lunes, 22 de diciembre de 2025

Sagradas lecturas lunes 22...



 Lecturas y Evangelio de la Feria de Adviento (22 de diciembre)

Hoy, lunes 22 de diciembre .

Señor, purifica mi corazón para que tu Palabra caiga en él y dé el ciento por uno

Primera Lectura

Lectura del primer libro de Samuel (1,24-28):

EN aquellos días, una vez que Ana hubo destetado a Samuel, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo.
Inmolaron el novillo, y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo:
«Perdón, por tu vida, mi Señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había mi pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida».
Y se postraron allí ante el Señor.

Palabra de Dios

Salmo

1S 2,1.45.6-7.8abcd

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador

V/. Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R/.

V/. Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R/.

V/. El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R/.

V/. Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,46-56):

EN aquel tiempo, María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
“su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
“derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia”
—como lo había prometido a “nuestros padres”—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Palabra del Señor

COMENTARIO DE BENEDICTO XVI

Hoy reflexionaremos sobre el Cántico con el que se concluye idealmente toda celebración de las Vísperas:  el Magníficat (cf. Lc 1, 46-55).
Es un canto que revela con acierto la espiritualidad de los anawim bíblicos, es decir, de los fieles que se reconocían «pobres» no sólo por su alejamiento de cualquier tipo de idolatría de la riqueza y del poder, sino también por la profunda humildad de su corazón, rechazando la tentación del orgullo, abierto a la irrupción de la gracia divina salvadora. En efecto, todo el Magníficat, que acabamos de escuchar cantado por el coro de la Capilla Sixtina, está marcado por esta «humildad», en griego tapeinosis, que indica una situación de humildad y pobreza concreta.

2. El primer movimiento del cántico mariano (cf. Lc 1, 46-50) es una especie de voz solista que se eleva hacia el cielo para llegar hasta el Señor. Escuchamos precisamente la voz de la Virgen que habla así de su Salvador, que ha hecho obras grandes en su alma y en su cuerpo. En efecto, conviene notar que el cántico está compuesto en primera persona:  «Mi alma… Mi espíritu… Mi Salvador… Me felicitarán… Ha hecho obras grandes por mí…». Así pues, el alma de la oración es la celebración de la gracia divina, que ha irrumpido en el corazón y en la existencia de María, convirtiéndola en la Madre del Señor.

La estructura íntima de su canto orante es, por consiguiente, la alabanza, la acción de gracias, la alegría, fruto de la gratitud. Pero este testimonio personal no es solitario e intimista, puramente individualista, porque la Virgen Madre es consciente de que tiene una misión que desempeñar en favor de la humanidad y de que su historia personal se inserta en la historia de la salvación. Así puede decir:  «Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (v. 50). Con esta alabanza al Señor, la Virgen se hace portavoz de todas las criaturas redimidas, que, en su «fiat» y así en la figura de Jesús nacido de la Virgen, encuentran la misericordia de Dios.

3. En este punto se desarrolla el segundo movimiento poético y espiritual del Magníficat (cf. vv. 51-55). Tiene una índole más coral, como si a la voz de María se uniera la de la comunidad de los fieles que celebran las sorprendentes elecciones de Dios. En el original griego, el evangelio de san Lucas tiene siete verbos en aoristo, que indican otras tantas acciones que el Señor realiza de modo permanente en la historia:  «Hace proezas…; dispersa a los soberbios…; derriba del trono a los poderosos…; enaltece a los humildes…; a los hambrientos los colma de bienes…; a los ricos los despide vacíos…; auxilia a Israel».

