a conversión de Rusia y la invasión comunista del Vaticano
Profecía de San Maximiliano Kolbe, padre franciscano canonizado :"Un día la bandera de la Inmaculada Virgen Maria ondeará sobre el Kremlin (centro del poder comunista), pero antes, la bandera roja flotará sobre el Vaticano".
Es decir: Rusia se convertirá, pero no sin que antes el comunismo (sus errores, y el ateísmo) lleguen hasta el mismísimo Vaticano, la sede del Papa “Eso es lo que Nuestra Señora quiso significar cuando dijo que el Santo Padre sería perseguido; que la Iglesia sería perseguida.
Ana Catalina Emmerich, la monja agustina estigmatizada, describió la iglesia falsificada, a la que ella llamó “La falsa iglesia de las tinieblas” : Profecía :“Los errores de la ortodoxia y del protestantismo serán adoptados por esa falsa iglesia; esa será una iglesia ecuménica
porque el anti-Papa será reconocido por el mundo – no por los fieles, sino por el mundo – por el mundo secular y los gobiernos seculares”.
El anti-Papa será reconocido como el Papa legítimo de la “iglesia”, y cabeza legítima del Estado Vaticano. Esa Iglesia estará “unida” con todas las falsas religiones. Estas se unirán bajo la universalidad del paraguas masónico. De esa heterogénea unión
ecuménica se establecerá la religión del supuesto mundo civilizado.
Así será como entraremos en el tiempo de la gran persecución tal como el mundo nunca ha visto. Persecución como nunca antes En nombre de la “civilización del amor”, “en nombre de la “unidad”, en nombre del Vaticano II, la Fe verdadera será declarada fuera de la ley; solo la religión legalmente establecida será tolerada. No hace falta mucha imaginación para comprender lo que va a ocurrir como resultado de eso.
Sólo repase la historia de la Reforma en Inglaterra e Irlanda. Las más horripilantes y brutales torturas y ejecuciones fueron llevadas a cabo contra los católicos, y especialmente contra el clero.
Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y les advirtió de los problemas venideros, diciendo:
Profecía del pobre de Asís: “Habrá un Papa electo no canónicamente que causará un gran cisma. Se predicarán diversas formas de pensar que causarán que muchos duden, aún aquellos en las distintas órdenes religiosas, hasta estar de acuerdo con aquellos herejes que causarán que mi Orden se divida. Entonces habrá tales disensiones y persecuciones a nivel universal que si esos días no se acortaran, aún los aún los elegidos se perderían”.