En La Montaña De Dios ; tiene morada propia La Santa Trinidad,,llí viven,Oran Trabajan Los Ermitaños Eucarísticos Del Padre Celestial,
comunidad Franciscana, esta en Pie de Cuesta Santander, Colombia ;Soy un Hijo espiritual del Apa Antonio Lootens Su Fundador q.e.p.d . La Comunidad no es responsable de lo que acá se expresa son mis opiniones Personales ,en respaldo de nuestra Sagrada Iglesia Católica Tradicional.
Qué dicen los demonios sobre la Comunión en la mano en un exorcismo.
Suiza, 1975
E= Exorcista J= Judas Iscariote, un demonio humano A= Akabor, un ángel caído, de El Coro de los Tronos B= Beelzebú, un demonio angélico, de El Coro de los Serafines.
CONFESIÓN Y SANTA COMUNIÓN
A: …deben recibir los Sacramentos; recibirlos de la manera correcta. Confesión verdadera, no solo participación en ceremonias penitenciales, y Comunión. En este momento (Comunión) el sacerdote debe decir “Señor, no soy digno” tres veces, y no solo una vez. La Comunión debe recibirse en la boca y no en la mano.
E: Habla solo la verdad, en el nombre de la Preciosa Sangre, la Santa Cruz, la Inmaculada Concepción de Lourdes. ¡Nuestra Señora del Rosario de Fátima!
A: Nos rompimos la cabeza durante mucho tiempo allá abajo (señala hacia abajo), hasta que logramos que la Comunión en la mano se pusiera en marcha. Comunión en la mano… ¡La Comunión en la mano es muy buena para nosotros en el Infierno, créeme!
E: Te ordenamos, en el nombre… ¡que digas solo lo que el Cielo te ordena! ¡Habla solo la verdad, no tienes derecho a mentir, así que déjalo, detente!
A: Ella (señala hacia arriba) desea que diga…
E: ¡Di la verdad, en el nombre…!
A: Ella desea que diga… que si Ella, la Gran Señora, aún viviera en la tierra. Recibiría la Comunión en la boca, pero de rodillas, y se inclinaría profundamente, así (hace el gesto).
E: En el nombre de la Santísima Virgen… y de los Tronos, por orden de los Tronos, ¡di la verdad!
A: Tengo que decir que la Comunión no debe recibirse en la mano. El propio Papa da la Comunión en la boca. No quiere que se dé la Comunión en la mano en absoluto. Eso viene de los Cardenales.
E: En el nombre…, por orden de los Tronos, ¡di la verdad!
A: Luego fue a los obispos y ellos imaginaron que era una cuestión de obediencia, que debían obedecer a los cardenales. Finalmente, llegó a los sacerdotes, y ellos, a su vez, imaginaron que tenían que conformarse, porque la obediencia está escrita con letras muy grandes.
E: ¡Di la verdad, no tienes derecho a mentir, en el nombre…!
A: No se debe obedecer a la gente malvada. El Papa (cuando es verdadero), Jesucristo y la Santísima Virgen son a quienes hay que obedecer. La Comunión en la mano no es en absoluto la voluntad de Dios.
E: ¡Continúa diciendo la verdad, en el nombre…!
SACERDOTES Y COMUNIÓN EN LA MANO
E: ¿Cuál es la historia sobre la Comunión en la mano en lo que respecta a los sacerdotes? ¡En el nombre de la Santísima Trinidad…!
B: ¿Qué quieres decir con “Comunión en la mano en lo que respecta a los sacerdotes”?
E: ¿Deben los sacerdotes dar la Comunión en la mano cuando la gente la pide?
B: ¡En ninguna circunstancia! ¡Absolutamente no! ¿Crees que el sacerdote es el títere de su pueblo? ¡Tiene el derecho de mandar! En términos generales, tenemos que añadir esto: si los sacerdotes dieran la Comunión en la boca, como desean Aquellos de arriba (señala hacia arriba), probablemente se encontrarían con oposición al principio, porque nosotros (demonios) ponemos aceite en el fuego, pero a la larga, tendrían muchos más fieles en sus iglesias que en aquellas donde se da la Comunión de manera diferente, donde existe esta tibieza.
E: Y si yo, como sacerdote, voy a ayudar a un colega que da la Comunión en la mano, ¿qué debo hacer?
B: Entonces debes decir al sacerdote al que vas a ayudar: “Padre, creo que la Comunión en la boca es lo correcto. De ninguna manera puedo asumir la responsabilidad de dar la Comunión en la mano. Espero que aceptes esto.” Para ti es una obligación fundamental dar la Comunión en la boca, porque sabes que hay muchas más bendiciones y mucho más respeto. Hay gente en todas partes que te van a dificultar las cosas. También ocurre el efecto contrario.
Pero, esencialmente, se quitarán el sombrero. Así es con esa gente: incluso si a veces te contradicen y te molestan, en el fondo de su corazón, se dicen a sí mismos: “Quizás tenga razón después de todo; todavía sabe lo que se debe hacer y sigue su camino a través de todos los obstáculos; actúa según su convicción; su forma de hacer las cosas es probablemente la correcta.” Aquellos de arriba (señala hacia arriba) son de la opinión de que el que todavía puede, de alguna manera u otra, debe, por amor al Cielo,dar la Comunión en la boca, porque es un pecado cuando uno sabe y aún así no lo hace. “Felices los que creen sin haber visto.” Entonces no habría más profanación horrible del Sacramento como la que hay ahora.
E: En el nombre de la Santísima Trinidad…, ¿cómo debe el sacerdote lidiar con los fragmentos más pequeños?
B: La mejor manera sería que el sacerdote se echara agua sobre las manos después de la Comunión; o, por ejemplo, cuando ha dado la Comunión en una casa, que sumerja sus manos en un vaso de agua y luego se la beba hasta la última gota. De esa manera, habría más respeto. Eso todavía se hace aquí y allá… ¡pero ahora, no deseamos hablar más!
