viernes, 30 de julio de 2010

Situacion de La Mujer en los tiempos de Jesus

El papel de la mujer en el mundo oriental de aquella época y en particular en Israel era mucho más asfixiante de lo que hoy se puede pensar. El desprecio de los hombres de aquellos días por sus mujeres era algo que hoy resulta difícil de comprender.

Por ejemplo, cuando la mujer judía salía de su casa, no importaba para qué, tenía que llevar siempre la cara cubierta con un tocado que comprendía dos velos sobre la cabeza, una diadema sobre la frente, con cintas colgantes hasta la barbilla, y una malla de cordones y nudos. De este modo no se podían conocer los rasgos de su rostro. La mujer que de este modo salía de su casa sin llevar la cabeza cubierta ofendía hasta tal punto las “buenas costumbres” que su marido tenía el derecho y, según los doctores de la ley, hasta el deber de despedirla, sin estar obligado a pagarle la suma estipulada para el caso de divorcio. Y sobre esto hay que decir que había mujeres tan estrictas también, que tampoco se descubrían en su propia casa. Sólo el día de la boda, y si la mujer era virgen y no viuda, aparecía en el cortejo con la cabeza al descubierto.

Ni que decir tiene que las israelitas, sobre todo las de las ciudades, debían de pasar inadvertidas en público. Las reglas “judaicas” que se seguían entonces mantenían que era preferible no hablar con las mujeres en público para el bien del alma. Estas reglas de “buena educación” prohibían, incluso, encontrarse a solas con una hebrea, y mirar a una casada, o saludarla. Era un deshonor para un alumno de los escribas hablar con una mujer en la calle. Aquella rigidez llegaba a tal extremo que la judía que se entretenía con todo el mundo en la calle o que hilaba a la puerta de su casa podía ser repudiada, sin recibir el pago estipulado en el contrato matrimonial.

Pero en verdad no hay que generalizar. También había excepciones. Estas reglas eran tenidas muy en cuenta sólo entre los grupos más puritanos, especialmente los fariseos. La verdad es que dos veces al año, el 15 de ab y el día de la expiación, había danzas en las viñas de los campos, y las muchachas se hacían valer ante los jóvenes. Sobre todo estas prescripciones afectaban a las familias acomodadas, donde la mujer sí que podía llevar una vida retirada, pero no en las familias populares, donde razones económicas lo impedían: la mujer tiene que ayudar a su marido muchas veces en el trabajo. Además, en el campo reinaban relaciones más libres y sanas que en las grandes ciudades, donde las maneras y las costumbres eran algo a lo que se daba más importancia. En los pueblos la mujer va a la fuente a por agua, se une al trabajo de los hombres en el campo, vende productos de la cosecha, sirve en la mesa, etc. Tampoco se llevaba tan rigurosamente la costumbre de taparse la cabeza en el campo.
La situación de la mujer en la casa no se veía modificada, en relación a esta conducta pública. Las hijas, por ejemplo, debían ceder siempre los primeros puestos, e incluso el paso por las puertas, a los muchachos. Su formación se limitaba estrictamente a las labores domésticas, así como a coser y tejer. Cuidaban de los hermanos más pequeños y, respecto del padre, tenían la obligación de alimentarlo, darle de beber, vestirlo, cubrirlo, sacarlo y meterlo cuando era anciano, y lavarle la cara, las manos y los pies. Sus derechos, en lo que se refiere a la herencia, no era el mismo que el de los varones. Los hijos y sus descendientes precedían a las hijas.
La patria potestad era muy grande respecto a las hijas menores antes de su boda. Se hallaban en poder de su padre. La sociedad judía de aquel tiempo distinguía tres edades: la menor (qatannah, hasta la edad de doce años y un día), la joven (na’arah, entre los doce y los doce años y medio), y la mayor (bôgeret, después de los doce años y medio). Hasta esta última edad, el cabeza de la familia tenía toda la potestad, a no ser que la joven estuviese ya prometida o separada. Según este código social las hijas no tenían derecho a poseer absolutamente nada: ni el fruto de su trabajo ni lo que pudiese encontrar, por ejemplo, en la calle. Todo era del padre.

La hija, hasta los doce años y medio, no podía rechazar un matrimonio impuesto por el padre. El padre podía vender a su hija como esclava, siempre que no hubiera cumplido los doce años. Los esponsales solían celebrarse muy temprano. Al año de ser mayor, la hija celebraba la boda, pasando entonces de la potestad del padre a la del marido. Y realmente, no se sabía qué podía ser peor. Después del contrato de compa-venta, pues eso era en el fondo la ceremonia de esponsales y matrimonio, la mujer pasaba a vivir a la casa del esposo. Esto, generalmente, significaba una nueva carga, amén del enfrentamiento con otra familia extraña a la recién llegada, a la que casi siempre se manifestaba una abierta hostilidad.

