miércoles, 2 de febrero de 2011

Lectio Divina Jueves 03 Feb

3 de Febrero del 2011
Ciclo "A"
Lecturas: Año Impar
Semana del Tiempo Ordinario
Memoria: San Blas y San Óscar
Color: Verde
Liturgia de las Horas:
T. III: IV Semana del Salterio
Lectio Divina
Hebreos 12, 18-19. 21-24
Salmo 47
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Primera Lectura (Lectio Divina)
Hebreos 12, 18-19. 21-24
Hermanos: Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí: ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no querían volver a oír nunca.

En efecto, tan terrible era aquel espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: ¡Estoy aterrorizado y tiemblo! Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza, cuya sangre derramada es más elocuente que la de Abel.
Meditatio
Por desgracia, muchos de nuestros hermanos tienen la idea de un Dios al cual hay que temerle. Es frecuente escuchar expresiones como: "No hagas eso pues Dios te va a castigar", o: "Ya ves, eso te pasó porque Dios te castigó". Esto hace ver las enfermedades, y las situaciones dolorosas como un castigo de Dios, lo cual es totalmente falso.

Se nos ha olvidado que el Dios revelado por Cristo es un Padre lleno de amor, que tanto nos ha amado que envió a su propio Hijo a morir por nosotros a fin de lograr que nuestra vida pueda llegar a la plenitud.

Nuestro Dios es un Dios que está pronto para perdonar y que es lento para castigar. El autor de la Carta nos lo recuerda, al decirnos que nos hemos acercado a Cristo, el consumador de nuestra paz y que ha restablecido la armonía entre Dios y nosotros, que nuestro Dios ya no es llamado "El Sabaot" o "El Shadai", sino que es y debe ser llamado: Papá. Acércate con confianza a Dios, y deja que Él te muestre la riqueza de su amor.
+ Oratio
Padre lleno de amor, que nos manifiestas tu compasión en la donación de tu amado Hijo Jesucristo para que él sea quien nos guíe hasta ti para ser merecedores del cielo y poder gozar eternamente de tu bondad, danos tu Espíritu Santo para que él nos dé la luz que nos muestre como podemos agradarte en cada una de nuestra acciones de cada día. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
+ Operatio
Hoy comunicaré a quienes convive conmigo la gran misericordia con que Dios me ha tratado a lo largo de mi vida.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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Orden Crmelitana
Lectio: Marcos 6,7-13
Lectio: Jueves, 3 Febrero, 2011
1) Oración
Señor: concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda, también, a todos los hombres. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Marcos 6,7-13
Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.» Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy continúa el de ayer. El paso por Nazaret fue doloroso para Jesús. Fue rechazado por su misma gente (Mc 6,1-5). Lo que antes era su comunidad, ahora ha dejado de serlo. Algo cambió. A partir de este momento, como informa el Evangelio de hoy, Jesús empieza a andar por los poblados de Galilea para anunciar la Buena Nueva (Mc 6,6) y a enviar a los doce en misión. En los años 70, época en la que Marcos escribe su evangelio, las comunidades cristianas vivían una situación difícil, sin horizonte. Humanamente hablando, no había futuro para ellas. En el 64, Nerón empezó a perseguir a los cristianos. En el 65, estalló la rebelión de los judíos de Palestina contra Roma. En el 70, Jerusalén fue totalmente destruida por los romanos. Por eso, la descripción del envío de los discípulos, después del conflicto en Nazaret, era fuente de luz y de ánimo para los cristianos.
• Marcos 6,7. El objetivo de la Misión. El conflicto creció y tocó de cerca a la persona de Jesús. ¿Cómo reacciona? De dos maneras. a) Ante la cerrazón de la gente de su comunidad, Jesús deja Nazaret y empieza a recorrer los poblados de los alrededores (Mc 6,6). b) Expande la misión e intensifica el anuncio de la Buena Nueva llamando a otras personas para implicarlas en la misión. “Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos”. El objetivo de la misión es sencillo y profundo. Los discípulos participan de la misión de Jesús. No pueden ir solos, sino que deben ir de dos en dos, pues dos personas representan mejor la comunidad que una sola, y se pueden ayudar mutuamente. Reciben poder sobre los espíritus impuros, esto es, deben aliviar el sufrimiento de la gente y, a través de la purificación, deben abrir las puertas de acceso directo a Dios.
