Orden Carmelitana
Lectio:
Viernes, 16 Junio, 20171) ORACIÓN INICIAL
¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según Mateo 5,27-32
«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
«También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
3) REFLEXIÓN
• En el evangelio de ayer Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás” (Mt 5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento “No cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios tenía al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el Espíritu de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes valores de la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez Mandamientos. Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la justicia y en la verdad, en la humanidad (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). El resultado de la plena observancia de la Ley de Dios es la humanización de la vida. La observancia de la Ley humaniza a la persona. En Jesús aparece aquello que acontece cuando un ser humano deja que Dios ocupe el centro de su vida. El objetivo último es unir los dos amores, la construcción de la fraternidad en defensa de la vida. Cuanto más se vive la fraternidad, tanto mayor será la plenitud de vida y mayor es la adoración de las criaturas todas a Dios, Creador y Salvador.
• En el evangelio de hoy, Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.
• Mateo 5,27-28: No cometer adulterio. ¿Qué nos pide este mandamiento? La respuesta antigua era ésta: el hombre no puede dormir con la mujer de otro. Es lo que exigía la letra del mandamiento. Pero Jesús va más allá de la letra y dice: “Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio”.
El objetivo del mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si saben llegar a una total trasparencia entre sí.
• Mateo 5,29-30: Arrancar el ojo y cortar la mano. Para ilustrar lo que acaba de decir Jesús se sirve de una palabra fuerte que usó también en otra ocasión, cuando habló de no escandalizar a los pequeños (Mt 18,9 e Mc 9,47). Dice: “Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna” Estas afirmaciones pueden tomarse al pie de la letra. Indican la radicalidad y la seriedad con la que Jesús insiste en la observancia de este mandamiento.
• Mateo 5,31-32: La cuestión del divorcio. Al hombre estaba permitido dar una acta de divorcio para la mujer. Jesús dirá en el Sermón de la Comunidad que lo permitió por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8). “Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio". Se había discutido ya mucho sobre este asunto. Basándose en esta afirmación de Jesús, la iglesia oriental permite el divorcio en caso de “fornicación”, esto es en caso de infidelidad. Otros dicen que aquí la palabra fornicación traduce un término aramaico o hebraico zenuth que indicaba un casamiento con un grado de parentesco prohibido. No serían unas bodas válidas.
• Cualquiera que sea la interpretación correcta de esta palabra, lo que importa es ver el objetivo y el sentido general de las afirmaciones de Jesús en la nueva lectura que hace de los Diez Mandamientos. Jesús apunta hacia un ideal que debe estar siempre delante de mis ojos. El ideal último es éste: “Ser perfecto como el padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Este ideal vale para todos los mandamientos revisados por Jesús. En la relectura del mandamiento: “No cometer adulterio” este ideal se traduce en una total transparencia y honestidad entre marido y mujer. Nadie nunca va a poder decir: “Soy perfecto como el Padre celestial es perfecto”. Estaremos siempre por debajo de la medida. Nunca vamos a poder merecer el premio por nuestra observancia porque estaremos siempre por debajo de la medida. Lo que importa es mantenerse en camino, mantener alto el ideal ante nuestros ojos, ¡siempre¡ Y al mismo tiempo, como Jesús, debemos saber aceptar a las personas con la misma misericordia con que él aceptaba a las personas y las orientaba para el ideal. Por esto, ciertas exigencias jurídicas de la iglesia de hoy, como por ejemplo, no permitir la comunión a personas que viven en segundas nupcias, se parecen más a la actitud de los fariseos que a la actitud de Jesús. Nadie aplica al pie de la letra la explicación del mandamiento. “No matar”, en la que Jesús dice que todo aquel que llama a su hermano idiota merece el infierno (Mt 5,22). Pues en este caso, todos estaríamos seguros de terminar allí y nadie se salvaría. ¿Por qué nuestra doctrina usa medidas diferentes en caso del quinto y del noveno mandamiento?
4) PARA UNA REFLEXIÓN PERSONAL
• ¿Logras vivir la total honestidad y transparencia con las personas de otro sexo?
• ¿Cómo entender la exigencia “ser perfecto como el Padre celestial es perfecto”?
5) ORACIÓN FINAL
Digo para mis adentros:
«Busca su rostro».
Sí, Yahvé, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9
«Busca su rostro».