¿Alguna vez en tu vida has sido salvado por los ángeles de Dios de un peligro inminente? El periodista francés Pierre Jovanovic cuenta su propia experiencia: "Una tarde de enero de 1988 me encontraba en Fremont (USA). Yo y una amiga habíamos subido a un coche alquilado y nos dirigíamos por la autopista 101 a San Francisco. Todo parecía completamente normal y tranquilo. El sol resplandecía y como yo no manejaba el coche, estaba observando los grandes camiones que pasaban... Cuando, de repente, sin reflexionar, me eché bruscamente a la izquierda. Un segundo después, una bala atravesaba el parabrisas y fue a dar exactamente donde yo había estado, a la derecha. Hablando de este caso con algunos compañeros, descubrí que no era yo solo a quien había sucedido algo parecido. Otros colegas, periodistas o fotógrafos, me contaron casos inexplicables en los que habían sido salvados de la muerte".
Él lo atribuyó a su ángel de la guarda y, por eso, comenzó una investigación, viajando por todo el mundo para conocer todo lo que pudiera sobre este tema, escribiendo su libro "Encuesta sobre los ángeles custodios", donde cuenta interesantes testimonios, que alientan nuestra fe en su ayuda y protección.
Un amigo mío, de quien no puedo dudar en absoluto, me contaba lo que le ocurrió a él personalmente, cuando era estudiante universitario. Un día estaba esperando al autobús en el borde de la carretera, distraído y pensando en el próximo examen, cuando sintió que alguien lo agarró bruscamente de los pelos y lo tiró hacia atrás. En ese momento, un autobús pasó a toda velocidad por donde él había estado. Al volverse para ver quién le había empujado... no vio a nadie, estaba solo. Y pensó inmediatamente en su ángel. Desde entonces nunca se olvida de él.
Recuerdo lo que una mujer me contó. Una noche oscura y silenciosa iba a su casa, tranquila, cuando, de repente, un coche aparcó junto a ella y salieron dos hombres que querían meterla dentro. En ese momento, apareció, doblando la esquina, otro hombre alto que trató de ayudarla y los otros dos huyeron sin pensarlo dos veces. El joven la acompañó amablemente hasta su casa. Ella nunca se olvida de este suceso, que para ella fue una protección de Dios. ¿Fue su ángel? ¿Fue una simple coincidencia, que alguien pasó por allí en aquel momento y la ayudó decididamente? Es posible, pero también puede ser que su ángel le inspirara a aquel joven que pasara por aquel lugar a la hora justa para ayudarla y salvarla. Nada ocurre por casualidad.
¡El seno de María! ¡El corazón de María! No. La mente más arrebatada en Dios no puede bajar hasta la profundidad, o levantarse hasta el vértice de estas dos perfecciones de pureza y amor. Yo os las ilumino, las ilumino a los más queridos entre los queridos. Pero sólo cuando estéis donde está la Ciencia perfecta, entenderéis a María.
Toda la humanidad es pecadora. Pero existe el pecador únicamente pecador, y existe el impío, es decir, aquel que lleva el pecado a una perfección demoníaca. Porque, en el Mal, el Demonio sabe alcanzar la perfección, y sus discípulos más fieles no son menos que su maestro.
Te lo he dicho ya: "Lucifer se esfuerza por imitar a Dios, en el mal naturalmente. Asume las formas, diré así, de vida y de corte que ha tenido el Hijo de Dios. El demonio toma la actitud de Cristo, y como Cristo tiene apóstoles y discípulos. Entre ellos escogerá el perfecto para hacer de él el Anticristo. Por ahora estamos en el período preparatorio de los precursores del mismo". Esto ya lo he dicho 72.
El impío será conducido al sepulcro. Es natural. Lucifer puede dar todas las ayudas a sus predilectos, a sus fieles, a sus esclavos, pero no la inmunidad de la Muerte, porque sólo Yo soy Vida y sólo Yo he vencido la Muerte. Por ello, cuando la suma del mal cometido por el impío está cumplida, Yo doy orden a la Muerte de tomar posesión de aquella carne. Esa carne conoce por esto el horror del sepulcro. y para el impío será verdadero sepulcro.
Para los buenos, para los redimidos, para los perdonados no es tal, porque creen y saben en base a la fe. Aquél es el lugar donde el vestido mortal vuelve a su naturaleza de polvo, desencarcelando al espíritu en espera de la hora en que lo que fue creado se reforme para entrar en la gloria o en la condenación con la perfección de creación que Dios creó para el hombre: es decir con la unión de un espíritu a una carne. Espíritu inmortal como Dios su Creador y Padre, carne mortal como formada por un animal terreno, rey de la tierra, heredero del Cielo, pero que demasiado a menudo prefiere la tierra al Cielo y es animal no tanto porque esté dotado de "alma" sino porque vive la misma animalidad, y a veces más, que los animales propiamente dichos.
Las almas, separadas de los cuerpos, tienen tres moradas. Y las tendrán hasta que no queden más que dos, después del Juicio que no errará. Los bienaventurados gozan inmediatamente del eterno reposo. Los purgantes activamente cumplen su expiación pensando en la hora de la liberación en Dios. Los condenados se agitan en la rabia del bien perdido. No, que tanto menos reposo encuentran en su terrible tortura, cuanto más impíos han sido.
Pero el Impío, que con su impiedad ha arrastrado a otros a la impiedad y empujado a otros al pecado, (he aquí los hombres y las muchedumbres de las que habla el Libro), será como una torre insomne en un mar en tempestad. Ante sí la muchedumbre de los matados (en el alma) por él, ante sí el recuerdo vivo de tantos homicidios de almas por él cometidos, y el remordimiento, que no da paz a quien mata, desde el día en que Caín derramó la sangre de su hermano, lo flagelará más atrozmente que los flagelos infernales.
Velará sobre su Delito, que se lanzó contra Dios en las criaturas de Dios y que como fiera enfurecida llevó destrucción a las almas. ¡Qué tremendo tener ante sí la prueba del mal hecho! ¡Castigo añadido a los castigos! Horror sin número como sin número son las culpas del Impío entre los pecadores.
Pero ahora, María, para consolación de tu corazón que se abate ante desgarros de otro mundo donde no reina el Amor sino el rigor de Dios, alza el espíritu escuchando esta palabra toda para ti y para las almas como tú.
