viernes, 11 de marzo de 2011

R.P Castellani # 4

LA REDENCIÓN
Cristo murió por nosotros.
Cristo fundó un Reino Visible.
La Iglesia es ese Reino.
La Iglesia termina en el Paraíso.
CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS
Hemos visto someramente el misterio de la Encarnación en tres tesis: Jesús es verdadero Dios — Jesús es verdadero hombre — Esas dos naturas se unen en una sola persona. En la Encamación surgen varios misterios, que pueden condensarse en realidad en uno solo que es el de la unión hipostática, el cual ha traído muchas dificultades. Si se suprime a Dios o se suprime al hombre, como dijeron en un principio los herejes, no hay ninguna dificultad. Pero si se admite que hay verdadero Dios y verdadero hombre, con sus naturalezas enteras que se han unido, la cosa es complicada y ha dado lugar a muchas discusiones. Más o menos lo zanjó Sto. Tomás hace mucho tiempo pero su solución más o menos ya estaba en la tradición de la Iglesia.
Hemos visto también el enjambre de opositores a esas tesis, o sea la resistencia de la razón humana ensoberbecida a cautivarse a Dios. Ahora pasamos al fin de esa Encarnación, que es la Redención, un misterio más grande si cabe. "Una religión sin misterios, no puede ser una religión verdadera", dijo Pascal.
Lo que pide la fe es que se cautive el entendimiento del hombre, es decir, que en algunos casos renuncie a él y eso le cuesta mucho a la razón humana, sobre todo cuando es soberbia. Es obvio que tiene que ser así pues si la inventa el hombre sabe poco de Dios, si la revelación se limita a lo que el hombre puede saber de Dios. Quedamos en que el hombre no puede saber nada de Dios y nos ocurriría lo que le pasó al deísmo inglés, que quería amoldarse a la consigna de Kant: "La religión dentro de los confines de la razón pura".
Así salió el deísmo que es una religión apagada, que no sabe nada, que en el fondo acaba en el ateísmo, porque un Dios que cabe en la cabeza del hombre no es Dios.
El misterio no es ni contradicción ni oscuridad: es no entender. La contradicción es absurda; el trabajo de los teólogos ha sido liberar del absurdo a los misterios de la fe. Tampoco es oscuridad solamente porque no son oscuros los términos de los misterios que creemos, son enteramente obvios o vulgares; no hay oscuridad, lo que ocurre es que no entendemos, no podemos entender. Por ejemplo, con respecto a mí, el binomio de Newton. Entiendo los términos (a + b)2 = a2 + 2 a b + b2, pero no entiendo la demostración del mismo hasta que alguien me la enseñe.
Pero en la Revelación creemos a Dios y no a otros hombres. Pero pasa como en "La Prensa" diario del 29875, donde creen o quieren creamos a un inglés Lovell que con un telescopio electrónico pudo captar la explosión que dio origen al Universo —dice él—. Una cosa pasadísima, una gran masa que explotó y dio origen nada menos que al Universo.
En la Redención podemos notar tres misterios
1° el Pecado Original por el cual se hizo —
2° la inmensidad de los dolores de la Pasión de Cristo —
3° por qué ha de seguir siendo castigado en nosotros el Pecado Original, después de haber sido redimidos y bautizados.
La respuesta a estas tres objeciones es una sola: la inmensidad del pecado que es "en alguna manera infinito", porque es una relación en uno de cuyos extremos está el hombre, en el otro la infinitud de Dios. Sto. Tomás dijo que todas las cosas que tienen algún contacto con Dios son en alguna manera infinitas. Pone como ejemplo justamente al pecado. También pone el ejemplo de la humanidad de Cristo, la persona de la Sma. Virgen, el Infierno, el Cielo. Dice que son cosas en cierta manera infinitas porque se relacionan con Dios.
Adversarios: los principales de la Redención uno por carta de más y otro por carta de
menos son: Lutero y su hijo Freud, y Pelagio y su hijo Ruso (o Roseau).
Lutero (y otros muchos) consideró la Redención como ineficaz porque el pecado corrompe de manera irremediable la natura humana, de modo que para que Dios Padre nos acepte. Cristo echa sobre nosotros como un manto sus méritos, lo mismo que Jacob se puso guantes velludos de cabrito para hacerse pasar por hermano de Esaú. El Padre Celestial nos hace entrar en el Cielo con suciedad y engañado con el capote de los propios méritos de Cristo. Estaría, según Lutero, más ciego que Isaac cuando fue engañado por Jacob.
