el pecado capital de la gula, trocándolo en verdadero Gozo espiritual de vivir en Dios (en clima de Oración, el Estado de Gracia, en Unión con Dios).
Oración: "Santo Arcángel Sealtiel, ayúdanos con tus ángeles, enseñanos a rezar, como el Señor ha rezado y nos ha enseñado a rezar! Amén".
En la grandeza de las tareas confiadas a los siete arcángeles, nosotros podemos reconocer el poder que Dios les ha dado y la importancia de invocar su ayuda. Aquel que los honra, honra también a su Reina, a María Santísima, y obtienen una eficaz ayuda en la lucha contra los siete pecados capitales. Recemos a menudo siete Pater, Ave y Gloria en honor de los Santos Arcángeles. con la invocación:
"Vosotros Santos Ángeles,
venid con Vuestros Ejércitos,
mostrad a nosotros y a todos los hombres
vuestra ayuda y vuestra fuerza,
para que nuestro corazón se encienda
en el Amor de Dios
y de María, vuestra Reina, Amén".

Fray Pío Guillermo Claudio de Jesús Crucificado, Franciscano Recoleto de la Cruz.

Lectio Divina Jueves 03 Feb

3 de Febrero del 2011
Ciclo "A"
Lecturas: Año Impar
Semana del Tiempo Ordinario
Memoria: San Blas y San Óscar
Color: Verde
Liturgia de las Horas:
T. III: IV Semana del Salterio
Lectio Divina
Hebreos 12, 18-19. 21-24
Salmo 47
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Primera Lectura (Lectio Divina)
Hebreos 12, 18-19. 21-24
Hermanos: Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí: ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no querían volver a oír nunca.

En efecto, tan terrible era aquel espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: ¡Estoy aterrorizado y tiemblo! Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza, cuya sangre derramada es más elocuente que la de Abel.
Meditatio
Por desgracia, muchos de nuestros hermanos tienen la idea de un Dios al cual hay que temerle. Es frecuente escuchar expresiones como: "No hagas eso pues Dios te va a castigar", o: "Ya ves, eso te pasó porque Dios te castigó". Esto hace ver las enfermedades, y las situaciones dolorosas como un castigo de Dios, lo cual es totalmente falso.

Se nos ha olvidado que el Dios revelado por Cristo es un Padre lleno de amor, que tanto nos ha amado que envió a su propio Hijo a morir por nosotros a fin de lograr que nuestra vida pueda llegar a la plenitud.

Nuestro Dios es un Dios que está pronto para perdonar y que es lento para castigar. El autor de la Carta nos lo recuerda, al decirnos que nos hemos acercado a Cristo, el consumador de nuestra paz y que ha restablecido la armonía entre Dios y nosotros, que nuestro Dios ya no es llamado "El Sabaot" o "El Shadai", sino que es y debe ser llamado: Papá. Acércate con confianza a Dios, y deja que Él te muestre la riqueza de su amor.
+ Oratio
Padre lleno de amor, que nos manifiestas tu compasión en la donación de tu amado Hijo Jesucristo para que él sea quien nos guíe hasta ti para ser merecedores del cielo y poder gozar eternamente de tu bondad, danos tu Espíritu Santo para que él nos dé la luz que nos muestre como podemos agradarte en cada una de nuestra acciones de cada día. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
+ Operatio
Hoy comunicaré a quienes convive conmigo la gran misericordia con que Dios me ha tratado a lo largo de mi vida.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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Orden Crmelitana
Lectio: Marcos 6,7-13
Lectio: Jueves, 3 Febrero, 2011
1) Oración
Señor: concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda, también, a todos los hombres. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Marcos 6,7-13
Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.» Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy continúa el de ayer. El paso por Nazaret fue doloroso para Jesús. Fue rechazado por su misma gente (Mc 6,1-5). Lo que antes era su comunidad, ahora ha dejado de serlo. Algo cambió. A partir de este momento, como informa el Evangelio de hoy, Jesús empieza a andar por los poblados de Galilea para anunciar la Buena Nueva (Mc 6,6) y a enviar a los doce en misión. En los años 70, época en la que Marcos escribe su evangelio, las comunidades cristianas vivían una situación difícil, sin horizonte. Humanamente hablando, no había futuro para ellas. En el 64, Nerón empezó a perseguir a los cristianos. En el 65, estalló la rebelión de los judíos de Palestina contra Roma. En el 70, Jerusalén fue totalmente destruida por los romanos. Por eso, la descripción del envío de los discípulos, después del conflicto en Nazaret, era fuente de luz y de ánimo para los cristianos.
• Marcos 6,7. El objetivo de la Misión. El conflicto creció y tocó de cerca a la persona de Jesús. ¿Cómo reacciona? De dos maneras. a) Ante la cerrazón de la gente de su comunidad, Jesús deja Nazaret y empieza a recorrer los poblados de los alrededores (Mc 6,6). b) Expande la misión e intensifica el anuncio de la Buena Nueva llamando a otras personas para implicarlas en la misión. “Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos”. El objetivo de la misión es sencillo y profundo. Los discípulos participan de la misión de Jesús. No pueden ir solos, sino que deben ir de dos en dos, pues dos personas representan mejor la comunidad que una sola, y se pueden ayudar mutuamente. Reciben poder sobre los espíritus impuros, esto es, deben aliviar el sufrimiento de la gente y, a través de la purificación, deben abrir las puertas de acceso directo a Dios.
• Marcos 6,8-11. Actitudes que hay que tomar en la misión. Las recomendaciones son sencillas: “Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino:”Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.". Y ellos se fueron. Es el comienzo de una nueva etapa. Ahora ya no es sólo Jesús, sino todo el grupo va a anunciar la Buena Nueva de Dios al pueblo. Si la predicación de Jesús ya causaba conflicto, cuanto más ahora, con la predicación de todo el grupo. Si el misterio ya era grande, ahora va a ser mayor aún con la misión intensificada.
• Marcos 6,12-13. El resultado de la misión. “Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”. Anunciar la Buena Nueva, provocar la conversión o mudanza en las personas y aliviar el dolor de la gente, curando las dolencias y expulsando los males.