• Marcos 6,8-11. Actitudes que hay que tomar en la misión. Las recomendaciones son sencillas: “Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino:”Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.". Y ellos se fueron. Es el comienzo de una nueva etapa. Ahora ya no es sólo Jesús, sino todo el grupo va a anunciar la Buena Nueva de Dios al pueblo. Si la predicación de Jesús ya causaba conflicto, cuanto más ahora, con la predicación de todo el grupo. Si el misterio ya era grande, ahora va a ser mayor aún con la misión intensificada.
• Marcos 6,12-13. El resultado de la misión. “Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”. Anunciar la Buena Nueva, provocar la conversión o mudanza en las personas y aliviar el dolor de la gente, curando las dolencias y expulsando los males.
• El envío de los discípulos en Misión. En el tiempo de Jesús había otros movimientos de renovación. Por ejemplo, los esenios y los fariseos. Ellos también buscaban una nueva manera de vivir en comunidad y tenían a sus misioneros (Cf. Mt 23,15). Pero cuando iban en misión, iban prevenidos. Llevaban bolsa y dinero para cuidar de su propia comida. Desconfiaban de la comida de la gente porque no era siempre ritualmente “pura”. Al contrario de los otros misioneros, los discípulos y las discípulas de Jesús reciben recomendaciones diferentes que ayudan a entender los puntos fundamentales de la misión de anunciar la Buena Nueva, que reciben de Jesús y que es también nuestra misión:
a) Debían ir sin nada. No podían llevar nada, ni bolsa, ni cintura, ni bastón, ni pan, ni sandalias, ni tener dos túnicas. Esto significa que Jesús nos obliga a confiar en la hospitalidad. Pues aquel que va sin nada, va porque confía en la gente y cree que la gente va a recibirlo. Con esta actitud criticaban las leyes de exclusión, enseñadas por la religión oficial, y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían otros criterios de comunidad.
b) Debían comer lo que la gente les daba. No podían vivir separados con su propia comida, sino que debían sentarse con los demás, en la mesa (LC 10,8). Esto significa que, en el contacto con la gente, no debían tener miedo a perder la pureza tal como era enseñada en la época. Con esta actitud criticaban las leyes de la pureza en vigor y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían otro acceso a la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
c) Debían quedarse hospedados en la primera casa en que fueran acogidos. Debían convivir de manera estable y no andar de casa en casa. Debían trabajar como todo el mundo y vivir de lo que recibían en cambio, “pues el obrero merece su salario” (Lc 10,7). Con otras palabras, ellos debían participar de la vida y del trabajo de la gente, y la gente los acogería en su comunidad y compartiría con ellos su comida. Significa que debían confiar en el compartir.
d) Debían sanar a los enfermos, curar a los leprosos y expulsar los demonios (Lc 10,9; Mc 6,7.13; Mt 10,8). Debían ejercer la función de “defensor” (goêl) y acoger para dentro del clan, dentro de la comunidad, a los que vivían excluidos. Con esta actitud criticaban la situación de desintegración de la vida comunitaria y apuntaban hacia salidas concretas.
Estos eran los cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros y de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús: hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jesús nos reveló no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jesús, deciden vivir en comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos, somos hermanos y hermanas, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos hermanos y hermanas.
4) Para la reflexión personal
• ¿Tú participas de la misión como discípulo o discípula de Jesús?
• ¿Cuál es el punto de la misión de los apóstoles que tiene más importancia hoy para nosotros? ¿Por qué?
5) Oración final
¡Grande es Yahvé y muy digno de alabanza!
En la ciudad de nuestro Dios
está su monte santo,
hermosa colina,
alegría de toda la tierra. (Sal 48,1-2
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Lectio: Mark 6,7-13
Lectio: Thursday, February 3, 2011
1) Opening prayer
Lord our God,
help us to love you with all our hearts
and to love all men as you love them.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.
2) Gospel reading - Mark 6,7-13
Jesus summoned the Twelve and began to send them out in pairs, giving them authority over unclean spirits. And he instructed them to take nothing for the journey except a staff -- no bread, no haversack, no coppers for their purses. They were to wear sandals but, he added, 'Don't take a spare tunic.' And he said to them, 'If you enter a house anywhere, stay there until you leave the district. And if any place does not welcome you and people refuse to listen to you, as you walk away shake off the dust under your feet as evidence to them.' So they set off to proclaim repentance; and they cast out many devils, and anointed many sick people with oil and cured them.
