viernes, 28 de septiembre de 2007


LOS DOS ESPEJOS

Un famoso médico norteamericano poseía y administraba una extensa red de clínicas abortivas.
Él mismo calcula que llegó a practicar más de 70 mil abortos. Hasta que presenció una ecografía: ingenio tecnológico que le reveló, con brutal evidencia, que se había convertido en asesino, a sangre fría, de criaturas que ya tenían forma humana, vida humana, alma humana.
Sólo que eran todavía muy pequeñitas, y totalmente indefensas. A partir de ese shock, aquel médico dejó atrás su pasado abortista y se convirtió en activo promotor y líder del Movimiento Pro-Vida.
La dinámica de este proceso lo llevó a revisar profundamente sus convicciones éticas y religiosas, hasta hacerlo abrazar, desde su ateísmo, la fe cristiana y católica. Allí encontró la reafirmación del carácter sagrado de la vida humana, don de Dios que nos hace semejantes a Él y partícipes de la naturaleza divinaEs un ejemplo contemporáneo, clamoroso de que en todos los tiempos y para todas las personas es posible la conversión.
Tendemos a pensar que eso, la conversión, es decir el cambio radical en la orientación valórica y en las normas de conducta, es un tema bíblico, histórico, ajeno: atractivo material para películas e historias devocionales.
Pero no un tema mío.
Los que se convierten son la Magdalena, Mateo, Zaqueo, el "buen ladrón". ¿Pero yo? ¿Tengo yo la capacidad de transformar, en modo radical y substancial, los valores por los que oriento mi existencia? ¿Está en mí la posibilidad de vencer un vicio, un prejuicio, una tendencia que durante años ha marcado negativamente mi personalidad, perjudicando mi salud y dañando mi buena relación con los demás? No son preguntas menores. Y sus más frecuentes respuestas van en la línea de un conformismo fatalista, de una resignación pasiva, de un dejar actuar la ley de la inercia.
Total, yo soy así, ya estoy viejo para cambiar; cabrero, no siento en mí ni la capacidad ni la voluntad de intentar siquiera un cambio. De manera que si soy un fumador, un alcohólico, un drogadicto, un blasfemador y murmurador impenitente; si arrastro enfermizamente un rencor familiar, profesional o político; si cualquier estímulo erótico, cualquier sugerencia o invitación, cualquier oportunidad o puerta que me abren encuentra en mí la más inmediata aceptación, sin importarme las decencias o las lealtades que iré diseminando en el camino; si mi apetito de conocer a Dios y de aproximarme a la intimidad con Él y a la obediencia de sus mandatos choca con mi estudiada indiferencia y encogimiento de hombros: total, Dios comprenderá, y por último quién asegura que Él realmente existe: si alguna de estas descripciones calza conmigo, quiere decir que estoy mal.
No estoy honrando aquello que pertenece a lo más específico del ser humano: su capacidad de cambio, de superación, de transformación. Eso que llamamos conversión. La cuaresma recién iniciada, coincidente con el comienzo del año escolar y laboral, es por antonomasia tiempo de conversión.
Tomarla en serio exige detenerse y pensar: ¿qué hay en mí que debería cambiar? ¿De qué y en qué tengo que convertirme? Como un subsidio para ayudar a este escrutinio de conciencia, podemos tomar dos espejos: el Manual de Carreño, y las promesas bautismales. Dos espejos distintos, pero una misma voluntad y consecuencia: mi imagen, mi realidad tienen que cambiar.
Porque soy imagen y semejanza de Dios, y mi realidad es ser partícipe, por el bautismo, de esa naturaleza divina. Veamos el Manual de Carreño. ¿Cuánto tiempo dedico a escuchar a otros, en lugar de abrumarlos con mi egocéntrica verborrea? ¿Soy capaz de escuchar con atención total? ¿Es mi audición tan objetiva que me permite asimilar la verdad o novedad de lo escuchado, y rectificar el juicio que ya tenía preparado o formulado? ¿Se me tiene como persona puntual, que honra su compromiso de estar a la hora en que se debe estar? ¿Son mis promesas confiables? ¿Devuelvo oportunamente lo que he pedido prestado? ¿Doy a tiempo aviso, o pido ser disculpado por omisiones, ausencias o tardanzas que han molestado y dañado a quienes confiaron en mí? ¿Agradezco como es debido, es decir siempre, toda muestra de bondad y todo acto de servicio con que otros me distinguen? ¿Me acuerdo y ocupo de felicitar y obsequiar a quien celebra su día? ¿Divulgo sin necesidad infundios, rumores y chascarros que van en descrédito de terceros ausentes? ¿Guardo con inviolable discreción el secreto que me ha sido confiado? ¿Impongo brutalmente a otros el ruido que a mí me gusta, los olores que a mí no me importan, el mal humor que a mí me aflige? ¿Invito y agasajo siempre, o casi siempre, con miras a obtener un beneficio o una reciprocidad? ¿Hablo de manera inteligible y decente, cualquiera sea mi entorno? ¿Respondo, o hago al menos un esfuerzo por responder las llamadas y cartas que se supone merecen y esperan respuesta? ¿Pido disculpa cuando tomo conciencia de haber dañado, con malicia o por negligencia, la honra o los derechos de otro? Miradas una a una, son o parecen pequeñeces. Pero hay algo que las une a todas como un hilo conductor: la caridad.
La delicadeza de pensar siempre en el otro, y de sentir al otro como un alguien que me pertenece, que es un don y una tarea para mí.
Por eso no son pequeñeces: la caridad, que es su alma, las hace grandes. La caridad es lo más grande. Y su prueba de fuego son las cosas pequeñasOtros espíritus, de mayor altura de vuelo, preferirán el espejo de las promesas bautismales. Cada una de ellas contiene la correlativa exigencia de conversión. Quien promete renunciar al pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios, tendrá que asumir el compromiso de confiar, hasta abandonarse como niño, en la gracia del Dios omnipotente, misericordioso y fiel.
La esencia del pecado es desconfiar de Dios. ¿En qué grado mi estilo de vida, mi actitud fundamental están marcados por la desconfianza, y consiguientemente por mi continuo reclamo, reproche, descontento, murmuración ante la aparente dejación u olvido que Dios ha hecho de mí? Visto de otro modo: ¿qué lugar está ocupando, en mi oración y reflexión cotidianas, la acción de gracias a Dios por lo mucho y demasiado que me ha regalado, junto con la petición, humilde y confiada, de lo poco que creo aún necesitar para sentirme feliz? Prometemos, en el bautismo, renunciar a las tentaciones o seducciones que pueden convertirnos en súbditos del pecado.
Tal promesa se traduce en compromiso de vigilancia y prudencia. No podemos jugar todo el tiempo con fuego ni bailar en la cuerda floja, en una temeraria confianza de que Dios hará un milagro para impedir nuestra combustión o caída.
Un buen propósito cuaresmal sería pensar mejor las cosas y las palabras, preparar y hacer mejor mi trabajo, prevenir a tiempo los focos de conflicto, esforzarme más por la transparencia que disipa los equívocos.
Que mi memoria me preserve de tropezar por segunda o tercera vez en la misma piedra. Que mi docilidad me haga humilde para preguntar a los que saben lo que yo no sé. Finalmente, prometemos renunciar a Satanás. ¿Qué rasgos lo caracterizan?
1) la soberbia de no querer inclinarse ante jerarquía superior
2) ser padre de la mentira, mentiroso desde el principio; 3) vivir atormentado por la envidia, sin tolerar la felicidad de otros
4) odiar al prójimo hasta desear, instigar y consumar su eliminación violenta
5) sembrar cizaña para dividir y contraponer a los que Dios quiere unidos
6) contagiar a todos la insuperable tristeza de haber escogido para siempre el mal.
Cualquiera sea nuestro espejo y nuestro propósito cuaresmal, deberá atenerse a tres premisas básicas. Si debo y quiero cambiar, quiere decir que puedo.
La gracia de Dios nunca me faltará, si se la pido con humilde perseverancia. Y no hay cambio, ni conversión ni progreso, sin cruz..
Para convertir mi mediocridad y miseria en oro, tengo que pasar por el crisol de la disciplina y del sufrimiento. Pero no hay que temer ni cavilar, sólo dar el primer paso.
Pbro. Raúl Hasbún Z.

