Orden Carmelitana
LECTIO DIVINA: 26º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (B)
Lectio:
Domingo, 30 Septiembre, 2018
Acoger a los pequeños y marginadosNinguno es el dueño de JesúsMarcos 9,38-43.47-48
1. Oración inicial
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
2. Lectura
a) Clave de lectura:
El texto del Evangelio de este 26º Domingo del tiempo ordinario nos presenta parte de una larga instrucción hecha por Jesús a sus discípulos (Mc 8,22 a 10,52). (Véase el comentario del evangelio del 24º Domingo). Esta vez el Evangelio expone, sobre todo, tres exigencias de conversión para las personas que quieran seguirlo: (i) corrige la mentalidad equivocada de quien piensa ser el dueño de Jesús (Mc 9,38-40); (ii) insiste en la acogida que hay que dar a los pequeños (Mc 9,41-42) y (iii) manda comprometerse radicalmente por el Evangelio (Mc 9,43-48).
b) Una división del texto para ayudarnos en su lectura:
Marcos 9,38-40: Jesús corrige la mentalidad cerrada del apóstol Juan
Marcos 9,41: Quien da un vaso de agua a un discípulo de Jesús será recompensado
Marcos 9,42: Evitar escandalizar a los pequeños
Marcos 9,43-48: Comprometerse radicalmente por el Evangelio
Marcos 9,41: Quien da un vaso de agua a un discípulo de Jesús será recompensado
Marcos 9,42: Evitar escandalizar a los pequeños
Marcos 9,43-48: Comprometerse radicalmente por el Evangelio
c) Texto:
38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.40 Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.
41 «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.
42 «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. 43 Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga[44]. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna[46]. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, 48 donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; 49 pues todos han de ser salados con fuego.50 Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»
41 «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.
42 «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. 43 Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga[44]. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna[46]. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, 48 donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; 49 pues todos han de ser salados con fuego.50 Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»
3. Un momento de silencio orante
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
4. Algunas preguntas
para ayudarnos en la meditación y en la oración.
a) ¿Cuál es el punto del texto que más te ha gustado o que ha llamado más tu atención?
b) ¿Qué significa hoy, para nosotros, la afirmación de Jesús: “Quien no está en nuestra contra está a nuestro favor”?
c) ¿Cómo traducir hoy el “vaso de agua” del que habla Cristo?
d) ¿Quiénes eran los “pequeños”? ¿Qué significa “ser motivo de escándalo para los pequeños”? (v.42).
e) “Soga al cuello”, “Corta la mano o el pié”, “Saca tu ojo”: ¿Estas expresiones pueden ser tomadas literalmente? ¿Qué querrá decir Jesús con estas expresiones?
f) En nuestra sociedad y en nuestra comunidad, ¿quiénes son los pequeños y los marginados? ¿Cuál y cómo es la acogida que les damos a ellos?
b) ¿Qué significa hoy, para nosotros, la afirmación de Jesús: “Quien no está en nuestra contra está a nuestro favor”?
c) ¿Cómo traducir hoy el “vaso de agua” del que habla Cristo?
d) ¿Quiénes eran los “pequeños”? ¿Qué significa “ser motivo de escándalo para los pequeños”? (v.42).
e) “Soga al cuello”, “Corta la mano o el pié”, “Saca tu ojo”: ¿Estas expresiones pueden ser tomadas literalmente? ¿Qué querrá decir Jesús con estas expresiones?
f) En nuestra sociedad y en nuestra comunidad, ¿quiénes son los pequeños y los marginados? ¿Cuál y cómo es la acogida que les damos a ellos?
5. Para aquellos que quisieran profundizar todavía más en el tema
a) Contexto de ayer y de hoy:
● Como decíamos antes, el Evangelio de este domingo presenta tres importantes exigencias de conversión para el que quiera ser discípulo de Jesús: (i) No tener la mentalidad cerrada del discípulo Juan, que pensaba ser el dueño de Jesús, sino tener una actitud abierta y ecuménica, capaz de reconocer el bien en los otros, aunque sean de otra religión. (ii) Superar la mentalidad de aquellos que se consideraban superiores a los otros, y que , por esto, despreciaban a los pequeños y pobres y se alejaban de la comunidad. Para Jesús esta persona merecía la soga al cuello y ser arrojado al fondo del mar. (iii) Jesús pide no dejar que entre la rutina en el vivir el Evangelio, sino que pide que seamos capaces de romper los lazos que nos impiden vivirlo en plenitud.
● Son tres recomendaciones que tienen mucha actualidad hoy por hoy. En muchas personas que pertenecen a la Iglesia católica existe la tendencia anti-ecuménica de encerrarse en sí mismas, como si nosotros fuésemos cristianos mejores que los otros. En el mundo de hoy, dominado por el sistema neoliberal, existe el desprecio por los pequeños, y de hecho aumenta por todas partes la pobreza, el hambre y el número de prófugos y de abandonados. Falta entre nosotros los cristianos el compromiso de vivir el Evangelio. Pero si nosotros , millones de cristianos, viviésemos realmente el Evangelio, el mundo no estaría como está.
● Son tres recomendaciones que tienen mucha actualidad hoy por hoy. En muchas personas que pertenecen a la Iglesia católica existe la tendencia anti-ecuménica de encerrarse en sí mismas, como si nosotros fuésemos cristianos mejores que los otros. En el mundo de hoy, dominado por el sistema neoliberal, existe el desprecio por los pequeños, y de hecho aumenta por todas partes la pobreza, el hambre y el número de prófugos y de abandonados. Falta entre nosotros los cristianos el compromiso de vivir el Evangelio. Pero si nosotros , millones de cristianos, viviésemos realmente el Evangelio, el mundo no estaría como está.
b) Comentario del texto:
Marcos 9;38-40: La mentalidad cerrada
Alguno que no era de la comunidad usaba el nombre de Jesús para arrojar a los demonios. Juan, el discípulo, lo ve y prohíbe hacerlo: “Se lo habíamos prohibido, porque no era de los nuestros”. ¡En nombre de la comunidad Juan impide que otro pueda hacer una buena acción! Por ser discípulo, él pensaba tener el monopolio de Jesús y , por esto, quería prohibir que otros usasen el nombre de Jesús para hacer el bien. Era esta una mentalidad cerrada y antigua del “¡Pueblo elegido, pueblo separado!” Jesús responde: “No se lo prohibáis. ¡Quien no está en mi contra, está a por mí!” Para Jesús, lo que importa no es si la persona forma parte o no de la comunidad, sino si hace el bien que la comunidad debe hacer. Jesús tenía una mentalidad ecuménica.
Alguno que no era de la comunidad usaba el nombre de Jesús para arrojar a los demonios. Juan, el discípulo, lo ve y prohíbe hacerlo: “Se lo habíamos prohibido, porque no era de los nuestros”. ¡En nombre de la comunidad Juan impide que otro pueda hacer una buena acción! Por ser discípulo, él pensaba tener el monopolio de Jesús y , por esto, quería prohibir que otros usasen el nombre de Jesús para hacer el bien. Era esta una mentalidad cerrada y antigua del “¡Pueblo elegido, pueblo separado!” Jesús responde: “No se lo prohibáis. ¡Quien no está en mi contra, está a por mí!” Para Jesús, lo que importa no es si la persona forma parte o no de la comunidad, sino si hace el bien que la comunidad debe hacer. Jesús tenía una mentalidad ecuménica.
Marcos 9,41: Quien da un vaso de agua recibe recompensa
Una frase de Jesús ha sido colocada aquí: En verdad os digo: quien os dé de beber un vaso de agua porque sois de Cristo, no quedará sin su recompensa. Dos pensamientos para comentar esta frase: i) “Quien da un vaso de agua”: Jesús se está dirigiendo a Jerusalén para dar su vida. ¡Gesto de gran donación! Pero Él no se olvida de los gestos pequeños de donación en la vida de cada día : un vaso de agua, una acogida, una limosna, y tantos otros gestos con los cuales podemos revelar el amor. ¡Quien desprecia al ladrillo no podrá nunca edificar la casa! ii) “Porque sois de Cristo”, Jesús se identifica con los que quieren pertenecer a Él. Esto significa que, para Él, valemos mucho. Por esto, debemos preguntarnos siempre. “¿Quién es Jesús para mí?” y también es bueno preguntarse: ¿Quién soy yo para Jesús? En este versículo encontramos una respuesta que nos da valor y esperanza.
Una frase de Jesús ha sido colocada aquí: En verdad os digo: quien os dé de beber un vaso de agua porque sois de Cristo, no quedará sin su recompensa. Dos pensamientos para comentar esta frase: i) “Quien da un vaso de agua”: Jesús se está dirigiendo a Jerusalén para dar su vida. ¡Gesto de gran donación! Pero Él no se olvida de los gestos pequeños de donación en la vida de cada día : un vaso de agua, una acogida, una limosna, y tantos otros gestos con los cuales podemos revelar el amor. ¡Quien desprecia al ladrillo no podrá nunca edificar la casa! ii) “Porque sois de Cristo”, Jesús se identifica con los que quieren pertenecer a Él. Esto significa que, para Él, valemos mucho. Por esto, debemos preguntarnos siempre. “¿Quién es Jesús para mí?” y también es bueno preguntarse: ¿Quién soy yo para Jesús? En este versículo encontramos una respuesta que nos da valor y esperanza.