¿Sabes lo que representan para Mí los corazones dados al Amor? Mi Paraíso sobre la tierra. Sois vosotros los que traéis un trocito de cielo a este pobre mundo, y sobre ese trocito apoya los pies el Hijo de Dios para venir a encontrar sus delicias entre los hijos del Padre.
Abre el corazón a tu Jesús. Y dame tu corazón. Dónalo del todo a Mí. Lo quiero. Como Médico y Amigo del espíritu y de la carne, como Esposo y Dios que te ha elegido por tu fe y por tu audaz sentimiento de amor».
La Virgen en Fátima profetizó algo crucial que a menudo se ha pasado por alto.
Por Marta Pérez-Cameselle
Si hay una aparición mariana que ha marcado con sus profecías la Historia desde el siglo XX ha sido la de Fátima. La consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María fue la clave para encauzar a la Humanidad y alejarla de los males que la acechaban. Dios quiso que la Virgen tuviera un papel preponderante en esta etapa de la Historia que apuntaba a los últimos tiempos, en los que ya estamos inmersos.
La Virgen en Fátima profetizó algo crucial que a menudo se ha pasado por alto. La Virgen dijo que, si el Papa no consagraba Rusia a su Inmaculado Corazón, en unión con todos los obispos del mundo, Rusia extendería su errores por el mundo. Generalmente se ha interpretado como que el comunismo se extendería por todo el mundo. Pero la clave está en los “errores”, que es lo que dijo la Virgen, que no se refirió expresamente al comunismo, aunque éste forme parte de los errores.
El materialismo y el ateísmo no están asociados exclusivamente al comunismo, sino que ambos proliferan también en muchos de quienes profesan un liberalismo individualista partidario de un sistema capitalista. El punto de encuentro sería precisamente el materialismo ateo como seña de identidad. Lo vemos claramente en la actualidad en ese consenso entre los grupos de izquierda y una gran parte de los liberales en connivencia con las grandes élites financieras y empresariales para lograr la implantación de un Nuevo Orden Mundial, que atenta directamente contra la Iglesia católica. No hay más que analizar críticamente, en profundidad, cada pestaña de la Agenda 2030, materialización de los planes globalistas del Nuevo Orden Mundial, para encontrarse con un objetivo común al que se confluye desde cualquier ámbito, que es el del control totalitario y liberticida de la población mundial, y el medio más efectivo para lograrlo: su reducción.
Si bien Rusia (a la que siguieron otros países con los mismos resultados) comenzó ejecutando las ideas marxistas implantando los desastrosos postulados económicos de planificación centralizada y abolición de la propiedad privada, con un control asfixiante de toda la producción, que les llevó a la más absoluta ruina y miseria, de la que sólo se libraron sus dirigentes (todos ellos han resultado ser los más ricos entre los más ricos del mundo), a los pocos años de la revolución rusa, surgieron teóricos de línea marxista, como Gramsci, que se percataron de que para lograr un control absoluto de la población, lo primordial era focalizarse en “colonizar” la cultura más que la economía. Y así ha sido. La Escuela de Frankfurt al poco tiempo se puso manos a la obra aplicando las teorías iniciadas por Gramsci. El concepto de cultura no sólo pasó a ser un objetivo político, como lo había sido tradicionalmente la economía, sino que aquél se abordaba en toda su extensión y profundidad, esto es, costumbres, hábitos, reglas sociales, pensamientos, creencias…
Actualmente hemos llegado al culmen de ese propósito inicial, porque se necesita tiempo para politizar lo que en sí mismo debería escapar de las manos controladoras de los gobernantes. Como expresó Jesús cuando los fariseos pretendiendo tenderle una trampa, pidió que le trajeran la moneda con la que ellos le preguntaban capciosamente si estaba bien pagar impuestos al César: «¿De quién es esta imagen y el nombre que está impreso?» «Del César». «Pues den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios».
Hoy en día se tiende a politizar todo, el “César” actual pretende invadir lo más posible la esfera personal y privada de los ciudadanos, en sus manifestaciones tanto individuales como colectivas, pero tampoco se contenta con poco de la riqueza que se genera, abarcando más de la mitad de lo producido. En eso se llevan la palma las izquierdas, en su afán de estatalizarlo todo, y luego proyectan su pecado en los que propugnan menos control y más libertad de acción y pensamiento, tachándoles precisamente de fascistas. Habrá que refrescarles que el fascismo viene de Mussolini, cuyo lema era Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado. Pero esa es otra lucha de hoy en día, conservar la cordura, y no caer en el absurdo y la estulticia que prolifera tanto en la clase política.
España ha sufrido últimamente una aceleración preocupante de los “males del César”, en su pretensión de invadir todo ámbito de libertad. Vimos como el Tribunal Superior de Justicia de Madrid daba la razón al joven José Andrés Calderón, tras la prohibición del delegado del gobierno de rezar el Rosario ante la fachada del Santuario del Inmaculado Corazón de María los días 8 y 9 de junio por las elecciones europeas. ¡Ojo! que además la fiesta del Inmaculado Corazón de María era el 8 de junio, ¡qué oportuno el Rosario! Una muestra ejemplar de la invasión del “cesarillo” de turno en el ámbito personal y privado de quien acude solo o en compañía de otros fieles a rezar, y que además está protegido como derecho fundamental por la Constitución.
Pero ya estamos acostumbrados a que vulnerar la Constitución importa poco a quienes actualmente gobiernan, y un tanto de lo mismo a sus palmeros, los periodistas de prensa y televisión, que sólo entienden de libertad y tolerancia para lo suyo, como la periodista que dirige un magazine de LaSexta que protesta indignada: «¡Para rezar a Dios no te hace falta ir a Ferraz, vete a tu casa!». Estoy de acuerdo, no hace falta, pero el derecho a una cosa no quita el derecho a la otra. “Más vale tarde” que nunca rectificar, y no supurar sectarismo.
Si hay un error que se extendió por todo el mundo cuyo origen fue precisamente Rusia fue el aborto. Y en España hoy por hoy estamos desgraciadamente en la vanguardia del genocidio más atroz, ampliando la cobertura del crimen a las menores de 16 y 17 años, que pueden cometerlo sin contar con el consentimiento de sus padres, e incluso sin su conocimiento. Menores que necesitan el consentimiento de sus padres para realizar una excursión escolar, pero que no lo necesitan para abortar. Pues bien, echando marcha atrás en el tiempo, en octubre de 1917 tuvo lugar en Rusia el estallido de una guerra civil que terminó con el triunfo de los bolcheviques liderados por Lenin. Tres años después, en noviembre de 1920, la Rusia de Lenin legalizó el aborto, la primera nación en el mundo en hacerlo.
