domingo, 18 de junio de 2017

Corpus Christi

La especial celebración de esta fiesta litúrgica Católica en Colombia país que lentamente ha sido mimetizada como todas  nuestras  bellas tradiciones,por el jolgorio, y la ayuda de mano negra que maneja a su antojo nuestro Colombia.   somos el país con mas días festivos nacionales y religiosas del mundo...y como si fuera poco políticos tuvieron la brillante idea de trasladar todas  las fiestas que se celebraran entre semana para el siguiente lunes ,así podríamos tener un puente para descansar y pasear merecidamente. en este mes de junio  tenemos 3 puentes festivos,la Iglesia no dijo ni muuuu ....conclusión nuestro sagrado jueves de Corpus lo celebramos el domingo siguiente y la gente nueva no tiene ni idea que celebramos,ni que es el Corpus chisti y asi con todas las fechas de celebraciones católicas  establecidas en el calendario Litúrgico.
lastima .. ya dependemos del gobierno en todo y nuestra Iglesia Colombiana  muda o por los laditos para no  dañar las relaciones con los políticos  cuando la necesitan para ponerle una cara amable y espiritual a alguna trama, llaman la  la Iglesia Catolica y posteriormente ..fuera no se metan en política ;por ejemplo el los casos de: proceso de paz,identidad de genero, aborto, eutanasia, divorcios, relaciones homosexuales etc ,etc. . las reacciones han sido lideradas por Laicos y comunidades Católicas y Cristianas comprometidas y nuestros  Gerarcas Católicos casi mudos.... rendirán cuentas  luego a la Justicia Divina

J.A.G


Jueves de Corpus Christi
Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. 


Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net 



Explicación de la fiesta

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.

Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.

Origen de la fiesta:

Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

Ella le hizo conocer sus ideas a Roberto de Thorete, el entonces obispos de Liège, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos; a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Liège, después obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén y finalmente al Papa Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó favorablemente y como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; también el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan debía escribir el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.

El obispo Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez por los cánones de San Martín en Liège. Jacques Pantaleón llegó a ser Papa el 29 de agosto de 1261. La ermitaña Eva, con quien Juliana había pasado un tiempo y quien también era ferviente adoradora de la Santa Eucaristía, le insistió a Enrique de Guelders, obispo de Liège, que pidiera al Papa que extendiera la celebración al mundo entero.

Urbano IV, siempre siendo admirador de esta fiesta, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.


La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.

Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.

La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurección de Nuestro Señor Jesucristo.
Fuente: www.corazones.org
El milagro de Bolsena

En el siglo XIII, el sacerdote alemán, Pedro de Praga, se detuvo en la ciudad italiana de Bolsena, mientras realizaba una peregrinación a Roma. Era un sacerdote piadoso, pero dudaba en ese momento de la presencia real de Cristo en la Hostia consagrada. Cuando estaba celebrando la Misa junto a la tumba de Santa Cristina, al pronunciar las palabras de la Consagración, comenzó a salir sangre de la Hostia consagrada y salpicó sus manos, el altar y el corporal.

El sacerdote estaba confundido. Quiso esconder la sangre, pero no pudo. Interrumpió la Misa y fue a Orvieto, lugar donde residía el Papa Urbano IV.
El Papa escuchó al sacerdote y mandó a unos emisarios a hacer una investigación. Ante la certeza del acontecimiento, el Papa ordenó al obispo de la diócesis llevar a Orvieto la Hostia y el corporal con las gotas de sangre.

Se organizó una procesión con los arzobispos, cardenales y algunas autoridades de la Iglesia. A esta procesión, se unió el Papa y puso la Hostia en la Catedral. Actualmente, el corporal con las manchas de sangre se exhibe con reverencia en la Catedral de Orvieto.

A partir de entonces, miles de peregrinos y turistas visitan la Iglesia de Santa Cristina para conocer donde ocurrió el milagro.

En Agosto de 1964, setecientos años después de la institución de la fiesta de Corpus Christi, el Papa Paulo VI celebró Misa en el altar de la Catedral de Orvieto. Doce años después, el mismo Papa visitó Bolsena y habló en televisión para el Congreso Eucarístico Internacional. Dijo que la Eucaristía era “un maravilloso e inacabable misterio”.

Tradiciones mexicanas de Corpus Christi

Esta fiesta tradicional data del año 1526. Se acostumbra rendir culto al Santísimo Sacramento en la Catedral de México. El centro de la festividad era la celebración solemne de la Misa, seguida de una imponente procesión que partía del Zócalo, en la que la Sagrada Eucaristía, portada por el arzobispo bajo palio, era escoltada por autoridades virreinales, cabildo, cofradías, ejército, clero y pueblo. Había también representaciones teatrales alusivas, música y vendimia especial.

Los campesinos traían en sus mulas algunos frutos de sus cosechas para ofrecérselas a Dios como señal de agradecimiento. Esto dio origen a una gran feria que congregaba artesanos y comerciantes de distintos rumbos del país, que traían mercancías a lomo de mula (frutos de la temporada y artesanías que transportaban en guacales).

Cuentan que un hombre, llamado Ignacio, tenía dudas acerca de su vocación sacerdotal y un jueves de Corpus le pidió a Jesucristo que le enviara una señal. Al Pasar el Santísimo Sacramento frente a Ignacio en la procesión, Ignacio pensó: "Si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían" y, en ese mismo instante, la mula del hombre se arrodilló. Ignacio interpretó esto como señal y entregó su vida a Dios en el sacerdocio y se dedicó para siempre a transmitir a los demás las riquezas de la Eucaristía.