Marcos, 9,42: Escándalo para los pequeños
Escándalo es aquello que desvía a una persona del buen camino. Escandalizar a los pequeños es ser motivo para que los pequeños se desvíen del camino y pierdan la fe en Dios. Quien hace esto, recibe la siguiente sentencia: “¡Soga al cuello, con una piedra de molino para ser arrojado al fondo del mar!” ¿Por qué tanta severidad? ¡Porque Jesús se identifica con los pequeños! (Mt 25,40.45). Quien los toca, toca a Jesús. Hoy, en muchos lugares, los pequeños, los pobres, muchos de ellos abandonaron la Iglesia católica y las iglesias tradicionales y van a otras iglesias. ¡No pueden creernos! ¿Por qué? Antes de acusar a los que pertenecen a otras iglesias es bueno preguntarse: ¿Por qué se van de nuestra casa? Si se van es porque no se sienten en casa con nosotros. Algo nos falta. ¿Hasta que punto somos culpables? ¿Merecemos la soga al cuello?
Escándalo es aquello que desvía a una persona del buen camino. Escandalizar a los pequeños es ser motivo para que los pequeños se desvíen del camino y pierdan la fe en Dios. Quien hace esto, recibe la siguiente sentencia: “¡Soga al cuello, con una piedra de molino para ser arrojado al fondo del mar!” ¿Por qué tanta severidad? ¡Porque Jesús se identifica con los pequeños! (Mt 25,40.45). Quien los toca, toca a Jesús. Hoy, en muchos lugares, los pequeños, los pobres, muchos de ellos abandonaron la Iglesia católica y las iglesias tradicionales y van a otras iglesias. ¡No pueden creernos! ¿Por qué? Antes de acusar a los que pertenecen a otras iglesias es bueno preguntarse: ¿Por qué se van de nuestra casa? Si se van es porque no se sienten en casa con nosotros. Algo nos falta. ¿Hasta que punto somos culpables? ¿Merecemos la soga al cuello?
Marcos, 9,43-48: Cortar pies y manos
Jesús ordena a la persona cortarse la mano, pie y sacarse el ojo, si fuesen motivo de escándalo. Dice: “Es mejor entrar en el Reino de Dios con un pie (mano, ojo) que entrar en el infierno-Gehenna con dos pies (manos, ojos)”. Estas frases no pueden ser tomadas literalmente. Significan que la persona debe ser radical en su opción por Dios y por el Evangelio. La expresión “Gehenna” (infierno) donde su gusano no muere y el fuego no se extingue” es una imagen que indica una situación de la persona que se queda sin Dios. La Gehenna era el nombre de un valle vecino a Jerusalén, donde se arrojaba toda la inmundicia de la ciudad y donde había siempre un fuego encendido que quemaba toda la porquería. Este pestífero lugar se usaba por el pueblo para simbolizar la situación de una persona que no participaba del Reino de Dios.
Jesús ordena a la persona cortarse la mano, pie y sacarse el ojo, si fuesen motivo de escándalo. Dice: “Es mejor entrar en el Reino de Dios con un pie (mano, ojo) que entrar en el infierno-Gehenna con dos pies (manos, ojos)”. Estas frases no pueden ser tomadas literalmente. Significan que la persona debe ser radical en su opción por Dios y por el Evangelio. La expresión “Gehenna” (infierno) donde su gusano no muere y el fuego no se extingue” es una imagen que indica una situación de la persona que se queda sin Dios. La Gehenna era el nombre de un valle vecino a Jerusalén, donde se arrojaba toda la inmundicia de la ciudad y donde había siempre un fuego encendido que quemaba toda la porquería. Este pestífero lugar se usaba por el pueblo para simbolizar la situación de una persona que no participaba del Reino de Dios.
Jesús acoge y defiende la vida de los pequeños
Varias veces Jesús insiste en la acogida que hay que dar a los pequeños. “Quien acoge a uno de estos pequeños en mi nombre, me acoge a mí” (Mc 9,37). Quien da un vaso de agua a uno de estos pequeños no perderá su recompensa (Mt 10,42). Pide no despreciar a los pequeños (Mt 18,10). Y en el juicio final los justos serán recibidos porque dieron de comer “a uno de estos más pequeños” (Mt 25.40).
Si Jesús insiste tanto en la acogida, es porque muchos pequeños de hecho no eran acogidos. En efecto, mujeres y niños no contaban (Mt 14,21; 15,38), eran despreciados (Mt 18,10) y obligados al silencio (Mt 21,15-16). Incluso los apóstoles impedían que se acercasen a Jesús (Mt 19,13; Mc 10,13-14). En nombre de la ley de Dios, mal interpretada por las autoridades religiosas, muchas personas buenas eran marginadas. En vez de acoger a los marginados, la ley se usaba para legitimar la exclusión.
En los evangelios la expresión “pequeños” (en griego se dice elachistoi, mikroi o nepioi) a veces indica “ los niños”, otras veces indica sectores excluidos de la sociedad.. No es fácil distinguir. A veces lo que es “pequeño” en el evangelio, quiere decir “niño”, porque los niños pertenecían a la categoría de los “pequeños”, de los excluidos. Además, no siempre es fácil distinguir lo que viene del tiempo de Jesús y lo que viene del tiempo de las comunidades para las cuales se escribieron los evangelios. Pero, sea lo que sea, lo que está claro es el contexto de exclusión vigente de la época, y la imagen que las primeras comunidades tenían de Jesús: Jesús se pone de parte de los pequeños y asume su defensa. Llama la atención lo que Jesús hace en defensa de la vida de los niños, de los pequeños.
● Acoger y no escandalizar. Una de las palabras más duras de Jesús es contra aquellos que causan escándalo a los pequeños, o sea, los que con su conducta quitan a los niños la fe en Dios. Para ellos sería mejor ponerse una piedra al cuello y ser arrojados al profundo del mar (Mc 9,42; Lc 17,2; Mt 18,6).
● Acoger y tocar. Cuando los niños se acercan a Jesús para pedir su bendición, los apóstoles se enfadan y quieren alejarlos. Según las normas de la época, tanto las madres como los niños pequeños, vivían todos prácticamente en un permanente estado de impureza legal. ¡Tocar quería decir contraer impureza! Pero Jesús corrige a los discípulos y acoge a las madres y a los niños. Y los abraza. “¡Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis!” (Mc 10,13-16; Mt 19,13-15).
● Identificarse con los niños. Jesús abraza a los niños y se identifica con ellos. Quien recibe a un niño, “ me recibe a Mí” (Mc 9,37). “Y todo lo que hagáis a uno de estos pequeños, me lo hacéis a Mí” (Mt 25,40).
● Llegar a ser como niños. Jesús dice a los apóstoles que se conviertan en niños y acepten el Reino como niños. De otra manera, no es posible entrar en el Reino (Mc 10,15, Mt 18,3; Lc 9,46-48). Él está indicando que los niños son los profesores de los adultos. Y esto no era normal. Queremos hacer lo contrario.
● Defender el derecho de gritar. Cuando Jesús entra en la ciudad de Jerusalén, son los niños los que más gritan: “¡Hosanna al hijo de David!” (Mt 21,15). Criticado por los jefes de los sacerdotes y de los escribas, son defendidos por Jesús que invoca incluso las Escrituras para defenderlos (Mt 21,16).
● Dar gracias por el Reino presente en los niños. La alegría de Jesús es grande, cuando se da cuenta de que los pequeños, entienden las cosas del Reino que Él anunciaba a la gente. “Padre, yo te doy gracias!” (Mt 11,25-26). Jesús reconoce que los pequeños entienden mejor las cosas del reino que los doctores.
● Acoger y curar. Son muchos los niños y jóvenes que Él acoge, cura o resucita: la hija de Jairo, de 12 años (Mc 5,41-42), la hija de la cananea (Mc 7,29-30), el hijo de la viuda de Naín (Lc 7,9-10), el hijo del funcionario público (Jn 4,50), el niño que tenía cinco panes y cinco peces (Jn 6,9).
● Acoger y no escandalizar. Una de las palabras más duras de Jesús es contra aquellos que causan escándalo a los pequeños, o sea, los que con su conducta quitan a los niños la fe en Dios. Para ellos sería mejor ponerse una piedra al cuello y ser arrojados al profundo del mar (Mc 9,42; Lc 17,2; Mt 18,6).
● Acoger y tocar. Cuando los niños se acercan a Jesús para pedir su bendición, los apóstoles se enfadan y quieren alejarlos. Según las normas de la época, tanto las madres como los niños pequeños, vivían todos prácticamente en un permanente estado de impureza legal. ¡Tocar quería decir contraer impureza! Pero Jesús corrige a los discípulos y acoge a las madres y a los niños. Y los abraza. “¡Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis!” (Mc 10,13-16; Mt 19,13-15).