3) Reflection
• Today’s Gospel continues what we have already seen in the Gospel yesterday. The passage through Nazareth was painful for Jesus. He was rejected by his own people (Mk 6, 1-5). The community which before had been his community, now, it is no longer such. Something has changed. Beginning at that moment, as today’s Gospel says, Jesus began to go round the villages of Galilee to announce the Good News (Mk 6, 6) and to send the Twelve on mission. In the years 70’s, the time when Mark wrote his Gospel, the Christian communities lived in a difficult situation, without any horizon. Humanly speaking, here was no future for them. In the year 64, Nero began to persecute the Christians. In the year 65, the revolt or uprising of the Jews in Palestine against Rome broke out. In the year 70, Jerusalem was completely destroyed by the Romans. This is why the description of the sending out of the disciples, after the conflict in Nazareth, was a source of light and of courage for the Christians.
• Mark 6, 7. The objective of the Mission. The conflict grew and closely affected Jesus. How does he react? In two ways: 1) Before the mental obstinacy of the people of his community, Jesus leaves Nazareth and began to go round the neighbouring villages (Mk 6, 6). 2) He extends the mission and intensifies the announcement of the Good News calling other persons to involve them in the mission. “He summoned the Twelve, and began to send them out in pairs, giving them authority over unclean spirits”. The objective of the mission is simple and profound. The disciples participate in the mission of Jesus. They cannot go alone, they have to go in pairs, two by two, because two persons represent the community better than one alone and they can mutually help one another. They receive authority over unclean spirits, that is, they have to be a help for others in suffering and, through purification, and they have to open the door for direct access to God.
• Mark 6, 8-11. The attitudes which they should have in the Mission. The recommendations are simple: “And he instructed them to take nothing for the journey except a staff; no bread, no haversack, no coppers for their purses; they were to wear sandals and not to take a spare tunic. And he told them: If you enter a house anywhere, stay there until you leave the district. And if any place does not welcome you and people refuse to listen to you, as you walk away, shake off the dust under your feet, as evidence to them”. So they set off. It is the beginning of a new stage. Now, not only Jesus, but the whole group will announce the Good News of God to the people. If the preaching of Jesus caused conflict, much more now, there will be conflict with the preaching of the whole group. If the mystery was already great, now it will be greater since the mission has been intensified.
• Mark 6, 12-13. The result of the mission. “So they set off to proclaim repentance, and they cast out many devils, and anointed many sick people with oil and cured them.” To announce the Good News, produces conversion or a change in persons, it alleviates persons in their suffering; it cures illnesses and casts out devils.
• The sending out of the disciples on Mission. At the time of Jesus there were several other movements of renewal. For example, the Essens and the Pharisees. They also sought a new way of living in community and they had their own missionaries (cf. Mt 23, 15). But these, when they went on mission, they had prejudices. They took with them a haversack and money to take care of their own meals, because they did not trust the food that people would give them, which was not always ritually “pure”. On the contrary to other missionaries, the disciples of Jesus received diverse recommendations which helped to understand the fundamental points of the mission of announcing the Good News, which they received from Jesus and which is also our mission:
a) They should go without taking anything. They should take nothing, no haversack, no money, no staff, no bread, no sandals, not two tunics. That meant that Jesus obliged them to trust in hospitality. Because one who goes without taking anything, goes because he trusts people and thinks that he will be well received. With this attitude they criticized the laws of exclusion, taught by the official religion, and showed, by means of the new practice, that they in the community had other criteria.
b) They should eat what people ate or what the people gave them. They could not live separated providing their own food, but they should accept to sit at the same table (Lk 10, 8). This means that in contact with the people, they should not be afraid of losing the purity as it was taught at that time. With this attitude they criticized the laws of purity which were in force and showed, by means of the new practice, that they had another type of access to purity, that is, intimacy with God.
c) They should remain in the first house that welcomed them. They should live together in a stable way and not go from house to house. They should work like everybody else and live from what they received in exchange, “because the labourer deserves his wages” (Lk 10, 7). In other words, they should participate in the life and in the work of the people, and the people would have accepted them in the community and would have shared the food with them. This means that they had to have trust in sharing.
d) They should take care of the sick, cure the lepers and cast out devils (Lk 10, 9; Mc 6, 7.13; Mt 10, 8). They had to carry out the function of “Defender” (goêl) and accept within the clan, in the community, those who were excluded. With this attitude they criticized the situation of disintegration of the community life of the clan and they aimed at concrete ways of getting out. These were the four fundamental points which had to give impulse to the attitude of the missionaries who announced the Good News of God, in the name of Jesus: hospitality, communion, sharing and acceptance of the excluded (defender, goêl). If these four requirements were respected, they could and should cry out to the four ends of the world: “The Kingdom of God has come!” (cf. Lk 10, 1-12; 9, 1-6; Mk 6, 7-13; Mt 10, 6-16). Because the Kingdom of God revealed by Jesus is not a doctrine, nor a catechism, nor a law. The Kingdom of God comes and becomes present when persons, motivated by their faith in Jesus, decide to live in community to give witness and to manifest to all that God is Father and Mother and that, therefore, we human beings are brothers and sisters among us. Jesus wanted that the local community would again be an expression of the Covenant, of the Kingdom, of the love of God the Father, who makes all of us brothers and sisters.