Así fue como surgieron las mulitas elaboradas con hojas de plátano secas con pequeños guacales de dulces de coco o de frutas, de diversos tamaños.
Ponerse una mulita en la solapa o comprar una mulita para adornar la casa, significa que, al igual que la mula de Ignacio, nos arrodillamos ante la Eucaristía, reconociendo en ella la presencia de Dios.

Esta fiesta se celebra cada año el jueves después de la Santísima Trinidad. Se lleva a cabo en la Catedral y los niños se visten de inditos para agradecer la infinita ternura de Jesús. Se venden mulitas con gran colorido.
Diversas maneras de celebrar esta fiesta

Participar en la procesión con el Santísimo

La procesión con el Santísimo consiste en hacer un homenaje agradecido, público y multitudinario de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Se acostumbra sacar en procesión al Santísimo Sacramento por las calles y las plazas o dentro de la parroquia o Iglesia, para afirmar el misterio del Dios con nosotros en la Eucaristía.
Esta costumbre ayuda a que los valores fundamentales de la fe católica se acentúen con la presencia real y personal de Cristo en la Eucaristía.

La Hora Santa

Es una manera práctica y muy bella de adorar a Jesús Sacramentado. El Papa Juan Pablo II la celebra, al igual que la mayoría de las Parroquias de todo el mundo, los jueves al anochecer, para demostrar a Cristo Eucaristía amor y agradecimiento y reparar las actitudes de indiferencia y las faltas de respeto que recibe de uno mismo y de los demás hombres.

Consiste en realizar una pequeña reflexión evangélica, en presencia de Jesús Sacramentado y, al final, se rezan unas letanías especiales para demostrarle a Jesús nuestro amor.

Se puede celebrar de manera formal con el Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, con incienso y con cantos, o de manera informal con la Hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos maneras agrada a Jesús.
Se inicia con la exposición del Santísimo Sacramento o, en su defecto, con una oración inicial a Jesucristo estando todos arrodillados frente al Sagrario.

A continuación, se procede a la lectura de un pasaje del Evangelio y al comentario del mismo por parte de alguno de los participantes.
Luego, se reflexiona adorando a Jesús, Rey del Universo, en la Eucaristía.

Se termina con las invocaciones y las letanías correspondientes y, en el caso de que la Hora Eucarística se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, el sacerdote da la bendición con el Santísimo; en caso contrario, se finaliza la Hora Santa con una plegaria conocida de agradecimiento.

Recordar en familia lo que es la Eucaristía


  1. ¿Qué es la Eucaristía?
    La Eucaristía es uno de los siete Sacramentos. Nos recuerda el momento en el que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Éste es el alimento del alma. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para estar sana. Cristo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día."

     
  2. ¿En qué nos ayuda la Eucaristía? 

    Todos queremos ser buenos, ser santos y nos damos cuenta de que el camino de la santidad no es fácil, que no bastan nuestras fuerzas humanas para lograrlo. Necesitamos fuerza divina, de Jesús. Esto sólo será posible con la Eucaristía. Al comulgar, nos podemos sentir otros, ya que Cristo va a vivir en nosotros. Podremos decir, con San Pablo: "Vivo yo, pero ya no soy yo, sino Cristo quien vive en mí."

     
  3. ¿En qué parte de la Misa se realiza la Eucaristía? 

    Después de rezar el Credo, se llevan a cabo: el ofertorio, la consagración y la comunión.
    Ofertorio: Es el momento en que el sacerdote ofrece a Dios el pan y el vino que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Nosotros podemos ofrecer, con mucho amor, toda nuestra vida a Dios en esta parte de la Misa.
    Consagración: Es el momento de la Misa en que Dios, a través del sacerdote, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En este momento nos arrodillamos como señal de amor y adoración a Jesús, Dios hecho hombre, que se hace presente en la Eucaristía.
    Comunión: Es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo que produce ciertos efectos en nosotros:

    1. nos une a Cristo y a su Iglesia,
    2. une a los cristianos entre sí,
    3. alimenta nuestra alma,
    4. aumenta en nosotros la vida de gracia y la amistad con Dios,
    5. perdona los pecados veniales,
    6. nos fortalece para resistir la tentación y no cometer pecado mortal.

     
  4.  ¿Qué condiciones pone la Iglesia para poder comulgar? La Iglesia nos pide dos condiciones para recibir la comunión:

    1. Estar en gracia, con nuestra alma limpia todo pecado mortal.
    2. Cumplir el ayuno eucarístico: no comer nada una hora antes de comulgar.

     
  5. ¿Cada cuánto puedo recibir la Comunión Sacramental? 

    La Iglesia recomienda recibir la Comunión siempre que vayamos a Misa. Es obligación recibir la Comunión, al menos, una vez al año en el tiempo de Pascua, que son los 50 días comprendidos entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés.

     
  6. ¿Qué hacer después de comulgar?

    Se recomienda aprovechar la oportunidad para platicarle a Dios, nuestro Señor, todo lo que queramos: lo que nos alegra, lo que nos preocupa; darle gracias por todo lo bueno que nos ha dado; decirle lo mucho que lo amamos y que queremos cumplir con su voluntad; pedirle que nos ayude a nosotros y a todos los hombres; ofrecerle cada acto que hagamos en nuestra vida.

     
  7. ¿Qué hacer cuando no se puede ir a comulgar?

    Se puede llevar a cabo una comunión espiritual. Esto es recibir a Jesús en tu alma, rezando la siguiente oración:

    "Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
    Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma,
    pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,
    ven al menos espiritualmente a mi corazón.
    Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.
    Amén"

sábado, 17 de junio de 2017

El padre Santiago Martín rechaza el error del superior de los jesuitas

Luego de que el superior de los Jesuitas, Arturo Sosa Abascal, pusiera en duda las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio respecto a que «lo que Dios unió, no lo separe el hombre».
(InfoCatólica) En un programa titulado «Bultmann sigue vivo» de «Magnificat TV» el conocido sacerdote y predicador Santiago Martín ha explicado en detalle el origen del error que ha llevado al superior de los Jesuitas, Arturo Sosa Abascal, a poner en duda las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio.
A continuación, una transcripción de su explicación, pero puede también escuchar el programa a través del siguiente enlace.