jueves, 27 de septiembre de 2007


Todos añoramos nuestras abuelas, y seguramente muchas de Ellas fueron las que nos enseñaron a Santiguarnos, persignarnos, nuestra Oración al Ángel de La Guarda, El Padre Nuestro ; del Abuelo nuestras primeras (malas palabras ) que en ese entonces eran pendejo, bobo,tonto " y de Tíos y Hermanos las de mayor calibre que a veces ni podíamos pronunciar " Maica, paputa", Etc pero que le celebraban a uno con aplausos.
Como en ese entonces La Misa si era obligatoria cuando no en el colegio ,con los de la casa los Domingos ,con la mejor percha a veces con camisa almidonada oía uno a toda la honorable concurrencia decir con mucha devoción unas inolvidables Oraciones tradicionales en ese entonces y que ahora fueron remplazadas por oraciones mas líricas,con rimas y mas llamativas pero que nunca alcanzan la belleza y mensaje de las antiguas.Nadie se atrevía a ir a La Santa Misa ni siquiera en tenis "Es La Casa De Dios "le inculcaban a uno .

En Semana Santa era fija la estrenada para las procesiones, y de todas maneras a la Iglesia siempre iba uno bien vestido y arreglado , Ahora da tristeza ver gente en bermudas chanclas,jeans apretados y descaderados, escotes ,mascotas, teléfonos etc.

Difícil para un pobre cristiano estar atento y concentrado en lo que debe estar, enseñemos por lo menos a los nuestros ,que es la Casa de Dios y como debemos respetarla.

Oraciones hermosas como estas las encontre en un antiguo y bello misal y libro de oraciones diarias de Mi Madre y Mi Abuela

La siguiente se reza cuando no se puede recibir físicamente la Comunión:

Comunion Espiritual
Creo,Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente
venid al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido,
os abrazo y me uno del todo a Vos.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Vos.
Amén.

EN REPARACION DE LAS BLASFEMIAS ALABANZAS AL SANTISIMO SACRAMENTO

Preces


Bendito sea Dios,
Bendito sea su Santo Nombre,
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Bendito sea el nombre de Jesús,
Bendito sea su Sacratísimo Corazón,
Bendita sea su preciosísima Sangre,
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar,
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito,
Bendita sea la Excelsa Madre de Dios María Santísima,
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción,
Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos,
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre,
Bendito sea San José, su castísimo esposo,
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

EL CREDO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios Padre,Todopoderoso,Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo,Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,padeció bajo el poder de Poncio Pilato,fue crucificado, muerto y sepultado,descendió a los infiernos,al tercer día resucitó entre los muertos,subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.Amén.

JACULATORIA A LA SAGRADA FAMILIA

Jesús, José y María Os doy el corazón y el alma mía. Jesús, José y María Asistidme en mi última agonía. Jesús José y María En Vos descanse en paz el alma mía.

MAGNIFICAT

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amen.

ACTO PENINTENCIAL

Yo confieso ante Dios Todo poderoso ante ustedes, hermanos,que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,que intercedan por mi ante Dios, nuestro Señor. Amén.

ANGEL DE LA GUARDA

Ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día; hasta que descanse en los brazos de Jesús, José y María.

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASIS

¡Señor, haz de mi un instrumento de Tu PAZ. Que donde haya odio yo ponga AMOR. Donde haya ofensa, yo ponga PERDÓN. Donde haya duda, yo ponga FE.
Donde haya error, yo ponga TU VERDAD. Donde haya tinieblas, yo ponga TU LUZ. Donde haya discordia, yo ponga UNIDAD.
Donde haya desesperanza, yo ponga ESPERANZA. Donde haya tristeza, ponga yo ALEGRÍA.
Concédeme Señor la gracia de no buscar ser amado, como amar.Ser comprendido como comprender. Ser consolado como consolar, porque dando es como somos perdonados y muriendo en TI es como nacemos a la VIDA ETERNA.

ORACION PARA DESPUES DE LA SANTA MISA -

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, Sálvame . Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

BENDITA SEA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza a Ti celestial princesa Virgen Sagrada María yo te ofrezco en este día alma vida y corazón. Mírame con compasión no me dejes Madre mía morir sin tu Bendición.

SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,vida y dulzura y esperanza nuestra:Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.Ea, pues, Señora abogada nuestra,vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,fruto bendito de tu vientre.¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.Amén.





lunes, 24 de septiembre de 2007

Que Tal ......como nos Cuida Dios



JUAN PABLO II SE LIBRÓ DE SER FUSILADO

CUANDO ERA SEMINARISTA


Juan Pablo II no hubiera llegado a ser Papa si, en el año 1945, en Cracovia, un oficial de la Armada Roja de la Unión Soviética, culto y amante de la historia, no hubiera decidido salvar la vida, a pesar de las órdenes de Stalin, a un joven seminarista llamado Karol Wojtyla, que le había ayudado a traducir libros sobre la caída del Imperio romano. Este episodio, hasta ahora inédito de la vida del Papa, ha sido narrado al semanario italiano «Famiglia Cristiana» por el protagonista, el mayor Vasilyi Sirotenko, a quien Juan Pablo II le ha mandado una felicitación por su cumpleaños.
Sirotenko, profesor de historia medieval, formó parte de la 59ª Armada del general Ivan Stepanovich Konev que arrebató a los alemanes Cracovia el 17 de enero de 1945. Al día siguiente el soldado se encontraba entre los hombres que ocuparon una mina de piedra de la empresa Solvay a unos cincuenta kilómetros de la ciudad. «También allí los alemanes se rindieron y escaparon casi inmediatamente --recuerda--. Los obreros polacos se habían escondido: cuando llegamos comenzamos a gritar: sois libres, salid, salid, estáis libres. Cuando los contamos, eran ochenta.

Poco después descubrí que 18 de ellos eran seminaristas». La guerra de Stalin no eran un banquete de gala. Los soldados robaban lo que podían: dinero, relojes, ropa… Los primeros rusos que entraron a Cracovia lo único que buscaban era comida.

Sirotenko, sin embargo, causó en más de alguno risa: él buscaba libros en latín y alemán. Por este motivo, al ver a los seminaristas se puso muy contento. «Llamé a uno de ellos y le pregunté si era capaz de traducir del latín y del italiano --revela Sirotenko--. Me dijo que no era muy bueno en estas materias, que había estudiado poco. Estaba aterrorizado, e inmediatamente añadió que tenía un compañero muy inteligente y capaz para los idiomas.