Sí, Yahvé, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9
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Lectio Divina:
Friday, June 16, 2017
Ordinary Time
1) OPENING PRAYER
God of wisdom and love,
source of all good,
send your Spirit to teach us your truth
and guide our actions
in your way of peace.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.
source of all good,
send your Spirit to teach us your truth
and guide our actions
in your way of peace.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.
2) GOSPEL READING - MATTHEW 5,27-32
Jesus said to his disciples: 'You have heard how it was said, You shall not commit adultery. But I say this to you, if a man looks at a woman lustfully, he has already committed adultery with her in his heart.
If your right eye should be your downfall, tear it out and throw it away; for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have your whole body thrown into hell. And if your right hand should be your downfall, cut it off and throw it away; for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have your whole body go to hell. 'It has also been said, Anyone who divorces his wife must give her a writ of dismissal. But I say this to you, everyone who divorces his wife, except for the case of an illicit marriage, makes her an adulteress; and anyone who marries a divorced woman commits adultery.'
3) REFLECTION
• In yesterday’s Gospel, Jesus made a rereading of the commandments: “Do not kill” (Mt 5, 20-26). In today’s Gospel Jesus rereads the commandment “You shall not commit adultery”. Jesus rereads the law starting from the intention that God had, which was proclaimed centuries before on Mount Sinai. He seeks the spirit of the Law and does not close himself up in the letter. He takes up again and defends the great values of human life which constitute the background of each one of these Ten Commandments. He insists on love, on fidelity, on mercy, on justice, on truth, on humanity (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). The result of the full observance of the Law of God humanizes the person. In Jesus we can see what happens when a person allows God to fill his life. The last objective is that of uniting both loves, the building up of fraternity in defence of life. The greater the fraternity, the greater will be the fullness of life and greater will be the adoration given by all creatures to God, Creator and Saviour.
• In today’s Gospel, Jesus looks closely at the relationship man-woman in marriage, fundamental basis of human living together. There was a commandment which said: “Do not commit adultery”, and another one which said: “Anyone who divorces his wife, has to give her a certificate of divorce”. Jesus takes up again both commandments, giving them a new meaning.
• Matthew 5, 27-28: Do not commit adultery. What does this commandment require from us? The ancient response was: man cannot sleep with somebody else’s wife. This was demanded by the letter of the commandment. But Jesus goes beyond, surpasses the letter and says: “But I say to you, if a man looks at a woman lustfully, he has already committed adultery with her in his heart”.
The objective of the commandment is reciprocal fidelity between man and woman who assume life together, as a married couple. And this fidelity will be complete only if both will know how to be faithful to one another in thought and in the desire and, will know how to reach a total transparency between them.
• Matthew 5, 29-30: Tear out your eye and cut off your hand. To illustrate what Jesus has just said, he states a hard word of which he serves himself on another occasion when he spoke of the scandal to little ones (Mt 18, 9 e Mc 9, 47). He says: If your right eye should be your downfall tear it out and throw it away: for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have to have your whole body thrown into hell”. And he affirms the same thing concerning the hand. These affirmations cannot be taken literally. They indicate the radical nature and the seriousness with which Jesus insists on the observance of this commandment.
• Matthew 5, 31-32: The question of divorce. Man was permitted to give a certificate of divorce to the woman. In the discourse of the community, Jesus will say that Moses permitted this because the people were hard hearted (Mt 19, 8). “But I say to you: anyone who divorces his wife, give her a certificate of divorce; but I say to you: anyone who divorces his wife, except in the case of concubinage, exposes her to adultery and anyone who marries a divorced woman , commits adultery”. There has been much discussion on this theme. Basing itself on this affirmation of Jesus, the Oriental Church permits divorce in case of “fornication”, that is of infidelity. Others say that here the word fornication is the translation of an Aramaic or Hebrew word zenuth which indicated a valid marriage among people who were relatives, and which was forbidden. It would not be a valid marriage.
• Leaving aside the correct interpretation of this word, what is important is to see the objective and the general sense of the affirmation of Jesus in the new reading which is done of the Ten Commandments. Jesus speaks about an ideal which should always be before my eyes. The definitive ideal is: “to be perfect as the Heavenly Father is perfect” (Mt 5, 48). This ideal is valid for all the commandments reviewed by Jesus. In the rereading of the commandment “Do not commit adultery”, this ideal is translated as transparency and honesty between husband and wife. Even more, nobody can say: “I am perfect as the Heavenly Father is perfect”. We will always be below the measure. We can never merit the reward because we will always be below the measure. What is important is to continue walking on the road, turn our look toward the ideal, always! But at the same time, as Jesus did, we have to accept persons with the same mercy with which he accepted persons and directed them toward the ideal. This is why, certain juridical exigencies of the Church today, for example, not to permit communion to those divorced persons living a second marriage, seem to be more in agreement with the attitude of the Pharisees than with that of Jesus. Nobody applies literally the explanation of the commandment “Do not kill”, where Jesus says that anyone who says idiot to his brother deserves hell (Mt 5, 22). Because if it was like that we would all have the entrance into hell guaranteed and nobody would be saved. Why does our doctrine use different measures in the case of the fifth and the ninth commandments?