Es curioso que esta idea de los luteranos de la perversión absoluta e irremediable de la natura humana haya rebotado en nuestros días en la Cosmovisión o "WeltAnschaung" del ateo Freud.
Para Freud nuestra natura está afectada irremediablemente por la "concupiscencia" (en sentido más restringido que San Agustín) y de eso no la redime ni Mongo. La concupiscencia, hoy día, se refiere a la lujuria, a lo sexual, pero no era así en los Santos Padres. San Agustín dijo que por el Pecado Original se soltó la concupiscencia, pero él entiende por concupiscencia a todos los deseos malos contra cualquiera de los siete pecados capitales: la soberbia, la lujuria, etc.
Para Freud, la concupiscencia es la líbido que llama él (o libido como dicen aquí). Por supuesto que Freud no dice ni Pecado original ni Redención, sino que habla de los tres estratos que hay en el hombre el Ello, el Yo y el SuperYo.
El ello o sea el inconsciente es una especie de animal fiero e inmundo cuyos atributos son: escondido, insaciable, sexual, indomable e incorregible.
En el otro extremo está la sempiterna herejía de Pelagio Angélico que niega el Pecado Original y por tanto la necesidad de la Redención: el hombre se salva o se condena por su libre albedrío. La gracia de Dios y la Pasión de Cristo que la mereció sirven pero no "ad esse" sino solo "ad bene esse" (no para ser sino para ser bien) es decir son como añadiduras muy útiles pero no necesarias, porque la gracia para Pelagio no era nada más que el espléndido don que Dios hizo a la naturaleza humana dándole el libre albedrío.
Pelagio fue un monje inglés cuando los Anglos eran la raza más recia y hermosa del mundo (non Angli sed Angueli). El Papa Gregorio I el Grande, que mandó misioneros a Inglaterra, los mandó porque le trajeron dos prisioneros ingleses jóvenes y él se quedó espantado de la belleza de los dos ingleses y entonces dijo aquella frase: "No anglos sino ángeles".
Entonces mandó a San Agustín de Cantorbery a misionar a Inglaterra. El mismo quiso ser misionero e ir a la Ultima Thule, como le decían a Inglaterra. Esto ocurrió antes de que fuera Papa.
Pelagio no era sacerdote, sino lo que llamaban entonces "asceta" o "cenobita". Una especie de monje laico o doctor laico. Era elocuentísimo, muy diserto, con gran don de gentes y muy austero; más aún, rigorista.
Fue a Roma e hizo muchos prosélitos, el principal el Obispo Juliano de Enclasum y otros 17 Obispos (no todos de golpe sino durante el curso de su predicación). La herejía que él predicaba era en el fondo nada más que naturalismo. Naturalismo que ha rebotado hasta hoy, que dice el historiador de las herejías, el Canónigo Cristiani que es la última de las herejías porque después de ella no puede haber nada más malo. Pero se equivoca porque hay todavía un paso que dar en la línea de la maldad, que lo va a dar el Anticristo. El paso es hacer adorar al hombre como si fuera Dios.
También tuvo como discípulo al Papa Zózimo y hasta al mismo San Agustín cuando –
se encontró con él en Cartago como refugiado de la gran catástrofe de los visigodos y Alarico, que saquearon a Roma.
Allí lo "engatusó" a San Agustín. Quedó muy entusiasmado con Pelagio porque su vida era enteramente correcta y edificante. Luego viajó a Efeso y se hizo ordenar sacerdote. Algunos creen que predicaba de buena fe que la gracia no era más que el espléndido don divino del libre albedrío. Pero cuando San Agustín se dio cuenta que los pelagianos predicaban en realidad la inutilidad de Cristo, reaccionó con violencia, quizá demasiada, y escribió 4 libros “De natura et gracia" el principal— e hizo condenar a Pelagio en el Concilio de Cartago, en el año 411.
Pelagio había nacido en el año 354, el mismo que su acérrimo enemigo San Agustín.
Cuando fue condenado tenía 57 años. El pelagianismo se propagó mucho y repentinamente, pero también se acabó pronto al golpe de varios concilios locales. Sin embargo dejó su huella: el semipelagianismo, al cual se adscribió el gran Padre de la Iglesia o escritor eclesiástico Casiano. Este famosísimo Abad Casiano de Marsella, autor de las "Collatíones" (en el que relataba la vida de los padres del desierto o eremitas) fue llamado la atención varias veces, pero no hacía caso. Defendió tan sólo que "el inicio de la fe parte de nosotros, lo mismo que la perseverancia final".