Fue uno de los primeros errores que esparció la naciente Rusia comunista por el mundo, propagándose después a otros países del bloque comunista como Hungría, Polonia, Bulgaria y Checoslovaquia en la década de los 50. A ellos se sumó la Cuba comunista de Castro en 1961, reconociendo el aborto como un derecho más de la mujer en 1965. Después se sumó Reino Unido en 1967, Alemania Oriental en 1972, EEUU en 1973 y en 1975 dio el salto al resto de Europa: Francia, Austria, Suecia… Alemania Occidental y Dinamarca en 1976, Luxemburgo en 1978, Holanda en 1981, Portugal en 1984, España en 1985, Grecia en 1986, Bélgica en 1990; e Irlanda, la última en caer, en 2018. En Europa sólo queda Malta. En efecto, como pronosticó la Virgen, Rusia extendería sus errores por el mundo, y a países de los dos bloques de entonces, tanto comunistas como capitalistas, y el error más grave y ofensivo a Dios fue el aborto.
Pero otros errores acabaron extendiéndose, y con todos ellos la consecuencia era esclavizar a la persona al apartarla del Plan de Dios. No sólo la violencia de Estado ejercida contra sus propios ciudadanos anulando todo tipo de libertades, entre éstas la cruda persecución religiosa en un intento despiadado de borrar toda idea de trascendencia en el corazón humano; también en las relaciones personales, específicamente entre hombres y mujeres: el aborto, el divorcio, la inmoralidad sexual, el apartamiento deliberado de los hijos de la potestad de sus padres… todo ello se implantó en Rusia, además de sembrar miseria por doquier asfixiando la economía, constituyendo una voladura en toda regla de la institución de la familia por varias generaciones, célula básica de la sociedad, cuyo bienestar garantiza la prosperidad de toda nación.
¿Y qué ha ocurrido con el paso del tiempo? Que todos esos errores se han agrandado en magnitud. La revolución sexual de Mayo del 68 fue una aceleración de lo que ya se había gestado en la mentalidad occidental como consecuencia de aquellos errores: promiscuidad, pornografía, pedofilia, drogas… y un acusado desprecio por la autoridad y las tradiciones. La mujer ha sido su principal diana, trocando feminidad por feminismo radical, lo que ha sido crucial para la extensión del aborto, y progresando en esa quiebra de valores cristianos… Estamos en plena efervescencia de la ideología de género: homosexualismo, transexualismo, y con un pie ya en el transhumanismo. Con toda esta concatenación de actos inmorales que se han asentado en la sociedad el ser humano está abocado a su autodestrucción, pues el modo más efectivo de lograrlo es pervirtiendo su naturaleza, naturaleza creada por Dios con el propósito de que el ser humano con su libre albedrío la respete, cuide y perfeccione.
La Virgen conocía los males que nos acechaban, nos advirtió, y nos dio el remedio, pero no se cumplió con lo pedido. Lo que también ha quedado claro es que Dios, que nos ha dado a su Hijo, Jesucristo, para que por Él logremos nuestra salvación, también ha querido que ésta sea por mediación de Su Madre, e igualmente nuestra Madre, la Santísima Virgen. ¿No es acaso Fátima una constatación de que la Virgen es Corredentora, Mediadora, y Abogada nuestra, que sería el quinto dogma mariano, todavía hoy sin reconocer por la Iglesia?
“Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6: 14-15
Todos sabemos que le Padre Nuestro tiene su origen en la Biblia y fue enseñada por Jesús a sus discípulos para mostrarles el modo correcto de orar, lo cual podemos encontrar en los evangelios de Mateo (Mt 6: 9-13) y de Lucas (Lc 11: 1-4).
Con esta oración, Jesús rompe con las actitudes que alejaban al hombre de Dios, y busca una sencillez que facilite el diálogo con Dios Padre.
Es considerada por los católicos como el resumen de la doctrina cristiana y para los ortodoxos y protestantes es el modelo de oración cristiana.
Debemos entender que Jesús no la enseñó para que fuera repetida mecánicamente, sino para que de esta forma, aprendamos a orar a Dios Padre, presentándole nuestra alabanza, sometiéndonos a Su voluntad, pidiendo perdón y presentándole nuestras necesidades y peticiones.
Por eso lo importante es, aunque lo sepamos de memoria, rezarlo sintiendo cada frase.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre.
Venga a nosotros tu reino, hágase Tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Amén
Doxología final:
Este final alternativo podemos agregarlo con el fin de manifestar que Dios es un ser absoluto y supremo, y que no tiene principio ni fin. Esta parte se denomina doxología final.
“Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre”.
Explicación del Padre Nuestro
En el Padre Nuestro, las tres primeras peticiones tienen por objeto la Gloria del Padre: la santificación del nombre, la venida del reino y el cumplimiento de la voluntad divina. Las otras cuatro presentan al Padre nuestros deseos: estas peticiones conciernen a nuestra vida para alimentarla o para curarla del pecado y se refieren a nuestro combate por la victoria del Bien sobre el Mal.
Al pedir: “Santificado sea tu Nombre” entramos en el plan de Dios, la santificación de su Nombre —revelado a Moisés, después en Jesús— por nosotros y en nosotros, lo mismo que en toda nación y en cada hombre.
En la segunda petición, la Iglesia tiene principalmente a la vista el retorno de Cristo y la venida final del Reino de Dios. También ora por el crecimiento del Reino de Dios en el “hoy” de nuestras vidas.
En la tercera petición, rogamos al Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo para realizar su Plan de salvación en la vida del mundo.
En la cuarta petición, al decir “danos”, expresamos, en comunión con nuestros hermanos, nuestra confianza filial en nuestro Padre del cielo. “Nuestro pan” designa el alimento terrenal necesario para la subsistencia de todos y significa también el Pan de Vida: Palabra de Dios y Cuerpo de Cristo. Se recibe en el “hoy” de Dios, como el alimento indispensable, lo más esencial del Festín del Reino que anticipa la Eucaristía.
