sábado, 15 de septiembre de 2012

NO ES CASUALIDAD – SOBRE EL ABORTO EN ESPAÑA

Colaboraciòn de Luis Fernàndez Olmedo
Resultan aterradoras las estadísticas sobre abortos en España que hace pocos días han salido a la luz. Cerca de 110.000 niños abortados legalmente en 2007. Un promedio de un niño asesinado cada cuatro minutos.
Y eso que no se cuentan los abortos realizados mediante dispositivos intrauterinos y fármacos abortivos y muerte de embriones por investigación biomédica. Las cifras sumadas pueden resultar espeluznantes.
Y si elevamos un poco más la vista, resulta ya paralizante si atendemos a las estadísticas a nivel mundial. A mediados de los años 90 se hablaban de cerca de 50 millones de abortos legales en el mundo por año. Si atendemos a la tendencia estadística, probablemente estaremos ya hablando de un numero muchísimo mayor, al que habrá que sumar todos los que no aparecen en estadísticas.
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Y esto es sólo mirando atrás. Si vemos hacia delante con lo que está ocurriendo ahora en el mundo, la ofensiva pro-abortista está creciendo de forma impresionante. En USA ya se está trabajando para eliminar todas las leyes restrictivas respecto al aborto y la investigación con embriones humanos. En Sudamérica son varios los países en que está práctica abyecta se ha legalizado o se va a legalizar en breve. En España se está estudiando la forma de liberalizar totalmente el aborto
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Además hay que tener en cuenta todo el efecto directo e indirecto de este hecho. No creo que sean exageradas las siguientes consideraciones dada la dimensión del tema. Millones de almas que nunca recibirán el bautismo; millones de mujeres deshechas aunque muchas no lo sepan o crean y lejos de la Gracia de Dios; millones de medicos y enfermeras con las manos llenas de sangre; miles de legisladores y juristas intentando hacer que el mundo viva contra Dios. El número excede cualquier consideración adecuada.
No creo que me equivoque al pensar que éste es el mayor triunfo del Demonio desde que el mundo es mundo ni creo que haya habido otra época en la que el Mal haya conseguido tanto éxito y tan patente. Ha logrado hacer que la liturgia de la muerte se imponga en el mundo con la colaboración de personas y organismos que buscan solamente el enfrentamiento directo de la sociedad con Dios y todo lo que se refiera a El.
Es inconcebible, inaudito lo que está pasando. Estamos absolutamente sumergidos en la muerte y el odio a Dios y ¡no nos estamos dando cuenta!. Nuestra pelea, decía San Pablo, no es contra los hombres, sino contra el Espíritu Maligno que nos intenta engañar y alucinar con seducciones materiales reduciendo y mutilando nuestra humanidad que queda en un mero despojo carnal desprovisto de Gracia Santificante.
Digo que no nos damos cuenta porque este tema no nos mueve de forma eficiente en una reacción clara para evitarlo. Son muy pocas las personas que se dedican a la denuncia continua de esta barbarie sin precedentes. Son muy pocos los partidos politicos que reflejan en su ideario la abolición del aborto y que hayan sido votados por alguien. En España, cuatro partidos políticos que sumando votos no llegan a 10.000 en las elecciones de marzo pasado.
Y no nos damos cuenta, porque con nuestra actitud irresponsable en lo que a política se refiere, estamos dando nuestros votos a personas que no tienen la más mínima intención de afrontar este problema desde una perspectiva moral adecuada. No digamos ya perspectiva religiosa, porque eso ya no se lleva y se pierden votos al mencionarlo.
El panorama es realmente desalentador y escalofriante. El Señor, un día tras otro, ofendido y atacado sin piedad en sus hijos. Y nosotros, a lo nuestro. Me da pavor pensar que un día el Señor me pueda decir que me aparte definitivamente de El, aunque yo argumente que comía y bebía con El, le seguía de cerca... pero El me pueda decir “No te conozco”. Vamos a misa, nos confesamos, rezamos con asiduidad, y luego votamos a partidos políticos que no combaten el aborto, la investigación con embriones, el divorcio, que ni siquiera tienen intención de hacerlo. Según mi humilde opinión, obviamente discutible, la gran mayoría de los fieles católicos en España se han convertido en colaboradores necesarios con el mal intrínseco y ante esto cabe preguntarse: ¿En qué condiciones nos acercamos a recibir la Eucaristía en las misas de domingo? Todos, incluso los “buenos”, los que vamos a misa y nos confesamos de vez en cuando, adormecidos y acostumbrados a esta barbaridad sin nombre y sin excusa.