● Identificarse con los niños. Jesús abraza a los niños y se identifica con ellos. Quien recibe a un niño, “ me recibe a Mí” (Mc 9,37). “Y todo lo que hagáis a uno de estos pequeños, me lo hacéis a Mí” (Mt 25,40).
● Llegar a ser como niños. Jesús dice a los apóstoles que se conviertan en niños y acepten el Reino como niños. De otra manera, no es posible entrar en el Reino (Mc 10,15, Mt 18,3; Lc 9,46-48). Él está indicando que los niños son los profesores de los adultos. Y esto no era normal. Queremos hacer lo contrario.
● Defender el derecho de gritar. Cuando Jesús entra en la ciudad de Jerusalén, son los niños los que más gritan: “¡Hosanna al hijo de David!” (Mt 21,15). Criticado por los jefes de los sacerdotes y de los escribas, son defendidos por Jesús que invoca incluso las Escrituras para defenderlos (Mt 21,16).
● Dar gracias por el Reino presente en los niños. La alegría de Jesús es grande, cuando se da cuenta de que los pequeños, entienden las cosas del Reino que Él anunciaba a la gente. “Padre, yo te doy gracias!” (Mt 11,25-26). Jesús reconoce que los pequeños entienden mejor las cosas del reino que los doctores.
● Acoger y curar. Son muchos los niños y jóvenes que Él acoge, cura o resucita: la hija de Jairo, de 12 años (Mc 5,41-42), la hija de la cananea (Mc 7,29-30), el hijo de la viuda de Naín (Lc 7,9-10), el hijo del funcionario público (Jn 4,50), el niño que tenía cinco panes y cinco peces (Jn 6,9).
6. Orar con el Salmo 34 (33)
Un pobre comparte con nosotros su fe
Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren!
Ensalzad conmigo a Yahvé,
exaltemos juntos su nombre.
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren!
Ensalzad conmigo a Yahvé,
exaltemos juntos su nombre.
Consulté a Yahvé y me respondió:
me libró de todos mis temores.
Los que lo miran quedarán radiantes,
no habrá sonrojo en sus semblantes.
Si grita el pobre, Yahvé lo escucha,
y lo salva de todas sus angustias.
El ángel de Yahvé pone su tienda
en torno a sus adeptos y los libra.
me libró de todos mis temores.
Los que lo miran quedarán radiantes,
no habrá sonrojo en sus semblantes.
Si grita el pobre, Yahvé lo escucha,
y lo salva de todas sus angustias.
El ángel de Yahvé pone su tienda
en torno a sus adeptos y los libra.
Gustad y ved lo bueno que es Yahvé,
dichoso el hombre que se acoge a él.
Respetad a Yahvé, santos suyos,
que a quienes le temen nada les falta.
Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan a Yahvé de ningún bien carecen.
dichoso el hombre que se acoge a él.
Respetad a Yahvé, santos suyos,
que a quienes le temen nada les falta.
Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan a Yahvé de ningún bien carecen.
Venid, hijos, escuchadme,
os enseñaré el temor de Yahvé.
¿A qué hombre no le gusta la vida,
no anhela días para gozar de bienes?
os enseñaré el temor de Yahvé.
¿A qué hombre no le gusta la vida,
no anhela días para gozar de bienes?
Guarda del mal tu lengua,
tus labios de la mentira;
huye del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.
tus labios de la mentira;
huye del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.
Los ojos de Yahvé sobre los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
el rostro de Yahvé hacia los bandidos,
para raer de la tierra su recuerdo.
sus oídos escuchan sus gritos;
el rostro de Yahvé hacia los bandidos,
para raer de la tierra su recuerdo.
Cuando gritan, Yahvé los oye
y los libra de sus angustias;
Yahvé está cerca de los desanimados,
él salva a los espíritus hundidos.
y los libra de sus angustias;
Yahvé está cerca de los desanimados,
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libra Yahvé;
cuida de todos sus huesos,
ni uno solo se romperá.
pero de todas le libra Yahvé;
cuida de todos sus huesos,
ni uno solo se romperá.
Da muerte al malvado la maldad,
los que odian al justo lo pagarán.
Rescata Yahvé la vida de sus siervos,
nada habrán de pagar los que a él se acogen.
los que odian al justo lo pagarán.
Rescata Yahvé la vida de sus siervos,
nada habrán de pagar los que a él se acogen.
7. Oración final
Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén
--------------------------------------------------------------------------
LECTIO: 26TH SUNDAY OF ORDINARY TIME (B)
Lectio Divina:
Sunday, September 30, 2018
Welcoming the little ones and the marginalized
No one owns Jesus
Mark 9:38-43,45,47-48
No one owns Jesus
Mark 9:38-43,45,47-48
1. OPENING PRAYER
Lord Jesus, send Your Spirit to help us to read the Scriptures with the same mind that You read them to the disciples on the way to Emmaus. In the light of the Word, written in the Bible, You helped them to discover the presence of God in the disturbing events of Your sentence and death. Thus, the cross that seemed to be the end of all hope became for them the source of life and of resurrection.
Create in us silence so that we may listen to Your voice in Creation and in the Scriptures, in events and in people, above all in the poor and suffering. May Your word guide us so that we too, like the two disciples from Emmaus, may experience the force of Your resurrection and witness to others that You are alive in our midst as source of fraternity, justice and peace. We ask this of You, Jesus, son of Mary, who revealed to us the Father and sent us Your Spirit. Amen.
Create in us silence so that we may listen to Your voice in Creation and in the Scriptures, in events and in people, above all in the poor and suffering. May Your word guide us so that we too, like the two disciples from Emmaus, may experience the force of Your resurrection and witness to others that You are alive in our midst as source of fraternity, justice and peace. We ask this of You, Jesus, son of Mary, who revealed to us the Father and sent us Your Spirit. Amen.
2. READING
a) A key to the reading:
The Gospel text of the 26th Sunday of ordinary time recounts part of a long instruction that Jesus addressed to His disciples (Mc 8:22 a 10:52). (See the commentary on the Gospel of 24th Sunday). This Gospel especially sets down three conditions necessary for the conversion of someone who wishes to follow him: (i) it corrects the wrong idea of those who think they own Jesus (Mk 9:38-40); (ii) it insists on welcoming little ones (Mk 9:41-42) and (iii) it demands a radical commitment to the Gospel (Mk 9:43-48).
b) A division of the text as a help to the reading:
Mark 9:38-40: Jesus corrects the closed mentality of John the Apostle.
Mark 9:41: Anyone who offers a cup of water to one of Jesus’ disciples will be rewarded.
Mark 9:42: Avoid scandalizing little ones.
Mark 9:43-48: A radical commitment to the Gospel.
Mark 9:41: Anyone who offers a cup of water to one of Jesus’ disciples will be rewarded.
Mark 9:42: Avoid scandalizing little ones.
Mark 9:43-48: A radical commitment to the Gospel.
c) Text:
At that time, John said to Jesus, "Teacher, we saw someone driving out demons in your name, and we tried to prevent him because he does not follow us." Jesus replied, "Do not prevent him. There is no one who performs a mighty deed in my name who can at the same time speak ill of me.For whoever is not against us is for us. Anyone who gives you a cup of water to drink because you belong to Christ, amen, I say to you, will surely not lose his reward. "Whoever causes one of these little ones who believe in me to sin, it would be better for him if a great millstone were put around his neck and he were thrown into the sea. If your hand causes you to sin, cut it off. It is better for you to enter into life maimed than with two hands to go into Gehenna, into the unquenchable fire. And if your foot causes you to sin, cut if off. It is better for you to enter into life crippled than with two feet to be thrown into Gehenna. And if your eye causes you to sin, pluck it out. Better for you to enter into the kingdom of God with one eye than with two eyes to be thrown into Gehenna, where 'their worm does not die, and the fire is not quenched.'"
3. A MOMENT OF PRAYERFUL SILENCE
so that the Word of God may penetrate and enlighten our life.
4. SOME QUESTIONS
to help us in our personal reflection.
a) What pleased or struck you most in this text? Why?
b) What does Jesus’ statement mean for us today when He says: “Anyone who is not against us is for us”?
c) What does the “cup of water” mentioned by Jesus mean for us today?
d) Who were the “little ones”? What does “anyone who is the downfall of one of these little ones” mean” (v. 42)?
e) “Millstone around His neck”, “Cut the hand or foot”, “Tear out the eye”: Can these statements be taken literally? What is Jesus saying through these statements?
f) In our society and community, who are the little ones and the marginalized? How do we welcome them and what is the quality of our welcome?
a) What pleased or struck you most in this text? Why?
b) What does Jesus’ statement mean for us today when He says: “Anyone who is not against us is for us”?
c) What does the “cup of water” mentioned by Jesus mean for us today?
d) Who were the “little ones”? What does “anyone who is the downfall of one of these little ones” mean” (v. 42)?
e) “Millstone around His neck”, “Cut the hand or foot”, “Tear out the eye”: Can these statements be taken literally? What is Jesus saying through these statements?
f) In our society and community, who are the little ones and the marginalized? How do we welcome them and what is the quality of our welcome?
