martes, 14 de octubre de 2025

Sagradas lecturas martes 14...

 Miércoles, 14 de octubre ...

Santo Evangelio y Lecturas del día

Primera Lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,16-25):

Yo no me avergüenzo del Evangelio; es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la justicia salvadora de Dios para los que creen, en virtud de su fe, como dice la Escritura: «El justo vivirá por su fe.» Desde el cielo Dios revela su reprobación de toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Porque, lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista; Dios mismo se lo ha puesto delante. Desde la creación del mundo, sus perfecciones invisibles, su poder eterno y su divinidad, son visibles para la mente que penetra en sus obras. Realmente no tienen disculpa, porque, conociendo a Dios, no le han dado la gloria y las gracias que Dios se merecía, al contrario, su razonar acabó en vaciedades, y su mente insensata se sumergió en tinieblas. Alardeando de sabios, resultaron unos necios que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles. Por esa razón, abandonándolos a los deseos de su corazón, los ha entregado Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos; por haber cambiado al Dios verdadero por uno falso, adorando y dando culto a la criatura en vez de al Creador. ¡Bendito él por siempre! Amén.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 18,2-3.4-5

R/. El cielo proclama la gloria de Dios

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,37-41):

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo.»

Palabra del Señor

COMENTARIO DE BENEDICTO XVI

Queridos hermanos y hermanas:

«En efecto, necesitamos dejarnos iluminar por Cristo para que, a nuestra vez, sintiendo la urgencia de nuestra responsabilidad hacia los pobres del tiempo presente, dirijamos hacia ellos nuestra mirada que nos vuelve a dar confianza y que aclara la perspectiva de la eternidad. De hecho cada uno está llamado a la salvación ofrecida por la victoria de Cristo sobre todo mal que oprime al hombre.(…) Contribuyendo a luchar contra la pobreza, compartiendo y con la limosna, nos acercamos a los demás. Como sabéis, el don no es nada sin el amor que lo anima y los vínculos fraternos que teje. Actuando así con caridad, expresamos la verdad de nuestro ser pues hay más alegría en dar que en recibir, y manifestamos la unidad del doble mandamiento del amor. De hecho, compartiendo con nuestro prójimo, experimentamos, a través de la alegría recibida, que la plenitud de la vida viene del amor de Dios. Así la limosna nos acerca a Dios y nos invita a la conversión»

(Benedicto XVI, 11 de marzo de 2011).