lunes, 5 de septiembre de 2011

Que ignorancia en un pais tan adelantado.....


Esto ocurre en Australia .........






En los manuales para estudiantes, las siglas «a.C.» y «d.C.» podrían ser sustituidas con expresiones más neutras y políticamente correctas


MAURO PIANTA
TURÍN
 Jesús tiene que desaparecer de la historia. Es más, tiene que dejar de aparecer definitivamente como punto de referencia de la historia misma: antes y después de Cristo se dice y se escribe. Ahora basta. Por lo menos en Australia. Por lo menos en los manuales escolares que usan los estudiantes.

La propuesta, que proviene de las autoridades australianas responsables de la educación pública de los niños (desde la guardería hasta la primaria), intenta ser «políticamente correcta»: los clásicos     –en inglés– BC (antes de Cristo) y AC (después de Cristo) serán sustituidos con los más «neutrales» BCE (antes de la era actual), BP (antes del presente, para hacer referencia a la historia antigua y a la arqueología) y CE (era actual). Una novedad que entraría en vigor inmediatamente, pero que, por la polémica que ha suscitado, podría no llevarse a cabo.
En una entrevista con el “Daily Telegraph” australiano, el arzobispo anglicano Peter Jensen habló de «intento intelectualmente absurdo por eliminar a Jesús de la historia». Una «absoluta vergüenza», la definió el reverendo Fred Nile. «Quieren remover de la historia el papel que tuvo el cristianismo en la formación de la conciencia del país».

Un vocero del ministro de la educación, Adrian Piccoli, declaró que el ministerio no estaba preocupado por los cambios y añadió que, de cualquier manera,  abreviaciones como BP (“before present”) o CE (“common era”) se usan comúnmente.

Christopher Pyne, vocero de la oposición en temas relacionados con la educación, observó que «lo que Australia es hoy representa el fruto de la herencia judeo-cristiana de la civilización occidental. La embarazante eliminación de las abreviaciones “a.C.” y “d.C.” es una forma para intentar negar el ser de nuestro pueblo».


Fuente: Vatican Insider