En estas siete acciones divinas es evidente el «estilo» en el que el Señor de la historia inspira su comportamiento:  se pone de parte de los últimos. Su proyecto a menudo está oculto bajo el terreno opaco de las vicisitudes humanas, en las que triunfan «los soberbios, los poderosos y los ricos». Con todo, está previsto que su fuerza secreta se revele al final, para mostrar quiénes son los verdaderos predilectos de Dios:  «Los que le temen», fieles a su palabra, «los humildes, los que tienen hambre, Israel su siervo», es decir, la comunidad del pueblo de Dios que, como María, está formada por los que son «pobres», puros y sencillos de corazón. Se trata del «pequeño rebaño», invitado a no temer, porque al Padre le ha complacido darle su reino (cf. Lc 12, 32). Así, este cántico nos invita a unirnos a este pequeño rebaño, a ser realmente miembros del pueblo de Dios con pureza y sencillez de corazón, con amor a Dios.

4. Acojamos ahora la invitación que nos dirige san Ambrosio en su comentario al texto del Magníficat. Dice este gran doctor de la Iglesia:  «Cada uno debe tener el alma de María para proclamar la grandeza del Señor, cada uno debe tener el espíritu de María para alegrarse en Dios. Aunque, según la carne, sólo hay una madre de Cristo, según la fe todas las almas engendran a Cristo, pues cada una acoge en sí al Verbo de Dios… El alma de María proclama la grandeza del Señor, y su espíritu se alegra en Dios, porque, consagrada con el alma y el espíritu al Padre y al Hijo, adora con devoto afecto a un solo Dios, del que todo proviene, y a un solo Señor, en virtud del cual existen todas las cosas» (Esposizione del Vangelo secondo Luca, 2, 26-27:  SAEMO, XI, Milán-Roma 1978, p. 169).

En este estupendo comentario de san Ambrosio sobre el Magníficat siempre me impresionan de modo especial las sorprendentes palabras:  «Aunque, según la carne, sólo hay una madre de Cristo, según la fe todas las almas engendran a Cristo, pues cada una acoge en sí al Verbo de Dios». Así el santo doctor, interpretando las palabras de la Virgen misma, nos invita a hacer que el Señor encuentre una morada en nuestra alma y en nuestra vida. No sólo debemos llevarlo en nuestro corazón; también debemos llevarlo al mundo, de forma que también nosotros podamos engendrar a Cristo para nuestros tiempos. Pidamos al Señor que nos ayude a alabarlo con el espíritu y el alma de María, y a llevar de nuevo a Cristo a nuestro mundo.

Benedicto XVI Catequesis (15-02-2006): Magnificat, Cántico de la santísima Virgen María.

Audiencia general, Miércoles 15 de febrero de 2006.

Ejército Remanente...

viernes, 19 de diciembre de 2025

San Jose y Mama María ...

 



Preparando la Navidad: – María y José camino de Jerusalén (María Valtorta)

Relato que pone de relieve el amor de los esposos  

Asisto al momento de la partida para ir donde Sta. Isabel. José ha venido a recoger a María con dos borriquillos grises: uno para él, el otro para María.

Los dos animalitos llevan la acostumbrada albardilla; una de ellas agrandada, por un arnés, que sólo luego comprendo que ha sido hecho para llevar la carga (es una especie de portaequipajes), sobre el cual José asegura una pequeña arca de madera — un pequeño baúl, diríamos ahora — que le ha traído a María para que pueda colocar en ella sus indumentos sin peligro de que el agua los moje.

Le oigo a María agradecer mucho a José este regalo providente, donde ordena todo lo que llevaba en un talego que había preparado antes. Cierran la puerta de casa y se ponen en camino. Está naciendo el día; efectivamente, veo que la aurora tenuemente empieza a rosear a Oriente.

Nazaret duerme todavía. Los dos viajeros madrugadores
encuentran en su camino únicamente a un pastor, el cual va arreando a las ovejas para que avancen; y las ovejas van trotando, chocándose unas contra otras balando. Los corderitos son los que más balan, con sonido agudo y ligero; quisieran buscar, incluso mientras caminan, la mama materna. Pero las madres van deprisa al pasto y los invitan con su balido, más fuerte, a que también troten.
M
María mira y sonríe. Se ha detenido para dejar pasar al rebaño, y se inclina desde su albardilla y acaricia a estos mansos animalitos que pasan rozando al borriquillo. Cuando llega el pastor, con un corderillo recién nacido en sus brazos, y se para saludar, María ríe acariciando en el morrito rosado al corderito, que bala como un desesperado, y dice:

-Está buscando a su mamá. Ésta es la mamá, aquí está. No te abandona, no, pequeñuelo. Efectivamente, la oveja madre se restriega contra el pastor y se pone de manos para lamer en el morrito a su hijo.