4) PERSONAL QUESTIONS
• Do you succeed in living honesty and transparency totally with persons of the other sex?
• How is this to be understood: “to be perfect like the Heavenly Father is perfect?”
5) CONCLUDING PRAYER
Of you my heart has said,
'Seek his face!' Your face, Yahweh, I seek;
do not turn away from me.
Do not thrust aside your servant in anger,
without you I am helpless.
Never leave me, never forsake me, God, my Saviour.
(Ps 27,8-9
'Seek his face!' Your face, Yahweh, I seek;
do not turn away from me.
Do not thrust aside your servant in anger,
without you I am helpless.
Never leave me, never forsake me, God, my Saviour.
(Ps 27,8-9
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Lectio:
Venerdì, 16 Giugno, 2017
1) PREGHIERA
O Dio, sorgente di ogni bene,
ispiraci propositi giusti e santi
e donaci il tuo aiuto,
perché possiamo attuarli nella nostra vita.
Per il nostro Signore Gesù Cristo...
ispiraci propositi giusti e santi
e donaci il tuo aiuto,
perché possiamo attuarli nella nostra vita.
Per il nostro Signore Gesù Cristo...
2) LETTURA DEL VANGELO
Dal Vangelo secondo Matteo 5,27-32
In quel tempo, Gesù disse ai suoi discepoli: “Avete inteso che fu detto: Non commettere adulterio; ma io vi dico: chiunque guarda una donna per desiderarla, ha già commesso adulterio con lei nel suo cuore.
Se il tuo occhio destro ti è occasione di scandalo, cavalo e gettalo via da te: conviene che perisca uno dei tuoi membri, piuttosto che tutto il tuo corpo venga gettato nella Geenna.
E se la tua mano destra ti è occasione di scandalo, tagliala e gettala via da te: conviene che perisca uno dei tuoi membri, piuttosto che tutto il tuo corpo vada a finire nella Geenna.
Fu pure detto: Chi ripudia la propria moglie, le dia l’atto di ripudio; ma io vi dico: chiunque ripudia sua moglie, eccetto il caso di concubinato, la espone all’adulterio e chiunque sposa una ripudiata, commette adulterio”.
3) RIFLESSIONE
• Nel vangelo di ieri, Gesù ha fatto una rilettura del comandamento: “Non uccidere” (Mt 5,20-26). Nel vangelo di oggi, Gesù rilegge il comandamento “Non commettere adulterio”. Gesù rilegge la legge partendo dall’intenzione che Dio aveva proclamato secoli prima sul Monte Sinai. Cerca lo Spirito della Legge e non si rinchiude nella lettera. Riprende e difende i grandi valori della vita umana che costituiscono lo sfondo di ciascuno di questi Dieci Comandamenti. Insiste sull’amore, sulla fedeltà, sulla misericordia, sulla giustizia, sulla verità, sull’umanità (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). Il risultato dell’osservanza piena della Legge di Dio umanizza la persona. In Gesù appare ciò che avviene quando un essere umano lascia che Dio riempia la sua vita. L’obiettivo ultimo è quello di unire i due amori, la costruzione della fraternità in difesa della vita. Più grande è la fraternità, maggiore sarà la pienezza di vita e maggiore sarà l’adorazione tributata da tutte le creature a Dio Creatore e Salvatore.
• Nel vangelo di oggi, Gesù guarda da vicino il rapporto uomo-donna nel matrimonio, base fondamentale della convivenza umana. C’era un comandamento che diceva: “Non commettere adulterio”, ed un altro che diceva: “Chi divorzia da sua moglie, deve darle l'atto di divorzio”. Gesù riprende i due comandamenti, dando ad essi un nuovo significato.