Un cierto Karol Wojtyla». «Entonces di la orden de encontrar a ese tal Karol», continúa diciendo el antiguo soldado. «Descubrí que era bastante bueno en ruso pues su madre era una "russinka", es decir una "ukrainka" con raíces rusas. Por eso le hice traducir también documentos del ruso al polaco». Vasilyj se hizo amigo de Karol y pidió que le tradujera también artículos sobre la caída del Imperio romano, que era fruto de todo tipo de interpretaciones por parte de Stalin.

Fueron tan amigos que un día el comisario político Lebedev convocó al oficial soviético: «Camarada mayor, ¿qué hace usted con ese seminarista? ¿Piensa ignorar las órdenes de Stalin? ¿La disposición del 23 de agosto de 1940 sobre los oficiales, maestros y seminaristas polacos no le convence?». Sirotenko respondió: «No puedo fusilarlo.

Es demasiado útil. Sabe idiomas y conoce la ciudad». Y añade: El comisario sabía que era verdad, pero no quería correr riesgos. De modo que me dijo que la responsabilidad era mía». Después, salieron los primeros carros de prisioneros hacia Siberia, personas que no volverían nunca más.

Los seminaristas de la cantera Solvay estaban entre los primeros de la lista. Sirotenko, sin embargo, les salvó la vida. La misma excusa volvió a convencer a Lebedev. Ahora al mayor no le gusta reconocer que sabía lo que significaba partir al destierro. «Escribí una orden en la que, por exigencias relativas a las operaciones militares que tenían lugar en Cracovia, Wojtyla y los demás no deberían ser deportados».

Cuando en 1978 fue elegido Papa un cierto Karol Wojtyla, Sirotenko era el único que conocía ese nombre en Rusia, a excepción del KGB. El 6 de marzo pasado recibió una carta del Papa en la que le felicitaba por sus 85 años. El viejo profesor de historia y antiguo oficial de la Armada Roja mira la carta y dice: «Los dos hemos tenido una vida muy intensa».
(Articulo de internet)

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El Santo Rosario




Consejos y un poco de historia sobre el Santo Rosario , que debemos todos los Católicos de practicar diariamente y ojala en familia , son muchas las Bendiciones, Milagros y testimonios en el Mundo entero de favores de La Madre Divina ; acordemonos de nuestras Madres y Abuelas , y su devoción por el Santo Rosario.




A. ¿Cómo rezar mejor el Rosario?
B. Historia del Rosario.

A. ¿CÓMO REZAR MEJOR EL ROSARIO?
El Rosario es una oración vocal y mental, donde el rezo de las avemarías va unido a la meditación de la vida de Jesucristo. Para rezarlo mejor suelen darse varios consejos.

1. Antes de empezar

Buscar un momento y lugar apropiados. Si se reza en una iglesia, o en familia, o acompañado de otros puede obtenerse una indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas. En otros casos, la indulgencia será parcial.
Proponerse alguna intención. Por ejemplo, rezarlo en acción de gracias o para obtener un auxilio de nuestra Señora. Puede rogarse por esa intención varias veces a lo largo de las avemarías.
2. Mientras se rezan las avemarías.- Hay varias posibilidades:
Contemplar el misterio de la vida del Señor que se dice al inicio.
Imaginarse que uno lo reza en compañía del Papa o de algún santo.
Imaginar que uno entona una canción a nuestra Señora y repite el estribillo.
Remarcar alguna palabra del avemaría (unas veces una, otras veces otra). Por ejemplo, Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.




B. HISTORIA DEL ROSARIO
1. Formación del Rosario. Los dominicos.

Siglo XII
Aunque ya existía la costumbre de repetir avemarías en número variable, fue en el s XII cuando se fijó el número de 150, equivalente al de los salmos, para acompañar a los monjes mientras ellos recitaban los salmos del oficio divino. Ya en el siglo XIII, los cistercienses hacen tres grupos de 50 avemarías.

Siglo XIII
Nuestra Señora se aparece a Santo Domingo de Guzmán, le entrega el rosario y le impulsa a difundirlo por el mundo. Santo Domingo cumplió este encargo "con la más acendrada fe en la devoción del santo Rosario, que fue el primero en propagar, y que personalmente y por sus hijos llevó a los cuatro ángulos del mundo" (León XIII, "Supremi apostolatus").

Siglo XIV
Los cartujos intercalan el padrenuestro y meditan distintos momentos de la vida del Señor. Añaden "Jesús" al avemaría.

Siglo XV

El Beato Alano de Rupe (1428-1475), dominico, unificó los elementos del Rosario y le dio forma definitiva. Eligió el nombre de los quince misterios y fundó la cofradías del Rosario. Otros dominicos colaboran.
En esos años se añaden las letanías y se completa el avemaría añadiendo la parte final: "Santa María, madre de Dios, ruega por ...". Esto da lugar a una curiosa paradoja: es posible afirmar que el Rosario existió antes que el avemaría (ya se entiende).
Los Papas aprueban el Rosario (Sixto IV en 1479), y le otorgan indulgencias (Inocencio VIII en 1485, bula Sacer Praedicatorum Ordo).
2. Siglo XVI. Expansión. Lepanto.
- Las cofradías del Rosario se extienden por todas partes. Sus miembros adquirían la obligación principal de rezar el Rosario.

- Los dominicos propagan el Rosario en la América recién descubierta. Pronto adquirió gran popularidad.

- 1569. San Pío V en la bula "Consueverunt Romani Pontifices" estableció oficialmente la forma de rezar el Rosario que se ha mantenido hasta ahora.

- 1571 (7 de octubre). En el Mediterráneo, los turcos asolaban los pueblos cristianos asesinando, robando y tomando numerosos cautivos. Para poner fin a esta situación, se organizó una flota que se enfrentó a la armada turca -más numerosa- en el golfo de Lepanto. Esta famosa batalla supuso un gran alivio para los cristianos, que atribuyeron la victoria a la intercesión de la Santísima Virgen invocada en todas partes con el Rosario. El mismo Papa San Pío V participaba en una procesión rezando el Rosario por este motivo, cuando milagrosamente conoció y anunció la victoria. Después, añadió a las letanías "Auxilio de los cristianos", e instituyó la fiesta de Nª Sª de la Victoria, que más tarde pasó a llamarse Nª Sª del Rosario. Y el Rosario se propagó intensamente.

3. Iniciativas posteriores en torno al Rosario.

Siglo XVII
1629. Surge el Rosario perpetuo. El dominico Timoteo Ricci repartió 8760 tarjetas -tantas como horas tiene el año- entre quienes aceptaban dedicar una hora al año a rezar los quince misterios del Rosario. En 1858 se propuso una hora mensual.

Siglo XVIII . . . Nace la procesión popular del Rosario de la aurora.

Siglo XIX
Se propaga el Rosario viviente: Se forman grupos de quince personas que se comprometen a rezar diariamente un misterio del Rosario. Así cada grupo reza día a día el Rosario completo.

Siglo XX
Durante la segunda guerra mundial surge la Cruzada del Rosario. En USA (padre Peyton) nace el famoso lema "familia que reza unida permanece unida".