Origen del Bultmannianismo

El final del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX es considerada en filosofía la época de los llamados «padres de la sospecha». Filósofos de gran peso que pusieron en entredicho algunos de los principios en los que se basaba la sociedad anterior y que marcaron realmente su época. Gente como Hegel, Marx,  Feuerbach, Nietzsche, Freud, quienes generaron dudas, sospechas e incertidumbre, y también, en el conjunto de las iglesias, más que todo en las iglesias protestantes, sobre todo en Alemania, se dejaron influir por este sentimiento de sospecha sobre aquellas cosas que habían sido las certezas y seguridades precedentes.
Sobre todo, se dedicaron a investigar la autenticidad de los evangelios y llegaron a investigar si realmente Jesucristo existió, y si el que existió es aquel que reflejan los Evangelios.

Distinción entre el «Jesús histórico» y el «Cristo de la fe»

Se empezó a hablar entonces de la diferencia entre el llamado «Jesús histórico» y el «Cristo de la fe». Una diferencia que cada vez se fue acentuando más, y llegaron a la conclusión de que los Evangelios eran «mitificaciones» de un personaje originario del cual prácticamente no podíamos saber nada.
A finales del siglo XIX Strauss (David Friedrich Strauss) concluyó que el «colmo» de la mitificación era el Evangelio de San Juan, y que este no tenía que ser tenido en cuenta en absoluto.
Posteriormente se «cargaron» el Evangelio de San Mateo y el de San Lucas, y después el único que quedaba que era el Evangelio de San Marcos lo desprestigiaron también.

Rudolf Bultmann

En este contexto, aparece una de las grandes figuras «desmitificadoras», Rudolf Bultmann, que no es tan antiguo en el tiempo. Bultmann muere en el año 1976, no estamos hablando de un personaje que se remota a la noche de los tiempos, sino que es relativamente reciente.
Es Bultmann quien concluye que «no hay nada que hacer». Es decir, que tenemos que «olvidarnos» del Jesús histórico, y que tenemos que acercarnos a los Evangelios como un relato «mítico» elaborado posteriormente, y sobre todo elaborado a raíz de la «invención» del cristianismo, que va  a «hacer San Pablo». Según esta óptica ese «Cristo de la fe» no tiene nada que ver con la realidad. Que el «Cristo de la fe» es alguien que «nos han contado» pero que no existió realmente.  Es decir, que el que existió, no es aquel que cuentan los Evangelios, que son libros simplemente «míticos» e «inventados» sobre todo por San Pablo.

Demolición durante el post-concilio

Con esta actitud de fondo, nos hemos enfrentado no solo al Concilio Vaticano II [que reafirma la historicidad de los Evangelios en su Constitución Dogmática Dei Verbum], sino al post-concilio, que es en el cual todavía estamos viviendo.
Naturalmente esta «demolición» de las raíces de nuestra fe y de la Palabra de Dios, esta demolición del cristianismo, no se ha hecho sin consecuencias. Las consecuencias han sido muy graves.

Religión del supermercado

Es lo que alguno denominó la «religión del supermercado». Tu vas con tu carrito de supermercado, y ves las estanterías más o menos repletas de productos, y vas eligiendo lo que a ti te conviene, en función de tus gustos, o en función de simplemente de que aquella marca te resulte más económica o esa otra marca, según tu opinión, te da mejor resultado.
Llegas con tu carrito a la caja, pero si en el camino a la caja te encuentras con alguien que te dice: «¿Cómo ha comprado usted ese detergente?, Ese no es bueno, mejor compre este otro», pues no hay ningún problema. Dejas ese producto, lo sacas de tu carrito, y vas y eliges otro o no eliges ninguno.
Es la religión del supermercado, en la que estábamos y por desgracia todavía estamos. Y esta religión del supermercado no es una religión solo para ti. Es decir, tu coges tu carrito y vas poniendo tus productos, quitas y pones tu antojo, ya sea quizá por la influencia que hacen en ti en el último momento o a lo largo de tu compra. Pero lo mismo está haciendo otro.