• El envío de los discípulos en Misión. En el tiempo de Jesús había otros movimientos de renovación. Por ejemplo, los esenios y los fariseos. Ellos también buscaban una nueva manera de vivir en comunidad y tenían a sus misioneros (Cf. Mt 23,15). Pero cuando iban en misión, iban prevenidos. Llevaban bolsa y dinero para cuidar de su propia comida. Desconfiaban de la comida de la gente porque no era siempre ritualmente “pura”. Al contrario de los otros misioneros, los discípulos y las discípulas de Jesús reciben recomendaciones diferentes que ayudan a entender los puntos fundamentales de la misión de anunciar la Buena Nueva, que reciben de Jesús y que es también nuestra misión:
a) Debían ir sin nada. No podían llevar nada, ni bolsa, ni cintura, ni bastón, ni pan, ni sandalias, ni tener dos túnicas. Esto significa que Jesús nos obliga a confiar en la hospitalidad. Pues aquel que va sin nada, va porque confía en la gente y cree que la gente va a recibirlo. Con esta actitud criticaban las leyes de exclusión, enseñadas por la religión oficial, y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían otros criterios de comunidad.
b) Debían comer lo que la gente les daba. No podían vivir separados con su propia comida, sino que debían sentarse con los demás, en la mesa (LC 10,8). Esto significa que, en el contacto con la gente, no debían tener miedo a perder la pureza tal como era enseñada en la época. Con esta actitud criticaban las leyes de la pureza en vigor y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían otro acceso a la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
c) Debían quedarse hospedados en la primera casa en que fueran acogidos. Debían convivir de manera estable y no andar de casa en casa. Debían trabajar como todo el mundo y vivir de lo que recibían en cambio, “pues el obrero merece su salario” (Lc 10,7). Con otras palabras, ellos debían participar de la vida y del trabajo de la gente, y la gente los acogería en su comunidad y compartiría con ellos su comida. Significa que debían confiar en el compartir.
d) Debían sanar a los enfermos, curar a los leprosos y expulsar los demonios (Lc 10,9; Mc 6,7.13; Mt 10,8). Debían ejercer la función de “defensor” (goêl) y acoger para dentro del clan, dentro de la comunidad, a los que vivían excluidos. Con esta actitud criticaban la situación de desintegración de la vida comunitaria y apuntaban hacia salidas concretas.
Estos eran los cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros y de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús: hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jesús nos reveló no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jesús, deciden vivir en comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos, somos hermanos y hermanas, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos hermanos y hermanas.
4) Para la reflexión personal
• ¿Tú participas de la misión como discípulo o discípula de Jesús?
• ¿Cuál es el punto de la misión de los apóstoles que tiene más importancia hoy para nosotros? ¿Por qué?
5) Oración final
¡Grande es Yahvé y muy digno de alabanza!
En la ciudad de nuestro Dios
está su monte santo,
hermosa colina,
alegría de toda la tierra. (Sal 48,1-2
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Lectio: Mark 6,7-13
Lectio: Thursday, February 3, 2011
1) Opening prayer
Lord our God,
help us to love you with all our hearts
and to love all men as you love them.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.
2) Gospel reading - Mark 6,7-13
Jesus summoned the Twelve and began to send them out in pairs, giving them authority over unclean spirits. And he instructed them to take nothing for the journey except a staff -- no bread, no haversack, no coppers for their purses. They were to wear sandals but, he added, 'Don't take a spare tunic.' And he said to them, 'If you enter a house anywhere, stay there until you leave the district. And if any place does not welcome you and people refuse to listen to you, as you walk away shake off the dust under your feet as evidence to them.' So they set off to proclaim repentance; and they cast out many devils, and anointed many sick people with oil and cured them.
3) Reflection
• Today’s Gospel continues what we have already seen in the Gospel yesterday. The passage through Nazareth was painful for Jesus. He was rejected by his own people (Mk 6, 1-5). The community which before had been his community, now, it is no longer such. Something has changed. Beginning at that moment, as today’s Gospel says, Jesus began to go round the villages of Galilee to announce the Good News (Mk 6, 6) and to send the Twelve on mission. In the years 70’s, the time when Mark wrote his Gospel, the Christian communities lived in a difficult situation, without any horizon. Humanly speaking, here was no future for them. In the year 64, Nero began to persecute the Christians. In the year 65, the revolt or uprising of the Jews in Palestine against Rome broke out. In the year 70, Jerusalem was completely destroyed by the Romans. This is why the description of the sending out of the disciples, after the conflict in Nazareth, was a source of light and of courage for the Christians.
• Mark 6, 7. The objective of the Mission. The conflict grew and closely affected Jesus. How does he react? In two ways: 1) Before the mental obstinacy of the people of his community, Jesus leaves Nazareth and began to go round the neighbouring villages (Mk 6, 6). 2) He extends the mission and intensifies the announcement of the Good News calling other persons to involve them in the mission. “He summoned the Twelve, and began to send them out in pairs, giving them authority over unclean spirits”. The objective of the mission is simple and profound. The disciples participate in the mission of Jesus. They cannot go alone, they have to go in pairs, two by two, because two persons represent the community better than one alone and they can mutually help one another. They receive authority over unclean spirits, that is, they have to be a help for others in suffering and, through purification, and they have to open the door for direct access to God.
• Mark 6, 8-11. The attitudes which they should have in the Mission. The recommendations are simple: “And he instructed them to take nothing for the journey except a staff; no bread, no haversack, no coppers for their purses; they were to wear sandals and not to take a spare tunic. And he told them: If you enter a house anywhere, stay there until you leave the district. And if any place does not welcome you and people refuse to listen to you, as you walk away, shake off the dust under your feet, as evidence to them”. So they set off. It is the beginning of a new stage. Now, not only Jesus, but the whole group will announce the Good News of God to the people. If the preaching of Jesus caused conflict, much more now, there will be conflict with the preaching of the whole group. If the mystery was already great, now it will be greater since the mission has been intensified.
• Mark 6, 12-13. The result of the mission. “So they set off to proclaim repentance, and they cast out many devils, and anointed many sick people with oil and cured them.” To announce the Good News, produces conversion or a change in persons, it alleviates persons in their suffering; it cures illnesses and casts out devils.