La quinta petición implora para nuestras ofensas la misericordia de Dios, la cual no puede penetrar en nuestro corazón si no hemos sabido perdonar a nuestros enemigos, a ejemplo y con la ayuda de Cristo.
Al decir: “No nos dejes caer en la tentación”, pedimos a Dios que no nos permita tomar el camino que conduce al pecado. Esta petición implora el Espíritu de discernimiento y de fuerza; solicita la gracia de la vigilancia y la perseverancia final.
En la última petición, “y líbranos del mal”, el cristiano pide a Dios, con la Iglesia, que manifieste la victoria, ya conquistada por Cristo, sobre el “príncipe de este mundo”, sobre Satanás, el ángel que se opone personalmente a Dios y a su plan de salvación.
Con el “Amén” final expresamos nuestro “fiat”, refrendando por medio de este Amén, que significa “Así sea” (cf Lc 1, 38), lo que contiene la oración que Dios nos enseñó» (San Cirilo de Jerusalén, Catecheses mystagogicae, 5, 18).
Muy pronto, la práctica litúrgica concluyó la oración del Señor con una doxología. En la Didaché (8, 2) se afirma: “Tuyo es el poder y la gloria por siempre”, la cual vuelve a tomar, implícitamente, las tres primeras peticiones del Padrenuestro: la glorificación de su Nombre, la venida de su Reino y el poder de su Voluntad salvífica. Pero esta repetición se ol Cristo, el Señor, los restituye a su Padre y nuestro Padre, hasta que le entregue el Reino, cuando sea consumado definitivamente el Misterio de la salvación y Dios sea todo en todos (cf 1 Co 15, 24-28).
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Padre Nuestro, origen y explicación de la oración
Carl Bloch [Public domain]
“Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6: 14-15
Todos sabemos que le Padre Nuestro tiene su origen en la Biblia y fue enseñada por Jesús a sus discípulos para mostrarles el modo correcto de orar, lo cual podemos encontrar en los evangelios de Mateo (Mt 6: 9-13) y de Lucas (Lc 11: 1-4).
Con esta oración, Jesús rompe con las actitudes que alejaban al hombre de Dios, y busca una sencillez que facilite el diálogo con Dios Padre.
Es considerada por los católicos como el resumen de la doctrina cristiana y para los ortodoxos y protestantes es el modelo de oración cristiana.
Debemos entender que Jesús no la enseñó para que fuera repetida mecánicamente, sino para que de esta forma, aprendamos a orar a Dios Padre, presentándole nuestra alabanza, sometiéndonos a Su voluntad, pidiendo perdón y presentándole nuestras necesidades y peticiones.
Por eso lo importante es, aunque lo sepamos de memoria, rezarlo sintiendo cada frase.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre.
Venga a nosotros tu reino, hágase Tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Amén
Doxología final:
Este final alternativo podemos agregarlo con el fin de manifestar que Dios es un ser absoluto y supremo, y que no tiene principio ni fin. Esta parte se denomina doxología final.
“Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre”.
Explicación del Padre Nuestro
En el Padre Nuestro, las tres primeras peticiones tienen por objeto la Gloria del Padre: la santificación del nombre, la venida del reino y el cumplimiento de la voluntad divina. Las otras cuatro presentan al Padre nuestros deseos: estas peticiones conciernen a nuestra vida para alimentarla o para curarla del pecado y se refieren a nuestro combate por la victoria del Bien sobre el Mal.
Al pedir: “Santificado sea tu Nombre” entramos en el plan de Dios, la santificación de su Nombre —revelado a Moisés, después en Jesús— por nosotros y en nosotros, lo mismo que en toda nación y en cada hombre.
En la segunda petición, la Iglesia tiene principalmente a la vista el retorno de Cristo y la venida final del Reino de Dios. También ora por el crecimiento del Reino de Dios en el “hoy” de nuestras vidas.
En la tercera petición, rogamos al Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo para realizar su Plan de salvación en la vida del mundo.
En la cuarta petición, al decir “danos”, expresamos, en comunión con nuestros hermanos, nuestra confianza filial en nuestro Padre del cielo. “Nuestro pan” designa el alimento terrenal necesario para la subsistencia de todos y significa también el Pan de Vida: Palabra de Dios y Cuerpo de Cristo. Se recibe en el “hoy” de Dios, como el alimento indispensable, lo más esencial del Festín del Reino que anticipa la Eucaristía.
La quinta petición implora para nuestras ofensas la misericordia de Dios, la cual no puede penetrar en nuestro corazón si no hemos sabido perdonar a nuestros enemigos, a ejemplo y con la ayuda de Cristo.
Al decir: “No nos dejes caer en la tentación”, pedimos a Dios que no nos permita tomar el camino que conduce al pecado. Esta petición implora el Espíritu de discernimiento y de fuerza; solicita la gracia de la vigilancia y la perseverancia final.
En la última petición, “y líbranos del mal”, el cristiano pide a Dios, con la Iglesia, que manifieste la victoria, ya conquistada por Cristo, sobre el “príncipe de este mundo”, sobre Satanás, el ángel que se opone personalmente a Dios y a su plan de salvación.
Con el “Amén” final expresamos nuestro “fiat”, refrendando por medio de este Amén, que significa “Así sea” (cf Lc 1, 38), lo que contiene la oración que Dios nos enseñó» (San Cirilo de Jerusalén, Catecheses mystagogicae, 5, 18).
Muy pronto, la práctica litúrgica concluyó la oración del Señor con una doxología. En la Didaché (8, 2) se afirma: “Tuyo es el poder y la gloria por siempre”, la cual vuelve a tomar, implícitamente, las tres primeras peticiones del Padrenuestro: la glorificación de su Nombre, la venida de su Reino y el poder de su Voluntad salvífica. Pero esta repetición se hace en forma de adoración y de acción de gracias, como en la Liturgia celestial (cf Ap 1, 6; 4, 11; 5, 13). El príncipe de este mundo se había atribuido con mentira estos tres títulos de realeza, poder y gloria (cf Lc 4, 5-6). Cristo, el Señor, los restituye a su Padre y nuestro Padre, hasta que le entregue el Reino, cuando sea consumado definitivamente el Misterio de la salvación y Dios sea todo en todos (cf 1 Co 15, 24-28).