Ejemplos varios

Pongamos un ejemplo. A ti te parece muy importante y esencial insistir en que el Señor dijo «lo que hagas al más pequeño a mí me lo hicieron», el compromiso social, la ayuda a los pobres, y a ti te parece eso muy importante, muy bien. Pero a ti no te parece importante en cambio, que el Señor haya dicho «lo que Dios unió que no lo separe el hombre», que «el que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera», eso no te parece importante, entonces lo segundo, que no te parece importante, lo pones en duda, y dices: «¿Lo dijo Cristo?», primera cuestión, «no había grabadoras».
En el caso de que dijera algo parecido, «¿en qué contexto?, «¿quién lo escuchó?, ¿cómo lo entendió y cómo lo contó?, ¿cómo lo escribió el que años después lo escribió?» No merece la pena hacer un problema por eso.
Luego otro, con los mismos derechos que tu, con su carrito de supermercado, ha elegido otro producto y ha dicho «a mí eso sí me parece muy importante, pero no me parece importante que el Señor dijera «Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», o que el Señor dijera «Tomad y comed que esto es mi cuerpo», o que Cristo resucitara, o que Cristo en la cruz nos dijera que es importante pedir ayuda para perdonar como Él estaba perdonando cuando exclamó «Padre, perdónales que no saben lo que hacen».
Es decir, la religión del supermercado es muy cómoda, pues es una religión a tu manera y a tu gusto, para que no te moleste, pero eso que tú haces lo puede hacer exactamente igual cualquier otro,  y naturalmente eligiendo productos que a ti no te gustan nada pero que aquel alega que tiene el mismo derecho a hacerlo.
De esto se dieron cuenta, gracias a Dios, muchos, entre ellos, el profesor Joseph Ratzinger, después arzobispo Ratzinger, luego Cardenal Ratzinger, y después Papa Benedicto XVI.
Fue precisamente él quien denominó a este tipo de «religión» la «religión del supermercado» y el escribe unos de los mejores libros que se han escrito que son la trilogía sobre Jesús de Nazaret, y que yo recomiendo a todos que al menos lean el prólogo, o la introducción del primero de los libros, porque sitúa perfectamente el problema.
Es decir, nos dice cómo está la Iglesia en ese momento y las consecuencias terribles que tiene para todos, no solamente para los de izquierda o para los de derecha, la llamada «desmitificación» de Jesucristo, de decir que Jesucristo no existió, o que el que existió no tiene nada que ver con el que nos cuentan, o que el que nos cuentan hay que ver lo que dijo, si es que realmente nos dijo algo.

Sobre las palabras del Superior de la Compañía de Jesús

Por qué hablo de todo esto, porque eso es adonde estamos llegando. Poner en duda la Palabra del Señor, a propósito del divorcio, decir que hay que «reinterpretar a Cristo» porque «en aquella época no había grabadoras» abre la puerta sí o sí, sin ninguna duda, a poner en duda la palabra del Señor en otras cosas. No puedes pretender que lo que a ti te conviene poner en duda, sea lo único que se ponga en duda.
A ti te conviene poner eso en duda, por la razón que sea. Quizá porque tienes un concepto de la misericordia que te lleva a decir que hay que dar la comunión a todo el mundo. Pero tienes que ser consciente de que si tu pones en duda eso, estás permitiendo, con los mismos derechos, que otro ponga en duda otra cosa.
Para finalizar solo quisiera hacer una pregunta: ¿De verdad nadie se da cuenta de a dónde nos conduce todo esto?, ¿De verdad nadie se da cuenta del tipo de «demolición» de nuestra fe al cual estamos yendo?, es decir, a ese nihilismo, a esa falta absoluta de certezas, porque destrozando una parte del mensaje, porque nos «conviene» destrozarla, estamos empezando a destrozar el conjunto del mensaje.
Solo quiero hacer esta pregunta porque el tiempo presente es tan serio, que merece la pena que antes de seguir «destrozando» el cristianismo, nos paremos a pensar en qué es lo que estamos haciendo

viernes, 16 de junio de 2017

El diablo no es solo un símbolo........

ANTE SUS CONTROVERSIALES DECLARACIONES

Sacerdotes y exorcistas responden al superior de los jesuitas: «El diablo no es solo un símbolo»

«Quien no cree en el demonio, no cree en el Evangelio» había explicado el Papa san Juan Pablo II al fallecido y renombrado exorcista y sacerdote Gabriel Amorth.
CNA/InfoCatólica)  En una reciente entrevista con el diario español El Mundo, Arturo Sosa dijo que «hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal».
«Los condicionamientos sociales también representan esa figura, ya que hay gente que actúa así porque está en un entorno donde es muy difícil hacer lo contrario» agregó Sosa.

Rechazo del sacerdote y exorcista Santé Babolin

A estas declaraciones el sacerdote y exorcista italiano, el padre  Sante Babolin afirmó que «Satanás existe» y que «el mal no es una abstracción».
En declaraciones a ACI Prensa el 2 de junio, Babolin hizo alusión a varios lugares en documentos y declaraciones de la Iglesia que muestran la verdadera existencia del demonio.
El padre Babolin recordó los documentos del IV Concilio Ecuménico de Letrán en el año 1215, que declaró que los cristianos «creen firmemente y confiesan» que Dios creó «de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal».
«El diablo y otros demonios fueron creados por Dios en naturaleza, pero ellos mismos a través de sí mismos se han vuelto malvados», señala el texto del Concilio.
El padre Babolin, conocido como el «exorcista de Padua», también recordó dos discursos del Papa Pablo VI en 1972, que también confirman la existencia del diablo «a los fieles, que tienden a dudar de la existencia de Satanás ... su presencia y acción».
El 29 de junio de 1972, Pablo VI, aludiendo a la situación contemporánea de la Iglesia, dijo en su homilía que parecía que «el humo de Satanás» entró en el templo de Dios. Ese mismo año, el 15 de noviembre, Pablo VI advirtió que «una de las mayores necesidades de la Iglesia» es defendernos «de ese mal que llamamos Diablo».
El padre Babolin también recordó que el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que el diablo existe en la realidad, no en el abstracto. En la sección del Catecismo con respecto a la petición «líbranos del mal» del Padre Nuestro, en el número 2851, afirma que «En esta petición, el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El “diablo” (diá-bolos) es aquél que “se atraviesa” en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo».
El presbítero recordó además que los fieles deben ver la declaración del Cuarto Concilio Ecuménico de Letrán, las afirmaciones del Papa Pablo VI y lo que se enseña en el Catecismo como «tres pruebas irrefutables» sobre la existencia del demonio.