Los teólogos ortodoxos dicen que el comienzo de la fe es de Dios. Dios manda una moción para que tengamos la fe y la perseverancia final, es decir, perseverar toda la vida hasta la hora de la muerte es un don de Dios que hay que pedir.
Pelagio, a los 14 siglos, tuvo un hijo no parecido a su padre en hermosura y austeridad, sino feo, inmoral y demente: Juan Jacobo Ruso o Roseau, que sabía escribir en francés (es lo único bueno que tenía) y con sus obras propagó como quemazón, en la corrompida aristocracia francesa del siglo XVIII, el "naturalismo", que es pelagismo agravado y que ha llegado hasta nuestros días, cuya peor variedad es el modernismo, que en el fondo es naturalismo.
LA PRUEBA
Escogeremos a Jesús mismo, a la Carta a los Hebreos y al Sacrificio de la Misa. Se puede decir, además, que todos los Santos Padres enseñan concordantemente la tesis de la redención por Cristo.
Jesús, en la Consagración del Cáliz dijo: "Hic est calix sanguinis meí. . .". Este es el Cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna que será derramada en remisión de los pecados". Esta fórmula está compuesta con la de Lucas XXII y 1 Corintios XI y el Concilio de Trento le agregó "misterio de la fe".
Cristo indicó que Su Sangre era una especie de precio por los pecados de todos los hombres. Hay una palabra cambiada en la traducción castellana que dice "que por vosotros y por todos" y Cristo dijo: "Que por vosotros y por muchos".
No se anula con esto la validez de la fórmula, pero no es muy agradable que cambien la fórmula del Sacramento. Es decir que Cristo dijo o dio a entender que no todos se iban a aprovechar de Su Sangre para la remisión de los pecados. Pero su intención en cuanto a El tocaba era que todos se salvaran.
San Pablo, en la Epístola a los Hebreos, poco leída, escrita por un secretario en hebreo, con estilo mucho más hebraico que todas las otras por lo que es difícil de leer, con muchísimos textos de la Escritura y con una manera de escribir que no es la empleada por San Pablo en las otras cartas, que las hizo el mismo en griego. Por lo tanto, es admitido hoy día que esa carta la escribió un secretario. Recuerda a los judíos convertidos lo siguiente;
1° La Encamación o sea la Divinidad de Cristo.
2° El Sacerdocio de Cristo "según el orden de Melquisedec".
3° El Sumo Pontificado de Cristo.
4° El Sacrificio en la Cruz, Sacerdote y víctima a la vez.
5° El resultado: la Redención.
6° La necesidad de la fe.
7° La Nueva Alianza. Digamos "el Nuevo Plan de Dios".
LAS DIFICULTADES
1° — "El Pecado Original es oscuro pero suprimido él se vuelve todo lo demás oscuro" (Pascal)
¿Por qué tengo que pagar yo el delito de un lejanísimo tatarabuelísimo mío? Es injusto, se objeta, y es una dificultad realmente.
Respóndase: Dios no fue injusto con Adán pues le había puesto un precepto con la promesa del castigo si no lo cumplían. El castigo fue quitarles los dones gratuítos que les había otorgado, a saber: la Justicia Original, la Integridad Corporal y la Comunicación íntima con El.
En una palabra: "la Elevación Sobrenatural". Elevó a la naturaleza humana a un plano que no le tocaba de suyo, como un don gratuito. Ahora se nos devuelve uno de los dones: la gracia. Pero no la Integridad Corporal. Quedaron las enfermedades, quedó la muerte, quedaron los demás males. Ya veremos por qué.
La natura humana puede hallarse en 5 estadios diferentes:
1° Natural,
2° Elevada y no caída,
3° Elevada y caída,
4° Caída y no redimida y
5° Caída y redimida.
Dios podría habernos creado en estado natural. Con naturaleza elevada y no caída estuvieron nuestros primeros padres en el Paraíso no sabemos por cuánto tiempo. Elevada y caída es nuestra condición actual. Hay dos estados en los cuales el hombre nunca ha existido que son irreales: el natural y con su naturaleza caída y no redimida. Los otros tres son reales. Dios, en el mismo momento de castigar a Adán y Eva les prometió la Redención y la esperanza en esa Redención se mantuvo en el pueblo judío; la fidelidad a Dios, la fidelidad a la Ley de Moisés, toda la vida espiritual que se acabó por arruinar al final pero no del todo, cuando vino Cristo.