• The sending out of the disciples on Mission. At the time of Jesus there were several other movements of renewal. For example, the Essens and the Pharisees. They also sought a new way of living in community and they had their own missionaries (cf. Mt 23, 15). But these, when they went on mission, they had prejudices. They took with them a haversack and money to take care of their own meals, because they did not trust the food that people would give them, which was not always ritually “pure”. On the contrary to other missionaries, the disciples of Jesus received diverse recommendations which helped to understand the fundamental points of the mission of announcing the Good News, which they received from Jesus and which is also our mission:
a) They should go without taking anything. They should take nothing, no haversack, no money, no staff, no bread, no sandals, not two tunics. That meant that Jesus obliged them to trust in hospitality. Because one who goes without taking anything, goes because he trusts people and thinks that he will be well received. With this attitude they criticized the laws of exclusion, taught by the official religion, and showed, by means of the new practice, that they in the community had other criteria.
b) They should eat what people ate or what the people gave them. They could not live separated providing their own food, but they should accept to sit at the same table (Lk 10, 8). This means that in contact with the people, they should not be afraid of losing the purity as it was taught at that time. With this attitude they criticized the laws of purity which were in force and showed, by means of the new practice, that they had another type of access to purity, that is, intimacy with God.
c) They should remain in the first house that welcomed them. They should live together in a stable way and not go from house to house. They should work like everybody else and live from what they received in exchange, “because the labourer deserves his wages” (Lk 10, 7). In other words, they should participate in the life and in the work of the people, and the people would have accepted them in the community and would have shared the food with them. This means that they had to have trust in sharing.
d) They should take care of the sick, cure the lepers and cast out devils (Lk 10, 9; Mc 6, 7.13; Mt 10, 8). They had to carry out the function of “Defender” (goêl) and accept within the clan, in the community, those who were excluded. With this attitude they criticized the situation of disintegration of the community life of the clan and they aimed at concrete ways of getting out. These were the four fundamental points which had to give impulse to the attitude of the missionaries who announced the Good News of God, in the name of Jesus: hospitality, communion, sharing and acceptance of the excluded (defender, goêl). If these four requirements were respected, they could and should cry out to the four ends of the world: “The Kingdom of God has come!” (cf. Lk 10, 1-12; 9, 1-6; Mk 6, 7-13; Mt 10, 6-16). Because the Kingdom of God revealed by Jesus is not a doctrine, nor a catechism, nor a law. The Kingdom of God comes and becomes present when persons, motivated by their faith in Jesus, decide to live in community to give witness and to manifest to all that God is Father and Mother and that, therefore, we human beings are brothers and sisters among us. Jesus wanted that the local community would again be an expression of the Covenant, of the Kingdom, of the love of God the Father, who makes all of us brothers and sisters.
4) Personal questions
• Do you participate in the mission as a disciple of Jesus?
• Which point of the mission of the apostles is more important for us today? Why?
5) Concluding prayer
Great is Yahweh and most worthy of praise in the city of our God,
the holy mountain,
towering in beauty,
the joy of the whole world. (Ps 48,1-2
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Lectio: Marco 6,7-13
Lectio: Giovedì, 3 Febbraio, 2011
1) Preghiera
Dio grande e misericordioso,
concedi a noi tuoi fedeli
di adorarti con tutta l’anima
e di amare i nostri fratelli nella carità del Cristo.
Egli è Dio, e vive e regna con te...
2) Lettura
Dal Vangelo secondo Marco 6,7-13
In quel tempo, Gesù chiamò i dodici, ed incominciò a mandarli a due a due e diede loro potere sugli spiriti immondi. E ordinò loro che, oltre al bastone, non prendessero nulla per il viaggio: né pane, né bisaccia, né denaro nella borsa; ma, calzati solo i sandali, non indossassero due tuniche.
E diceva loro: “Entrati in una casa, rimanetevi fino a che ve ne andiate da quel luogo. Se in qualche luogo non vi riceveranno e non vi ascolteranno, andandovene, scuotete la polvere di sotto ai vostri piedi, a testimonianza per loro”.
E partiti, predicavano che la gente si convertisse, scacciavano molti demoni, ungevano di olio molti infermi e li guarivano.
3) Riflessione
• Il Vangelo di oggi continua quanto abbiamo visto nel vangelo di ieri. Il passaggio per Nazaret fu doloroso per Gesù. Fu rifiutato dalla propria gente (Mc 6,1-5). Quella che prima era la sua comunità, ora non lo è più. Qualcosa è cambiato. A partire da questo momento, come dice il vangelo di oggi, Gesù cominciò ad andare per i villaggi della Galilea per annunciare la Buona Novella (Mc 6,6) e mandare i dodici in missione. Negli anni 70, epoca in cui Marco scriveva il suo vangelo, le comunità cristiane vivevano una situazione difficile, senza orizzonte. Umanamente parlando, non c’era futuro per loro. Nel 64, Nerone cominciò a perseguitare i cristiani. Nel 65, scoppiò la rivolta dei giudei della Palestina contro Roma. Nel 70, Gerusalemme fu totalmente distrutta dai romani. Per questo la descrizione dell’invio dei discepoli, dopo il conflitto a Nazaret, era fonte di luce e di coraggio per i cristiani.
• Marco 6,7. L’obiettivo della Missione. Il conflitto crebbe e toccò da vicino la persona di Gesù. Come reagisce? In due modi: a) Dinanzi alla chiusura mentale della gente della sua comunità, Gesù lascia Nazaret ed inizia a percorrere i villaggi nelle vicinanze (Mc 6,6). b) Allarga la missione ed intensifica l’annuncio della Buona Novella chiamando altre persone per coinvolgerle nella missione. “Chiamò i dodici, ed incominciò a mandarli a due a due e diede loro potere sugli spiriti immondi”. L’obiettivo della missione è semplice e profondo: La partecipazione dei discepoli alla missione di Gesù. Non possono andare da soli, devono andare due a due, perché due persone rappresentano la comunità meglio di una sola e si possono aiutare a vicenda. Ricevono potere sugli spiriti immondi, cioè devono essere di sollievo agli altri nella sofferenza e, attraverso la purificazione, devono aprire le porte di accesso diretto a Dio.
• Marco 6,8-11. Gli atteggiamenti da avere nella Missione. Le raccomandazioni sono semplici: “E ordinò loro che, oltre al bastone, non prendessero nulla per il viaggio: né pane, né bisaccia, né denaro nella borsa; ma, calzati solo i sandali, non indossassero due tuniche. E diceva loro: “Entrati in una casa, rimanetevi fino a che ve ne andiate da quel luogo. Se in qualche luogo non vi riceveranno e non vi ascolteranno, andandovene, scuotete la polvere di sotto ai vostri piedi, a testimonianza per loro”. E se ne andarono. E’ l’inizio di una nuova tappa. Ora non solo Gesù, bensì tutto il gruppo, annuncia la Buona Novella di Dio alla gente. Se la predicazione di Gesù causava conflitto, molto più ora, con la predicazione di tutto il gruppo. Se già il mistero era grande, ora sarà maggiore con la missione intensificata.
• Marco 6,12-13. Il risultato della missione. “E partiti, predicavano che la gente si convertisse, scacciavano molti demoni, ungevano di olio molti infermi e li guarivano”. Annunciare la Buona Novella, produce conversione o cambiamento nelle persone, è sollievo nel dolore, cura le infermità e scaccia i demoni.