Rechazo del padre Alexander Lucie-Smith

Fr Alexander Lucie-Smith
Otro sacerdote que ha expresado su rechazo ante las declaraciones del superior de los jesuitas, es el padre Alexander Lucie-Smith, doctor en teología moral y editor-consultor de The Catholic Herald, quien ha escrito en su blog:

«Tristemente el padre Sosa acostumbra arrojar dudas sobre la credibilidad de la Escritura. Si bien es innegable que Satanás forma parte del gran cuadro que abarca la historia de la salvación de la humanidad, el padre Sosa ha afirmado que los Evangelios no pueden registrar fielmente las palabras de Jesús, porque en aquel tiempo “no había grabadoras”. No, no había grabadoras, pero eso no significa que las Escrituras no sean una fuente auténtica para conocer la enseñanza de nuestro Señor».
Luego de hacer referencia a otros hechos embarazosos que ha protagonizado el padre Sosa en el pasado, como su firma de un manifiesto elogiando calurosamente a Fidel Castro y dándole la bienvenida a Venezuela, agrega que «uno podría haber esperado alguna palabra de retractación del padre Sosa, pero no ha habido ninguna». «Quizás los superiores jesuitas no hacen retracciones. ¿Pero no sería mucho pedir que sus consejeros lo alejaran de los micrófonos en el futuro?» 

«Quien no cree en el demonio no cree en el Evangelio»

El fallecido sacerdote y exorcista Gabriel Amorth en su momento había expresado a san Juan Pablo II su preocupación de que cada vez más sacerdotes habían dejado de creer en el demonio, a lo que el Papa respondió: «quien no cree en el demonio, no cree en el Evangelio».

jueves, 15 de junio de 2017

Quo vadis Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana iglesia? si es Anglicano que hace en El Vaticano ????????''

A FAVOR DEL ABORTO ANTES DE LA DÉCIMO OCTAVA SEMANA

Nigel Biggar, nuevo miembro de la Pontificia Academia para la Vida, es abortista

El filósofo y presbítero anglicano Nigel Biggar, nuevo miembro de la Pontificia Academia para la Vida, es partidario de permitir el aborto antes de la 18ª semana de gestación.
(InfoCatólica) Nigel Biggar figura entre las novedades en la lista de miembros de la Pontificia Academia para la Vida que hizo pública ayer la Santa Sede.
En el año 2011 mantuvo un diálogo con su colega filósofo Peter Singer. Según la revista Standpoint, Biggar dijo:
«Estaría inclinado a trazar la línea para permitir el aborto en la 18ª semana después de la concepción, que es aproximadamente la primera vez en que hay evidencia de actividad cerebral y, por tanto, de conciencia».
Y añadió:
«No está claro que un feto humano sea el mismo tipo de cosa que un adulto o un ser humano maduro, de forma que merezca el mismo tratamiento. Entonces la cuestión es dónde trazamos la línea, y no hay una razón absolutamente convincente para situarla en un lugar o en otro».
En un mismo sentido se pronunció un año después durante una conferencia en la Mayo Clinic de Minnesota (EE.UU). Allí aseguró que no se puede afirmar que todo aborto sea un crimen.
Preguntado por Life Site News sobre si su nombramiento supone un giro de la Iglesia Católica respecto al aborto, el filósofo británico ha respondido que, dado el hecho de que no es católico, no le parece apropiado comentar cuál es la postura de la Iglesia.
Sin embargo, Biggar sí rechaza la legalización de la euntasia o suicidio asistido, porque «instauraría una sociedad radicalmente libertaria, pero perderíamos una más humana y social».

Contradicción de Mons. Paglia

Se da la circunstancia de que Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, concedió hace unos días una entrevista a Edward Pentin en la que aseguró que los nuevos estatutos de la Academia requieren un compromiso más fuerte de los miembros con las enseñanzas provida de la Iglesia:

Los críticos dicen que, al cambiar los estatutos para permitir el ingreso de miembros que no quieran firmar una declaración de fidelidad a las enseñanzas pro-vida de la Iglesia, usted está neutralizando a la academia y que ésta perderá su razón de ser y se marchitará. ¿Por qué cambió los estatutos, y qué les dice usted a los que han criticado esta decisión?

Yo, con todo respeto, pediría a esos críticos que menciona usted que lean y comparen con mucho cuidado la vieja versión de los Estatutos y la nueva. Creo que así verán que los nuevos Estatutos requieren un compromiso más fuerte de los Miembros con las enseñanzas pro-vida de la Iglesia que el que requerían los antiguos. Los nuevos exigen que los Miembros promuevan y defiendan los principios del valor de la vida y la dignidad de la persona, interpretados en conformidad con el Magisterio de la Iglesia. Los estatutos antiguos contenían sólo una invitación, no una exigencia, a firmar un documento separado referente a esos principios. No pretendo criticar a los redactores de los estatutos antiguos. Estoy seguro de que tenían las mejores intenciones, pero quiero confirmar a todos los que están comprometidos con la defensa de la vida, y quiero hacerles comprender, que los nuevos estatutos reflejan un compromiso con la vida por parte de la Iglesia y del Santo Padre que es igual de firme que el que el de los grandes fundadores de la Academia por la Vida, y que después de considerarlo muy cuidadosamente, creemos que los nuevos estatutos están redactados de un modo que expresa ese compromiso más claramente y con mayor firmeza que los antiguos. En ese contexto, sin embargo, quiero también dejar claro que la absoluta fidelidad de la Academia al Magisterio de la Iglesia no significa en modo alguno que no podamos emprender iniciativas conjuntas o entablar diálogo con personas que no comparten nuestra fe católica y nuestro compromiso.

http://infocatolica.com

Lectio Divina Viernes 16

Orden Carmelitana
Lectio: 
 Viernes, 16 Junio, 2017

1) ORACIÓN INICIAL

¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor.

2) LECTURA

Del santo Evangelio según Mateo 5,27-32
«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
«También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.