Pasa el rebaño con rumor de agua entre frondas, dejando tras sí el polvo que han levantado las veloces pezuñitas, y todo un bordado de pisadas sobre la tierra del camino.
José y María reanudan la marcha. José lleva su capa; María va arropada con una especie de toquilla de rayas porque la mañana está muy fresca.

Ya están en el campo y van el uno al lado del otro. Hablan raras veces. José piensa en sus asuntos y María sigue sus propios pensamientos, y, recogida en sí, sonríe ante éstos y ante las cosas cuando, saliendo de su concentración, dirige la mirada hacia lo que la rodea. De vez en cuando mira a José, y un velo de seriedad triste le nubla la cara; luego le torna la sonrisa, incluso al mirar a este esposo suyo providente, que habla poco pero que si lo hace es para preguntarle si va cómoda y si no necesita nada.  

Ahora ya han afluido otras personas a los caminos, especialmente en las cercanías de algún pueblo o dentro de él. Pero ninguno de los dos hace mucho caso de las personas que se cruzan con ellos. Van en sus burritos trotadores en medio de un gran rumor de cascabeles. Se detienen sólo una vez, a la sombra de un bosquecillo, para comer un poco de pan y aceitunas y beber en una fuente que baja de una cuevecilla, y, otra vez, para protegerse de un chaparrón violento que rompe al improviso de un nubarrón oscurísimo.

Están al amparo del monte, contra un saliente de una roca que los protege de lo más intenso del agua. Pero José quiere a toda costa que María se ponga su capa de lana impermeable, por la que el agua resbala sin mojar. María se ve obligada a ceder ante la premurosa insistencia de su esposo, el cual para tranquilizarla en lo que toca a su propia inmunidad, se pone sobre la cabeza y sobre los hombros una mantita parda que cubría la albardilla. La manta del burro probablemente. Ahora María, enmarcada su cara con la capucha y cubierta por entero con la capa marrón que lleva sujeta al cuello, parece un frailecito.

El chaparrón amaina, aunque se transforma en una lluvia fastidiosa y fina. Los dos reanudan la marcha por el camino todo lleno de barro. De todas formas, es primavera, y, pasado un poco de tiempo, torna el sol a hacer más cómoda la marcha. Los dos burritos trotan de mejor gana por el camino.

No veo nada más porque la visión cesa aquí.

———————-

Obispo Roman Danylak en el Nihil Obstat e Imprimatur al “Evangelio como me ha sido revelado” también llamado “Poema de El Hombre Dios”: “Digo que no hay nada objetable en el Poema de El hombre- Dios y en todos los demás escritos de Valtorta en lo que respecta a la fe y la moral”. Roma, 13 Febrero de 2002.

https://www.marialuzdivina.com/paginas/evangelio/1/pag19.php

martes, 16 de diciembre de 2025

Pobre Niño Dios.......Pero de todo corazon ---feliz Navidad para todos


A propósito de la cercana navidad , estamos perdiendo poco a poco el verdadero sentido y la bella celebración que otrora disfrutamos y ahora añoramos para todos los niños de esta difícil época. Inocentemente creíamos por tradición la presencia real del niño Dios ,al que por insinuación de nuestros padres, y aprovechando esta oportunidad, nos hacían prometer "manejarnos bien, estudiar juiciosos,nada de groserías "y muchas mas ,so pena de que a media noche del 24 de Diciembre y al levantar la almohada quedaramos mirando un chispero, y al otro dia desde la ventana viéramos los niños buenos de barrio estrenar triciclo, patineta ,carritos de cuerda Etc.