A decir verdad, la diferencia entre la esposa y la esclava o una concubina era que aquella disponía de un contrato matrimonial y las últimas no. A cambio de muy pocos derechos, la esposa se encontraba cargada de deberes: tenía que moler el grano, coser, lavar, cocinar, amamantar a los niños, hacer la cama del marido y, en compensación por su sustento, hilar y tejer. Otros añadían incluso a estas obligaciones las de lavar la cara, manos y pies, y preparar la copa del marido. El poder del marido y del padre llegaba al extremo de que, en caso de peligro de muerte, había que salvar antes al marido. Al estar permitida la poligamia, la esposa tenía que soportar la presencia y las constantes afrentas de o de las concubinas. Pero la poligamia sólo podía ser asumida por la gente pudiente y no era habitual. En cuanto al divorcio, que estaba admitido según la Ley mosaica, el derecho estaba única y exclusivamente de parte del marido. Sólo él podía iniciar el trámite. Esto daba lugar, lógicamente, a constantes abusos.
Naturalmente, dentro de estos límites, la situación de la mujer variaba según los casos particulares. Había dos factores que tenían especial importancia: por una parte, la mujer encontraba apoyo en sus parientes de sangre, especialmente en sus hermanos, lo cual era capital para su vida conyugal; por otra parte, el tener niños, especialmente varones, era muy importante para la mujer. La carencia de hijos era considerada como una gran desgracia, incluso como un castigo divino. La mujer, al ser madre de un hijo, era considerada: había dado a su marido el regalo más precioso.
La mujer viuda quedaba también en algunas ocasiones vinculada a su marido: cuando éste moría sin hijos. En este caso debía esperar, sin poder intervenir en nada ella misma, que el hermano o los hermanos de su difunto marido contrajesen con ella matrimonio levirático o manifestasen su negativa, sin la cual no podía ella volver a casarse.
Por supuesto, desde el punto de vista religioso, la mujer israelita tampoco estaba equiparada con el hombre. Se veía sometida a todas las prescripciones de la Torá y al rigor de las leyes civiles y penales, incluida la pena de muerte, no teniendo acceso, en cambio, a ningún tipo de enseñanza religiosa. Una sentencia del Rabí Eliezer, por ejemplo, decía que “quien enseña la Torá a su hija, le enseña el libertinaje”, y otra decía: “Vale más quemar la Torá que transmitirla a las mujeres”. La mujer no estaba obligada a ir en peregrinación a Jerusalén por las fiestas de Pascua, Pentecostés y los Tabernáculos, habitar en las tiendas en la fiesta y agitar los lûlab, hacer sonar el sopar el día de Año Nuevo, leer el libro de Ester (magillah) en la fiesta de los Purim, recitar cada día el semá, etc. De las dos partes de la sinagoga, sabbateion y andron, la primera, dedicada al servicio litúrgico, era accesible también a las mujeres; por el contrario, la otra parte, destinada a las lecciones de los escribas, sólo era accesible a los hombres y los muchachos, como ya indica su mismo nombre. Pero esto no se seguía con exactitud, pues en las familias de elevado rango, se daba a las hijas una formación profana, haciéndoles aprender griego.

Los derechos religiosos de las mujeres, lo mismo que los deberes, estaban limitados. Las mujeres sólo podían entrar en el templo al atrio de los gentiles y al de las mujeres; durante los días de la purificación mensual y durante un período de 40 días después del nacimiento de un varón y 80 del de una niña no podían entrar siquiera al atrio de los gentiles. Durante este período se consideraba a las mujeres fuentes de impureza y debían mantenerse alejadas de los lugares de culto. No era usual que las mujeres impusiesen su mano sobre la cabeza de las víctimas para el sacrificio y sacudiesen sus porciones. Las mujeres podían entrar en la parte de la sinagoga utilizada para el culto; pero había unas barreras y un enrejado que separaban el lugar destinado a las mujeres. Más tarde se llegó incluso a construir para ellas una tribuna con una entrada particular. En el servicio litúrgico, las mujeres se limitaban únicamente a escuchar. No podían hacer la lectura porque era rarísimo que supieran leer y mucho menos se esperaba de ellas que pudieran hacer una enseñanza pública.

En la casa, la mujer no era contada en el número de personas invitadas a pronunciar la bendición tras la comida y tampoco tenía el derecho a prestar testimonio en un juicio. Sencillamente, era considerada mentirosa por naturaleza.
Para concluir, era muy significativo que el nacimiento de un varón era motivo de alegría, y el de una niña se veía acompañado de la indiferencia, e incluso de la tristeza. Los escritos rabínicos llegaban a proclamar: “¡Desdichado de aquel cuyos hijos son niñas!”.
Teniendo en cuenta todos estos precendentes se valorará más en su justa medida el valor que representaba el que Jesús se rodease también de mujeres, que conversase libremente con ellas y que las tratase como a los hombres; e incluso que infundiese esos mismos nuevos ánimos y sentimientos en la mente de los hombres que le conocieron. En el relato de “Buscando a Jesús”, el maestro, en una acción inédita para la época, llegó a nombrar a un grupo de mujeres como predicadoras, adelantándose incluso a nuestro tiempo. Esta actitud no trajo para el Rabí sino enormes quebraderos de cabeza y fracasos, y los primeros cristianos no tardaron en silenciar estas posturas para no perder adeptos.
Referencias:
“Jerusalén en tiempos de Jesús”, Joaquín Jeremías, Ediciones Cristiandad.
“Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús”, Emil Schürer, Ediciones Cristiandad
JAG

el diablo vendiendo Hostias........