3) REFLEXIÓN

• En el evangelio de ayer Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás” (Mt 5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento “No cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios tenía al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el Espíritu de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes valores de la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez Mandamientos. Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la justicia y en la verdad, en la humanidad (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). El resultado de la plena observancia de la Ley de Dios es la humanización de la vida. La observancia de la Ley humaniza a la persona. En Jesús aparece aquello que acontece cuando un ser humano deja que Dios ocupe el centro de su vida. El objetivo último es unir los dos amores, la construcción de la fraternidad en defensa de la vida. Cuanto más se vive la fraternidad, tanto mayor será la plenitud de vida y mayor es la adoración de las criaturas todas a Dios, Creador y Salvador.
• En el evangelio de hoy, Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.
• Mateo 5,27-28: No cometer adulterio. ¿Qué nos pide este mandamiento? La respuesta antigua era ésta: el hombre no puede dormir con la mujer de otro. Es lo que exigía la letra del mandamiento. Pero Jesús va más allá de la letra y dice: “Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio”.
El objetivo del mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si saben llegar a una total trasparencia entre sí.
• Mateo 5,29-30: Arrancar el ojo y cortar la mano. Para ilustrar lo que acaba de decir Jesús se sirve de una palabra fuerte que usó también en otra ocasión, cuando habló de no escandalizar a los pequeños (Mt 18,9 e Mc 9,47). Dice: “Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna” Estas afirmaciones pueden tomarse al pie de la letra. Indican la radicalidad y la seriedad con la que Jesús insiste en la observancia de este mandamiento.
• Mateo 5,31-32: La cuestión del divorcio. Al hombre estaba permitido dar una acta de divorcio para la mujer. Jesús dirá en el Sermón de la Comunidad que lo permitió por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8). “Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio". Se había discutido ya mucho sobre este asunto. Basándose en esta afirmación de Jesús, la iglesia oriental permite el divorcio en caso de “fornicación”, esto es en caso de infidelidad. Otros dicen que aquí la palabra fornicación traduce un término aramaico o hebraico zenuth que indicaba un casamiento con un grado de parentesco prohibido. No serían unas bodas válidas.
• Cualquiera que sea la interpretación correcta de esta palabra, lo que importa es ver el objetivo y el sentido general de las afirmaciones de Jesús en la nueva lectura que hace de los Diez Mandamientos. Jesús apunta hacia un ideal que debe estar siempre delante de mis ojos. El ideal último es éste: “Ser perfecto como el padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Este ideal vale para todos los mandamientos revisados por Jesús. En la relectura del mandamiento: “No cometer adulterio” este ideal se traduce en una total transparencia y honestidad entre marido y mujer. Nadie nunca va a poder decir: “Soy perfecto como el Padre celestial es perfecto”. Estaremos siempre por debajo de la medida. Nunca vamos a poder merecer el premio por nuestra observancia porque estaremos siempre por debajo de la medida. Lo que importa es mantenerse en camino, mantener alto el ideal ante nuestros ojos, ¡siempre¡ Y al mismo tiempo, como Jesús, debemos saber aceptar a las personas con la misma misericordia con que él aceptaba a las personas y las orientaba para el ideal. Por esto, ciertas exigencias jurídicas de la iglesia de hoy, como por ejemplo, no permitir la comunión a personas que viven en segundas nupcias, se parecen más a la actitud de los fariseos que a la actitud de Jesús. Nadie aplica al pie de la letra la explicación del mandamiento. “No matar”, en la que Jesús dice que todo aquel que llama a su hermano idiota merece el infierno (Mt 5,22). Pues en este caso, todos estaríamos seguros de terminar allí y nadie se salvaría. ¿Por qué nuestra doctrina usa medidas diferentes en caso del quinto y del noveno mandamiento?

4) PARA UNA REFLEXIÓN PERSONAL

• ¿Logras vivir la total honestidad y transparencia con las personas de otro sexo?
• ¿Cómo entender la exigencia “ser perfecto como el Padre celestial es perfecto”?

5) ORACIÓN FINAL

Digo para mis adentros:
«Busca su rostro».
Sí, Yahvé, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9
---------------------------------------------------------
Lectio Divina: 
 Friday, June 16, 2017
Ordinary Time

1) OPENING PRAYER

God of wisdom and love,
source of all good,
send your Spirit to teach us your truth
and guide our actions
in your way of peace.
We ask this through our Lord Jesus Christ, your Son,
who lives and reigns with you and the Holy Spirit,
one God, for ever and ever. Amen.

2) GOSPEL READING - MATTHEW 5,27-32

Jesus said to his disciples: 'You have heard how it was said, You shall not commit adultery. But I say this to you, if a man looks at a woman lustfully, he has already committed adultery with her in his heart.
If your right eye should be your downfall, tear it out and throw it away; for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have your whole body thrown into hell. And if your right hand should be your downfall, cut it off and throw it away; for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have your whole body go to hell. 'It has also been said, Anyone who divorces his wife must give her a writ of dismissal. But I say this to you, everyone who divorces his wife, except for the case of an illicit marriage, makes her an adulteress; and anyone who marries a divorced woman commits adultery.'