No dejemos perder estas tradiciones dejemos a los niños vivir estas fiestas ,son para Ellos y nosotros somos ahora los que las disfrutamos. Colombia pionero  en el mundo en rezar la novena, y celebrar esos 9 días en familia junto al pesebre.
Desde  hace unos años  al Arzobispo de Villavicencio se le ocurrió que la  Tradicional Novena  se iniciara el 15 de Diciembre y terminara el 23 ... para que el  24  la gente pueda estar tranquila  en su casa tomarse sus traguito  tranquilos  a nombre del Niño Jesús y poderle así celebrarle su cumpleaños mundanamente ; y como si fuera poco  ordeno que las Novenas fueran pero a las 05 ; 30  am que para hacer un sacrificio.... es decir  pararse la familia a  las 4 am  para organizarse ... conclusión  si uno no madruga ...frios  no podremos hacerla en La Iglesia , pareciese que quieren espantar a los fieles de Los Templos pues tambien  permitio que se celebraran misas en los Centros comerciales atestados los Domingos de  gente , bulla y distracciones , la gente va pero la Sagrada Eucaristía se convierte en paseo La Casa de Dios  es Sagrada y Única y La Eucaristía debe ser alli.  

Que duro es ver fotos y videos de  la violencia y corrupcion que el Pais  vive ,que Navidad le espera a  los menores ; Para mucha gente no habrá Noche buena.
Nuestro Gran Dios Todopoderoso, algún día hará justicia.

JAG.

No vuelvas, no vale la pena Querido Jesús:
Hace días que te hemos escrito una carta, pero no nos atrevemos a echarla, lleva malas noticias. Y ya sabes que según qué cosas se diga, cuesta mucho decirlas
Esperamos que nos entiendas, por eso la ponemos en el correo. Se acerca Navidad, el día en que tú quieres volver a la tierra. Hemos pensado que no vale la pena que vuelvas. Las razones por las que nos parece inútil tu vuelta son muchas: En las fiestas de Navidad todos los años pasa lo mismo: unos días de fiesta, mejores comidas, vestidos elegantes, mucha bebida, regalos, noches sin dormir. . . Y llega el día siguiente de los Reyes y todo y todos continúan como antes de las fiestas.
Vemos que son muchas las cosas que van mal por aquí y no parece que se vayan a arreglar: gente sin trabajo o mal pagada, gente que tienen casa y familia, pero viven como si no la tuviesen, matrimonios que viven malamente, pueblos que no se ayudan. . . y en las ciudades: atentados, violaciones, miseria, etc.. Y en muchas partes del mundo guerra y hambre.
Tu Navidad es un comercio para alimentar a los que ya están hartos: para burlarnos del "Paz a los hombres de buena voluntad...". Se hacen regalos a quienes ya tienen o a aquellos de quien se espera algún favor. 
Los hermanos de lejos o que no son de los "nuestros" no reciben ni una migaja de nuestras cosas, ¿Qué pueden pensar de nuestra Navidad?. ¿Ves? No sirve para nada que vuelvas. 
Son muy pocos los que te van a escuchar. No despiertes a los pastores, no llames a los ángeles, no hagas caminar en vano a los Reyes.
Quédate en el cielo y lo pasarás mejor. Perdona si nos hemos pasado con nuestros consejos, pero son realistas. Interesan más el dinero, los banquetes, los regalos, las armas que el "Niño del portal" y lo que nos puede decir. Queríamos acabar diciéndote "adiós" que quiere decir que sigas con Dios. 
Acabamos diciéndote: "Con-los-hombres", arregla esto como puedas porque sigues con los hombres. Tuyos. Unos jóvenes de Solsona (España). Respuesta de Jesús Os agradezco vuestra carta. La hemos leído con José y María y la hemos comentado todos los del cielo. No tengáis miedo de explicarme vuestras cosas por muy negras que os parezcan.
Me interesan y os prometo que ninguna de vuestras cartas quedará sin respuesta. Me habéis escrito: "No vale la pena que vuelvas porque mucha gente no hace caso de eso".   Aquí sí que os equivocáis de medio a medio. Tengo que explicaros dos cosas: Una, cómo estoy ya entre vosotros -y dentro de vosotros- y otra cómo casi todos los hombres me buscan y me suelen encontrar.
 Cualquier día podemos hablar. De momento, comenzad a pensarlo y sobre todo intentad experimentarlo. Ahora, ya en vísperas del 25 de Diciembre, quiero recordaros algunas maneras de celebrar la Navidad. Cristianos como vosotros la celebran, la celebramos muy bien. Escuchad : -
Cada vez que pensáis en los otros entendéis la NAVIDAD -
Cada vez que rezáis y ayudáis a rezar descubrís la NAVIDAD. -
Cada vez que admiráis y queréis la belleza, la vida, la justicia, la bondad, queréis y admiráis la NAVIDAD. -
Cada vez que te decides a perdonar, consolar. comprender, crear alegría. ., anticipas la NAVIDAD. 
Cada vez que descubres tus miserias y las aceptas y cuentas contigo mismo y conmigo, deseas la NAVIDAD. -
Cada vez que tú, novio, tratas a la novia que quieres
Cada vez que tú, esposo, tratas a tu esposa como José trataba a María.
Cada vez que tú, novia, tratas al novio que quieres; cada vez que tú, esposa, tratas a tu esposo como María trataba a José... disfrutáis ya de la NAVIDAD. -
Cada vez que los mayores veis a los pequeños como semejantes a mí, a Jesús.
Cada vez que los pequeños sabéis ver en los mayores a mi Padre, hacéis venir la NAVIDAD. 
Cada vez que te preparas o eres ya un buen profesional honrado y capaz, aseguras una vida de NAVIDAD. 