5. FOR THOSE WHO WISH TO GO DEEPER INTO THE THEME
a) Yesterdays’ and today’s context:
● As we said above, this Sunday’s Gospel presents three important requirements for the conversion of anyone who wishes to be Jesus’ disciple: (i) Not to have a closed mentality like that of John the disciple who thought he owned Jesus, but to be open and ecumenical, able to recognise good in others, even though they may belong to another religion. (ii) To overcome the mentality of those who considered themselves superior to others and who, thus, despised the little ones and the poor and drew apart from the community. According to Jesus, such a person deserves to have a millstone tied round his neck and to be thrown into the depths of the sea. (iii) Jesus asks us not to let routine enter our living out of the Gospel, but that we may be able to break the ties that prevent us from living it fully.
● These three pointers are very real for us today. Many members of the Catholic Church tend to be anti-ecumenical and have a closed mentality as if we Christians are better than others. In today’s world, dominated by a liberal system of thought, many despise the little ones and everywhere poverty, hunger, refugees and those abandoned are on the increase. We Christians are often not committed to live the Gospel. If we, millions of Christians, were to really live the Gospel, the world would be a different place.
● As we said above, this Sunday’s Gospel presents three important requirements for the conversion of anyone who wishes to be Jesus’ disciple: (i) Not to have a closed mentality like that of John the disciple who thought he owned Jesus, but to be open and ecumenical, able to recognise good in others, even though they may belong to another religion. (ii) To overcome the mentality of those who considered themselves superior to others and who, thus, despised the little ones and the poor and drew apart from the community. According to Jesus, such a person deserves to have a millstone tied round his neck and to be thrown into the depths of the sea. (iii) Jesus asks us not to let routine enter our living out of the Gospel, but that we may be able to break the ties that prevent us from living it fully.
● These three pointers are very real for us today. Many members of the Catholic Church tend to be anti-ecumenical and have a closed mentality as if we Christians are better than others. In today’s world, dominated by a liberal system of thought, many despise the little ones and everywhere poverty, hunger, refugees and those abandoned are on the increase. We Christians are often not committed to live the Gospel. If we, millions of Christians, were to really live the Gospel, the world would be a different place.
b) A commentary on the text:
Mark 9:38-40: A closed mentality.
One who did not belong to the community used Jesus’ name to drive out devils. John, the disciple, sees this and forbids it: Because he was not one of us, we tried to stop him. In the name of the community, John tries to stop someone else from doing good! He thought that to be a good disciple he had to monopolize Jesus and, thus, wanted to stop others from using the name of Jesus in doing good. This was the closed and old mind of the “Chosen people, a people set apart!” Jesus replies: You must not stop him! Anyone who is not against us is for us! (Mk 9:40). For Jesus, what is important is not whether the person is or is not a member of the community, but whether this person does or does not do the good that the community should be doing. Jesus had an ecumenical mind.
Mark 9:38-40: A closed mentality.
One who did not belong to the community used Jesus’ name to drive out devils. John, the disciple, sees this and forbids it: Because he was not one of us, we tried to stop him. In the name of the community, John tries to stop someone else from doing good! He thought that to be a good disciple he had to monopolize Jesus and, thus, wanted to stop others from using the name of Jesus in doing good. This was the closed and old mind of the “Chosen people, a people set apart!” Jesus replies: You must not stop him! Anyone who is not against us is for us! (Mk 9:40). For Jesus, what is important is not whether the person is or is not a member of the community, but whether this person does or does not do the good that the community should be doing. Jesus had an ecumenical mind.
Mark 9:41: Anyone who offers a cup of water will be rewarded.
One of Jesus’ sayings was inserted here: If anyone gives you a cup of water to drink because you belong to Christ, then in truth I tell you, he will most certainly not lose his reward. Two thoughts to comment on this saying: i) “If anyone gives you a cup of water”: Jesus is on His way to Jerusalem to give His life. The sign of a great offering! But He does not forget little offerings in daily life: a cup of water, a sign of welcome, an act of charity, and so many other signs to show our love. Anyone who despises the brick will never build a house! ii) “Because you belong to Christ”: Jesus identifies Himself with us who wish to belong to Him. This means that, for Him, we are of great worth. Thus we must always ask ourselves: “Who is Jesus for me?” and also ask ourselves: “Who am I for Jesus?” This verse gives us an answer that is encouraging and full of hope.
One of Jesus’ sayings was inserted here: If anyone gives you a cup of water to drink because you belong to Christ, then in truth I tell you, he will most certainly not lose his reward. Two thoughts to comment on this saying: i) “If anyone gives you a cup of water”: Jesus is on His way to Jerusalem to give His life. The sign of a great offering! But He does not forget little offerings in daily life: a cup of water, a sign of welcome, an act of charity, and so many other signs to show our love. Anyone who despises the brick will never build a house! ii) “Because you belong to Christ”: Jesus identifies Himself with us who wish to belong to Him. This means that, for Him, we are of great worth. Thus we must always ask ourselves: “Who is Jesus for me?” and also ask ourselves: “Who am I for Jesus?” This verse gives us an answer that is encouraging and full of hope.
Mark 9:42: A scandal to little ones.
A scandal is something that makes a person deviate from the straight path. To scandalize little ones is to cause little ones to deviate from the path and lose faith in God. Anyone who does so, is condemned to be: “thrown into the sea with a great millstone hung round his neck!” Why such harshness? Because Jesus identifies Himself with the little ones (Mt 25:40.45). Anyone who hurts them, hurts Jesus! Today, in many places, the little ones, the poor, leave the Catholic Church and go to other churches. They can no longer believe in the Church! Why? Before we point the finger at the other churches, it is good to ask ourselves: why do they leave our house? If they leave it is because they do not feel at home with us. There must be something missing in us. How far are we to blame? Do we deserve the millstone around our necks?
A scandal is something that makes a person deviate from the straight path. To scandalize little ones is to cause little ones to deviate from the path and lose faith in God. Anyone who does so, is condemned to be: “thrown into the sea with a great millstone hung round his neck!” Why such harshness? Because Jesus identifies Himself with the little ones (Mt 25:40.45). Anyone who hurts them, hurts Jesus! Today, in many places, the little ones, the poor, leave the Catholic Church and go to other churches. They can no longer believe in the Church! Why? Before we point the finger at the other churches, it is good to ask ourselves: why do they leave our house? If they leave it is because they do not feel at home with us. There must be something missing in us. How far are we to blame? Do we deserve the millstone around our necks?
Mark 9:43-48: Cutting off the hand and foot.
Jesus tells us to cut the hand or foot, to pluck out the eye, if these are the cause of scandal. He says: “It is better for you to enter into life crippled (maimed, with one eye), than to have two hands (feet, eyes) and go to hell”. These sayings cannot be taken literally. They are saying that we must be radical in our choice for God and for the Gospel. The expression, “Gehenna (hell), where their worm will never die nor their fire be put out”, is an image that depicts the situation of one without God. Gehenna was the name of a valley near Jerusalem, where the rubbish of the city was thrown and where there was a constant fire to burn the rubbish. This malodorous place was used by the people to symbolize the situation of one who had no part in the Kingdom of God.
Jesus tells us to cut the hand or foot, to pluck out the eye, if these are the cause of scandal. He says: “It is better for you to enter into life crippled (maimed, with one eye), than to have two hands (feet, eyes) and go to hell”. These sayings cannot be taken literally. They are saying that we must be radical in our choice for God and for the Gospel. The expression, “Gehenna (hell), where their worm will never die nor their fire be put out”, is an image that depicts the situation of one without God. Gehenna was the name of a valley near Jerusalem, where the rubbish of the city was thrown and where there was a constant fire to burn the rubbish. This malodorous place was used by the people to symbolize the situation of one who had no part in the Kingdom of God.
c) Further information:
Jesus welcomes and defends the little ones
Many times, Jesus insists on welcoming little ones. “Anyone who welcomes a little child such as this in My name, welcomes Me” (Mk 9:37). “If anyone gives so much as a cup of cold water to one of these little ones because he is My disciple, then in truth I tell you, he will most certainly not go without his reward” (Mt 10:42). He asks that we do not despise the little ones (Mt 18:10). At the final judgment, the just will be welcomed because they gave food to “one of the least of these brothers of Mine” (Mt 25:40).
If Jesus insists so much on welcoming little ones, it is because many little ones were not made welcome! In fact, women and children did not count (Mt 14:21; 15:38), they were despised (Mt 18:10) and bound to silence (Mt 21:15-16). Even the apostles forbade them to go near Jesus (Mt 19:13; Mk 10:13-14). In the name of God’s law, badly interpreted by the religious authorities, many good people were excluded. Rather than welcoming the excluded, the law was used to legitimize exclusion.