Actividad diabólica en el mundo. Tatuajes: una epidemia diabólica
Espero que al final de este artículo atisbemos aunque solo sea someramente, el peligro de conformarse con las mayorías y con la mentalidad del mundo.
Por Adolfo D
El pasado día 18/3/2024 publicaba un artículo titulado: “Los tatuajes: una moda maléfica”(AQUÍ). Un sacerdote conocido me animó a escribir otro. Ciertamente, esta moda, posiblemente una de tantas, pasa a considerarse algo normal cuando la mayoría de la gente lo toma como algo socialmente aceptable. Quiero creer (aunque esto es algo muy subjetivo) que la mayoría de la población, ya de muy diversas edades, sexo y condición, no son conscientes de la gravedad del momento que vivimos, y de que ésta horrible moda es otro síntoma de una sociedad cada vez más decadente, trivializada y tribalizada. Espero que al final de este artículo atisbemos aunque solo sea someramente, el peligro de conformarse con las mayorías y con la mentalidad del mundo
Al escribir el anterior artículo, había leído y estudiado, consultado distintas fuentes, procurando arrojar algo de luz al público en general. Se han dado argumentos estéticos y sanitarios para persuadira la gente de caer en esta moda, que por lo que me han comentado algunas personas tatuadas, puede acabar siendo como una droga en la que comienzas haciéndote uno y terminas experimentando en cierta manera la necesidad de hacerte cada vez más. Pero no me interesa este enfoque, aunque no sea despreciable. Los orígenes de esta práctica tienen su historia, y tienen o pueden tener consecuencias tanto espirituales como sociales. Algunos portales de internet han aportado información y formación muy interesante y valiosa respecto al tema en cuestión. Habría que empezar por reconocer que ésta decadente moda, que afea incluso la belleza natural que una persona podría tener, constituye parte de lo que es la actividad diabólica en el mundo, y que ciertamente no es la única, pero tiene un punto que es necesario resaltar: toca directamente al cuerpo, y puede tener consecuencias espirituales y también psicológicas que manchan nuestra imagen y semenjanza con respecto al Creador que es algo más que un magnífico Artista y nos ha hecho BIEN.
Papa Adriano I
Siento decir, para quienes afirman que la Iglesia no prohíbe los tatuajes, que al menos un Papa sí prohibió la práctica de los tatuajes y que yo sepa ningún otro le desdijo. En el año 787 d.C (S.VIII), el Papa Adriano I reafirmó la prohibición absoluta de los tatuajes que ya había sido prohibida por el Emperador Constantino, arguyendo que el tatuaje “arruinaba lo que había sido creado a imagen de Dios”. Sin embargo, siguió prosperando en Gran Bretaña hasta la invasión normanda de 1066. Los normandos despreciaron el tatuaje. Desapareció de la cultura occidental entre los siglos XII y XVI. En el siglo IV, cuatro siglos antes del Papa Adriano, San Basilio el grande dijo: <ningún hombre dejará crecer su cabello, ni se tatuará a sí mismo como lo hacen los paganos, aquellos apóstoles de satanás, que se hacen despreciables al permitirse el pensamiento obsceno y lascivo. No te asocies con aquellos que se marcan con espinas y agujas para que su sangre fluya a la tierra> Comprendo que San Basilio pueda resultar demasiado duro e intransigente para la Iglesia y la sociedad contemporánea de hoy, mundanizada y paganizada hasta límites insospechados, pero sería un grave error e incluso un pecado de omisión, no traerlo a colación. Vemos que por aquella época existían buenos gobernantes tanto en el orden temporal como en el orden espiritual que sí se preocupaban por la salvación eterna de sus súbditos o ciudadanos. ¿Qué dirían de los actuales?
El origen etimológico del término tatuaje ofrece una idea, e incluso desvela el significado de lo que en sí mismo puede significar hacerse la más mínima marca en la piel. La palabra proviene de “tatoo”, término acuñado por el aventurero James Cook a mediados del siglo XVIII, y es la conjunción de dos conceptos polinesios, “ta”, que siginifica “motivo grabado en la piel y “atua” que significa “espíritu”. Algunas fuentes de internet lo han expresado perfectamente. Se trata de un grabado en la piel que manifiesta contenidos espirituales. Por lo tanto, no es difícil deducir que se trata de una costumbre que tiene, o puede tener consecuencias espirituales. Dicho esto, no pretendo inducir a nadie a la desesperación. Mientras estamos con vida, hay esperanzas de salvación
Las tres grandes religiones monoteístas, Cristianismo, Judaísmo e Islam, al menos en sus tradiciones más genuinas, no ven con buenos ojos la práctica de los tatuajes y aunque no quiero decir con esto que todas las religiones son iguales ni lleven a lo mismo, si tienen la intuición de que la simple práctica tiene orígenes o es de inspiración diabólica, y a la luz de los hechos y de la verdad, no se equivocan, lo es.
En los exorcismos se ha puesto de manifiesto, que el diablo confiesa que los tatuados son sus consagrados. Los exorcistas y demonólogos, expertos en el tema y cualquier sacerdote o cualquier persona que sea honesta (es decir, que no busque justificarse o justificar lo injustificable) y esté abierta a la verdad, puede consultar las fuentes que considere oportunas.
En las civilizaciones precristianas, el tatuaje, era una expresión de adoración a dioses paganos, los cuales sabemos que eran en su mayoría demonios disfrazados. La historia del tatuaje está relacionada con el paganismo, el demonismo y el canibalismo. En muchas culturas el tatuador era un chamán, un sacerdote pagano que utilizaba la magia, como intermediación entre el mundo natural y el preternatural (de lo espíritus malignos). Tal como se sabe por testimonios y revelaciones de exorcistas, se ha demostrado que éstos son o pueden ser un portaldeentradaalosdemonios. En la actualidad ya existen testimonios, incluso en internet de personas que quedaron poseídas a causa de los tatuajes y tuvieron que someterse a un exorcismo. Una de ellas confesó que tenía legiones de ellos.