4) Personal questions
• Do you participate in the mission as a disciple of Jesus?
• Which point of the mission of the apostles is more important for us today? Why?
5) Concluding prayer
Great is Yahweh and most worthy of praise in the city of our God,
the holy mountain,
towering in beauty,
the joy of the whole world. (Ps 48,1-2
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Lectio: Marco 6,7-13
Lectio: Giovedì, 3 Febbraio, 2011
1) Preghiera
Dio grande e misericordioso,
concedi a noi tuoi fedeli
di adorarti con tutta l’anima
e di amare i nostri fratelli nella carità del Cristo.
Egli è Dio, e vive e regna con te...
2) Lettura
Dal Vangelo secondo Marco 6,7-13
In quel tempo, Gesù chiamò i dodici, ed incominciò a mandarli a due a due e diede loro potere sugli spiriti immondi. E ordinò loro che, oltre al bastone, non prendessero nulla per il viaggio: né pane, né bisaccia, né denaro nella borsa; ma, calzati solo i sandali, non indossassero due tuniche.
E diceva loro: “Entrati in una casa, rimanetevi fino a che ve ne andiate da quel luogo. Se in qualche luogo non vi riceveranno e non vi ascolteranno, andandovene, scuotete la polvere di sotto ai vostri piedi, a testimonianza per loro”.
E partiti, predicavano che la gente si convertisse, scacciavano molti demoni, ungevano di olio molti infermi e li guarivano.
3) Riflessione
• Il Vangelo di oggi continua quanto abbiamo visto nel vangelo di ieri. Il passaggio per Nazaret fu doloroso per Gesù. Fu rifiutato dalla propria gente (Mc 6,1-5). Quella che prima era la sua comunità, ora non lo è più. Qualcosa è cambiato. A partire da questo momento, come dice il vangelo di oggi, Gesù cominciò ad andare per i villaggi della Galilea per annunciare la Buona Novella (Mc 6,6) e mandare i dodici in missione. Negli anni 70, epoca in cui Marco scriveva il suo vangelo, le comunità cristiane vivevano una situazione difficile, senza orizzonte. Umanamente parlando, non c’era futuro per loro. Nel 64, Nerone cominciò a perseguitare i cristiani. Nel 65, scoppiò la rivolta dei giudei della Palestina contro Roma. Nel 70, Gerusalemme fu totalmente distrutta dai romani. Per questo la descrizione dell’invio dei discepoli, dopo il conflitto a Nazaret, era fonte di luce e di coraggio per i cristiani.
• Marco 6,7. L’obiettivo della Missione. Il conflitto crebbe e toccò da vicino la persona di Gesù. Come reagisce? In due modi: a) Dinanzi alla chiusura mentale della gente della sua comunità, Gesù lascia Nazaret ed inizia a percorrere i villaggi nelle vicinanze (Mc 6,6). b) Allarga la missione ed intensifica l’annuncio della Buona Novella chiamando altre persone per coinvolgerle nella missione. “Chiamò i dodici, ed incominciò a mandarli a due a due e diede loro potere sugli spiriti immondi”. L’obiettivo della missione è semplice e profondo: La partecipazione dei discepoli alla missione di Gesù. Non possono andare da soli, devono andare due a due, perché due persone rappresentano la comunità meglio di una sola e si possono aiutare a vicenda. Ricevono potere sugli spiriti immondi, cioè devono essere di sollievo agli altri nella sofferenza e, attraverso la purificazione, devono aprire le porte di accesso diretto a Dio.
• Marco 6,8-11. Gli atteggiamenti da avere nella Missione. Le raccomandazioni sono semplici: “E ordinò loro che, oltre al bastone, non prendessero nulla per il viaggio: né pane, né bisaccia, né denaro nella borsa; ma, calzati solo i sandali, non indossassero due tuniche. E diceva loro: “Entrati in una casa, rimanetevi fino a che ve ne andiate da quel luogo. Se in qualche luogo non vi riceveranno e non vi ascolteranno, andandovene, scuotete la polvere di sotto ai vostri piedi, a testimonianza per loro”. E se ne andarono. E’ l’inizio di una nuova tappa. Ora non solo Gesù, bensì tutto il gruppo, annuncia la Buona Novella di Dio alla gente. Se la predicazione di Gesù causava conflitto, molto più ora, con la predicazione di tutto il gruppo. Se già il mistero era grande, ora sarà maggiore con la missione intensificata.