• L’invio dei discepoli in Missione. Al tempo di Gesù c’erano diversi altri movimenti di rinnovamento. Per esempio, gli esseni ed i farisei. Anche loro cercavano un nuovo modo di vivere in comunità ed avevano i loro missionari (cf. Mt 23,15). Però costoro, quando andavano in missione erano prevenuti. Portavano bisaccia e denaro per occuparsi del proprio cibo. Perché non avevano fiducia nel cibo della gente, che non era sempre ritualmente “puro”. Al contrario degli altri missionari, i discepoli e le discepole di Gesù ricevevano raccomandazioni diverse che aiutavano a capire i punti fondamentali della missione di annunciare la Buona Novella, che ricevevano da Gesù e che è anche la nostra missione:
a) Dovevano andare senza nulla. Non dovevano portare nulla, né bisaccia, né denaro, né bastone, né pane, né sandali, né avere due tuniche. Ciò significava che Gesù li obbliga ad avere fiducia nell’ospitalità. Perché colui che va senza nulla, va perché ha fiducia nella gente e pensa che sarà accolto. Con questo atteggiamento criticavano le leggi di esclusione, sostenute dalla religione ufficiale, e mostravano, per mezzo della pratica nuova, che avevano una concezione diversa della comunità.
b) Dovevano mangiare ciò che la gente mangiava o ciò che la gente dava loro. Non potevano vivere separati con il proprio cibo, ma dovevano accettare di mettersi insieme a tavola (Lc 10,8). Ciò significa che nel contatto con la gente, non dovevano aver paura di perdere la purezza così come veniva insegnata all’epoca. Con questo atteggiamento criticavano le leggi della purezza in vigore e mostravano, per mezzo della nuova pratica, che avevano un altro tipo di accesso alla purezza, cioè, all’intimità con Dio.
c) Dovevano rimanere ospitati nella prima casa in cui fossero stati accolti. Dovevano vivere insieme in modo stabile e non andare di casa in casa. Dovevano lavorare come tutti gli altri e vivere di ciò che ricevevano in cambio, “poiché l’operaio merita il suo salario” (Lc 10,7). In altre parole, dovevano partecipare alla vita ed al lavoro della gente, e la gente li avrebbe accolti nella sua comunità e avrebbe condiviso con loro il cibo. Significa che dovevano aver fiducia nella condivisione.
d) Dovevano occuparsi dei malati, curare i lebbrosi e scacciare i demoni (Lc 10,9; Mc 6,7.13; Mt 10,8). Dovevano svolgere la funzione di “difensori” (goêl) ed accogliere dentro del clan, nella comunità, coloro che vivevano da emarginati. Con questo atteggiamento criticavano la situazione di disintegrazione della vita comunitaria del clan e puntavano a soluzioni concrete. Erano questi i quattro punti fondamentali che dovevano dare slancio all’atteggiamento dei missionari che annunciavano la Buona Novella di Dio, nel nome di Gesù: ospitalità, comunione, condivisione ed accoglienza degli esclusi. Se queste quattro esigenze venivano rispettate, loro potevano e dovevano gridare ai quattro venti: “Il Regno è venuto!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Poiché il Regno rivelato da Gesù non è una dottrina, né un catechismo, né una legge. Il Regno di Dio viene e si rende presente quando le persone, motivate dalla loro fede in Gesù, decidono di vivere in comunità per dare testimonianza e rivelare a tutti che Dio è Padre e Madre e che, quindi, noi esseri umani siamo fratelli e sorelle tra di noi. Gesù voleva che la comunità locale fosse di nuovo un’espressione dell’Alleanza, del Regno, dell’amore di Dio Padre, che fa di tutti noi fratelli e sorelle.

4) Per un confronto personale
• Partecipi nella missione di Gesù come discepolo?
• Qual è il punto più importante per noi oggi nella missione degli apostoli? Perché?

5) Preghiera finale
Grande è il Signore e degno di ogni lode
nella città del nostro Dio.
Il suo monte santo, altura stupenda,
è la gioia di tutta la terra. (Sal 47

Hacia adonde vamos con la celebracion de la Sagrada Eucaristia...

En una de nuestras reuniones de Nueva Evangelización de mi Parroquia San Benito En Villavicencio tuvimos la grata visita de un Venerable Sacerdote ya en como diríamos "en uso de buen retiro " pero con una lucidez ,fortaleza y animo de pastor de admirar.; Salio a flote el tema de la Santa Eucaristía nos hablo y profundizo, sobre Comunion en la mano ,tipo de musica, distracciones, saludo de paz,oraciones omitidas por ejemplo la de San Miguel Arcangel,genufexiones y otras ya casi olvidadas: Dicho sea de paso en San Benito las Misas son de enmarcar ; los Sacerdotes Oswaldo Jaramillo ; Paisa hincha del Once Caldas , deportista,dicharachero ,líder emprendedor de mil cosas todas para su comunidad que lo quiere y repeta mucho: y El Padre Armando Novoa: Llanero Acacireño iniciando su labor pastoral, líder con la comunidad Juvenil, y con un gran Carisma Espiritual; Cada uno con estilos diferentes pero respetando los Cañones nuevos ofician unas excelentes Eucaristías , claras amenas y con explicativas Homilías ;El Templo se llena en las diferentes Misas con Fieles de parroquias de todo Villavo tal vez ,porque en las suyas no son llenados en ese vació Espiritual que deseamos y necesitamos .
En san benito uno encuentra a un Párroco a la antigua es amigo ,confidente ,profesor, Uno no se puede negar a participar en todas las tareas parroquiales porque ve las obras Espirituales y materiales realizándose con Ellos dos a la cabeza por eso cuando piden contribución la encuentran.
La Santa Iglesia Católica con El Papa Benedicto a la Cabeza ve uno que quiere rescatar la solemnidad y valor que tenia la Eucaristía antiguamente sin detrimento de la actual y logrando no incomodar a la nueva generación,poco a poco por lo menos ya es permitida la celebración sin restricción de la Misa Tradicional sobre la cual ya he publicado varios articulos.
La obediencia a la Iglesia hace que uno acepte lo introducido al nuevo Ordo pero por dentro añora y medita la realidad que se vive a diario con la celebración de La Eucaristía.
Encontré este articulo que sin animo de polemizar es interesante leerlo.
JAG
La Misa latina tradicional, el acto de culto más sagrado del rito romano de la Iglesia católica, fue codificada por el Papa San Pío V en su bula Quo primum en 1570. En su famosa bula Quo primum, el Papa San Pío V prohibió cambiar la Misa latina tradicional.