2° El abuelo Adán me transmite a mí a través de millones de intermediarios la natura humana tal como la tiene: averiada, porque nadie da lo que no tiene. "En él todos pecamos". No pecamos con la voluntad pero pecamos con la naturaleza. Dios hizo otro nuevo plan. Le falló el plan de salvar al hombre por medio de delicias y favores en el Paraíso; pero cuando en realidad le fallaron los hombres hizo otro plan que es salvarlos por el rigor.
Primero de todo por el rigor con Cristo. El misterio de por qué el Padre Celestial hizo sufrir tanto a Cristo es simplemente para mostrar el rigor de la justicia divina que merecíamos todos. Mostró en alguien que era hombre al mismo tiempo que Dios lo enorme e infinito que es el pecado. Lo que padeció Cristo es lo máximo que puede padecer un hombre, dicen los Santos Padres. Que no hubo nadie que haya padecido lo que padeció Cristo.
3° En el dicho teológico que el pecado de Adán dejó la natura humana "spoliata gratuitis vulnerata naturalibus", "lastimada en lo natural" se ha de entender "lastimada en el hecho de tener que existir ahora en tierra que da abrojos y espinas" como le dijo Dios a Adán y no en un Jardín de Delicias, o sea el Paraíso.
Según Billot la naturaleza nuestra actual no es diferente de lo que habría sido si Dios nos hubiera dejado en el estado natural. Que no lastimó más de lo que la naturaleza trae de consigo. Lo que pasa es que ha perdido su residencia gratuita, es decir, el Paraíso. Dice que por ejemplo el enfermarse y el morir le hubiere pasado en su estado natural como a todos los animales les pasa.
La naturaleza animal del hombre no hubiese tenido privilegio alguno sobre los puramente animales. De manera que los grandes pecados actuales del mundo aumentan las calamidades del mundo y, en segundo lugar, la residencia natural y gratuita que el hombre había recibido de Dios ya no la tiene, lo que hace que nos sea más pesado nuestro vivir.
Alguien me decía que Dios se equivocó en la creación. Que la hizo mal. Lo que pasa es que los que la echamos a perder somos nosotros porque si no hubiese pecados actuales, si Adán y Eva hubieran perseverado en la gracia, sus hijos hubieran tenido también sus dones pero no se hubiesen librado de la tentación de ofender a Dios y entonces podían pecar y condenarse, pero cada uno en particular y no a sus descendientes.
No pasó así. Adán fue echado del Paraíso, perdió sus privilegios y los que le seguimos tenemos su misma condición porque no podría ser de otra manera. Dios no puede hacer un milagro para libramos de la condición que nos dan nuestros padres que descienden de Adán y no nos pueden dar una naturaleza sana y santa. Así que Billot, en su teoría del Pecado Original, nos da esta comparación: Supongamos que hay un Rey que es destronado con toda su familia y su hijo mayor, el príncipe heredero, tiene que trabajar como obrero. No lo han lastimado en nada. Pero la vida que a los otros obreros es como si nada, en él es como una lastimadura porque no lo habían criado para eso. Eso nos pasa a nosotros que estamos hechos para el Paraíso.
La teoría de Billot fue contradecida fuertemente por Arintero y Marín Sola (dos teólogos españoles) que lo hallaron casi pelagiano.
4° No olvidemos que los males que soportamos no todos vienen del Pecado Original sino además de muchísimos pecados actuales que le han sucedido en el mundo. Simplemente el primer pecado abrió la puerta a las siete concupiscencias. Al salir del Paraíso ya Caín mata a Abel y es castigado por Dios.
5° A Dios le fracasó el primer plan que hizo para el hombre y formó un segundo plan que no le va a fracasar. En el primer plan quería salvar al hombre y llevarlo al cielo por medio de delicias. En el segundo lo lleva por el rigor. Pero antes de aplicar el rigor de la justicia al hombre se la aplicó a Sí mismo haciéndose hombre. "Tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo Unigénito no para juzgar al mundo sino para salvar al mundo", dice San Juan Evangelista.
6° El segundo plan es mejor que el primero, digan lo que digan. . . "Oh feliz culpa que mereció tener tal y tan grade Redentor" como se canta en Pascua—. Allí repite dos o tres veces que el pecado de Adán ha redituado un mayor bien para nosotros. Parece que no pero así es.