• Marco 6,12-13. Il risultato della missione. “E partiti, predicavano che la gente si convertisse, scacciavano molti demoni, ungevano di olio molti infermi e li guarivano”. Annunciare la Buona Novella, produce conversione o cambiamento nelle persone, è sollievo nel dolore, cura le infermità e scaccia i demoni.
• L’invio dei discepoli in Missione. Al tempo di Gesù c’erano diversi altri movimenti di rinnovamento. Per esempio, gli esseni ed i farisei. Anche loro cercavano un nuovo modo di vivere in comunità ed avevano i loro missionari (cf. Mt 23,15). Però costoro, quando andavano in missione erano prevenuti. Portavano bisaccia e denaro per occuparsi del proprio cibo. Perché non avevano fiducia nel cibo della gente, che non era sempre ritualmente “puro”. Al contrario degli altri missionari, i discepoli e le discepole di Gesù ricevevano raccomandazioni diverse che aiutavano a capire i punti fondamentali della missione di annunciare la Buona Novella, che ricevevano da Gesù e che è anche la nostra missione:
a) Dovevano andare senza nulla. Non dovevano portare nulla, né bisaccia, né denaro, né bastone, né pane, né sandali, né avere due tuniche. Ciò significava che Gesù li obbliga ad avere fiducia nell’ospitalità. Perché colui che va senza nulla, va perché ha fiducia nella gente e pensa che sarà accolto. Con questo atteggiamento criticavano le leggi di esclusione, sostenute dalla religione ufficiale, e mostravano, per mezzo della pratica nuova, che avevano una concezione diversa della comunità.
b) Dovevano mangiare ciò che la gente mangiava o ciò che la gente dava loro. Non potevano vivere separati con il proprio cibo, ma dovevano accettare di mettersi insieme a tavola (Lc 10,8). Ciò significa che nel contatto con la gente, non dovevano aver paura di perdere la purezza così come veniva insegnata all’epoca. Con questo atteggiamento criticavano le leggi della purezza in vigore e mostravano, per mezzo della nuova pratica, che avevano un altro tipo di accesso alla purezza, cioè, all’intimità con Dio.
c) Dovevano rimanere ospitati nella prima casa in cui fossero stati accolti. Dovevano vivere insieme in modo stabile e non andare di casa in casa. Dovevano lavorare come tutti gli altri e vivere di ciò che ricevevano in cambio, “poiché l’operaio merita il suo salario” (Lc 10,7). In altre parole, dovevano partecipare alla vita ed al lavoro della gente, e la gente li avrebbe accolti nella sua comunità e avrebbe condiviso con loro il cibo. Significa che dovevano aver fiducia nella condivisione.
d) Dovevano occuparsi dei malati, curare i lebbrosi e scacciare i demoni (Lc 10,9; Mc 6,7.13; Mt 10,8). Dovevano svolgere la funzione di “difensori” (goêl) ed accogliere dentro del clan, nella comunità, coloro che vivevano da emarginati. Con questo atteggiamento criticavano la situazione di disintegrazione della vita comunitaria del clan e puntavano a soluzioni concrete. Erano questi i quattro punti fondamentali che dovevano dare slancio all’atteggiamento dei missionari che annunciavano la Buona Novella di Dio, nel nome di Gesù: ospitalità, comunione, condivisione ed accoglienza degli esclusi. Se queste quattro esigenze venivano rispettate, loro potevano e dovevano gridare ai quattro venti: “Il Regno è venuto!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Poiché il Regno rivelato da Gesù non è una dottrina, né un catechismo, né una legge. Il Regno di Dio viene e si rende presente quando le persone, motivate dalla loro fede in Gesù, decidono di vivere in comunità per dare testimonianza e rivelare a tutti che Dio è Padre e Madre e che, quindi, noi esseri umani siamo fratelli e sorelle tra di noi. Gesù voleva che la comunità locale fosse di nuovo un’espressione dell’Alleanza, del Regno, dell’amore di Dio Padre, che fa di tutti noi fratelli e sorelle.

4) Per un confronto personale
• Partecipi nella missione di Gesù come discepolo?
• Qual è il punto più importante per noi oggi nella missione degli apostoli? Perché?

5) Preghiera finale
Grande è il Signore e degno di ogni lode
nella città del nostro Dio.
Il suo monte santo, altura stupenda,
è la gioia di tutta la terra. (Sal 47

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