El doctor WDHambly en “La historia del tatuaje”, concluyó que el tatuaje está relacionado con antiguos ritos de sangre para armonizar el alma humana con fuerzas preternaturales y descubrió que al tatuarse “suponían” que:
-Previene el dolor, protege contra heridas de armas y elimina la enfermedad
-Confiere “fuerza sobrehumana”, preserva la juventud y mejora los poderes preternaturales de un chamán
-Asegura la supervivencia del alma después de la muerte e identifica el alma en al “más allá”
-Atrae la buena suerte, protege contra la brujería y garantiza la protección de una “deidad”
-Confiere poderes ocultos, evita el ahogamiento, “exorciza demonios”, garantiza la protección de un animal totémico o guardián espiritual, “registra” una peregrinación a un lugar sagrado, etc.
De modo que el tatuaje, en las civilizaciones precristianas fué más que un elemento decorativo; tenía una función espiritual de comunicación con los espíritus, que posiblemente eran demonios y se puede deducir que el tatuaje es claramente una expresión demoníaca. Pero profundicemos un poco en la posición de las tres grandes religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) porque las tres, al menos en sus tradiciones más genuinas tienen una visión acertada, al menos en éste asunto.
-En el judaísmo, la más antigua de las tres, no se los considera adecuados. En el libro del Levítico, que también forma parte de los libros canónicos de la Iglesia Católica, Lv 19, 28 dice: <No harás ningún corte en tu cuerpo por los muertos, ni te marcarás ningún tatuaje; Yo soy el Señor> Los rabinos dicen que ésta regla fué para evitar que el Pueblo Elegido imitara a las sociedades paganas que le rodeaban, y de alguna manera implica que Dios quería evitar para su Pueblo ésta costumbre pagana que vinculaba el tatuaje y el ocultismo.
También en el Libro 1º de los Reyes, capítulo 18, cuando el Profeta Elías desafió a los profetas de Baal, éstos se hacían incisiones en el cuerpo chorreando sangre para invocar a sus dioses.
–En la Iglesia Católica, el tatuaje es una práctica que implica, es equivalente o al menos semejante a derramamiento de sangre o a un pacto de sangre. La herramienta del tatuaje hace incisiones en la piel que producen o pueden provocar heridas de sangre. Y ésta es una cuestión que toma en cuenta el Cristianismo. El cuerpo del hombre es (o al menos debe ser) templo de Dios. <Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él (1Cor 3, 16-17)> <¿No sabéis que no os pertenecéis?> <Glorificad pues a Dios con vuestro cuerpo> (1Cor 6,20)
–En el Islam consideran el tatuaje como un Haram, es decir, prohibido. Existe un hadiz (escrito no coránico) sobre Mahoma en el que Mahoma maldijo tanto al tatuador como el tatuaje. En otro se menciona que el tatuado es alguien que ha elegido a Satanás y rechazado a Alá.
El teólogo Simone Juliano en su “Manual de demonología” afirma que “cuando aceptas el tatuaje, haces un pacto de sangre con la persona que hace el tatuaje, abres tu vida a cualquier espíritu con el que esté atado, le permites que ingrese en ti”. ¿Nos damos cuenta de las consecuencias de esto?
Por el consentimiento de sangre, se abre un pasaje para permitir que los demonios entren. Quien se tatúa es muy probable que abra la puerta a espíritus demoníacos, de tormento, espíritus impuros e incluso he llegado a escuchar hasta de suicidio. Incluso si el tatuaje no es consecuencia de un gesto de rebelión, sino simplemente una expresión estética o se tatúan imágenes o símbolos religiosos cristianos, esto constituye de hecho una doble ofensa a Dios, y puede abrir de hecho puertas a los demonios. La intención es algo muy subjetivo y puede ser algo utilizado por el demonio como una sutil tentación. Nótese que si uno practica la wija, aunque solo sea por diversión o pasar un “buen rato”, esto es un juego diseñado exclusivamente para abrir las compuertas a los demonios y las vidas de quienes lo practican pueden quedar marcadas para siempre. Del mismo modo, quienes se la juegan con éstas prácticas, no les quepa la menor duda de que el demonio o demonios ya procurarán reclamar sus derechos ante Dios para poseer esas almas e intentar causar el mayor daño posible no solo a su persona, sino a su familia, a su entorno y a toda la sociedad.
Al parecer, existe entre los cristianos coptos, la práctica del tatuaje para enfatizar su identidad en un país musulmán, tatuándose una cruz en la cara o en la muñeca y en el Santuario de Loreto en Italia hay frailes que tatúan a los peregrinos como testimonio de haber ido a un lugar de culto; y los peregrinos ortodoxos en Jerusalén acuden al tatuador de la familia Razzouk, que llevan más de 300 años en el negocio de tatuar cruces. Éstos “cristianos” están bastante desviados de la Tradición Cristiano católica original y es evidente que estarían llevando la contraria tanto al Papa Adriano I, como al Emperador Constantino, como a San Basilio Magno, que llegó a calificarlos como Apóstoles de Satanás. Las evidencias demuestran por los exorcistas y por las revelaciones de demonios en los exorcismos, obligados bajo obediencia a Cristo o la Virgen y por la potestad del sacerdote exorcista que éstos confiesan que los tatuados se convierten en sus consagrados. Por lo que están seria y profundamente errados quienes en cualquier religión pretender justificar ésta práctica y peor aún continuar extendiéndola. Al igual que sucede con prostíbulos, salones de juego, discotecas, conciertos de música rock, pop, y muchas otras canciones evocadoras, se debe tener un tremendo cuidado con el tipo de sentimientos e inclinaciones que evocan, inspiran y promueven. No todo lo que genera dinero y actividad económica tiene por qué ser necesariamente bueno. Recordemos por ejemplo a quienes hayan leído su biografía, al Santo Cura de Ars, que condenaba severamente el baile y las tabernas, y llegaba incluso a pagar por sus pérdidas a los dueños de determinados negocios para que cerraran, proponiéndoles dedicarse a cualquier otra actividad que fuese más provechosa para su alma. ¡Cuanto bien harían hoy en día sacerdotes como él!