In the Gospels, the expression “little ones” (in Greek elachistoi, mikroi or nepioi), sometimes means “children”, at other times it means those excluded from society. It is not easy to distinguish. Sometimes what is “little” in the Gospel, means “children” because children belonged to the category of “little ones”, of the excluded. Also, it is not easy to distinguish between what comes from the time of Jesus and what from the time of the communities for whom the Gospels were written. In any case, what is clear is the context of exclusion in practice at the time, and the image that the first communities had of Jesus: Jesus places Himself on the side of the little ones and defends them. What Jesus does in defense of the life of children, of little ones, is striking:
● Welcomes and forbids scandalizing them. One of Jesus’ hardest sayings is against those who give scandal to little ones, that is, who by their attitude deprive children of their faith in God. For such as these, it would be better to have a millstone tied round their necks and be thrown into the sea (Mk 9:42; Lk 17:2; Mt 18:6).
● Welcomes and touches. When children come to Jesus to get His blessing, the apostles are upset and want to send them away. According to the customs of those days, mothers and little children lived practically in a permanent state of legal impurity. To touch them meant incurring impurity! But Jesus corrects the disciples and welcomes the mothers and children. He embraces the children. “Let the little children come to Me, do not stop them!” (Mk 10:13-16; Mt 19:13-15).
● Identifies with the little ones. Jesus embraces the children and identifies with them. Anyone who welcomes them “welcomes Me” (Mk 9:37). “In so far as you did this to one of the least of My brothers, you did it to Me” (Mt 25:40).
● Asks the disciples to become like children. Jesus wants the disciples to become like children who receive the Kingdom like children. Otherwise it is not possible to enter the Kingdom (Mk 10:15; Mt 18:3; Lk 9:46-48). He says that children are the teachers of adults! This was not normal. We want to do the opposite.
● Defends their right to shout. When Jesus enters the city of Jerusalem, it is the children who shout the loudest: “Hosanna to the son of David!” (Mt 21:15). Children were criticized by the chief priests and Scribes, but Jesus defends them and even quotes Scripture in their defense (Mt 21:16).
● Is grateful for the Kingdom present in little ones.Jesus greatly rejoices when He realizes that the little ones understand the matters concerning the Kingdom that He proclaimed to the people. “Father, I thank You!” (Mt 11:25-26) Jesus sees that the little ones understand the things concerning the Kingdom better than the doctors!
● Welcomes and heals. Jesus welcomes, heals or raises from the dead many children and young people: Jairus’ twelve-year-old daughter (Mk 5:41-42), the Canaanites’ daughter (Mk 7:29-30), the widow from Naim’s son (Lk 7: 14-15), the epileptic child (Mk 9:25-26), the Centurion’s son (Lk 7:9-10), the public servant’s son (Jn 4:50), the child with five loaves and two fishes (Jn 6:9).
● Welcomes and forbids scandalizing them. One of Jesus’ hardest sayings is against those who give scandal to little ones, that is, who by their attitude deprive children of their faith in God. For such as these, it would be better to have a millstone tied round their necks and be thrown into the sea (Mk 9:42; Lk 17:2; Mt 18:6).
● Welcomes and touches. When children come to Jesus to get His blessing, the apostles are upset and want to send them away. According to the customs of those days, mothers and little children lived practically in a permanent state of legal impurity. To touch them meant incurring impurity! But Jesus corrects the disciples and welcomes the mothers and children. He embraces the children. “Let the little children come to Me, do not stop them!” (Mk 10:13-16; Mt 19:13-15).
● Identifies with the little ones. Jesus embraces the children and identifies with them. Anyone who welcomes them “welcomes Me” (Mk 9:37). “In so far as you did this to one of the least of My brothers, you did it to Me” (Mt 25:40).
● Asks the disciples to become like children. Jesus wants the disciples to become like children who receive the Kingdom like children. Otherwise it is not possible to enter the Kingdom (Mk 10:15; Mt 18:3; Lk 9:46-48). He says that children are the teachers of adults! This was not normal. We want to do the opposite.
● Defends their right to shout. When Jesus enters the city of Jerusalem, it is the children who shout the loudest: “Hosanna to the son of David!” (Mt 21:15). Children were criticized by the chief priests and Scribes, but Jesus defends them and even quotes Scripture in their defense (Mt 21:16).
● Is grateful for the Kingdom present in little ones.Jesus greatly rejoices when He realizes that the little ones understand the matters concerning the Kingdom that He proclaimed to the people. “Father, I thank You!” (Mt 11:25-26) Jesus sees that the little ones understand the things concerning the Kingdom better than the doctors!
● Welcomes and heals. Jesus welcomes, heals or raises from the dead many children and young people: Jairus’ twelve-year-old daughter (Mk 5:41-42), the Canaanites’ daughter (Mk 7:29-30), the widow from Naim’s son (Lk 7: 14-15), the epileptic child (Mk 9:25-26), the Centurion’s son (Lk 7:9-10), the public servant’s son (Jn 4:50), the child with five loaves and two fishes (Jn 6:9).
6. PRAYING PSALM 34 (33)
A poor man shares his faith with us
I will bless Yahweh at all times,
his praise continually on my lips.
I will praise Yahweh from my heart;
let the humble hear and rejoice.
Proclaim with me the greatness of Yahweh,
let us acclaim His name together.
his praise continually on my lips.
I will praise Yahweh from my heart;
let the humble hear and rejoice.
Proclaim with me the greatness of Yahweh,
let us acclaim His name together.
I seek Yahweh and He answers me,
frees me from all my fears.
Fix your gaze on Yahweh and your face will grow bright,
you will never hang your head in shame.
A pauper calls out and Yahweh hears,
saves Him from all His troubles.
The angel of Yahweh encamps around
those who fear Him, and rescues them.
frees me from all my fears.
Fix your gaze on Yahweh and your face will grow bright,
you will never hang your head in shame.
A pauper calls out and Yahweh hears,
saves Him from all His troubles.
The angel of Yahweh encamps around
those who fear Him, and rescues them.
Taste and see that Yahweh is good.
How blessed are those who take refuge in Him.
Fear Yahweh, you His holy ones;
those who fear Him lack for nothing. Young lions may go needy and hungry,
but those who seek Yahweh lack nothing good.
How blessed are those who take refuge in Him.
Fear Yahweh, you His holy ones;
those who fear Him lack for nothing. Young lions may go needy and hungry,
but those who seek Yahweh lack nothing good.
Come, my children, listen to me,
I will teach you the fear of Yahweh.
Who among you delights in life,
longs for time to enjoy prosperity?
I will teach you the fear of Yahweh.
Who among you delights in life,
longs for time to enjoy prosperity?
Guard your tongue from evil,
your lips from any breath of deceit.
Turn away from evil and do good,
seek peace and pursue it.
your lips from any breath of deceit.
Turn away from evil and do good,
seek peace and pursue it.
The eyes of Yahweh are on the upright,
His ear turned to their cry.
But Yahweh's face is set against those who do evil,
to cut off the memory of them from the earth.
His ear turned to their cry.
But Yahweh's face is set against those who do evil,
to cut off the memory of them from the earth.
They cry in anguish and Yahweh hears,
and rescues them from all their troubles.
Yahweh is near to the broken-hearted,
He helps those whose spirit is crushed.
and rescues them from all their troubles.
Yahweh is near to the broken-hearted,
He helps those whose spirit is crushed.
Though hardships without number beset the upright,
Yahweh brings rescue from them all.
Yahweh takes care of all their bones,
not one of them will be broken.
Yahweh brings rescue from them all.
Yahweh takes care of all their bones,
not one of them will be broken.
But to the wicked evil brings death,
those who hate the upright will pay the penalty.
Yahweh ransoms the lives of those who serve Him,
and there will be no penalty for those who take refuge in Him.
those who hate the upright will pay the penalty.
Yahweh ransoms the lives of those who serve Him,
and there will be no penalty for those who take refuge in Him.
7. FINAL PRAYER
Lord Jesus, we thank You for the word that has enabled us to understand better the will of the Father. May Your Spirit enlighten our actions and grant us the strength to practice that which Your Word has revealed to us. May we, like Mary, Your mother, not only listen to but also practice the Word. You who live and reign with the Father in the unity of the Holy Spirit forever and ever. Amen
------------------------------------------------------------------
LECTIO DIVINA: 26ª DOMENICA DEL TEMPO ORDINARIO (B)
Lectio:
Domenica, 30 Settembre, 2018
Accogliere i piccoli e gli esclusi Nessuno è padrone di GesùMarco 9,38-43.47-48
1. Orazione iniziale
Signore Gesù, invia il tuo Spirito, perché ci aiuti a leggere la Scrittura con lo stesso sguardo, con il quale l'hai letta Tu per i discepoli sulla strada di Emmaus. Con la luce della Parola, scritta nella Bibbia, Tu li aiutasti a scoprire la presenza di Dio negli avvenimenti sconvolgenti della tua condanna e della tua morte. Così, la croce che sembrava essere la fine di ogni speranza, è apparsa loro come sorgente di vita e di risurrezione.