El Papa San Pío V, Quo Primum Tempore, 14 de julio de 1570:
“Pues bien: a fin de que todos abracen y observen en todas partes lo que les ha sido transmitido por la sacrosanta Iglesia Romana, madre y maestra de las demás Iglesias, en adelante y por la perpetuidad de los tiempos futuros prohibimos que se cante o se recite otras fórmulas que aquellas conformes al Misal editado por Nos. (…) Así pues, que absolutamente a ninguno de los hombres le sea lícito quebrantar ni ir, por temeraria audacia, contra esta página de Nuestro permiso, estatuto, orden, mandato, precepto, concesión, indulto, declaración, voluntad, decreto y prohibición. Más si alguien se atreviere a atacar esto, sabrá que ha incurrido en la indignación de Dios omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.
El 3 de abril de 1969, Pablo VI reemplazó la Misa latina tradicional en las Iglesias del Vaticano II con su propia creación, la Nueva Misa o Novus Ordo. Desde entonces, el mundo ha visto en las iglesias del Vaticano II que celebran la Nueva Misa o Novus Ordo:
El mundo ha visto Misas de payaso, en la que el “sacerdote” se viste como un payaso en son de absoluta burla de Dios.
El mundo ha visto a un sacerdote vestido como Drácula
; en camiseta de futbol acompañado por animadoras; con un queso en la cabeza...
…conduciendo un Volkswagen por la nave lateral de la iglesia mientras el pueblo canta hosanna. Se han visto Misas disco…
…representaciones gimnásticas durante la Nueva Misa, Misas de globos; Misas carnavales; Misas nudistas, en que participan personas vestidas con poca ropa o desnudas. El mundo ha visto Misas de malabares, e
n que un malabarista hace representaciones durante la Nueva Misa. …con bebidas gaseosas; sobre una caja de cartón; con galletas; con te chino acompañado con el culto de los antepasados; con una pelota de baloncesto que el sacerdote hace rebotar por todo el altar; con un sacerdote tocando un solo de guitarra. El mundo ha sido testigo de la Nueva Misa con un sacerdote casi desnudo bailando alrededor del altar o haciendo otras abominaciones sobre una cuerda floja…
El mundo ha visto nuevas Misas con sacerdotes vestido con trajes nativos paganos; … con un menorah judío colocado en el altar; … con una estatua de Buda sobre el altar; con monjas haciendo ofrendas a las diosas femeninas; con lectores y presentadores
de las ofrendas disfrazados de satanistas vudú.
El mundo ha visto la Nueva Misa en que el celebrante está vestido de esmoquin contando chistes. El mundo ha visto conciertos de rock en la Nueva Misa; guitarra y polca en las nuevas Misas; un títere en la Nueva Misa; una Nueva Misa donde la gente se reúne en torno al altar vestidos de diablos; una Nueva Misa donde la gente realiza danzas obscenas al ritmo de banda de batería. El mundo ha visto una Nueva Misa donde las monjas se visten como vírgenes paganas presentando ofrendas.
El mundo también ha visto Misas nuevas incorporando a todas las falsas religiones. Ha habido Misas nuevas budistas; nuevas Misas hindúes y musulmanas; nuevas Misas donde judíos y unitarios ofrecen velas a los dioses falsos. Hay iglesias donde toda la congregación dice la Misa con el sacerdote;
donde a veces el sacerdote habla con la gente en vez de decir la Misa.
Incluso una organización que defiende la Nueva Misa se vio obligada a admitir lo siguiente acerca de la típica Nueva Misa – es decir, la Nueva Misa que se celebra normalmente en las iglesias (“La mayoría de las nuevas Misas a que hemos asistido son fiestas animadas con aplausos, la música es atroz, los sermones son vacíos, y son irreverentes…” )
Cuando apareció la Nueva Misa en 1969, los cardenales Ottaviani, Bacci y algunos otros teólogos le escribieron a Pablo VI al respecto. Tenga en cuenta lo que ellos dicen acerca de lo que concierne a la versión latina de la Nueva Misa, la llamada “más pura” versión de la Nueva Misa. Su estudio es popularmente conocido como La Intervención Ottaviani. Ella afirma lo siguiente:
“Ellos pudieron ver con claridad que la versión latina de la Nueva Misa era una desviación notable de la enseñanza del Concilio de Trento. De las doce oraciones del ofertorio de la Misa tradicional, sólo dos se conservan en la Nueva Misa. Las oraciones eliminadas del ofertorio son las mismas que eliminaron los herejes protestantes Martín Lutero y Thomas Cranmer. La Nueva Misa fue promulgada por Pablo VI con la ayuda de seis ministros protestantes.

Los seis ministros protestantes que ayudaron a diseñar la Nueva Misa fueron: los doctores George, Jasper, Shepherd, Kunneth, Smith y Thurian.
La Misa tradicional contiene 1182 oraciones. Cerca de 760 de ellas fueron retiradas completamente de la Nueva Misa. Aproximadamente el 36% de lo que se mantuvo, los revisores alteraron más de la mitad antes de introducirlas en el nuevo Misal. Por lo tanto, solo el 17% de las oraciones de la Misa tradicional se mantuvieron intactas en la Nueva Misa. Lo que también llama la atención es el contenido de las modificaciones que se hicieron a las oraciones.
Las oraciones tradicionales que describen los siguientes conceptos fueron específicamente abolidos con el nuevo Misal: la depravación del pecado; los lazos de la maldad; la grave ofensa del pecado; el camino a la perdición; el terror ante la furia del rostro de Dios; la indignación de Dios; los golpes de su ira; la carga del mal; las tentaciones; los malos pensamientos; los peligros para el alma; los enemigos del alma y del cuerpo.
También se eliminaron las oraciones que describen: la hora de la muerte; la pérdida del cielo; la muerte eterna; el castigo eterno; las penas y el fuego del infierno.
Se hizo especial énfasis en suprimir en la Nueva Misa las oraciones que describen el desapego del mundo; las oraciones por los difuntos; la verdadera fe y la existencia de la herejía; las referencias a la Iglesia militante, los méritos de los santos, los milagros y el infierno.
Con la excepción de una única genuflexión del celebrante después de la consagración, prácticamente todas las demostraciones de respeto por el Cuerpo y la Sangre de Cristo que caracterizaban la Misa tradicional o han sido suprimidas o hechas opcionales en la Nueva Misa.
Ya no es obligatorio que los vasos sagrados sean dorados o estén hechos con metales preciosos. Los vasos sagrados, que sólo las manos ungidas del sacerdote podían tocar, ahora son tomados por todos.