4. Siglo XIX-XX ¡Rezad el Rosario!

A comienzos del siglo XIX, el Rosario forma parte de la vida cotidiana del católico. Se piensa acertadamente que el cristianismo reclama devoción a nuestra Señora, y el amor a la Virgen implica rezar el Rosario. Años después, varios hechos invitaron a rezarlo más.

1858 (11 de febrero). Lourdes. Nuestra Señora se aparece con el rosario en la mano, e indica a Bernardette que lo rece. "La misma Santísima Virgen recomendó especialmente este modo de oración, cuando se apareció y lo enseñó a la sencilla muchacha en la gruta de Lourdes" (Pio XI, Ingravescentibus malis, 16).

1883. León XIII declara octubre como mes del Rosario.
1884. Segunda encíclica de León XIII invitando a rezar el Rosario.
1889. Tercera encíclica de León XIII insistiendo en rezar el Rosario.

1891-1898. Una encíclica es el documento de mayor categoría que escriben los Papas. Y ya llevamos tres encíclicas sobre el Rosario. Cualquiera podría pensar que el tema ya está claro. Pero el Papa necesita de las oraciones de los cristianos e insiste en el rezo del Rosario dedicándole 8 encíclicas más, año tras año: 1891-92-93-94-95-96-97 y 1898. Durante ocho años seguidos el Papa León XIII recomienda a los católicos el rezo del Rosario. Le ha dedicado 11 encíclicas (aparte de otros 11 documentos de menor categoría donde el Rosario es también el tema central).

En consecuencia, a comienzos del s.XX nadie duda de que un buen cristiano reza el Rosario. Sin embargo, en el cielo piensan que conviene insistir más, y Nª Señora interviene de nuevo.

1917 (13 de mayo). Fátima. Santa María se apareció a tres niños portugueses (Francisco, Jacinta y Lucia) y les cita los días 13 de cada mes, hasta octubre donde hizo un gran milagro ante 70.000 personas. En esas apariciones, habló a los niños de varios temas: la paz, la penitencia, la conversión, el desagravio, etc. Pues bien, María se presentó así: "soy la Señora del Rosario" (6ª aparición), y en cada una de las apariciones animó a los niños a que rezaran el Rosario.
León XIII había recomendado el Rosario con insistencia anual. Nuestra Señora lo recordó mensualmente.

5. Siglos XX y XXI

Esta insistencia tan reiterada no fue suficiente. Avanzado el siglo XX se extendió una aguda crisis en la Iglesia y en la devoción mariana. Por ejemplo, la década 1964-1974 se ha llamado "el decenio sin María" (tremendo). Y sin Dios, pues esta devoción no fue sustituida por ninguna otra.

Siglo XXI. Juan Pablo II escribe la encíclica "Rosarium Virginis Mariae". Allí:

Se declara un año dedicado al Rosario (octubre 2002 - octubre 2003).
Se proponen 50 avemarías más: los misterios luminosos, completando así el recorrido evangélico que se realiza al rezar el Rosario.

martes, 11 de septiembre de 2007

Examen de Fe


Retomado de la pagina de Fray nelson Medina 11. Sept 2007
EXAMINE SU CONOCIMIENTO DE LA FE
Con 34 preguntas muy básicasCatólico: conoce tu fe y dala a conocer.Cristo te necesita para ser testigo ante el mundoSi ya puedes responder a estas preguntas, avanza al estudio del
Catecismo
1-¿Qué es la verdad?
Dios ha hablado (revelación) al hombre de muchas maneras a lo largo de los siglos.-La naturaleza nos habla de la belleza, sabiduría y poder del creador. -La revelación mas clara y directa es la Biblia y culmina con Su Hijo Jesucristo.Mientras la Biblia es la verdad escrita, Jesucristo es la verdad encarnada (hecha carne)¡Jesus es el camino, la verdad y la vida!
Jesús mismo nos lo dice: "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz." (Juan 18, 37-38).
Jesucristo es Dios que por amor a nosotros - por amor a todos - se hizo hombre, para sacarnos del error, perdonarnos y darnos participación en la vida divina para siempre.
Pero hay que escucharle y abrir el corazón para que El entre.
El gobernador romano, Pilato, tuvo a Jesús delante pero no quiso entender. Estaba atado a sus intereses. ¿De que le valieron si no encontró la vida eterna? ¿Y tu?
Tienes ante ti las verdades que Cristo enseña por medio de su Iglesia. Al conocerlas y vivirlas serás de Cristo y tendrás la felicidad y la salvación (Lc 10, 16). ¿Abrirás tu corazón a la verdad o te lavarás las manos como Pilato?

2-¿Quién es Dios?
Dios es: El Ser supremo. Es el Creador y dueño de todo. Todo lo sabe y lo puede.
*Es Trinidad: un Dios y tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
*Es misterio, pero se da a conocer: ¡Es nuestro Padre!. Infinitamente bueno, perfecto, poderoso, sabio y eterno... No cambia. Dios es amor. ¡Dios te ama!

3-La vida humana es sagrada porque:
Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.
Dios se hizo hombre para que el hombre pueda participar de la vida de Dios.
Dios es el único dueño de la vida. Dios dijo: "no matarás". El aborto y la eutanasia matan y aunque el estado los legalice siguen siendo un crimen ante Dios. Toda ley humana debe someterse a las leyes divinas.Lee la Biblia: Génesis 1, 25-30; Juan 1, 9-14.

4- El propósito de nuestra vida:Dios nos creó para conocerle, amarle y servirle. Solo así seremos felices.

5- ¿Cómo quiere Dios que le amemos?:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo. Lee en la Biblia: Lucas 10, 25-27.Reflexiona: ¿En qué pones tu mayor atención?

6- ¿Cómo podemos conocer y servir a Dios?:
Viviendo como fieles hijos de la Iglesia que Cristo fundó. En ella el Espíritu Santo nos guía y alimenta. Por eso debemos conocer y amar sus enseñanzas.

7- ¿Qué libros nos revelan la vida y enseñanzas de Jesús?:
La vida y enseñanzas de Jesús fueron transmitidas por los Apóstoles por medio de dos vías:a) Por la Tradición que recoge el mensaje comunicado primero oralmente.b) Por las Escrituras procedentes de los Apóstoles que componen los libros del Nuevo Testamento, en especial en los cuatro Evangelios los cuales fueron escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. ("Evangelio" significa "buena noticia" porque Jesús ES la Buena Noticia).
Estamos llamados a vivir el Evangelio con el poder del Espíritu Santo. Así hicieron los santos. Todos estamos llamados por Dios a ser santos.

8-¿Qué es la Biblia?:
La palabra "Biblia" viene del griego y significa "libros". Es el conjunto de Libros Sagrados llamados también "Sagradas Escrituras" que contienen la Palabra Viva de Dios. Contiene la "Historia de Salvación" (como Dios nos salva). Nos revela las verdades necesarias para conocerle, amarle y servirle. Se divide en dos partes: Antiguo Testamento (antes de Cristo) y Nuevo Testamento (plenitud de la promesa en Cristo).
Cómo buscar un pasaje en la Biblia: La Biblia se divide en libros, capítulos y versículos.Ejemplo: "Juan 3, 16" es: el Evangelio de Juan, capítulo 3, versículo 16.Busca en tu Biblia por el índice donde están enumerados los libros.