7° Los que hoy se van al Infierno por su voluntad se hubieran ido lo mismo si Adán no hubiera pecado. Se hubieran ido si hubieran desobedecido a Dios como desobedeció Adán. Los teólogos piensan que en definitiva Adán y Eva se salvaron y están en el Cielo y la Iglesia oriental los venera como santos. Ni siquiera los chicos que mueren sin Bautismo se van al Infierno. Ni tampoco aquellos que no se han bautizado sino a un lugar delicioso, donde según los teólogos antiguos, el Dante por ejemplo, están todos los paganos que fueron íntegros pero que no adoraron a Dios. Como Virgilio que lo acompaña a Dante y lo lleva a una especie de limbo, donde se encuentran con todos los paganos antiguos famosos. Como Aristóteles, Platón, Séneca, que no llegaron a hacer un acto de fe sobrenatural. Lo cual está al alcance de todo hombre.
Entonces no se salvaron, no se regeneraron. Ahora, quien no ha tenido conocimiento de Cristo ¿puede haber un acto de fe sobrenatural con sus propias facultades? Sí. Esto viene a ser el Bautismo de deseo según los teólogos, por el cual irían al Cielo, pero de ésos no sé si hay muchos.
Billot tiene un libro precioso que no se ha vuelto a editar y que se llama "La Providencia de Dios y el gran número de hombres fuera del camino de la salvación". Lo publicó la revista francesa "Estudios". No lo quiso imprimir en libro por la gritería que se levantó en contra.
Allí dice que no sólo los salvajes no tienen conocimiento de Dios sino que entre la plebe de las grandes ciudades hay muchos que son como salvajes, que no han llegado a conocer a Dios y sí no han cometido pecados graves no se condenan y tiene que haber un limbo para ellos.
Billot anduvo investigando en todos los etnógrafos, lingüistas y exploradores y comprobó que existen salvajes que no tienen conocimiento alguno de Dios. Los antiguos decían que no, que todo hombre cuando llega al uso de la razón puede tener conocimiento de Dios y cometer pecados mortales. Hay muchísimos que quedan en el estado de niños. Dice él que si falla la educación, en el misino estado de esos salvajes tiene que estar muchísima gente de las grandes ciudades. El novelista Jean Luis Philipe escribió uha novela que se llama "Bubú de Montparnasse", la cual parece hecha a propósito para confirmar la teoría de Billot, en la cual aparecen varios personajes (de mala vida incluso) que no tienen la menor idea de la existencia de Dios.
Sin embargo, entran a veces a la Iglesia, se arrodillan, pero no tienen la menor idea de la existencia "justa" de Dios. Adorarán a Hitler o a Mussolini o a quien sea, pero no tienen idea alguna del Dios verdadero.
Para las dificultades segunda y tercera quedan patentes las respuestas:
Para la 2a.: Cristo padeció más que hombre alguno en el mundo (Billot) ¿Para qué? Baudelaire ha hecho un poema blasfemo sobre eso:
"Ah, Jesús, souviens tu du Jardins des Olives!
Dans ta simplicité tu priais á genoux
Celui qui dans son ciel riait au bruit des clous
Que d'ignobles bourreaux plantarent dans tes chairs vives
Y termina diciendo
Saint Pierre a renie Jésus. ..Ha bien fait.
Ah. Jesús, del Jardín Oliveto acuérdate
en tu simplicidad rezabas de rodillas
al que reía en su cielo al ruido de los clavos
que verdugos infames plantaban en tus carnes
San Pedro ha renegado a Jesús. . . ha hecho bien.
Es una de las piezas condenadas de Baudelaire que era católico pero escribió una especie de parodia de las blasfemias que los tribunales franceses le obligaron a quitar. Pero él mismo dijo que eso era una ironía de lo que dicen los impíos.
Una sola oración del HombreDios hubiera bastado para redimir al humano, porque tenía un valor infinito por la persona divina de Cristo. Pero el Padre quería que desencadenara la Justicia Divina, como si Cristo fuese Adán. A Adán lo perdonó por los méritos infinitos de la Pasión, pero a Cristo no le perdonó. Leemos en la oración del Huerto que le pidió al Padre que si era posible no lo hiciera padecer a El. Así tuvo que decir "Hágase Tu Voluntad y no la mía".