Crea in noi il silenzio per ascoltare la tua voce nella creazione e nella Scrittura, negli avvenimenti e nelle persone, soprattutto nei poveri e sofferenti. La tua Parola ci orienti, affinché anche noi, come i due discepoli di Emmaus, possiamo sperimentare la forza della tua risurrezione e testimoniare agli altri che Tu sei vivo in mezzo a noi come fonte di fraternità, di giustizia e di pace. Questo noi chiediamo a Te, Gesù, figlio di Maria, che ci hai rivelato il Padre e inviato lo Spirito. Amen.
Signore Gesù, invia il tuo Spirito, perché ci aiuti a leggere la Scrittura con lo stesso sguardo, con il quale l'hai letta Tu per i discepoli sulla strada di Emmaus. Con la luce della Parola, scritta nella Bibbia, Tu li aiutasti a scoprire la presenza di Dio negli avvenimenti sconvolgenti della tua condanna e della tua morte. Così, la croce che sembrava essere la fine di ogni speranza, è apparsa loro come sorgente di vita e di risurrezione.
Crea in noi il silenzio per ascoltare la tua voce nella creazione e nella Scrittura, negli avvenimenti e nelle persone, soprattutto nei poveri e sofferenti. La tua Parola ci orienti, affinché anche noi, come i due discepoli di Emmaus, possiamo sperimentare la forza della tua risurrezione e testimoniare agli altri che Tu sei vivo in mezzo a noi come fonte di fraternità, di giustizia e di pace. Questo noi chiediamo a Te, Gesù, figlio di Maria, che ci hai rivelato il Padre e inviato lo Spirito. Amen.
2. Lettura
a) Chiave di lettura:
Il testo del Vangelo di questa 26 Domenica del tempo ordinario ci riporta una parte di una lunga istruzione fatta da Gesù ai suoi discepoli (Mc 8,22 a 10,52). (Vedasi il commento del vangelo della 24 Domenica). Questa volta il Vangelo espone, soprattutto, tre esigenze di conversione per la persona che vuole seguirlo: (i) corregge la mentalità sbagliata di chi pensa essere padrone di Gesù (Mc 9,38-40); (ii) insiste nell’accoglienza da dare ai piccoli (Mc 9,41-42) e (iii) ordina d’impegnarsi radicalmente per il Vangelo (Mc 9,43-48).
b) Una divisione del testo per aiutarne la lettura:
Marco 9,38-40: Gesù corregge la mentalità chiusa dell’apostolo Giovanni
Marco 9,41: Chi dà un bicchiere d’acqua ad un discepolo o ad una discepola di Gesù è ricompensato
Marco 9,42: Evitare di scandalizzare i piccoli
Marco 9,43-48: Impegnarsi radicalmente per il Vangelo
Marco 9,41: Chi dà un bicchiere d’acqua ad un discepolo o ad una discepola di Gesù è ricompensato
Marco 9,42: Evitare di scandalizzare i piccoli
Marco 9,43-48: Impegnarsi radicalmente per il Vangelo
c) Testo:
38Giovanni gli disse: «Maestro, abbiamo visto uno che scacciava i demoni nel tuo nome e glielo abbiamo vietato, perché non era dei nostri». 39Ma Gesù disse: «Non glielo proibite, perché non c'è nessuno che faccia un miracolo nel mio nome e subito dopo possa parlare male di me. 40Chi non è contro di noi è per noi.
41Chiunque vi darà da bere un bicchiere d'acqua nel mio nome perché siete di Cristo, vi dico in verità che non perderà la sua ricompensa.
42Chi scandalizza uno di questi piccoli che credono, è meglio per lui che gli si metta una macina da asino al collo e venga gettato nel mare.
43Se la tua mano ti scandalizza, tagliala: è meglio per te entrare nella vita monco, che con due mani andare nella Geenna, nel fuoco inestinguibile. 44. 45Se il tuo piede ti scandalizza, taglialo: è meglio per te entrare nella vita zoppo, che esser gettato con due piedi nella Geenna. 46. 47Se il tuo occhio ti scandalizza, cavalo: è meglio per te entrare nel regno di Dio con un occhio solo, che essere gettato con due occhi nella Geenna, 48dove il loro verme non muore e il fuoco non si estingue.
41Chiunque vi darà da bere un bicchiere d'acqua nel mio nome perché siete di Cristo, vi dico in verità che non perderà la sua ricompensa.
42Chi scandalizza uno di questi piccoli che credono, è meglio per lui che gli si metta una macina da asino al collo e venga gettato nel mare.
43Se la tua mano ti scandalizza, tagliala: è meglio per te entrare nella vita monco, che con due mani andare nella Geenna, nel fuoco inestinguibile. 44. 45Se il tuo piede ti scandalizza, taglialo: è meglio per te entrare nella vita zoppo, che esser gettato con due piedi nella Geenna. 46. 47Se il tuo occhio ti scandalizza, cavalo: è meglio per te entrare nel regno di Dio con un occhio solo, che essere gettato con due occhi nella Geenna, 48dove il loro verme non muore e il fuoco non si estingue.
3. Momento di silenzio orante
perché la Parola di Dio possa entrare in noi ed illuminare la nostra vita.
4. Alcune domande
per aiutarci nella meditazione e nella orazione.
a) Qual è il punto del testo che più ti è piaciuto o che più ti ha colpito? Perché?
b) Cosa significa oggi per noi, l’affermazione di Gesù: “Chi non è contro è a favore”?
c) Come tradurre oggi il “bicchiere d’acqua” di cui parla Gesù?
d) Chi erano i “piccoli”? Cosa significa “essere motivo di scandalo per i piccoli”? (v. 42)?
e) “Corda al collo”, “Taglia la mano o il piedi”, “Cava l’occhio”: Queste espressioni possono essere prese letteralmente? Cosa vorrà dire Gesù con queste espressioni?
f) Nella nostra società e nella nostra comunità, chi sono i piccoli e gli esclusi? Qual’è e com’è l’accoglienza che diamo loro?
5. Per coloro che volessero approfondire maggiormente il tema
a) Contesto di ieri e di oggi:
● Come dicevamo prima, il Vangelo di questa domenica presenta tre importanti esigenze di conversione a chi vuole essere discepolo di Gesù: (i) Non avere la mentalità chiusa del discepolo di Giovanni che pensava di essere padrone di Gesù, ma avere un atteggiamento aperto ed ecumenico, capace di riconoscere il bene negli altri, anche se sono di un’altra religione. (ii) Superare la mentalità di coloro che si consideravano superiori agli altri e che, per questo, disprezzavano i piccoli ed i poveri e si allontanavano dalla comunità. Per Gesù questa persona merita la corda al collo o essere gettato nel fondo del mare. (iii) Gesù chiede di non lasciar entrare la routine nel vissuto del Vangelo, ma chiede di essere capaci di rompere i legami che ci impediscono di viverlo in pienezza.
● Sono tre raccomandazioni che hanno molta attualità oggi per noi. In molte persone appartenenti alla chiesa cattolica c’è la tendenza anti-ecumenica a rinchiudersi in se stessi, come se noi fossimo cristiani meglio degli altri. Nel mondo d’oggi, dominato dal sistema neoliberale, c’è un disprezzo per i piccoli, ed infatti aumenta ovunque la povertà, la fame ed il numero di profughi e di abbandonati. Manca tra noi cristiani l’impegno a vivere il Vangelo. Ma se noi, milioni di cristiani, vivessimo realmente il Vangelo, il mondo non starebbe come sta.
● Sono tre raccomandazioni che hanno molta attualità oggi per noi. In molte persone appartenenti alla chiesa cattolica c’è la tendenza anti-ecumenica a rinchiudersi in se stessi, come se noi fossimo cristiani meglio degli altri. Nel mondo d’oggi, dominato dal sistema neoliberale, c’è un disprezzo per i piccoli, ed infatti aumenta ovunque la povertà, la fame ed il numero di profughi e di abbandonati. Manca tra noi cristiani l’impegno a vivere il Vangelo. Ma se noi, milioni di cristiani, vivessimo realmente il Vangelo, il mondo non starebbe come sta.
b) Commento del testo:
Marco 9,38-40: La mentalità di chiusura.
Qualcuno che non era della comunità usava il nome di Gesù per scacciare i demoni. Giovanni, il discepolo, vede e proibisce di farlo: Glielo abbiamo vietato, perché non era dei nostri. In nome della comunità Giovanni impedisce che un altro possa fare una buona azione! Per essere discepolo, lui pensava di avere il monopolio su Gesù e, per questo, voleva proibire che altri usassero il nome di Gesù per fare il bene. Era questa una mentalità chiusa ed antica del “Popolo eletto, Popolo separato!” Gesù risponde: Non glielo proibite! Chi non è contro di me è per me! (Mc 9,40). Per Gesù, ciò che importa non è se la persona fa o no parte della comunità, ma se fa o no il bene che la comunità deve fare. Gesù aveva una mentalità ecumenica.