Cada vez que buscas a los pobres, a los que no tienen nombre, a los necesitados, celebras y haces celebrar la NAVIDAD.
No acabaría. Sois suficientemente listos y buenas personas para continuar la lista y encontrar la manera de celebrar tu Navidad, mi Navidad, nuestra Navidad. Recuerdos a los padres, hermanos y amigos; a los abuelos y al más desgraciado del pueblo. Saludad de mi parte a los que os cuesta saludar.
Estoy con vosotros y con cada uno de vosotros.
 Jesús Feliz Navidad 

Cuando olvidamos la muerte,...

 


El que frecuentemente recuerda la muerte del cuerpo se levanta de entre los muertos en el alma. Vive en la tierra como un extraño en un albergue o como un prisionero en la cárcel, constantemente esperando ser llamado para un juicio o ejecución. Ante sus ojos, las puertas hacia la eternidad siempre están abiertas. Continuamente mira en esa dirección con ansiedad espiritual, con profunda tristeza y reflexión. Está constantemente ocupado en preguntarse qué lo justificará ante el juicio terrible de Cristo y cuál será su sentencia.


Recibe y abraza con alegría cada dificultad o prueba que le llegue como un tributo por sus pecados en el tiempo que lo libera del tributo en la eternidad. Si la idea le viene a la mente de sentirse orgulloso de la virtud, inmediatamente la memoria de la muerte se opone a esta idea, la humilla, expone la absurdez y la aleja.

Cuando olvidamos la muerte, entonces comenzamos a vivir en la tierra como si fuéramos inmortales, y sacrificamos toda nuestra actividad al mundo sin preocuparnos en absoluto ni por la temerosa transición a la eternidad ni por nuestro destino en la eternidad. Entonces nos atrevemos a transgredir con firmeza los mandamientos de Cristo; entonces cometemos todos los pecados más viles; entonces abandonamos no solo la oración constante, sino incluso las oraciones establecidas para momentos definidos, comenzamos a despreciar esta ocupación esencial e indispensable como si fuera una actividad de poca importancia y poco necesaria.