9-Si tengo la Biblia, ¿para qué necesito la Iglesia?
Necesitamos también a la Iglesia porque Jesús quiso que sus discípulos fuesen un solo Cuerpo y en el unirlos en amor mutuo y amor al Padre por medio de la gracia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, instituido por el mismo Jesucristo para comunicarnos todas las gracias necesarias para nuestra santificación y salvación. Dios quiere que seamos una familia con Jesús como cabeza. -No podemos guiarnos solos: "Ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia" (2 Pedro 1, 20). La Iglesia, como madre y maestra, es la auténtica intérprete y formadora a través de sus pastores. -Jesús advirtió que los escándalos serían inevitables. Pero ningún pecado de los hombres puede borrar el plan de Dios para su Iglesia ni las gracias que por ella recibimos.-Aceptar y vivir esta verdad requiere humildad.Lee en la Biblia: Hechos 2, 42; 2 Timoteo 4, 1-5.

10 -El pueblo escogido por Dios para preparar el camino a Jesucristo:
Dios preparó el camino por medio de Israel, el pueblo Judío.
Su historia está relatada en el Antiguo Testamento. Dios habló por medio de Abraham (nuestro padre de la fe); Moisés (quien sacó a los judíos de la esclavitud de Egipto y los condujo por el desierto 40 años hacia la tierra prometida); mas tarde Dios envío a los profetas (Isaías, Ezequiel, Jeremías y otros). Israel tuvo reyes como Saúl, David y Salomón. Jesucristo es descendiente de David.
Lee en la Biblia: Deuteronomio 7, 6; Hebreos 1, 1-2

11 -¿Qué es Pecar?
Pecar es ofender a Dios. Desobedecerle.Adán y Eva cayeron en la tentación de Satanás y libremente desobedecieron a Dios. Hoy el pecado rige la mentalidad del mundo y muchos van a la ruina total (el infierno). Pecar es separarse del camino de Jesús y de su Iglesia.Pero Dios envía su Espíritu a sus hijos para que se arrepientan, acepten a Jesucristo y vivan una vida nueva en EL.
Lee en la Biblia: Mateo 17, 17; Romanos 3, 9-12.

12 -¿Cuál es el resultado del pecado?
El pecado nos causa ceguera espiritual.Solo vemos las cosas materiales sin entender su propósito en el plan de Dios. No sabemos lo que es el amor de Dios. Nos creemos buenos, cuando en realidad somos egoístas. Vivimos dominados por el mundo, el demonio y la carne. El pecado separa, hace sufrir, finalmente lleva al infierno (separación eterna de Dios y terrible tormento). Todos somos pecadores. Jesús quiere perdonarnos y darnos a conocer su amor.
Lee en la Biblia: Juan 8, 34.

13 -¿Cómo nos salvó Jesucristo de nuestros pecados?
Jesucristo nos salvó amando y obedeciendo al Padre en todo.Su compromiso lo llevó a entregar su vida por amor: Sufrió y murió en la Cruz por nuestros pecados.
Lee en la Biblia : Mateo 26, 42.

14 -"¡Pero yo no hago mal a nadie y rezo en mi casa!"
¡Quien se crea inocente de culpa esta ciego!El error es que nos medimos por las normas del mundo. No te midas por los demás. Jesucristo es la medida a la que debemos crecer. Y todos estamos cortos. Al mirarlo a EL vemos cuánto pecado hay en nosotros. ¡Arrepiéntete antes de que sea tarde!.
Lee en la Biblia: Juan 8, 7 & 15, 22.

15 -¡Yo creo en Dios pero no soy fanático!
Con el pretexto de no ser fanáticos muchos están evadiendo las exigencias del Evangelio. No son fanáticos pero son mediocres. No se deben confundir los excesos de los fanáticos, que utilizan el nombre de Dios para sus fines, con la entrega auténtica y total que Dios nos pide. Dios es misericordioso pero también es Justo. Quien no se arrepiente y le sigue se perderá para siempre.
"Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no de buen fruto será cortado y arrojado al fuego (Mateo 3, 10).
Dice Jesús: "he venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡Cuánto desearía que ya estuviera encendido!" (Lucas 12, 49).

16-¿Qué nos revela la Cruz?
La Cruz revela:
· Cuán malo es pecar, ya que requiere tal remedio.
· Cuánto nos ama Dios, ya que sufrió y murió por nosotros.
· El poder y la victoria de Dios sobre el mal.
· La Cruz es el único camino para seguir a Cristo.

17 -Al tercer día de su muerte, Jesucristo !Resucitó!
Venció a la muerte y se presentó a las mujeres y a sus discípulos con su cuerpo glorioso. Ahora vive y reina para siempre. Un verdadero Cristiano le conoce y participa YA de su vida manteniéndose fiel al bautismo recibido.
Lee en la Biblia: Juan 20, 11-18, 1 Juan 2, 1-2.
Hechos 10, 40-43.

18 -Cincuenta días después de la Resurrección ocurrió ¡Pentecostés!
Dios envió el Espíritu Santo sobre sus discípulos que oraban con María en el Cenáculo. Así recibieron los frutos del sacrificio de Jesús en la cruz. Se llenaron del Espíritu Santo y así recibieron entendimiento profundo de las verdades sobrenaturales. Comprendieron quien es Jesús, sus obras y sus palabras. Se llenaron de poder para renunciar a su cobardía y sus pecados y vivir una vida nueva. Aquel día comenzaron a anunciar a Jesucristo y comenzó la Iglesia. En los Hechos de los Apóstoles (en la Biblia) puedes leer la historia del comienzo de la Iglesia por el poder del Espíritu Santo.
Lee en la Biblia : Hechos 2,1-6

19 -El Espíritu Santo es Dios, el Señor y dador de vida que viene para cumplir la promesa de Jesús:
Nos hace hijos de Dios, partícipes de la vida de Cristo, capaces de pensar, actuar, rezar y amar como Cristo. Nos da su poder y sus dones para una vida nueva. El Espíritu hizo nacer a la Iglesia y le sigue dando vida.
Lee en la Biblia : 1 Pedro, 2, 4-10.

20 -¿Qué es la Iglesia?
-La Iglesia es el Cuerpo Místico de Jesucristo (la cabeza) con sus fieles (sus miembros).-A pesar de las faltas de sus miembros la Iglesia es santa (porque participa de la vida de Dios),-es católica (que significa "universal") y apostólica (porque sus pastores son sucesores de Pedro [su sucesor es el Papa] y los apóstoles [los obispos]). Dios quiso hacernos un pueblo en alianza de amor con El. El es el pastor y nosotros, la Iglesia, somos su rebaño. -Por medio de la Iglesia, Jesús rige, santifica y enseña. -En los dogmas y la moral la Iglesia no se equivoca porque la guía el Espíritu Santo.-La Iglesia enseña íntegramente el deposito de la fe (Biblia y Tradición) que le encomendó Jesucristo.Lee en la Biblia: Efesios 4, 3-5; Mateo 16,3-20;
Hechos 20, 28; Lucas 10, 16.