La Instrucción General para la Nueva Misa también declara que los altares ya no tendrán que ser de piedra natural; que ya no es necesario que el altar de piedra contenga reliquias de mártires; que sólo se requiere un mantel sobre el altar; que no es necesario tener un crucifijo o incluso velas sobre el altar ;
Ni siquiera uno de los requisitos obligatorios desarrollados por más de 2000 años se ha mantenido en la Nueva Misa para asegurar que el altar se ajuste con dignidad.
El latín fue sustituido por el inglés. Las imágenes e íconos fueron retirados de las iglesias. El Último Evangelio y el Confiteor fueron suprimidos. La “comunión” se distribuía en la mano. La misa se decía en voz alta y de frente a la congregación. La música tradicional fue descartada y reemplazada por música nueva. Tres cuartas partes del clero de Inglaterra se fueron con el nuevo servicio.
Esto también es lo que precisamente ocurrió en 1969, cuando Pablo VI promulgó la Nueva Misa, el Novus Ordo Missae. Las similitudes entre el Libro de Oraciones anglicano y la Nueva Misa son sorprendentes. Un experto señaló:
"La medida en que el Novus Ordo de la Misa se separa de la teología del Concilio de Trento se puede medir mejor mediante la comparación de las oraciones que el Consilium eliminó de la liturgia de aquellas eliminadas por el hereje Thomas Cranmer. La coincidencia no es apenas sorprendente.
Con el fin de enfatizar su creencia herética de que la Misa no es un sacrificio, sino solo una cena, los protestantes eliminaron el altar y pusieron en su lugar una mesa. En la Inglaterra protestante, por ejemplo, “el 23 de noviembre de 1550 el Concilio Secreto ordenó que fueran destruidos todos los altares en Inglaterra y reemplazados por mesas de comunión.
El jefe de los herejes protestantes declaró: “La forma de una mesa mudará de manera más simple las opiniones supersticiosas de la Misa papista hasta el correcto uso de la Cena del Señor. Porque el uso de un altar es para hacer sacrificios en él; el uso de una mesa sirve para que el hombre coma sobre ella”.
El mártir católico galés, Richard Gwyn, declaró en protesta contra este cambio: “En lugar de un altar hay una mesa miserable, en lugar de Cristo hay pan.
Y San Roberto Belarmino señaló: “…cuando entramos en los templos de los herejes, donde no hay nada excepto una cátedra para la predicación y una mesa para hacer una cena, sentimos que estamos entrando en un salón profano y no en la casa de Dios.
la Nueva Misa puede ser celebrada sobre una mesa.
El Libro de Oraciones Anglicano de 1549 también se llamó “La Cena del Señor y la santa Comunión, comúnmente llamada Misa” . Este título enfatiza la creencia protestante de que la Misa es apenas una comida, una cena y no un sacrificio. Cuando Pablo VI promulgó la Instrucción General para la Nueva Misa, ella se tituló exactamente de la misma manera. Su título era: “La Cena del Señor o Misa”.
Archiherejes principales de la revolución protestante: Thomas Cranmer y Martin Lutero Tanto Thomas Cranmer (el autor del Libro de Oraciones Anglicano) y Martín Lutero abolieron la oración Te ofrecemos, Señor – probablemente porque ella menciona la intercesión de Nuestra Señora y los Santos. Sólo se ha mantenido una versión modificada de esta oración en la Nueva Misa, sin la invocación de los santos. También hay que señalar que la oración del Ofertorio de la Nueva Misa que comienza con Bendito seas, Señor, Dios de toda la creación está tomada de una oración judía [sobre los alimentos] en la mesa.
De hecho, el Novus Ordo Missae también eliminó la oración tradicional del Viernes Santo por la conversión de los judíos. Esta oración ha sido reemplazada por una oración que no es por la conversión de los judíos, ¡sino por una en la cual se dice que ellos “crecen” en su fidelidad a su Alianza! Por lo tanto, esta es una expresión de apostasía en la oración de Viernes Santo de la Nueva Misa. Es una promoción del judaísmo y la herejía de que la Antigua Alianza sigue siendo válida.
Las dos diferentes oraciones de Viernes Santo por los judíos de dos religiones diferentes
El Viernes Santo, la religión del Novus Ordo reza: “Por el pueblo judío, el primero en escuchar la palabra de Dios, para que puedan continuar creciendo en el amor de su nombre y la felicidad a su alianza”.
Pero la Iglesia católica reza el Viernes Santo: “Por los pérfidos judíos; que Nuestro Señor y Dios pueda levantar el velo de sus corazones, para que puedan reconocer a Jesucristo Nuestro Señor”.
En el Libro de Oraciones Anglicano de 1549, el equivalente de la oración que comienza Pueda la Mezcla y Consagración del Cuerpo y Sangre fue abolida. Es muy interesante que sólo una versión modificada de esta oración haya sido mantenida en la Nueva Misa con la importante palabra “consagración” eliminada.
En el Libro de Oraciones Anglicano de 1549 se abandonó la disciplina del rito romano en la distribución de la Comunión bajo una sola especie y se dio la comunión en ambas especies. En la Nueva Misa la Comunión bajo las dos especies se distribuye en varios lugares del mundo.
La versión del Libro de Oraciones Anglicano de 1549 instruye que la Comunión debe ser dada en la mano para significar que el pan es pan ordinario y que el sacerdote no difiere esencialmente del laico.
La Nueva Misa implementa la Comunión en la mano en casi todos los lugares del mundo, e incluso va más lejos que Cranmer al permitir que los comulgantes reciban de pie la Comunión de manos de un ministro laico.
Las oraciones de la Misa tradicional que empiezan con Lo que hemos recibido, Señor, con la boca y Tu Cuerpo, Señor, que he tomado, y tu Sangre, que he bebido, hacen una referencia explícita de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Ambas han sido suprimidas en la Nueva Misa.
La oración que comienza Séate agradable, oh Trinidad Santa, el obsequio de tu servidor, fue la oración menos aceptada después de la Comunión por los protestantes, porque hace referencia al sacrificio propiciatorio.
Ahora el Último Evangelio. Si el Último Evangelio que cierra la Misa tradicional hubiese sido incluido en la Misa Nueva, entonces la Misa Nueva habría chocado con la forma de los servicios protestantes, que concluyen con una bendición. Por lo tanto, no se incluyó en la Misa Nueva.
Las oraciones después de la Misa tradicional, la oración Leonina, incluido el Ave María; la Salve; Oh Dios refugio nuestro; la oración a San Miguel; y el recurso al Sagrado Corazón, forman, en la práctica, una parte importante de la liturgia. No era posible imaginar cinco oraciones menos incompatibles con el protestantismo. Todas ellas fueron suprimidas en la Nueva Misa.