Qualcuno che non era della comunità usava il nome di Gesù per scacciare i demoni. Giovanni, il discepolo, vede e proibisce di farlo: Glielo abbiamo vietato, perché non era dei nostri. In nome della comunità Giovanni impedisce che un altro possa fare una buona azione! Per essere discepolo, lui pensava di avere il monopolio su Gesù e, per questo, voleva proibire che altri usassero il nome di Gesù per fare il bene. Era questa una mentalità chiusa ed antica del “Popolo eletto, Popolo separato!” Gesù risponde: Non glielo proibite! Chi non è contro di me è per me! (Mc 9,40). Per Gesù, ciò che importa non è se la persona fa o no parte della comunità, ma se fa o no il bene che la comunità deve fare. Gesù aveva una mentalità ecumenica.
Marco 9,41: Chi dà un bicchiere d’acqua riceve ricompensa.
Una frase di Gesù è stata inserita qui: In verità vi dico: chiunque vi darà da bere un bicchiere d’acqua perché siete di Cristo, non rimarrà senza la sua ricompensa. Due pensieri per commentare questa frase: i) “Chi vi darà un bicchiere d’acqua”: Gesù si sta dirigendo a Gerusalemme per dare la sua vita. Gesto di grande donazione! Ma lui non dimentica i gesti piccoli di dono nella vita di ogni giorno: un bicchiere d’acqua, una accoglienza, un’elemosina, e tanti altri gesti con cui possiamo rivelare l’amore. Chi disprezza il mattone, non costruisce mai la casa! ii) “Perché siete di Cristo”: Gesù si identifica con noi che vogliamo appartenere a Lui. Ciò significa che, per Lui, valiamo molto. Per questo, dobbiamo chiederci sempre: “Chi è Gesù per me?” ed è anche bene chiederci: “Chi sono io per Gesù?” In questo versetto incontriamo una risposta che ci dà coraggio e speranza.
Una frase di Gesù è stata inserita qui: In verità vi dico: chiunque vi darà da bere un bicchiere d’acqua perché siete di Cristo, non rimarrà senza la sua ricompensa. Due pensieri per commentare questa frase: i) “Chi vi darà un bicchiere d’acqua”: Gesù si sta dirigendo a Gerusalemme per dare la sua vita. Gesto di grande donazione! Ma lui non dimentica i gesti piccoli di dono nella vita di ogni giorno: un bicchiere d’acqua, una accoglienza, un’elemosina, e tanti altri gesti con cui possiamo rivelare l’amore. Chi disprezza il mattone, non costruisce mai la casa! ii) “Perché siete di Cristo”: Gesù si identifica con noi che vogliamo appartenere a Lui. Ciò significa che, per Lui, valiamo molto. Per questo, dobbiamo chiederci sempre: “Chi è Gesù per me?” ed è anche bene chiederci: “Chi sono io per Gesù?” In questo versetto incontriamo una risposta che ci dà coraggio e speranza.
Marco 9,42: Scandalo per i piccoli.
Scandalo è ciò che devia una persona dal buon cammino. Scandalizzare i piccoli é essere motivo per cui i piccoli smarriscono il cammino e perdono la fede in Dio. Chi fa questo, riceve la seguente sentenza: “Corda al collo, con una pietra da mulino per essere gettato nel fondo del mare!” Perché tanta severità? Perché Gesù si identifica con i piccoli (Mt 25,40.45). Chi li tocca, tocca Gesù! Oggi, in molti luoghi, i piccoli, i poveri, molti di loro abbandonano la chiesa cattolica e le chiese tradizionali e vanno alle altre chiese. Non riescono più a crederci! Perché? Prima di accusare quelli che appartengono alle altre chiese è bene chiederci: perché se ne vanno dalla nostra casa? Se se ne vanno è perché non si sentono in casa con noi. Qualcosa deve mancare in noi. Fino a che punto siamo colpevoli. Meritiamo la corda al collo?
Scandalo è ciò che devia una persona dal buon cammino. Scandalizzare i piccoli é essere motivo per cui i piccoli smarriscono il cammino e perdono la fede in Dio. Chi fa questo, riceve la seguente sentenza: “Corda al collo, con una pietra da mulino per essere gettato nel fondo del mare!” Perché tanta severità? Perché Gesù si identifica con i piccoli (Mt 25,40.45). Chi li tocca, tocca Gesù! Oggi, in molti luoghi, i piccoli, i poveri, molti di loro abbandonano la chiesa cattolica e le chiese tradizionali e vanno alle altre chiese. Non riescono più a crederci! Perché? Prima di accusare quelli che appartengono alle altre chiese è bene chiederci: perché se ne vanno dalla nostra casa? Se se ne vanno è perché non si sentono in casa con noi. Qualcosa deve mancare in noi. Fino a che punto siamo colpevoli. Meritiamo la corda al collo?
Marco 9,43-48: Tagliare mano e piede.
Gesù ordina alla persona di tagliarsi mano, piede e cavarsi l’occhio, se fossero motivo di scandalo. Dice: “É meglio entrare nel Regno di Dio con un piede (mano, occhio) che entrare nell’inferno-Geenna con due piedi (mani, occhi)”. Queste frasi non possono essere prese letteralmente. Significano che la persona deve essere radicale nella sua opzione per Dio e per il Vangelo. L’espressione “Geenna (inferno), dove il loro verme non muore ed il fuoco non si estingue”, é un’immagine che indica una situazione della persona che rimane senza Dio. La Geenna era il nome di una valle vicino a Gerusalemme, dove si gettava l’immondizia della città e dove c’era sempre un fuoco acceso che bruciava l’immondizia. Questo luogo mal odorante veniva usato dal popolo per simboleggiare la situazione di una persona che non partecipava del Regno di Dio.
Gesù ordina alla persona di tagliarsi mano, piede e cavarsi l’occhio, se fossero motivo di scandalo. Dice: “É meglio entrare nel Regno di Dio con un piede (mano, occhio) che entrare nell’inferno-Geenna con due piedi (mani, occhi)”. Queste frasi non possono essere prese letteralmente. Significano che la persona deve essere radicale nella sua opzione per Dio e per il Vangelo. L’espressione “Geenna (inferno), dove il loro verme non muore ed il fuoco non si estingue”, é un’immagine che indica una situazione della persona che rimane senza Dio. La Geenna era il nome di una valle vicino a Gerusalemme, dove si gettava l’immondizia della città e dove c’era sempre un fuoco acceso che bruciava l’immondizia. Questo luogo mal odorante veniva usato dal popolo per simboleggiare la situazione di una persona che non partecipava del Regno di Dio.
c) Ampliando le informazioni:
Gesù accoglie e difende la vita dei piccoli
Varie volte Gesù insiste nell’accoglienza da dare ai piccoli. “Chi accoglie uno di questi piccoli nel mio nome, accoglie me” (Mc 9,37). Chi dà un bicchiere d’acqua ad uno di questi piccoli non perderà la sua ricompensa (Mt 10,42). Chiede di non disprezzare i piccoli (Mt 18,10). E nel giudizio finale i giusti saranno ricevuti perché dettero da mangiare a “uno di questi più piccoli” (Mt 25,40).
Se Gesù insiste tanto nell’accoglienza da dare ai piccoli, è perché molti piccoli non erano accolti! Infatti, donne e bambini non contavano (Mt 14,21; 15,38), erano disprezzati (Mt 18,10) e costretti al silenzio (Mt 21,15-16). Perfino gli apostoli impedivano che si avvicinassero a Gesù (Mt 19,13; Mc 10,13-14). In nome della legge di Dio, mal interpretata dalle autorità religiose, molte persone buone erano escluse. Invece di accogliere gli esclusi, la legge era usata per legittimare l’esclusione.
Nei vangeli, l’espressione “piccoli” (in greco si dice elachistoi, mikroi o nepioi), a volte indica “i bambini”, altre volte indica i settori esclusi della società. Non è facile discernere. A volte ciò che è “piccolo” nel vangelo, vuol dire “bambini”, perché i bambiniappartenevano alla categoria dei “piccoli”, degli esclusi. Inoltre, non è sempre facile discernere tra ciò che viene dal tempo di Gesù e ciò che viene dal tempo delle comunità per le quali sono stati scritti i vangeli. Ma comunque, ciò che è chiaro è il contesto di esclusione vigente a quell’epoca, e l’immagine che le prime comunità avevano di Gesù: Gesù si mette dalla parte dei piccoli, e ne assume la difesa. Colpisce quando si vede tutto ciò che Gesù fa in difesa della vita dei bambini, dei piccoli:
● Accogliere e non scandalizzare. Una delle parole più dure di Gesù è contro coloro che causano scandalo ai piccoli, cioè, che con il loro atteggiamento tolgono ai bambini la fede in Dio. Per coloro sarebbe meglio mettersi una pietra al collo ed essere gettati nel profondo del mare (Mc 9,42; Lc 17,2; Mt 18,6).