21- Pero yo no veo amor en mi Iglesia
Si no ves amor en tu Iglesia entonces imita a Jesús que tomó a la Iglesia como esposa y murió por ella (Efesios 5). Nos amó aun siendo nosotros pecadores. Vino a perdonar.
El no la abandonó. El vino a servir y no a ser servido. Tu ama y perdona primero. "Mayor felicidad hay en dar que en recibir" (Hechos 20, 35). No debemos esperar encontrarlo ya todo hecho en la Iglesia. No nos podemos desanimar. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo y El te alimentará en Ella si perseveras. A pesar del pecado de los hombres, Jesús sigue presente en los sacramentos, en la guía del magisterio, en el ejemplo de los santos, en la oración comunitaria...
Lee en la Biblia lo que Cristo prometió a su Iglesia: Mateo 16:18 "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella."

22 -¿No somos libres para escoger la religión que nos guste?
Si, somos libres, pero también somos responsables de usar la libertad para buscar la verdad y hacer el bien. Aunque todas las religiones contienen verdades, Dios ha enviado a Su Hijo, Jesucristo para que en El tengamos toda la verdad y la vida eterna. Solo un camino lleva a la salvación. Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mi"(Juan.14, 6). Solo hay una Iglesia fundada por El. Dice Jesús a Pedro "A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos". (Mateo 16,19).

23 -¿Por qué rezar a los santos?
Jesús es el único Camino; los santos son los que viven en ese Camino que es Cristo, ya sea en la tierra o en el cielo. Los santos interceden, nos "tienen presente ante nuestro Dios"(Tes 1, 2-3). Dios quiere esta unidad de oración y amor.
Lee en la Biblia: Colosenses 1, 2; Ap.5, 8-14.

24 -¿Qué hacemos en la Santa Misa?
En la Santa misa, como en la Última Cena, La Iglesia recibe la Palabra de Dios, se une al sacrificio de Jesús y recibe a Jesús mismo en la Eucaristía, también llamada "Comunión".
Lee en la Biblia : Lucas 22, 14-20

25 -¡Pero yo amo a Dios sin tener que ir a la Iglesia!
Quizás pienses que eres bueno y rezas en tu casa. Es esencial orar en la casa pero no es suficiente.
Jesucristo estableció una alianza con nosotros a la que debemos ser fieles. El nos enseñó una forma de vida con compromisos que no podemos olvidar. Ser Iglesia es parte esencial del designio divino. El es Padre de un pueblo y quiere a sus hijos unidos, formando el Cuerpo de Cristo. En los Hechos de los Apóstoles vemos que los primeros Cristianos vivían unidos en la Iglesia.
La obediencia a Dios nos exige incorporarnos a la Iglesia. Quien dice amar a Dios y no le obedece es un mentiroso.
Lee en la Biblia: 1 Juan 5, 2.

26 -Yo NO cumplo con todo pero siento a Dios en mi corazón
No es suficiente sentir, hay que serle fiel. La mentalidad del mundo que se guía por los sentimientos egoístas. Los Cristianos también tienen sentimientos pero los someten a Dios. No se dejan llevar por el sentimiento del momento; OBEDECEN aunque a veces no lo sientan. Ningún amor puede basarse meramente en sentimientos. Dice Jesús: "no todo el que diga `Señor, Señor', entrará en el Reino" (Mateo 7, 21).

27 -¿Quién es la madre de Jesucristo?
La Virgen María.
· La Stma. Virgen María es también madre nuestra y nos lleva a Jesús.
· Dios la preservó libre de todo pecado desde su concepción. Por eso es La Inmaculada Concepción. Como toda criatura, ella depende de la redención de Jesucristo pero esta redención operó en ella preservándola de pecado.
· La Virgen es Madre siendo a la vez siempre virgen.
· Ella está ahora en el cielo en cuerpo y alma porque fue asumida al cielo.
Lee en la Biblia: Lucas 1, 26-38

28 -¿Por qué decimos que María es "Madre de Dios"?
Porque es verdaderamente Madre de Jesús quien es Dios y Hombre. Si negáramos su maternidad divina entonces también negaríamos que Jesucristo, su hijo, es Dios.
Lee en la Biblia: Lucas 1, 39-45

29 -¿Hay muchas Vírgenes María?
Solo hay una. Pero es conocida por muchos nombres en los diferentes pueblos: Virgen de la Caridad, de Regla, Inmaculada, Guadalupe, Merced, Altagracia, etc. Es la misma y única Virgen María, Madre de Dios. y madre nuestra.

30 -¿Vendrá Jesucristo de nuevo?
Sí. Ya esta con nosotros en la Eucaristía y en cada corazón que está en gracia, pero vendrá glorioso y con todo poder para clausurar la historia y juzgar a vivos y muertos. Los buenos irán al cielo (felicidad eterna con Dios); los malos al infierno (castigo eterno).
Lee en la Biblia: Mateo 25, 31-46 Ap. 22, 12-14.

31 -No pude casarme por la Iglesia pero me casé por el poder civil.
El matrimonio ha de consagrarse como sacramento.
Dios ha de ser el primero en nuestras vidas. Si no puedes casarte según el orden santo de Dios, es señal de que no está en su voluntad para ti. El Padre infinitamente bueno, quiere solo nuestro bien. Los Católicos que viven como casados fuera del sacramento no podrán comulgar ni confesarse.
Si estas casado sin el sacramento consulta con un sacerdote. Quizás sea posible resolver los obstáculos y casarte por la Iglesia. (Cuando una pareja casada por civilmente se casa por la Iglesia se llama "convalidación" del matrimonio).
Nunca olvides que el amor de Dios es infinito, persevera a pesar de las dificultades.
Lee en la Biblia: Mateo 5, 27-32

32 -¿Los divorciados pueden comulgar?
Hay que entender esto bien. Al divorciado no se le prohíbe la comunión mientras no atente casarse de nuevo fuera de la Iglesia. Al divorciado le aplica la misma prohibición que a todos: No se puede comulgar en pecado mortal. La Iglesia enseña que es pecado mortal tener relaciones fuera del matrimonio y que un católico que ha entrado en el sacramento matrimonial no puede volverse a casar (a no ser que el primer matrimonio sea considerado
nulo por la Iglesia).
Toda persona que comete pecado mortal debe confesarse antes de recibir la comunión. Pero la confesión requiere renunciar al pecado y propósito de enmienda.
El divorciado puede comulgar mientras esté en gracia, guardando castidad (no conviviendo con alguien).

33 -¿Por qué confesarme con un hombre? - "Yo me confieso directo con Dios"
Jesús estableció un sacramento para comunicarnos su perdón.
El dijo a sus Apóstoles: "Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan" (Juan 20, 23). Este poder continúa en los obispos y sacerdotes. Ellos no perdonan en nombre propio sino en nombre de Jesucristo.
"Confesarse directo con Dios" contradice la enseñanza de Cristo. Quien lo haga por ignorancia no tiene culpa, pero usted ya queda advertido. No desprecies a la misericordia que te espera en el confesionario
Piensa: ¿Cuándo fue la última vez que te confesaste?