3) REFLECTION

• In yesterday’s Gospel, Jesus made a rereading of the commandments: “Do not kill” (Mt 5, 20-26). In today’s Gospel Jesus rereads the commandment “You shall not commit adultery”. Jesus rereads the law starting from the intention that God had, which was proclaimed centuries before on Mount Sinai. He seeks the spirit of the Law and does not close himself up in the letter. He takes up again and defends the great values of human life which constitute the background of each one of these Ten Commandments. He insists on love, on fidelity, on mercy, on justice, on truth, on humanity (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). The result of the full observance of the Law of God humanizes the person. In Jesus we can see what happens when a person allows God to fill his life. The last objective is that of uniting both loves, the building up of fraternity in defence of life. The greater the fraternity, the greater will be the fullness of life and greater will be the adoration given by all creatures to God, Creator and Saviour.
• In today’s Gospel, Jesus looks closely at the relationship man-woman in marriage, fundamental basis of human living together. There was a commandment which said: “Do not commit adultery”, and another one which said: “Anyone who divorces his wife, has to give her a certificate of divorce”. Jesus takes up again both commandments, giving them a new meaning.
• Matthew 5, 27-28: Do not commit adultery. What does this commandment require from us? The ancient response was: man cannot sleep with somebody else’s wife. This was demanded by the letter of the commandment. But Jesus goes beyond, surpasses the letter and says: “But I say to you, if a man looks at a woman lustfully, he has already committed adultery with her in his heart”.
The objective of the commandment is reciprocal fidelity between man and woman who assume life together, as a married couple. And this fidelity will be complete only if both will know how to be faithful to one another in thought and in the desire and, will know how to reach a total transparency between them.
• Matthew 5, 29-30: Tear out your eye and cut off your hand. To illustrate what Jesus has just said, he states a hard word of which he serves himself on another occasion when he spoke of the scandal to little ones (Mt 18, 9 e Mc 9, 47). He says: If your right eye should be your downfall tear it out and throw it away: for it will do you less harm to lose one part of yourself than to have to have your whole body thrown into hell”. And he affirms the same thing concerning the hand. These affirmations cannot be taken literally. They indicate the radical nature and the seriousness with which Jesus insists on the observance of this commandment.
• Matthew 5, 31-32: The question of divorce. Man was permitted to give a certificate of divorce to the woman. In the discourse of the community, Jesus will say that Moses permitted this because the people were hard hearted (Mt 19, 8). “But I say to you: anyone who divorces his wife, give her a certificate of divorce; but I say to you: anyone who divorces his wife, except in the case of concubinage, exposes her to adultery and anyone who marries a divorced woman , commits adultery”. There has been much discussion on this theme. Basing itself on this affirmation of Jesus, the Oriental Church permits divorce in case of “fornication”, that is of infidelity. Others say that here the word fornication is the translation of an Aramaic or Hebrew word zenuth which indicated a valid marriage among people who were relatives, and which was forbidden. It would not be a valid marriage.
• Leaving aside the correct interpretation of this word, what is important is to see the objective and the general sense of the affirmation of Jesus in the new reading which is done of the Ten Commandments. Jesus speaks about an ideal which should always be before my eyes. The definitive ideal is: “to be perfect as the Heavenly Father is perfect” (Mt 5, 48). This ideal is valid for all the commandments reviewed by Jesus. In the rereading of the commandment “Do not commit adultery”, this ideal is translated as transparency and honesty between husband and wife. Even more, nobody can say: “I am perfect as the Heavenly Father is perfect”. We will always be below the measure. We can never merit the reward because we will always be below the measure. What is important is to continue walking on the road, turn our look toward the ideal, always! But at the same time, as Jesus did, we have to accept persons with the same mercy with which he accepted persons and directed them toward the ideal. This is why, certain juridical exigencies of the Church today, for example, not to permit communion to those divorced persons living a second marriage, seem to be more in agreement with the attitude of the Pharisees than with that of Jesus. Nobody applies literally the explanation of the commandment “Do not kill”, where Jesus says that anyone who says idiot to his brother deserves hell (Mt 5, 22). Because if it was like that we would all have the entrance into hell guaranteed and nobody would be saved. Why does our doctrine use different measures in the case of the fifth and the ninth commandments?

4) PERSONAL QUESTIONS

• Do you succeed in living honesty and transparency totally with persons of the other sex?
• How is this to be understood: “to be perfect like the Heavenly Father is perfect?”

5) CONCLUDING PRAYER

Of you my heart has said,
'Seek his face!' Your face, Yahweh, I seek;
do not turn away from me.
Do not thrust aside your servant in anger,
without you I am helpless.
Never leave me, never forsake me, God, my Saviour.
(Ps 27,8-9
----------------------------------------------------------
Lectio: 
 Venerdì, 16 Giugno, 2017

1) PREGHIERA

O Dio, sorgente di ogni bene,
ispiraci propositi giusti e santi
e donaci il tuo aiuto,
perché possiamo attuarli nella nostra vita.
Per il nostro Signore Gesù Cristo...

2) LETTURA DEL VANGELO

Dal Vangelo secondo Matteo 5,27-32
In quel tempo, Gesù disse ai suoi discepoli: “Avete inteso che fu detto: Non commettere adulterio; ma io vi dico: chiunque guarda una donna per desiderarla, ha già commesso adulterio con lei nel suo cuore.
Se il tuo occhio destro ti è occasione di scandalo, cavalo e gettalo via da te: conviene che perisca uno dei tuoi membri, piuttosto che tutto il tuo corpo venga gettato nella Geenna.
E se la tua mano destra ti è occasione di scandalo, tagliala e gettala via da te: conviene che perisca uno dei tuoi membri, piuttosto che tutto il tuo corpo vada a finire nella Geenna.
Fu pure detto: Chi ripudia la propria moglie, le dia l’atto di ripudio; ma io vi dico: chiunque ripudia sua moglie, eccetto il caso di concubinato, la espone all’adulterio e chiunque sposa una ripudiata, commette adulterio”.

