viernes, 25 de julio de 2014

Gloria al Padre al Hijo y al EspirituSanto.........

LA SANTÍSIMA TRINIDAD
"Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre".(1ª Jn. 2, 23) "El que REHÚSA creer en el Hijo no verá la vida, sino que está sobre él la cólera de Dios" (Jn 3, 36).Ciertamente la Santísima Trinidad es un grande y verdadero misterio. Dios lo ha revelado a los hombres y por venir de quien viene esa enseñanza es digna de crédito. No lo podemos comprender con el limitado alcance de nuestra razón, pero no se opone a ella. Sabemos que, hasta la plenitud de los tiempos, la Sabiduría misma lo reveló al hombre: cuando el Hijo de Dios apareció sobre la tierra. Es algo sobrenatural que no es contrario a la razón, pero que es un misterio, porque excede a nuestra capacidad de comprensión.

Un solo Dios verdadero en tres personas distintas. NO tres manifestaciones de una sola persona. Tres personas distintas, un Dios único. "Veneramos un solo Dios en la Trinidad y a la Trinidad en la unidad sin confundir las personas ni separar las sustancias" (1). No son tres dioses, es un Dios único. La unicidad de Dios no es más importante que la Trinidad, ni la Trinidad más importante que la unicidad.

Como expresa el Concilio de Toledo (447): "Que el Padre no es el mismo que el Hijo, sino que tiene un Hijo que no es Padre. Que el Hijo no es el Padre, sino que es el Hijo de Dios por naturaleza, que es de la naturaleza del Padre. Que existe también el Espíritu Paráclito, que no es el Padre mismo ni el Hijo, sino que procede del Padre y del Hijo...Si alguno dijere y (o) creyere que Dios Padre es el mismo Hijo o el Paráclito, sea anatema. Si alguno dijere y (o) creyere que Dios Hijo (el Hijo de Dios) es el mismo Padre o el Paráclito, sea anatema. Si alguno dijere y (o) creyere que el Espíritu Paráclito es el Padre o el Hijo, sea anatema"(Denz. 19 a 24).
Luego en Dios NO SE DA la trinidad, sino que un sólo Dios ES la Trinidad, como enseña en el año 675 el IX Concilio de Toledo (Denz. 278). El Concilio de Reims proclama en el año 1148:"Cuando hablamos de las tres personas...confesamos que son un solo Dios, UNA SOLA DIVINA SUSTANCIA...el mismo solo Dios y la sola sustancia ES tres personas". Las tres personas son consustanciales, son una sola sustancia, pero a la vez son tres personas distintas. Las tres personas son UNA esencia y UNA sustancia. La divinidad no sufre mengua en cada una ni aumenta en las tres.

En el Trisagio manifestamos nuestra fe en las distintas personas de la Trinidad cuando rezamos: "Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos...". En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo fuimos bautizados, en su nombre fuimos confirmados y también en su nombre se nos perdonan los pecados. En el Credo proclamamos nuestra fe en el Dios UNO Y TRINO. No solo UNO y no solo TRINO, sino a la vez TRINO Y UNO.

Dice la Sagrada Escritura: "Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre".(1ª Jn. 2, 23) "El que REHÚSA creer en el Hijo no verá la vida, sino que está sobre él la cólera de Dios" (Jn 3, 36). Ésta es la palabra de Dios, del Dios uno y trino.
(1) "Símbolo Atanasiano" (Denz. 39
Catolicidad