34 -¿Como podemos saber lo que es bueno y malo?
-Dios nos ha dado los Diez Mandamientos como fundamento de nuestro comportamiento moral.-Lo que Dios ha revelado no puede cambiarse. Solo Dios determina lo que es bueno y malo. -Cristo no abolió los Diez Mandamientos sino que nos enseña y da la gracia para vivirlos de corazón.-La Iglesia enseña toda la doctrina y la moral que Jesús enseñó. Debemos creer cuanto enseña y obedecer cuanto manda porque viene de Cristo.
RECUERDAEl hombre pecó y se perdió. Dios envió a Su Hijo Jesús para salvarnosy darnos una vida llena del Espíritu Santo.Sin nuestra respuesta fiel a Jesús no tendremos parte en el cielo.Dios nos da la Iglesia como madre y maestra, con todos los medios necesarios para nuestra salvación. Dios es amor.
PARA RECIBIR LA VIDA ETERNAAcepta el amor y la autoridad de Jesucristo tu Señor y Salvador. El nos habla en Su Iglesia.Obedece su doctrina y su moral en todas las áreas de tu vida.. en cada acto.Únete a tus hermanos en tu parroquia. Persevera en la pruebas por amor a Jesucristo. Arrepiéntete de tus pecados y confiésate ante un sacerdote. Ve a Misa cada Domingo como lo pide Jesús en su Iglesia. Reza a solas y en familia a diario con la Biblia y el rosario. Sirve a tu Iglesia y a tus hermanos
¡Vive para darte por amor a Jesucristo!

Padre Jordi Rivero
http://www.corazones.org/

lunes, 10 de septiembre de 2007

Las Indulgencias

LAS INDULGENCIAS


A. Las indulgencias en general
B. Indulgencias plenarias.
C. Indulgencias parciales


A. LAS INDULGENCIAS EN GENERAL
1. ¿Dónde situamos las indulgencias? Las indulgencias están relacionadas con la confesión, los pecados, la redención y la comunión de los santos.

2. ¿En qué estado queda un hombre al pecar? Una persona que comete un pecado adquiere obviamente la condición de pecador, se aleja del Señor y queda más inclinado al mal. Además, la justicia reclama una reparación, llamada también pena, expiación o penitencia.

3. ¿Cómo cambia la situación al confesarse? La confesión borra la culpa del pecado, -la condición actual de pecador-, y también perdona parte de la penitencia que debía realizarse, aunque queda en el alma una señal o cualidad de que ha sido pecador y debe repararlo. Esto que falta por expiar se purifica mediante los sufrimientos y buenas obras de esta vida, con las penas del purgatorio, y mediante las indulgencias.

4. ¿Qué son las indulgencias? Digamos dos definiciones:

Brevemente: indulgencia es la supresión de la pena debida por los pecados que la Iglesia otorga a quien realice determinadas acciones.
La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos. (cfr. Mt 16, 19).
5. ¿Las indulgencias pueden aplicarse a los difuntos? Las indulgencias siempre son aplicables o a sí mismos o a las almas de los difuntos, pero no son aplicables a otras personas vivas en la tierra. Algunas indulgencias sólo pueden aplicarse a los difuntos; por ejemplo, rezando por ellos en un cementerio se consigue una indulgencia parcial, que será plenaria si se hace los días 1 al 8 de noviembre (una cada día).
6. Tipos de indulgencias: Las indulgencias se agrupan en dos clases:

Indulgencias plenarias: borran todo resto de pecado dejando el alma dispuesta para entrar inmediatamente en el cielo.
Indulgencias parciales: borran parte de la pena que los pecados cometidos reclaman.


B. INDULGENCIAS PLENARIAS
1. Condiciones para conseguir una indulgencia plenaria: Esta indulgencia tiene un valor muy grande y requiere varias condiciones:

Los mismos requisitos que en las indulgencias parciales:
. realizar la acción que la Iglesia premia con esta indulgencia.
. estar en gracia de Dios antes de acabar la obra premiada.
. tener intención al menos general de ganar la indulgencia.
Sólo se puede ganar una indulgencia plenaria cada día.
Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
Confesarse, al menos veinte días antes o después de realizar la acción premiada (sin olvidar que hay que estar en gracia de Dios antes de acabar la acción). Una misma confesión puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.
Comulgar, en ese mismo periodo de tiempo.
Rezar por las intenciones del Papa un Padrenuestro y un Avemaría, u otras oraciones. Debe hacerse también en esos días.
2. ¿Qué acciones están premiadas con indulgencia plenaria? Cualquier día se puede obtener una indulgencia plenaria en estos casos:
Adoración a la Eucaristía durante media hora.
Realización del Via Crucis recorriendo las catorce estaciones erigidas meditando la Pasión del Señor.
Rezo del santo rosario (5 misterios seguidos) en una iglesia, o en familia, o acompañado de otros.
Lectura o audición de la Sagrada escritura durante media hora.
3. Indulgencias plenarias en circunstancias especiales.- En determinadas ocasiones pueden ganarse indulgencias plenarias. Por ejemplo:
En el momento de la muerte a quien hubiere rezado algo durante su vida (es muy consolador). En este caso no se precisa la confesión, ni la comunión, ni la oración por el Papa; pero es necesario estar bien dispuesto: en gracia de Dios, rechazando cualquier pecado, y habiendo deseado alguna vez ganar esta indulgencia.
Rezar un padrenuestro y un credo en un santuario o basílica (se concede una vez al año por santuario; santuario es una iglesia con muchos peregrinos, aprobada como santuario por el Obispo correspondiente).
Recibir la bendición papal Urbi et Orbi (o escucharla por radio o televisión, en directo).
Realizar ejercicios espirituales de al menos tres días completos.
Asistir a una primera Comunión.
4. Indulgencias plenarias en fechas especiales.- Hay varios días al año donde se pueden conseguir indulgencias plenarias, con algunas condiciones. Por ejemplo:
31 de diciembre: recitando solemnemente un "Te Deum" en una iglesia, dando gracias a Dios por los beneficios recibidos el último año.
1 de enero: recitando solemnemente el "Veni Creator" en una iglesia.
Los viernes de Cuaresma: después de comulgar, rezando ante un crucifijo la oración "Miradme o mi amado y buen Jesús".
En los oficios de Semana Santa:
. jueves santo: recitando el "Tantum ergo" durante la exposición que sigue a la Misa.
. viernes santo: asistiendo a los oficios.
. sábado santo: renovando las promesas bautismales en la Vigilia Pascual.
Pentecostés: recitando solemnemente el "Veni Creator" en una iglesia.
Corpus Christi: participando en la procesión eucarística (dentro o fuera de la iglesia).
2 Agosto: rezando un padrenuestro y un credo en la catedral o parroquia.
5. Indulgencias plenarias particulares.- Muchas instituciones gozan de indulgencias en determinados días del año, coincidiendo normalmente con fechas o santos propios. Hay un caso especialmente interesante, pues quienes llevan el escapulario del Carmen se unen a la familia carmelita y pueden ganar indulgencia plenaria el día en que le imponen el escapulario y los siguientes días:
16 de mayo (San Simón Stock).
16 de julio (Virgen del Carmen).
20 de julio (San Elías Profeta).
1 de octubre (Santa Teresa de Lisieux).
15 de octubre (Santa Teresa de Jesús).
14 de noviembre (Todos los Santos Carmelitas).
14 de diciembre (San Juan de la Cruz).


C. INDULGENCIAS PARCIALES
1. Condiciones para conseguir una indulgencia parcial: Cada día pueden ganarse muchas indulgencias parciales, con cumplir sólo tres condiciones: estar en gracia de Dios, realizar las obras que la Iglesia premia con esa indulgencia, y tener intención al menos general de ganar la indulgencia.