Teniendo en cuenta todo esto, incluso Michael Davies está de acuerdo: “No cabe duda que (…) el rito romano ha sido destruido.
Tal vez esto se debe a que el principal arquitecto de la Nueva Misa de Pablo VI fue el cardenal Annibale Bugnini, quien era masón.
Annibale Bugnini, masón y principal arquitecto de la Nueva Misa
El “cardinal” Annibale Bugnini fue el presidente del concilio que redactó la Nueva Misa de Pablo VI. Bugnini fue iniciado en la Logia Masónica el 23 de abril de 1963, según el registro masónico de 1970.
Además de todos estos problemas con la Nueva Misa, aparece uno aún mayor. El sacramento de la eucaristía es válido si el pan y el vino se convierten realmente en el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo. Para que un sacramento sea válido, deben estar presentes la materia, la forma, el ministro y la intención.
El Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1439: “Todos estos sacramentos se realizan por tres elementos: de las cosas, como materia; de las palabras, como forma, y de la persona del ministro que confiere el sacramento con intención de hacer lo que hace la Iglesia. Si uno de ellos falta, no se realiza el sacramento” El problema con la validez de la Nueva Misa está en la forma, las palabras necesarias para realizar el sacramento de la eucaristía. La forma necesaria para realizar la eucaristía en el rito romano fue declarada por el Papa Eugenio IV en el Concilio de Florencia.
El Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, 1441: “…la Iglesia Romana, fundada en la autoridad y doctrina de los Apóstoles (…) En la consagración del cuerpo, usa de esta forma de palabras: ESTE ES MI CUERPO; y en la de la sangre: PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE, QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS SERÁ DERRAMADA EN REMISIÓN DE LOS PECADOS
En el decreto De Defectibus del Papa San Pío V, encontramos las mismas palabras repetidas:
El Papa San Pío V, De Defectibus, capítulo 5, 1 parte:
“Las palabras para la consagración, que son la FORMA para este Sacramento, son estas: ESTE ES MI CUERPO; y: PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE, QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS SERÁ DERRAMADA EN REMISIÓN DE LOS PECADOS.
Esta enseñanza aparece en la parte frontal de cada Misal del altar romano desde 1570 hasta 1962. Podemos ver las mismas palabras mencionadas por el Concilio de Florencia que son declaradas necesarias por el Papa San Pío V. Por ello, todas estas palabras de la consagración aparecen destacadas en el Misal del altar romano tradicional, y es la razón de por qué el Misal romano instruye al sacerdote que debe sostener el cáliz hasta que se hayan pronunciado todas estas palabras.
La enseñanza del Papa San Pío V afirma que si se cambian las palabras de la consagración de manera que el significado sea alterado, el sacerdote no realiza el sacramento. En la Nueva Misa, las palabras de la consagración han sido cambiadas drásticamente y el significado ha sido alterado.
En primer lugar, la versión en latín original de la Nueva Misa ha eliminado las palabras mysterium fidei – “el misterio de fe” – de la fórmula de la consagración. Ellas también se encuentran en algunos ritos orientales. El Papa Inocencio III y el Canon de la Misa también nos dicen que las palabras “mysterium fidei” fueron dadas por Jesucristo mismo.
Creemos, pues, que la forma de las palabras, tal como se encuentran en el canon, la recibieron de Cristo los apóstoles, y de éstos, sus sucesores.
Las palabras “misterio de fe” en la consagración son una clara referencia a la presencia real de Cristo en la eucaristía. Estas palabras también fueron eliminadas por el herético Thomas Cranmer en su Libro de Oraciones Anglicano de 1549 porque ellas hacen clara referencia a la presencia de Cristo en la eucaristía. Cuando las palabras son eliminadas de un rito, porque el significado que ellas expresan contradice la intención del significado del rito, se causa una duda. En casi todas las traducciones vernáculas de la Nueva Misa en el mundo, las palabras de la consagración se leen como sigue:
FORMA DE LA CONSAGRACION DE LA NUEVA MISA
“PORQUE ÉSTE ES MI CUERPO. Porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS”.
Las palabras “por vosotros y por muchos para la remisión de los pecados”, han sido cambiadas por vosotros y por todos los hombres para la remisión de los pecados. La palabra “muchos” ha sido eliminada y reemplazada por la palabra “todos”. En primer lugar, la palabra muchos fue utilizada por Jesucristo en la institución del sacramento de la eucaristía, como vemos en Mateo 26, 28: “ésta es mi sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados”. Las palabras usadas por Nuestro Señor, “por muchos para remisión de los pecados” representa la eficacia de la sangre que derramó Jesús. La sangre de Jesús es eficaz para la salvación de muchos, no de todos los hombres. En la explicación de esto, el Catecismo del Concilio de Trento se declara específicamente que ¡Nuestro Señor no quiso decir “todos” y por lo tanto, no lo dijo!
El Catecismo del Concilio de Trento, Sobre la forma de la Eucaristía, p. 173: “Respecto a las palabras que se añaden: Por vosotros y por muchos, las primeras están tomadas de San Lucas y las otras de San Mateo, pero que las juntó seguidamente la Santa Iglesia, instruida por el espíritu de Dios; y son muy propias para manifestar el fruto y las ventajas de la pasión. Porque, si atendemos a su valor, habrá que reconocer que el Salvador derramó su sangre por la salvación de todos; pero si nos fijamos en el fruto que de ella sacan los hombres, sin dificultad comprenderemos que su utilidad no se extiende a todos, sino únicamente a muchos. Luego, cuando dijo: por vosotros, dio a entender, o a los que estaban presentes, o a los escogidos del pueblo judío, cuáles eran sus discípulos, excepto Judas, con los cuales estaba hablando. Y cuando dijo: por muchos, quiso se entendieran los demás elegidos de entre los judíos o los gentiles. MUY SABIAMENTE, PUES, OBRÓ NO DICIENDO “POR TODOS”, puesto que entonces sólo hablaba de los frutos de su pasión, la cual sólo para los escogidos produce frutos de salvación.
Como podemos ver, según el Catecismo del Concilio de Trento las palabras “por todos” no fueron especialmente usadas por Nuestro Señor porque ellas darían un significado falso.
San Alfonso de Ligorio, Tratado sobre la Santa Eucaristía:
“Las palabras por vosotros y por muchos son usadas para distinguir la virtud de la Sangre de Cristo de los frutos: pues la Sangre de Nuestro Salvador tiene valor suficiente para salvar a todos los hombres pero sus frutos sólo son aplicables a un cierto número y no a todos, y esto por su propia culpa….