3) RIFLESSIONE

• Nel vangelo di ieri, Gesù ha fatto una rilettura del comandamento: “Non uccidere” (Mt 5,20-26). Nel vangelo di oggi, Gesù rilegge il comandamento “Non commettere adulterio”. Gesù rilegge la legge partendo dall’intenzione che Dio aveva proclamato secoli prima sul Monte Sinai. Cerca lo Spirito della Legge e non si rinchiude nella lettera. Riprende e difende i grandi valori della vita umana che costituiscono lo sfondo di ciascuno di questi Dieci Comandamenti. Insiste sull’amore, sulla fedeltà, sulla misericordia, sulla giustizia, sulla verità, sull’umanità (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). Il risultato dell’osservanza piena della Legge di Dio umanizza la persona. In Gesù appare ciò che avviene quando un essere umano lascia che Dio riempia la sua vita. L’obiettivo ultimo è quello di unire i due amori, la costruzione della fraternità in difesa della vita. Più grande è la fraternità, maggiore sarà la pienezza di vita e maggiore sarà l’adorazione tributata da tutte le creature a Dio Creatore e Salvatore.
• Nel vangelo di oggi, Gesù guarda da vicino il rapporto uomo-donna nel matrimonio, base fondamentale della convivenza umana. C’era un comandamento che diceva: “Non commettere adulterio”, ed un altro che diceva: “Chi divorzia da sua moglie, deve darle l'atto di divorzio”. Gesù riprende i due comandamenti, dando ad essi un nuovo significato.
• Matteo 5,27-28: Non commettere adulterio. Cosa richiede da noi questo comandamento? L’antica risposta era questa: l’uomo non può dormire con la donna di un altro. Questo lo esigeva la lettera del comandamento. Ma Gesù supera la lettera e dice: “ma io vi dico: chiunque guarda una donna per desiderarla, ha già commesso adulterio con lei nel suo cuore."
L’obiettivo del comandamento è la fedeltà reciproca tra uomo e donna che assumono insieme la vita insieme, da sposati. E questa fedeltà sarà completa solo se i due sapranno essersi fedeli l’uno all’altra nel pensiero e nel desiderio e sapranno giungere ad una trasparenza totale tra di loro.
• Matteo 5,29-30: Cava l’occhio e taglia la mano. Per illustrare ciò che Gesù ha appena detto, enuncia una parola forte di cui si serve in un’altra occasione quando parlò dello scandalo verso i piccoli (Mt 18,9 e Mc 9,47). Lui dice: “Se il tuo occhio destro ti è occasione di scandalo, cavalo e gettalo via da te: conviene che perisca una delle tue membra, piuttosto che tutto il tuo corpo venga gettato nella Geenna”. Ed afferma lo stesso nei riguardi della mano. Queste affermazioni non possono prendersi letteralmente. Indicano una radicalità e la serietà con cui Gesù insiste nell’osservanza di questo comandamento.
• Matteo 5,31-32: La questione del divorzio. All’uomo era permesso dare l'atto di divorzio alla donna. Gesù dirà nel Discorso della Comunità che Mosè lo permise per la durezza di cuore della gente (Mt 19,8). “Ma io vi dico: chi ripudia la propria moglie, le dia l’atto di ripudio; ma io vi dico: chiunque ripudia sua moglie, eccetto il caso di concubinato, la espone all’adulterio e chiunque sposa una ripudiata, commette adulterio". Si è discusso molto su questo tema. Basandosi su questa affermazione di Gesù, la chiesa orientale permette il divorzio in caso di “fornicazione”, cioè, di infedeltà. Altri dicono che qui la parola fornicazione traduce un termine aramaico o ebraico zenuth che indicava un matrimonio tra gente della stessa parentela, che era proibito. Non sarebbe un matrimonio valido.
• Lasciando da parte l’interpretazione corretta di questa parola, ciò che importa è vedere l’obiettivo ed il senso generale delle affermazioni di Gesù nella nuova lettura che fa dei Dieci Comandamenti. Gesù parla di un ideale che deve stare sempre dinanzi ai miei occhi. L’ideale definitivo è questo: “Essere perfetto come il Padre del cielo è perfetto” (Mt 5,48). Questo ideale vale per tutti i comandamenti rivisti da Gesù. Nella rilettura del comandamento: “Non commettere adulterio“, questo ideale si traduce in trasparenza e onestà tra marito e moglie. Più nessuno può dire: “Sono perfetto come il Padre del cielo è perfetto”. Staremo sempre al di sotto della misura. Non potremo mai meritare il premio perché saremo sempre al di sotto della misura. Ciò che importa è continuare il cammino, volgere lo sguardo verso l’ideale, sempre! Ma, nello stesso tempo, come fece Gesù, dobbiamo accettare le persone con la stessa misericordia con cui Lui accettava le persone e le orientava verso l’ideale. Per questo, certe esigenze giuridiche della Chiesa oggi, come per esempio, non permettere la comunione a persone che vivono in seconde nozze, sembrano andare più d’accordo con l’atteggiamento dei farisei che con quello di Gesù. Nessuno applica letteralmente la spiegazione del comandamento “Non uccidere”, dove Gesù dice che chi dice idiota a suo fratello merita l’inferno (Mt 5,22). Poiché se così fosse, tutti avremmo garantita già l’entrata all’inferno e nessuno si salverebbe. Perché la nostra dottrina usa misure differenti nel caso del quinto e del nono comandamento?

4) PER UN CONFRONTO PERSONALE

• Riesci a vivere l’onestà totale e la trasparenza con le persone dell’altro sesso?
• Come capire l’esigenza “essere perfetto come il Padre celeste è perfetto”?

5) PREGHIERA FINALE

Il tuo volto, Signore, io cerco.
Non nascondermi il tuo volto,
non respingere con ira il tuo servo.
Sei tu il mio aiuto, non lasciarmi, 
non abbandonarmi, Dio della mia salvezza. (Sal 2