Entre lo que está pasando hoy en nuestro mundo, en nuestro país, y la matanza de Belén hay un paralelismo que resulta sobrecogedor. Entonces, niños asesinados sin sentido por un cruel monarca para de alguna manera pillar al Niño Jesús entre ellos y conservar así su trono sin amenazas por parte del futuro Rey, ya honrado por extranjeros. Hoy, multitud de niños asesinados por el Cruel Monarca que impide así que Jesucristo en esas vidas sea una amenaza para él. Niños que no reciben el bautismo, que no serán nunca padres, que nunca serán sacerdotes, que nunca hablarán a nadie de Cristo, vidas con un plan de Dios sobre ellas truncadas, mujeres destrozadas física y psicológicamente, médicos inhumanos, legisladores cómplices...
Si todos los católicos de España se plantearan su voto en torno a un partido político claramente alineado a favor de la vida y de la familia y de acuerdo a la moral católica, probablemente nos llevaríamos una grata sorpresa y tendríamos representantes en la vida pública que defendieran la moral y lucharan por reconquistar este país para el Señor.
No es casualidad que en las fiestas de Navidad que en breve nos dispondremos a celebrar, el dia 28 de diciembre coincida con el primer domingo de la octava. Dos fiestas muy significativas para los católicos: La fiesta de la Sagrada Familia y la fiesta de los Santos Inocentes. Dios nos habla hasta por el calendario.
No es casualidad que el Niño y su Familia escaparan de las manos de Herodes. Hubo una intervención sobrenatural que avisó, pero que exigió de José y María una acción eficaz para evitar el daño al Niño.
No es casualidad que Nuestra Señora de Guadalupe, cuya fiesta celebramos hoy, se apareciera a Juan Diego como una mujer embarazada, algo que ha sido descubierto y confirmado en nuestros días, cuando auscultando la imagen se escuchan los latidos de un feto vivo.
El Señor, en su entrañable Misericordia, nos pone en el camino la conjunción de estas dos fechas. Y quiere nuestra conversión, quiere que os volvamos a El. Quiere intervenir como lo hizo avisando a Jose, pero quiere también que respondamos a este aviso. No vale decir que ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer, que no estamos de acuerdo.
Quiere que despertemos de este letargo infecto que nos atenaza y que nos impide reaccionar. Y sobre todo quiere que nos dejemos inundar de su Gracia porque sin El no podemos nada. Tenemos la oportunidad idónea para rezar con insistencia al Señor y a su Madre, especialmente en la fiesta de hoy, para que nos cambie, para que suscite profetas en esta tierra y en el mundo para cambiar las tornas de este lúgubre panorama.
El se pone a nuestra disposición y esta deseando que nos refugiemos en El. Ella está muy pendiente de lo que hagamos y está deseando arrancar un milagro de su Hijo, como en Caná. Si creemos que esta situación no tiene posibilidad de cambio, estamos muy equivocados. El Señor quiere intervenir y salvarnos en nuestro momento, en nuestra historia, pero requiere y exige nuestra respuesta.
Recemos, recemos mucho por estos niños asesinados, por sus madres, por sus asesinos, por los que lo permiten o provocan, para que el Señor tenga Misericordia de ellos. Recemos por nosotros, para que seamos consecuentes con la Fe que profesamos y mitiguemos las ofensas continuas al Señor. Recemos para que el Señor nos conceda hacer algo eficaz para reconducir el mundo entero a El. Y El nos lo concedera si lo pedimos con fe.
Que tu Misericordia Señor venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.
Tomado de Santa Iglesia Militante