Olvidando la muerte física, morimos una muerte espiritual.
+
San Ignacio Brianchaninov

🛡

lunes, 15 de diciembre de 2025

Experimento psicosocialexperimento psicosocial...

 


Porque el próximo experimento psicosocial está a las puertas. Ya están avisando….

Por Mar Mounier

– Se cancelaron seguimientos a pacientes con otras afecciones.
– Los hospitales estaban «desbordados».
– Los niños perdieron años de desarrollo.
– Consultorios privados tuvieron la orden de ser cerrados.
– Se prohibieron las Misas.
– Muchos seres humanos agonizaron y murieron completamente solos, sin un abrazo, sin visitas.
– Hay gente que ni siquiera tuvo una tumba donde ser llorada.
– El mundo entero fue sometido arbitrariamente a medidas LIBERTICIDAS, crueles, totalitarias y tiránicas, como la prisión domiciliaria.
– Se coaccionó de forma abusiva para que la gente se pinchara con una terapia experimental bajo su propia responsabilidad en medio de mentiras («fact checkers», amenazas, censura mediática, multas).

Sin embargo, los «aguerridos soldados en primera línea» tuvieron tiempo para ensayar a diario «lúdicas» coreografías de TikTok, mientras usaban protocolos asesinos en pacientes y se negaban a realizar autopsias, EN PLENO SIGLO XXI (70% de muertes se debieron a  protocolos según The Journal Clinical Investigation).

Al mismo tiempo, se pedía «muerte civil» y hasta cárcel para quienes no quisieron pincharse.

NO PODEMOS OLVIDAR ESTO. Ya tienen el próximo psicosocial, ad portas.

Mar Mounier

Sagradas lecturas lunes15...

 Lecturas y Evangelio del Lunes de la III Semana de Adviento

Hoy, lunes 15 de diciembre ...

Señor, purifica mi corazón para que tu Palabra caiga en él y dé el ciento por uno

Primera Lectura

Lectura del libro de los Números (24,2-7.15-17a):

EN aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:
«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae y se le abren los ojos:
¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob,
y tus moradas, Israel!
Como vegas dilatadas,
como jardines junto al río,
como áloes que plantó el Señor
o cedros junto a la corriente;
el agua fluye de sus cubos,
y con el agua se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag,
y descuella su reinado».
Y entonó sus versos:
«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios
y conoce los planes del Altísimo,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae en éxtasis, y se le abren los ojos:
Lo veo, pero no es ahora,
lo contemplo, pero no será pronto:
Avanza una estrella de Jacob,
y surge un cetro de Israel».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 24,4-5ab.6-7bc.8-9

R/. Señor, instrúyeme en tus sendas

V/. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

V/. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

V/. El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humilles con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Aleluya, aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,23-27):

EN aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos».
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».

Palabra del Señor

COMENTARIO DE BENEDICTO XVI

El pasaje de Mateo 21,23-27, donde los sacerdotes y ancianos cuestionan la autoridad de Jesús en el Templo, es un texto clave que Benedicto XVI interpretó en su enseñanza sobre la autoridad divina de Cristo, destacando que su poder no venía de una autoridad terrenal sino de Dios, y que la respuesta de Jesús sobre el Bautismo de Juan era una forma inteligente de revelar esta verdad, poniendo en evidencia la hipocresía de sus oponentes y la necesidad de reconocer la autoridad de Dios en Jesús, algo que resuena en la liturgia y la reflexión católica sobre la misión de Jesús. 

Contexto del Pasaje (Mateo 21,23-27)
En este pasaje, los sumos sacerdotes y ancianos se acercan a Jesús mientras enseña en el Templo y le preguntan: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te ha dado esta autoridad?». Jesús responde con otra pregunta: «¿De dónde era el bautismo de Juan, del cielo o de los hombres?». Ante su silencio, Jesús concluye diciendo que si no le responden, él tampoco les dirá con qué autoridad hace sus obras, desafiando su autoridad y revelando que ellos mismos no creían en el origen divino de Juan el Bautista. 