2. ¿Qué premios aportan las indulgencias parciales? Las indulgencias parciales proporcionan una remisión de la pena del mismo valor que el otorgado por esa misma acción. Dicho de otro modo: en las indulgencias parciales, la Iglesia duplica el mérito de esas acciones.

3. Oraciones premiadas con indulgencia parcial. Digamos unas cuantas (todas ellas deben rezarse piadosamente, como es lógico):

El Angelus, el Magnificat, la Salve, el Acordaos, las Letanías u otras oraciones marianas aprobadas. Lo mismo a san José o al propio ángel custodio. También con el Credo.
rezar con devoción filial por el Papa una oración aprobada.
rezar agradecido la oración por los benefactores.
rezar antes y después de comer una oración aprobada de súplica y de acción de gracias. Lo mismo al empezar y acabar el día o el trabajo.
visitar al Santísimo adorándolo; rezar una comunión espiritual; recitar una de las oraciones aprobadas de acción de gracias tras la Comunión (ej.: Alma de Cristo; Miradme o mi amado y buen Jesús).
hacer examen de conciencia con propósito de enmendarse; rezar el Yo Confieso u otro acto de contrición aprobado.
hacer la señal de la cruz diciendo En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
3. Otros ejemplos de indulgencias parciales. Si falta algún requisito a una indulgencia plenaria, suele alcanzarse una indulgencia parcial. Además de esto, hay muchas acciones premiadas por la iglesia con indulgencia parcial. Digamos unas cuantas:

decir mentalmente una oración breve al trabajar o al soportar los sufrimientos de la vida.
dedicarse uno mismo o gastar bienes en servicio a los demás, por amor a Dios.
privarse libremente de algo grato y correcto, con espíritu de penitencia.
dar testimonio de la propia fe; trabajar en la enseñanza o trasmisión de la doctrina cristiana.
usar piadosamente un objeto de piedad bendecido (crucifijo, rosario, escapulario o medalla).
dedicar un tiempo a la oración.
asistir devotamente a cualquier predicación de la palabra de Dios.
asistir piadosamente a una novena pública (ej.: Inmaculada).
4.¿Es raro que no se haya mencionado la misa? Según la tradición, no se incluye la participación en la misa ni los sacramentos entre las indulgencias pues ya tienen en sí mismos una gran eficacia santificadora y de purificación.


miércoles, 5 de septiembre de 2007

Indulgencias

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA EL DON DE LA INDULGENCIA

Las indulgencias, que el Señor nos hace mediante la Iglesia, son una oportunidad de abonar en esta vida terrena paral a gran deuda con el atodopoderoso de alcanzar la vida eterna.

la Penitenciaría apostólica publica del Vaticano da a conocer la importancia de esta practica Piadosa,y la utilidad de cuantos realizan las visitas jubilares.
En Villavicencio existen varios lugares reconocidos por La Madre Iglesia para realizar peregrinaciones , que cumpliendo con las clausulas establecidas nos hacemos merecemos de estas gracias. estos lugares los conoceremos con la ayuda de los Sacerdotes que los tengan a cargo en proximos capitulos.

INDICACIONES DE ÍNDOLE GENERALSOBRE LAS INDULGENCIAS

1. El «Código de derecho canónico» (c. 992) y el «Catecismo de la Iglesia católica» (n. 1471), definen así la indulgencia: «La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».

2. En general, para lucrar las indulgencias hace falta cumplir determinadas condiciones (las enumeramos en los números 3 y 4) y realizar determinadas obras (en los números 8, 9 y 10 se indican las que corresponden al Año santo).

3. Para lucrar las indulgencias, tanto plenarias como parciales, es preciso que, al menos antes de cumplir las últimas exigencias de la obra indulgenciada, el fiel se halle en estado de gracia.

4. La indulgencia plenaria sólo se puede obtener una vez al día. Pero, para conseguirla, además del estado de gracia, es necesario que el fiel
- tenga la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial;
- se confiese sacramentalmeпte de sus pecados;
- reciba la sagrada Eucaristía (ciertamente, es mejor recibirla participando en la santa misa, pero para la indulgencia sólo es necesaria la sagrada Comunión);
- ore según las intenciones del Romano Pontífice.

5. Es conveniente, pero no necesario, que la confesión sacramental, y especialmente la sagrada Comunión y la oración por las intenciones del Papa, se hagan el mismo día en que se realiza la obra indulgenciada; pero es suficiente que estos sagrados ritos y oraciones se realicen dentro de algunos días (unos veinte) antes o después del acto indulgenciado. La oración según la mente del Papa queda a elección de los fieles, pero se sugiere un «Padrenuestro» y un «Avemaría». Para varias indulgencias plenarias basta una confesión sacramental, pero para cada indulgencia plenaria se requiere una distinta sagrada Comunión y una distinta oración según la mente del Santo Padre.

6. Los confesores pueden conmutar, en favor de los que estén legítimamente impedidos, tanto la obra prescrita como las condiciones requeridas (obviamente, excepto el desapego del pecado, incluso venial).

7. Las indulgencias siempre son aplicables o a sí mismos o a las almas de los difuntos, pero no son aplicables a otras personas vivas en la tierra.
Cumplidas las necesarias condiciones, indicadas en los números 3 y 4, los fieles pueden lucrar la indulgencia jubilar realizando una de las siguientes obras, enumeradas aquí en tres categorías:
8. Obras de piedad o religión
- O hacer una peregrinación piadosa a un santuario o lugar jubilar (para Roma: una de las cuatro basílicas patriarcales, es decir, San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo, o también a la basílica de Santa Cruz de Jerusalén, a la basílica de San Lorenzo en Campo Verano, al santuario de la Virgen del Amor Divino o a una de las catacumbas cristianas), participando en la santa misa o en otra celebración litúrgica (Laudes o Vísperas) o en un ejercicio de piedad (vía crucis, rosario, rezo del himno «Akáthistos», etc.),
- o hacer una visita piadosa, en grupo o individualmente, a uno de esos lugares jubilares, participando en la adoración eucarística y en meditaciones piadosas, concluyéndolas con el « Padrenuestro », el « Credo » y una invocación a la Virgen María.

9. Obras de misericordia o caridad
- O visitar, durante un tiempo conveniente, a hermanos necesitados o que atraviesan dificultades (enfermos, detenidos, ancianos solos, discapacitados, etc.), como realizando una peregrinación hacia Cristo presente en ellos;
- o apoyar con un donativo significativo obras de carácter religioso o social (en favor de la infancia abandonada, de la juventud en dificultad, de los ancianos necesitados, de los extranjeros que, en los diversos países, buscan mejores condiciones de vida);
- o dedicar una parte conveniente del propio tiempo libre a actividades útiles para la comunidad u otras formas similares de sacrificio personal.

10. Obras de penitencia
Al menos durante un día
- o abstenerse de consumos superfluos (fumar, bebidas alcohólicas, etc.);
- o ayunar;
- o hacer abstinencia de carne (u otros alimentos, según las indicaciones de los Episcopados),
entregando una suma proporcional a los pobres.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 29 de enero de 2000.
El Vaticano Roma

Card. WILLIAM WAKEFIELD BAUM Penitenciario mayor
Mons. LUIGI DE MAGISTRIS Obispo titular de NovaRegente