Así que la Pasión de Cristo fue por la Voluntad del Padre. Esto pertenece al segundo plan. Lo otro hubiera sido una gracia. Dios tenía que enseñamos, en cuanto es posible, el trascendente mal del pecado y el amor suyo. Sto. Tomás dice que Dios nos podría haber salvado por gracia, pero que nos salvó por justicia, que cayó sobre Cristo.
¿Por qué tenemos que llevar nosotros, ya bautizados, el peso del castigo de Adán?
Porque parecería que si el Bautismo nos vuelve a la gracia de Dios tendrían que desaparecer todas las consecuencias del Pecado Original y, sin embargo, no desaparecen. Lo mismo para aprender por las malas la cuasi infinitud del pecado. Ver por ejemplo la "Meditación sobre los Tres Pecados" de San Ignacio.
Este, al comienzo de los Ejercicios Espirituales, pone una cosa que no es meditación sino consideración —dice él— que es el último fin del hombre. El hombre ha sido creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor.
Una vez que el ejercitante se ha preparado con esa consideración que es puramente filosófica y no teológica, hace la meditación de los tres pecados para hacemos ver la importancia del pecado. Hace considerar primeramente el pecado de los ángeles, que los hizo demonios y las consecuencias de ese pecado.
Pondera mucho cómo eran seres purísimos, bellísimos y amados por Dios y por un pecado se convirtieron en horrores, en los diablos.
En segundo lugar trata del pecado de nuestros primeros padres que atrajeron sobre la humanidad una cantidad enorme de males. Un solo pecado trajo consecuencias tan malas y por esas consecuencias podemos conocer nosotros la íntima maldad del pecado, por ser desobediencia al Ser infinito.
En tercer lugar, considera el pecado de cualquier hombre en particular que con un solo pecado esté en el Infierno ahora. Esto no lo sabemos seguro, pero bien puede ser, pues entre tantos hombres que pecan bien puede ser que alguno muera después del primer pecado y esté en el Infierno. Es una cosa tremenda pensar que un hombre se haya perdido para siempre por un solo pecado mortal.
El segundo plan es mejor que el primero porque por él Dios mismo se incorporó a la Humanidad y fuimos hechos hermanos del Verbo en carne y hueso, en cuerpo y alma.
Ave, verum Corpus natum Ex Maria Virgine Vere passum, inmolatum In Cruce pro homines Cujus latus perforatum Fluxit unda et sanguine Esto nobis proegustatum Mortis in discrimine
Ave, vero cuerpo nacido
de María Santísima
Veramente deshecho y tundido
En la Cruz por los hombres
Cuyo lado perforado
Manó agua con sangre
Sé para mí pregustado
De la muerte en el discrimen
(Se atribuye a Sto. Tomás y está en el mismo metro que los dos himnos al Santísimo Sacramento de Sto, Tomás sin duda.
La rima había entrado en la poesía latina; y los versos esdrújulos que se conservan en la poesía italiana actual). En suma, el mundo cristiano ha creído esos tres increíbles:

1° que ha caído sobre él un "pecado hereditario" lo cual parece contradictorio.
2° que un ser humano que era Dios al mismo tiempo ha sufrido lo que no hay idea
3° que con todas nuestras miserias nosotros estamos mejor que Adán y Eva.

CRISTO FUNDO UN REINO VISIBLE
Hay dos tesis que son gemelas: Cristo fundó bien deliberadamente una Sociedad Visible; y esa Sociedad ha llegado hasta nosotros con el nombre de Iglesia Católica y con las notas esenciales de la fundada por Cristo.
A inicios del siglo XVI aconteció en esta sociedad una catástrofe que quiso llamarse "la Reforma" y quedó con el nombre de Protestantismo. Esta Reforma o Protesta inventó la "Iglesia Invisible", de la cual durante 1615 años nadie supo nada. Grosso modo, pueden distinguirse en ella tres matices:
􀂾 Lutero y Calvino: ninguna sociedad
􀂾 Restantes sectas en general: sociedad invisible
􀂾 Anglicanos "Hight Church": reciente: una sociedad con tres ramas, por tanto bastante indeterminada: Anglocatólicos, Romancatólicos y Rusocatólicos.