El uso de “todos” cambia el sentido de la forma de la consagración. Nadie, ni siquiera un Papa, puede cambiar las palabras que Jesucristo específicamente instituyó para un sacramento de la Iglesia.
Papa Pío XII, Sacramentum Ordinis, # 1, 30 de noviembre de 1947:
“… ningún poder compete a la Iglesia sobre ‘la sustancia de los sacramentos’, es decir, sobre aquellas cosas que, conforma al testimonio de las fuentes de la revelación, Cristo Señor estatuyó debían ser observadas en el signo sacramental.
Papa San Pío V, De Defectibus, capítulo 5, 1 parte:
“Las palabras para la consagración, que son la FORMA para este Sacramento, son estas: ESTE ES MI CUERPO; y: PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE, QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS SERÁ DERRAMADA EN REMISIÓN DE LOS PECADOS.OTRO ÁNGULO DE ESTA CUESTIÓN DEMUESTRA ABSOLUTAMENTE QUE LA NUEVA MISA ES INVÁLIDA
Hay otro ángulo de esta cuestión que debemos examinar ahora. En su famosa bula, Apostolicae Curae de 1896, el Papa León XIII enseña:
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, p. III, q. 73, a. 3: “Ahora bien, ya hemos dicho 8 que la cosa significada [de la eucaristía] es la unidad del cuerpo místico sin la que no puede haber salvación, ya que fuera de la Iglesia no hay salvación.
debe distinguirse cuidadosamente de la eucaristía misma: “el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Cristo”. Ya que la unión de los fieles con Cristo es la gracia producida por el sacramento de la eucaristía – o lo que también se llama la realidad del sacramento o la gracia propia del sacramento de la eucaristía – esta gracia debe estar significada en la forma de la consagración para que sea válida, como enseña el Papa León XIII. Bien, entonces debemos ver la forma tradicional de la consagración y encontrar dónde está significada la gracia: la unión de los fieles con Cristo.
La forma tradicional de la consagración, según lo declarado por el Papa Eugenio IV en el Concilio de Florencia y el Papa San Pío V en De Defectibus, es la siguiente:
“PORQUE ÉSTE ES MI CUERPO. PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE, QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS SERÁ DERRAMADA EN REMISIÓN DE LOS PECADOS”.
Note nuevamente: estamos buscando la parte de la forma que significa que la persona que recibe dignamente este sacramento se une o se une más fuertemente con Jesucristo y su Cuerpo Místico.
Las palabras, “DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO”, ¿significan la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico de Cristo? No. Esas palabras no significan el Cuerpo Místico de Cristo, sino más bien contrastan los sacrificios temporales y prefigurados de la antigua ley con el sacrificio eterno y propiciatorio de Jesucristo.
Las palabras, “MISTERIO DE FE”, ¿significan la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico de Cristo? No. Estas palabras significan la presencia real de Cristo en la eucaristía, como enseña Inocencio III, ellas no significan el Cuerpo Místico de Cristo.
Las palabras, “SERÁ DERRAMADA”, ¿significan la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico de Cristo? No. Esas palabras denotan el verdadero sacrificio.
Las únicas palabras que quedan en la forma de consagración son: “QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS… EN REMISIÓN DE LOS PECADOS”.
La remisión de los pecados es necesaria para la incorporación al Cuerpo Místico, y la remisión de los pecados es un componente indispensable de la verdadera justificación por la cual uno se une fructíferamente a Jesucristo. Las palabras “por vosotros y por muchos” denotan los miembros del Cuerpo Místico que han recibido dicha remisión.
Las palabras “POR VOSOTROS Y POR MUCHOS… EN REMISIÓN DE LOS PECADOS” son las palabras en la forma de la consagración que significan la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico de Cristo, que es la gracia propia del sacramento de la eucaristía.
Ahora, si miramos la forma de consagración del Novus Ordo, ¿encontramos lo que significa el Cuerpo Místico/la unión de los fieles con Cristo (la gracia propia del sacramento de la eucaristía)? Esta es la forma de consagración en la Nueva Misa o Novus Ordo:
La forma de la Nueva Misa: “Porque éste es mi cuerpo. Porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados”.
(El Papa León XIII, Apostolicae Curae, 1896: “Y todos saben que los sacramentos de la nueva Ley, como signos que son sensibles y que producen la gracia invisible, deben lo mismo significar la gracia que producen, que producir la que significan”.
Para probar con más fuerza el punto, hay que notar que en todas las fórmulas de consagración en los ritos litúrgicos de la Iglesia católica, sea la liturgia armenia, la liturgia copta, la liturgia etíope, la liturgia siria, la liturgia caldea, etc., la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico está significada en la forma de la consagración. Ninguna de las liturgias aprobadas por la Iglesia ha fallado en significar la unión de los fieles con Cristo.
Estas son las partes de las formas de consagración del vino usadas por los ritos orientales que significan lo que hace la Misa tradicional y lo que la Nueva Misa no hace: la unión y los miembros de la Iglesia
LA LITURGIA DE ARMENIA: “… porque por vosotros y por muchos será derramada en la expiación y el perdón de los pecados”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico están significadas por las palabras por vosotros y por muchos en la expiación y el perdón de los pecados”.
LA LITURGIA BIZANTINA: “… porque por vosotros y por muchos será derramada en remisión de los pecados”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico están significados.
LA LITURGIA COPTA: “… porque por vosotros y por muchos será derramada en remisión de los pecados”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico están significados.
LA LITURGIA ETÍOPE: “… porque por vosotros y por muchos será derramada en remisión de los pecados”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico están significados.
LA LITURGIA DE MALABAR: “… porque por vosotros y por muchos será derramada en remisión de los pecados”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico están significados.
LA LITURGIA MARONITA: (esta forma es idéntica a la que siempre fue usada en el rito romano)
LA LITURGIA DE SIRIA: “Esta es mi sangre, de la Nueva Alianza, que será derramada y ofrecida para el perdón de los pecados y la vida eterna de vosotros y de muchos”.
Nótese que la unión y los miembros del Cuerpo Místico son significados por las palabras “para el perdón de los pecados y la vida eterna de vosotros y de muchos”.
Como podemos ver, la fórmula de consagración en todas las liturgias católicas significa la unión de los fieles con Cristo o el Cuerpo Místico de Cristo. El Monasterio de la Sagrada Familia
del Libro: «La Verdad sobre lo que en realidad le paso a la Iglesia Católica después del Vaticano II» escrito por el Hno. MiguelDimond y el Hno. Pedro Dimond Monjes Benedictinos