La Perspectiva de Benedicto XVI

  • Autoridad Divina: Benedicto XVI, en sus escritos y homilías, enfatizaba que la autoridad de Jesús es intrínsecamente divina; no es una autoridad delegada, sino la de Dios mismo.
  • Rechazo de la Autoridad de Jesús: La pregunta de los sacerdotes muestra su falta de disposición a reconocer que Jesús actúa con el poder de Dios, prefiriendo una autoridad humana o rabínica.
  • La Astucia de Jesús: Jesús utiliza su respuesta para mostrarles que su autoridad está ligada a la de Juan, un profeta del Señor. Al no querer reconocer a Juan, se cerraban a reconocer a Jesús.
  • Llamada a la Fe: Para Benedicto XVI, este pasaje es una llamada a discernir la verdadera autoridad, que no se impone, sino que se reconoce en el amor y la verdad de Dios encarnado en Jesús, invitando a la conversión y a no resistirse a la voluntad divina. 

En resumen, la enseñanza de Benedicto XVI sobre este pasaje subraya la confrontación entre la autoridad terrenal y la autoridad divina de Jesús, un tema central en su pontificado, mostrando cómo Jesús desmantela las pretensiones de los líderes religiosos y llama a la fe en su misión divina. 

Ejército Remanente...

domingo, 14 de diciembre de 2025



 Lecturas del III Domingo de Adviento «Gaudete»

Señor, purifica mi corazón para que tu Palabra caiga en él y dé Dios por uno

Domingo, 14 de diciembre de 2025

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10):

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Ven, Señor, a salvarnos

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la carta del apóstol Santiago (5,7-10):

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.

Palabra de Dios

Aleluya, aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí: me ha enviado a evangelizar a los pobres.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.» Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Palabra del Señor

COMENTARIO DE BENEDICTO XVI

Aquí el papa Benedicto XVI, en una homilía pronunciada el 12 de diciembre de 2010, nos ofrece una clave de lectura muy profunda. Decía que Juan siente que el mundo «sigue igual», y por eso pregunta. Y añadía algo de enorme actualidad: en los últimos siglos, muchos hombres y mujeres han hecho esta misma pregunta y han concluido: «No es Él; hay que cambiar el mundo de modo más radical».

Así nacieron ideologías, sistemas políticos, proyectos totalitarios y dictaduras que prometían transformar la historia, crear un hombre nuevo, instaurar un paraíso en la tierra. Y hoy sabemos bien cuál fue el resultado: violencia, vacío, destrucción, millones de vidas heridas. No eran ellos.

La respuesta silenciosa de Jesús

La respuesta de Jesús es tan sobria como desconcertante. No responde con un gran discurso. No entra en polémicas. No da explicaciones teóricas ni doctrinales. No menciona el templo, ni la ley, ni los sacrificios, ni el culto oficial.

Simplemente dice: «Ve y anuncia lo que ves y oyes: los ciegos ven, los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio».

Jesús no ofrece argumentos, sino hechos. Señala realidades humanas concretas, visibles, tangibles. No presenta signos religiosos espectaculares, sino signos de vida, de dignidad restaurada, de misericordia. Allí donde Él está presente, la vida vuelve a levantarse, los descartados recuperan su lugar, los pobres reciben una palabra de esperanza.

Como explicaba Benedicto XVI, Jesús no hizo una revolución violenta, no cambió el mundo por la fuerza ni impuso un sistema. Hizo algo mucho más profundo y duradero: encendió muchas luces, pequeñas y humildes, que a lo largo de los siglos han ido formando un gran camino de luz. El Reino de Dios no se impone, crece; no domina, sirve; no humilla, levanta.

EJÉRCITO REMANENTE...