Siento decir que siembran confusión, incluso si son sacerdotes, quienes afirman que no es pecado. Al estar íntimamente relacionado en sus orígenes con el cultoaBaal, ésta costumbre abominable, que tanto daño está causando a las almas, podría constituir ya de hecho un grave pecado contra el primer mandamientodelaLeydeDios que prohíbe la idolatría (el culto al cuerpo puede ser otra forma de idolatría a uno mismo) y que si el diablo pudiera, no dudaría, al ser el acusador, de acusar a quien sea de un pecado de idolatría ante el Tribunal de Dios y de reclamar como suyos a quienes se lo han hecho. Si puede también acusará, cuanto menos de omisión a todos aquellos eclesiásticos que no han sido faros y antorchas de la verdad y que si a Dios no le queda más remedio, se verá obligado a hacer justicia en atención a su Perfección e incorruptubilidad. Es realmente interesante y esclarecedor traer a colación lo severo que puede llegar a ser para todos el juicio de Dios. De ello dejó constancia el Santo Cura de Ars en sus sermones sobre el Juicio Final y sobre el Juicio Particular, cuyos vídeos están ya colgados en internet y son de auténtico interés para cualquier alma, sea cual sea su posición y su ámbito de responsabilidad. No tienen desperdicio tampoco los sermones de San Vicente Ferrer sobre el Fin de los tiempos y el Juicio Final, muy interesantes especialmente para católicos pero también para judíos y musulmanes, que se convertían y lloraban por cientos al escuchar a éste grandísimo santo, que parece que resucitó (claro está con el poder y virtud que Dios le otorgaba) a más santos que el mismo Jesús. Es de un grandísimo interés, incluso para personas de otras confesiones religiosas, algunos de los cuales recurren a exorcistas católicos al comprobar que los demonios son expulsados por virtud del nombre de Jesucristo y no por otras entidades o deidades, lo que indican que realmente ese tal Jesús de Nazareth era y es realmente la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, y que como tal le ha sido dado todo Poder en el Cielo y en la tierra y que es por ello que tiene poder incluso sobre lo demonios y todo espíritu inmundo.
Los tatuajes son un pecado contra la sabiduría de Dios. Expliquémoslo.
La sabiduría prepara el alma para la visión de Dios
La virtud de la sabiduría en el hombre es una participación en la sabiduría de Dios. Esa participación es aún más alta, cuando el alma, además de la virtud de la sabiduría, adquiere el don de la sabiduría, es decir, cuando el alma recibe los siete dones del Espíritu Santo -de los cuales el primero es precisamente el don de la sabiduría- que son concedidos a los hombres específicamente en el sacramento de la confirmación.
Según Santo Tomás de Aquino, la virtud de la sabiduría, se refiere a los medios por los cuales el hombre consigue la bienaventuranza, y por eso constituye desde ya “una cierta incoación de la perfecta bienaventuranza, que consiste en la contemplación de la verdad”, siendo Dios el objeto supremo de la contemplación (cf. Suma Teológica, I-II cuestión 57, respuesta a la segunda objeción) Para uso de los entendidos, cito en latín: “quaedam inchoatio perfectae beatitudinis, quae in contemplatione veri consistit”.
Es decir, que la virtud de la sabiduría- enriquecida por el don de la sabiduría- prepara al hombre en ésta tierra para la contemplación de Dios por toda la eternidad.
A éste maravilloso vitral de la doctrina católica, sin embargo, algunos lanzan piedras y lo hacen añicos: ¡Y precisamente lanza una de esas piedras quien practica un tatuaje en su propio cuerpo!
El tatuaje inhabilita al hombre para la visión de Dios
El tatuaje afrenta la virtud de la sabiduría. -¿Por qué?
El tatuaje carga consigo una afirmación de liberación personal de toda regla, de toda compostura, de toda limpieza (de alma y cuerpo), de toda belleza, de todo orden, de toda ley. Es una insurgencia contra toda autoridad, y por lo tanto, contra la autoridad del propio Dios. Pero quien se subleva contra Dios termina sirviendo a otro señor. Puesto que Dios es el Señor de la luz, ese otro es el señor de las tinieblas.
incitación visual para que la moda siga extendiéndose. Se radical y consecuente.
-Lleva una vida de oración y sacramentos. Pide consejo a un buen sacerdote. Es verdad que no todos están bien formados en estos temas. Sucede lo mismo que con los médicos de medicina general y los especialistas
-No se te ocurra hacerte ninguno más. Procura desaconsejarlo a toda persona que conozcas
-Si perteneces a otra religión que no sea la católica, no dudes en solicitar el Sacramento del Bautismo, para que seas incorporados al número de los hijos de Dios. El Ritual completo del Bautismo contiene en sí un exorcismo. Es algo bueno para el alma alejar al demonio de tu vida y de la de tus seres queridos, y hasta de los trabajadores de tu empresa o compañeros de trabajo.
Por último comentar que éste artículo está abierto a comentarios, en los cuales se pueden aportar información, aclaraciones, correcciones e incluso queda abierto a posteriores artículos en los que se amplie o se aclare con cualquier aportación sobre el tema. Incluso sería muy interesante aportar testimonios o información que pueda resultar de interés. No soy el único que habla de estos temas en internet u otros lugares. De hecho existen autores y fuentes de gran interés para todos. Por mi parte estoy dispuesto a aprender siempre que hablemos dentro de la lógica y de la búsqueda de la salvación de las almas y desde el ámbito de la caridad y búsqueda honesta de la verdad. Para justificar el mal ya existen entidades malignas que se ocupan de torcer hasta las mentes más preparadas y lúcidas. He escrito este artículo con la intención de aportar algo de luz sobre tan delicado tema y dañina moda, intentando cumplir, aunque sea pobremente, con la misión de todo cristiano de ser sal y luz, ofreciendo también esperanzas de salvación y posibles soluciones, entre las que aún están a nuestro alcance, incluso para gente de otras religiones o confesiones religiosas que efectivamente, al menos en éste asunto, tienen la razón.
El Señor te bendiga y te guarde, te muestre su rostro y tenga Misericordia de ti + Dirija su mirada sobre ti y te conceda la verdadera Paz + El Señor bendiga éste su siervo + (Oración de San Francisco de aAsís)
PAX ET BONUM (Lema de San benito, patrón de los exorcistas)