Los adversarios de estas dos tesis, que comenzaron por la segunda son todas las "iglesias protestantes" en general, que ahora las llaman "denominaciones" y cuyo nombre verdadero es "sectas". ¿Cuántas son? Nadie lo sabe. Hace unos 30 años se hizo un catálogo de "Iglesias" en Yanquilandia que dio la existencia de 263 sectas de las cuales 10 con más de un millón de adictos pero divididas dentro de sí en 5, 10 y hasta 20 sectas; y después una verdadera nube de sectitas, hasta llegár a la "Iglesia de Dios vivo" que contaba 120 miembros, divididos en 6 "asambleas" que dicen ellos. Este es el resultado del "Libro Examen" que fue predicho por Bossuet en 1688, 171 años despues de la catástrofe protestante, como inevitable, en su libro "Historia de las Variaciones de las Iglesias protestantes".
Esta no fue una herejía como las otras, sino una verdadera revolución religiosa que se convirtió en poco tiempo en una verdadera catástrofe; de la cual Lutero no fue la causa sino la chispa. Por diversas causas el terreno religioso estaba cargado de pólvora, y no la única ni mucho menos fue la "corrupción" de la Iglesia Romana (o el Papismo) como pretenden ellos.
La cuestión es que se propagó como un incendio por toda Europa menos España, la cual gracias a la Santa Inquisición se salvó de las tremendas guerras de religión que asolaron el resto; de las cuales la última duró 30 años y dejó diezmadas a las Germanias, acabando en la Paz de Westfalia (1648) a más de un siglo de matanzas, que no fue paz sino un empate por cansancio. Esta guerra fue de Austria o sea el Sacro Romano Imperio Germánico contra diversas coaliciones de Príncipes Protestantes ayudados por el ciego Cardenal Richelieu.
Los resultados fueron, como dije, catastróficos: la mitad de Europa separada de la Iglesia Católica con un odio inextinguible; la formación de una cultura disidente, en donde nació el capitalismo, el liberalismo y al fin la Revolución Permanente y el Comunismo; la extinción total del catolicismo en varias naciones, Inglaterra, Escandinavia, Dinamarca y Suiza por ejemplo; la guerra intermitente de esas naciones con las católicas, la salvación parcial de Francia por medio de las armas y la violencia, y el estado actual de nuestro mundo lleno de guerras y rumores de guerras; en medio de las cuales el Papa coreado por todos nosotros gritamos: "paz, paz" y no hay paz.
LA PRUEBA
Es tan evidente que Cristo quiso fundar y fundó un "Reino" visible, que casi es superfluo probarlo: desde ser concebido en la anunciación del Ángel: "y le dará Dios el trono de David su padre, y su Reino no tendrá fin"; hasta antes de morir, en que aprueba la petición del Buen Ladrón: "Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino". La primera palabra de su prédica es la misma de su Anunciador el Bautista: "Convertíos, porque está cerca el Reino".
Convertíos, es decir, cambiad de mente.
Metanóete es el cambio de mente hacia arriba. Cambio de mente o sea la conversión; no se trata de cualquier penitencia, sino de la penitencia que consiste en cambiar la mente del estado deficiente o deteriorado en que está y entrar en un estado nuevo o mayor, más alto. Todos los Profetas que al llamarlo "Mesías" lo llamaban Rey porque eso significa "Mesías"; Daniel, que contrapone su Reino a las Cuatro Bestias o sea los cuatro imperios históricos que precedieron al Cristianismo, y así sucesivamente.
Lo que dijo lo hizo: "cepit Jésus faceré et docere": empezó Cristo "a hacer y a predicar" dice el Evangelio.
O sea,
1° reunió multitud,
2° formuló una legislación,
3° estableció autoridad.
Los tres elementos que forman una sociedad.
1° Mt. IV 17. "Desde entonces (o sea después de su bautismo) comenzó Jesús a predicar y decir: "Convertíos (metanóete) porque está cerca el Reino de los cielos".
Mt 28 18. "Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, haciéndolas observar todas las cosas que Yo os he mandado...
2° Una nueva Ley. no contraria a la de Moisés, pero por encima de ella; es decir, todas las cosas que Yo os he mandado. Habéis oído que se dijo a vuestros padres. . . Yo empero os digo... Mt 28 18. Interiorizó la ley de Moisés y la perfeccionó y El declaró expresamente: "Yo no he venido a quitar la Ley sino a cumplirla".
3° Autoridad: "Y a ti te daré las llaves del Reino; y todo lo que atares sobre la tierra. . ." —Jo 20 21— "Como mi Padre me envió así os envío. . ." —Jo 21 15— "Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. . ."—. Dos veces lo nombra jefe a San Pedro que ya naturalmente era tenido como jefe por los Apóstoles que instintivamente lo seguían y hacían lo que él decía.
