CONTRARIADO POR LA SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA DANDO LA RAZÓN A TRUMP
El «católico» Biden amenaza a las Hermanitas de la Caridad con violar su libertad religiosa si es presidente
Al candidato del partido demócrata a la presidencia de Estados Unidos, el «católico» Joe Biden, no le ha gustado nada la sentencia de la Corte Suprema que ratifica la orden ejecutiva de Donald Trump eximiendo a las Hermanitas de la Caridad y otros grupos religiosos de la obligación de incluir servicios de anticoncepción y aborto en los seguros médicos.
(InfoCatólica) Biden publicó el siguiente comunicado el mismo día de conocerse la sentencia de la Corte Suprema:
La atención médica es un derecho que no debe depender de la raza, el género, los ingresos o el código postal. Sin embargo, como resultado de la decisión de hoy, innumerables mujeres corren el riesgo de perder el acceso a una atención preventiva asequible.Estoy decepcionado por la decisión de hoy de la Corte Suprema de los Estados Unidos que facilitará a la Administración Trump-Pence continuar retirando el cuidado de la salud a las mujeres - tratando de lograr amplias exenciones al compromiso de la Ley de Cuidado de Salud Asequible de dar a todas las mujeres acceso gratuito a la anticoncepción recomendada.Como resultado de la Ley de Atención Asequible, más de 60 millones de mujeres -incluidas al menos 32 millones de mujeres de color- obtuvieron acceso a esta atención médica preventiva. La Administración Obama-Biden hizo esto mientras que también proporcionó una exención para las casas de culto y un convenio para las organizaciones sin fines de lucro con misiones religiosas.Por muy decepcionante que sea el fallo de la Corte Suprema, hay un camino claro para arreglarlo: elegir un nuevo Presidente que ponga fin a los incesantes intentos de Donald Trump de destripar todos los aspectos de la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Si soy elegido, restauraré la política de Obama-Biden que existía antes del fallo del Hobby Lobby: proveer una exención para las casas de culto y un "acomodo" para las organizaciones sin fines de lucro con misiones religiosas. Dicho "acomodo" permitirá a las mujeres de estas organizaciones acceder a la cobertura anticonceptiva, no a través de su plan proporcionado por el empleador, sino a través de su compañía de seguros o de un administrador tercero.
La realidad es que el acomodo al que se refiere Biden era una simple treta legal que no afecta a la esencia moral de la cuestión debatida.
Como escribió en su día Charles Krauthammer;
La "acomodación" del control de la natalidad del presidente Obama fue tan exitosa políticamente como sin sentido moral. No era más que un truco de contabilidad que sigue obligando a las instituciones católicas (y otras religiosas) a proporcionar un seguro médico que garantiza el control de la natalidad gratuito, la ligadura de trompas y la píldora abortiva del día después, todo lo cual viola la doctrina de la iglesia sobre la santidad de la vida.El truco es que estos servicios de control de la natalidad/aborto serán supuestamente proporcionados de forma independiente y gratuita por la compañía de seguros de la institución religiosa. Pero esto no cambia en nada el juicio moral. El Hospital Holy Cross, por ejemplo, sigue estando obligado por ley a contratar una compañía de seguros que está obligada por ley a proporcionar estos servicios doctrinalmente prohibidos a todos los empleados de Holy Cross.
De hecho, más de 500 eruditos y líderes religiosos firmaron una carta abierta en la que argumentaban que el «llamado 'acomodo' no cambia nada de la sustancia moral y no elimina el asalto a la libertad religiosa y al derecho de objeción de conciencia que dieron lugar a la controversia».
La postura de Biden demuestra que la sentencia de la Corte Suprema, lejos de suponer una victoria definitiva de las Hermanitas de la Caridad y las otras instituciones católicas que se oponen al contenido anti-vida de la ley de Obama, deja abierta la puerta a un cambio legal que pueda volver a obligarlas a quebrantar su fidelidad a Cristo. Hará falta una nueva sentencia del Alto Tribunal que aborde de una vez por todas si la libertad religiosa en EE.UU ha pasado a ser papel mojado