• Matteo 5,27-28: Non commettere adulterio. Cosa richiede da noi questo comandamento? L’antica risposta era questa: l’uomo non può dormire con la donna di un altro. Questo lo esigeva la lettera del comandamento. Ma Gesù supera la lettera e dice: “ma io vi dico: chiunque guarda una donna per desiderarla, ha già commesso adulterio con lei nel suo cuore."
L’obiettivo del comandamento è la fedeltà reciproca tra uomo e donna che assumono insieme la vita insieme, da sposati. E questa fedeltà sarà completa solo se i due sapranno essersi fedeli l’uno all’altra nel pensiero e nel desiderio e sapranno giungere ad una trasparenza totale tra di loro.
• Matteo 5,29-30: Cava l’occhio e taglia la mano. Per illustrare ciò che Gesù ha appena detto, enuncia una parola forte di cui si serve in un’altra occasione quando parlò dello scandalo verso i piccoli (Mt 18,9 e Mc 9,47). Lui dice: “Se il tuo occhio destro ti è occasione di scandalo, cavalo e gettalo via da te: conviene che perisca una delle tue membra, piuttosto che tutto il tuo corpo venga gettato nella Geenna”. Ed afferma lo stesso nei riguardi della mano. Queste affermazioni non possono prendersi letteralmente. Indicano una radicalità e la serietà con cui Gesù insiste nell’osservanza di questo comandamento.
• Matteo 5,31-32: La questione del divorzio. All’uomo era permesso dare l'atto di divorzio alla donna. Gesù dirà nel Discorso della Comunità che Mosè lo permise per la durezza di cuore della gente (Mt 19,8). “Ma io vi dico: chi ripudia la propria moglie, le dia l’atto di ripudio; ma io vi dico: chiunque ripudia sua moglie, eccetto il caso di concubinato, la espone all’adulterio e chiunque sposa una ripudiata, commette adulterio". Si è discusso molto su questo tema. Basandosi su questa affermazione di Gesù, la chiesa orientale permette il divorzio in caso di “fornicazione”, cioè, di infedeltà. Altri dicono che qui la parola fornicazione traduce un termine aramaico o ebraico zenuth che indicava un matrimonio tra gente della stessa parentela, che era proibito. Non sarebbe un matrimonio valido.
• Lasciando da parte l’interpretazione corretta di questa parola, ciò che importa è vedere l’obiettivo ed il senso generale delle affermazioni di Gesù nella nuova lettura che fa dei Dieci Comandamenti. Gesù parla di un ideale che deve stare sempre dinanzi ai miei occhi. L’ideale definitivo è questo: “Essere perfetto come il Padre del cielo è perfetto” (Mt 5,48). Questo ideale vale per tutti i comandamenti rivisti da Gesù. Nella rilettura del comandamento: “Non commettere adulterio“, questo ideale si traduce in trasparenza e onestà tra marito e moglie. Più nessuno può dire: “Sono perfetto come il Padre del cielo è perfetto”. Staremo sempre al di sotto della misura. Non potremo mai meritare il premio perché saremo sempre al di sotto della misura. Ciò che importa è continuare il cammino, volgere lo sguardo verso l’ideale, sempre! Ma, nello stesso tempo, come fece Gesù, dobbiamo accettare le persone con la stessa misericordia con cui Lui accettava le persone e le orientava verso l’ideale. Per questo, certe esigenze giuridiche della Chiesa oggi, come per esempio, non permettere la comunione a persone che vivono in seconde nozze, sembrano andare più d’accordo con l’atteggiamento dei farisei che con quello di Gesù. Nessuno applica letteralmente la spiegazione del comandamento “Non uccidere”, dove Gesù dice che chi dice idiota a suo fratello merita l’inferno (Mt 5,22). Poiché se così fosse, tutti avremmo garantita già l’entrata all’inferno e nessuno si salverebbe. Perché la nostra dottrina usa misure differenti nel caso del quinto e del nono comandamento?
4) PER UN CONFRONTO PERSONALE
• Riesci a vivere l’onestà totale e la trasparenza con le persone dell’altro sesso?
• Come capire l’esigenza “essere perfetto come il Padre celeste è perfetto”?
5) PREGHIERA FINALE
Il tuo volto, Signore, io cerco.
Non nascondermi il tuo volto,
non respingere con ira il tuo servo.
Sei tu il mio aiuto, non lasciarmi,
Non nascondermi il tuo volto,
non respingere con ira il tuo servo.
Sei tu il mio aiuto, non lasciarmi,
non abbandonarmi, Dio della mia salvezza. (Sal 2