Todo esto lo confirman ocho Parábolas en Mateo: el Sembrador (XIII 3) el grano de Mostaza (XIII 34) la Cizaña (XIII 24) la red (XIII 47) la viña (XXI 33) las vírgenes (XXV 1), etc. Todas tratan del Reino de Cristo.

LAS OBJECIONES
Parece increíble que una cosa que "revienta los ojos" (eréve les yeux) sea negada por millares y millanares de gentes, algunos muy doctos, que son los que siguen al inventor de la "iglesia invisible" y rehúsan admitir que Cristo fundó una sociedad como las otras.
Los tres hombres que han odiado más la religión después de Voltaire, a saber, el pagano Celso, el ateo Gibbons E. y el hipócrita Renán E, han admitido tranquilamente la Iglesia Visible.
E. Renán
Pero la razón de los protestantes es lógica pura; Cristo no vino a fundarlos a ellos en 1517; luego no fundó a nadie. El haber comenzado 16 siglos después de Cristo, si realmente Cristo fundó realmente una sociedad visible, y pretender que ellos representan a Cristo, los revienta inevitablemente. ¿Dónde está la fundación de Cristo dicha por ellos y que comenzó por ellos?
La alternativa es pretender que Jesucristo fue un gran filósofo, corno Platón, un gran moralista como Marco Aurelio, o un gran poeta como Virgilio; y no un Mesías, o sea un rey.
Sobre ese filo de cuchillo tienen que bailar y hacer equilibrios. Pero no solamente bailan sino que vienen a Sud América, con dólares en el bolsillo a enseñarnos a bailar. Oigan por Radio "La voz de la Profecía", "Los vistazos sobre nuestro siglo" y las "Meditaciones cristianas" de Sanguinetti, la "Cruzada" de Luis Palau, Cas. Correo 4949, o vean uno de los sesenta templos metodistas que hay en nuestro país —según dicen—; aunque aquí se llaman "evangélicos".
Cuando vienen a evangelizar a Sudamérica disimulan la división de sectas y a veces la enemistad de unas sectas con otras y todos se ponen el nombre de "evangélicos". Por ejemplo al lado de mi casa hay una Iglesia que, según mi sobrino arquitecto, es muy fea, pero según lo que ven los ojos es muy lujosa y tiene el título de "Iglesia Nueva Apostólica de Sudamérica" y son Christian Science. Se llama Christian Science a una secta que hay en Norteamérica, que cura las enfermedades con oraciones, porque dicen que todas las enfermedades son pecados, entonces hay que arrepentirse y hacer oración. La cuestión es que a veces curan porque algunas enfermedades se curan por sugestión. La Christian Science es una de las sectas más ricas de N.América. La fundó Mary Baker, una curandera, y son propietarios del diario más grande que existe allí. Aquí se han puesto el nombre de Iglesia Nueva Apostólica de Sudamérica. Pero si es nueva no es apostólica y si es apostólica no es nueva. Los Apóstoles no son nada nuevo. –

Pero a esa fundación de un Reino Visible de hace 19 siglos, hay un hecho que la hace patente en este siglo, y disipa esa fantasmagoría de la "Iglesia Invisible"; y es la dinastía de Monarcas seguidos que llamamos Pontífices Romanos.
Es una cadena asombrosa que no se había roto cuando los Protestadores decidían arrancarse della el siglo XVI; ni tampoco en los 3 siglos hasta nosotros, ni parece que haya de romperse nunca. Esa dinastía de Obispos de Roma investidos del poder supremo viene desde San Pedro ¿qué digo? desde Cristo mismo (que solemnemente proclamó a Pedro dos veces) hasta nosotros en 260 Pontífices; nunca se rompió: hubo alguna vez dos Papas (Papa y Antipapa) y hasta tres en una ocasión, pero vacío nunca; y Roma pasó dos saqueos y una destrucción y los Papas pasaron destierros muchas veces; y ni por esas. Los diez primeros fueron mártires.
Lord Tomás B. Macaulay, gran crítico y pensador, una de las devociones de Menéndez Pelayo, escribió dos o tres páginas maravillosas sobre la dinastía de Roma, la más perdurable del mundo, más larga que otra cualquiera del mundo, adjudicándole una comparación poética, que es asombrosa por ser él protestante. La traduciré para la clase próxima
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