● Accogliere e toccare. Quando i bambini si avvicinano a Gesù per chiedere la sua benedizione, gli apostoli si infastidiscono e vogliono allontanarli. Secondo le norme dell’epoca, sia le madri che i bambini piccoli, vivevano tutti praticamente in un permanente stato di impurità legale. Toccare voleva dire contrarre impurità! Ma Gesù corregge i discepoli, ed accoglie le madri ed i bambini. E li abbraccia. “Lasciate che i bambini vengano a me, non glielo impedite!” (Mc 10,13-16; Mt 19,13-15).
● Identificarsi con i piccoli. Gesù abbraccia i bambini e si identifica con loro. Chi riceve un bambino, “riceve me” (Mc 9,37). “E tutto ciò che farete ad uno di questi piccoli, lo farete a me” (Mt 25,40).
● Divenire come bambini. Gesù chiede che i discepoli diventino come bambini ed accettino il Regno come bambini. Altrimenti non è possibile entrare nel Regno (Mc 10,15; Mt 18,3; Lc 9,46-48). Lui indica che i bambini sono i professori dell’adulto! E ciò non era normale. Voliamo fare il contrario.
● Difendere il diritto di gridare. Quando Gesù, entrando nella città di Gerusalemme, sono i bambini quelli che gridano di più: “Osanna al figlio di Davide!” (Mt 21,15). Criticati dai capi dei sacerdoti e dagli scribi, sono difesi da Gesù ed invoca perfino la Scrittura per difenderli (Mt 21,16).
● Ringraziare per il Regno presente nei piccoli.L’allegria di Gesù è grande, quando si rende conto che i piccoli, capiscono cose del Regno che lui annunciava alla gente. “Padre, io ti ringrazio!” (Mt 11,25-26) Gesù riconosce che i piccoli capiscono meglio le cose del Regno che i dottori!
● Accogliere e curare. Sono molti i bambini ed i giovani che lui accoglie, cura o risuscita: la figlia di Giairo, di 12 anni (Mc 5,41-42), la figlia della Cananea (Mc 7,29-30), il figlio della vedova di Naim (Lc 7, 14-15), il bambino epilettico (Mc 9,25-26), il figlio del Centurione (Lc 7,9-10), il figlio del funzionario pubblico (Gv 4,50), il bambino dei cinque pani e dei cinque pesci (Gv 6,9).
● Accogliere e non scandalizzare. Una delle parole più dure di Gesù è contro coloro che causano scandalo ai piccoli, cioè, che con il loro atteggiamento tolgono ai bambini la fede in Dio. Per coloro sarebbe meglio mettersi una pietra al collo ed essere gettati nel profondo del mare (Mc 9,42; Lc 17,2; Mt 18,6).
● Accogliere e toccare. Quando i bambini si avvicinano a Gesù per chiedere la sua benedizione, gli apostoli si infastidiscono e vogliono allontanarli. Secondo le norme dell’epoca, sia le madri che i bambini piccoli, vivevano tutti praticamente in un permanente stato di impurità legale. Toccare voleva dire contrarre impurità! Ma Gesù corregge i discepoli, ed accoglie le madri ed i bambini. E li abbraccia. “Lasciate che i bambini vengano a me, non glielo impedite!” (Mc 10,13-16; Mt 19,13-15).
● Identificarsi con i piccoli. Gesù abbraccia i bambini e si identifica con loro. Chi riceve un bambino, “riceve me” (Mc 9,37). “E tutto ciò che farete ad uno di questi piccoli, lo farete a me” (Mt 25,40).
● Divenire come bambini. Gesù chiede che i discepoli diventino come bambini ed accettino il Regno come bambini. Altrimenti non è possibile entrare nel Regno (Mc 10,15; Mt 18,3; Lc 9,46-48). Lui indica che i bambini sono i professori dell’adulto! E ciò non era normale. Voliamo fare il contrario.
● Difendere il diritto di gridare. Quando Gesù, entrando nella città di Gerusalemme, sono i bambini quelli che gridano di più: “Osanna al figlio di Davide!” (Mt 21,15). Criticati dai capi dei sacerdoti e dagli scribi, sono difesi da Gesù ed invoca perfino la Scrittura per difenderli (Mt 21,16).
● Ringraziare per il Regno presente nei piccoli.L’allegria di Gesù è grande, quando si rende conto che i piccoli, capiscono cose del Regno che lui annunciava alla gente. “Padre, io ti ringrazio!” (Mt 11,25-26) Gesù riconosce che i piccoli capiscono meglio le cose del Regno che i dottori!
● Accogliere e curare. Sono molti i bambini ed i giovani che lui accoglie, cura o risuscita: la figlia di Giairo, di 12 anni (Mc 5,41-42), la figlia della Cananea (Mc 7,29-30), il figlio della vedova di Naim (Lc 7, 14-15), il bambino epilettico (Mc 9,25-26), il figlio del Centurione (Lc 7,9-10), il figlio del funzionario pubblico (Gv 4,50), il bambino dei cinque pani e dei cinque pesci (Gv 6,9).
6. Pregare con il Salmo 34 (33)
Un povero condivide con noi la sua fede
Benedirò il Signore in ogni tempo,
sulla mia bocca sempre la sua lode.
Io mi glorio nel Signore,
ascoltino gli umili e si rallegrino.
Celebrate con me il Signore,
esaltiamo insieme il suo nome.
sulla mia bocca sempre la sua lode.
Io mi glorio nel Signore,
ascoltino gli umili e si rallegrino.
Celebrate con me il Signore,
esaltiamo insieme il suo nome.
Ho cercato il Signore e mi ha risposto
e da ogni timore mi ha liberato.
Guardate a lui e sarete raggianti,
non saranno confusi i vostri volti.
Questo povero grida e il Signore lo ascolta,
lo libera da tutte le sue angosce.
L'angelo del Signore si accampa
attorno a quelli che lo temono e li salva.
e da ogni timore mi ha liberato.
Guardate a lui e sarete raggianti,
non saranno confusi i vostri volti.
Questo povero grida e il Signore lo ascolta,
lo libera da tutte le sue angosce.
L'angelo del Signore si accampa
attorno a quelli che lo temono e li salva.
Gustate e vedete quanto è buono il Signore;
beato l'uomo che in lui si rifugia.
Temete il Signore, suoi santi,
nulla manca a coloro che lo temono.
I ricchi impoveriscono e hanno fame,
ma chi cerca il Signore non manca di nulla.
beato l'uomo che in lui si rifugia.
Temete il Signore, suoi santi,
nulla manca a coloro che lo temono.
I ricchi impoveriscono e hanno fame,
ma chi cerca il Signore non manca di nulla.
Venite, figli, ascoltatemi;
v'insegnerò il timore del Signore.
C'è qualcuno che desidera la vita
e brama lunghi giorni per gustare il bene?
v'insegnerò il timore del Signore.
C'è qualcuno che desidera la vita
e brama lunghi giorni per gustare il bene?
Preserva la lingua dal male,
le labbra da parole bugiarde.
Sta lontano dal male e fà il bene,
cerca la pace e perseguirla.
le labbra da parole bugiarde.
Sta lontano dal male e fà il bene,
cerca la pace e perseguirla.
Gli occhi del Signore sui giusti,
i suoi orecchi al loro grido di aiuto.
Il volto del Signore contro i malfattori,
per cancellarne dalla terra il ricordo.
i suoi orecchi al loro grido di aiuto.
Il volto del Signore contro i malfattori,
per cancellarne dalla terra il ricordo.
Gridano e il Signore li ascolta,
li salva da tutte le loro angosce.
Il Signore è vicino a chi ha il cuore ferito,
egli salva gli spiriti affranti.
li salva da tutte le loro angosce.
Il Signore è vicino a chi ha il cuore ferito,
egli salva gli spiriti affranti.
Molte sono le sventure del giusto,
ma lo libera da tutte il Signore.
Preserva tutte le sue ossa,
neppure uno sarà spezzato.
ma lo libera da tutte il Signore.
Preserva tutte le sue ossa,
neppure uno sarà spezzato.
La malizia uccide l'empio
e chi odia il giusto sarà punito.
Il Signore riscatta la vita dei suoi servi,
chi in lui si rifugia non sarà condannato.
e chi odia il giusto sarà punito.
Il Signore riscatta la vita dei suoi servi,
chi in lui si rifugia non sarà condannato.
7. Orazione Finale
Signore Gesù, ti ringraziamo per la tua Parola che ci ha fatto vedere meglio la volontà del Padre. Fa che il tuo Spirito illumini le nostre azioni e ci comunichi la forza per eseguire quello che la Tua Parola ci ha fatto vedere. Fa che noi, come Maria, tua Madre, possiamo non solo ascoltare ma anche praticare la Parola. Tu che vivi e regni con il Padre nell'unità dello Spirito Santo, nei secoli dei secoli. Amen