ABN.- El cristianismo y el socialismo, perfectamente, pueden ir tomados de la mano por los caminos de la historia, manifestó este domingo el presidente de la República, Hugo Chávez Frías.

El Jefe de Estado hizo esta afirmación durante el programa Aló, Presidente, número 360, realizado en las instalaciones de la planta procesadora Lácteos Los Andes, ubicada en Cabudare, municipio Palavecino, estado Lara.
Su declaración fue a propósito de recibir en el programa al sacerdote Alfonso Rojas de Barquisimeto, estado Lara, quien bendijo al mandatario nacional, así como a la sede de la planta y a los alimentos que procesa.
Manifestó que espera que no se malinterprete una frase que publicó este domingo en sus Líneas de Chávez, donde señaló ¡Cristo de Cumaná!, “estuve a punto de quitarla, pero dije que no, porque son frases que salen del espíritu”.
Por su parte, el prelado exclamó: “Que Dios todopoderoso bendiga las manos que han hecho estos productos para el servicio del pueblo y que nuestros caminos estén llenos de lealtad hasta la muerte”.
El sacerdote Rojas le dijo al presidente Chávez “usted dignifica el ser humano, por eso dignificándose se convierte en sujeto histórico de la Revolución y no objeto. Dios lo ilumina y los hombres revolucionarios de corazón lo acompañaremos hasta la muerte”.

http://lataguaradelfariseo.blogspot.com

jueves, 29 de julio de 2010

Organice este domino.cuales son fotos de una eucaristia y cuales de un rito protestante...

"Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus obispados, sus colegios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo".
Martín Lutero

















Las fotografías “católicas” son del Congreso Nacional de la Renovación Carismática de Brasil (2.010). Puede ver más imágenes aquí
http://artigosqaqd.blogspot.com/2010/07/fotos-do-congresso-nacional-da-rcc-2010.html .

Gracias a Ana María Nunes de Sucessão.

viernes, 23 de julio de 2010

Reflexion para los momentos actuales ....





"No sigas a la muchedumbre para obrar el mal, ni el juicio acomodes al parecer del mayor número, si con ello te desvías de la verdad."

san Atanasio

miércoles, 14 de julio de 2010

Como llegar a La Montaña...

(Ampliar la foto)












Casa de retiro

Ubicados en el Terminal de transportes de Bogota, la hora ideal para el recorrido de acuerdo al numero de horas del Viaje es 10 00 PM en uno de los buses directos hacia Bucaramanga ; personalmente me ha gustado por comodidad y servicio ( Berlinas del fonce ) ,dan un refrigerio para el camino y hace una parada en Aratoca donde uno encuentra ya en la madrugada aguapanela, con queso y almojábana, también se consigue un pan (chicharrona ) muy de esa región que traen en su amasijo el tan estigmatizado pero sabrosísimo Chicharrón de cerdo ; normalmente uno medio dormido se quema porque con el frió de esa hora y las bajas temperaturas no calibra uno el termómetro natural y lo que no se tomaría ni de fundas por lo caliente en una ciudad de 26 grados como Villavicencio allí parece al clima; solo soplar y dejar reposar la aguapanela sino …..
Como uno esta acostumbrado al calor y los viajes normales son cortos (Bogota/Villavicencio 2 Horas) prácticamente el aire acondicionado vehicular es mínimo pero en estos vehículos “climatizados “ que van a La costa norte con un viaje total de aproximadamente 16 horas pues es necesario; pero el problema es que según parece es permanente pues jamás al pedirle al conductor lo ha apagado , por supuesto uno con aire frió a la 1 a.m. en Tunja esta congelado ; es necesario llevar ojala una manta , poncho, cachucha, guantes etc. porque he visto turistas ilusionados en conocer el mar que de una vez arrancan desde Bogota en bermudas y en Tunja están pidiendo auxilio .
las idas al baño ( Hacer de las aguas) como antiguamente decían los abuelos es toda una proeza especialmente para los peregrinos pues por mas puntería que uno tenga termina escribiendo en las paredes del ondulante baño..recomendación : ir a estos menesteres en el trayecto plano mas o menos las 2 ½ horas iniciales pues el resto de las 8 horas sobretodo la ultima del paso por Cañón del Chicamocha , tiene demasiados vaivenes y curvas ; otra es emularar a las Damas de hacerlo cómodamente sentados pero agarrándose muy bien de las paredes del angosto baño. Otra insinuación llevar un rollito viajero de papel.


Piedecuesta estará a la vista mas o menos a las 06 a.m ; La quedada es al final de Piedecuesta Ciudad pequeña y pintoresca en la instalaciones del Instituto Colombiano de petróleos ICP a mano derecha de la vía.
Para facilitar la bajada del bus tener en cuenta decirle al empacador que no uno va para Bucaramanga y que por lo tanto ubique el equipaje por el lado derecho del bus, de no ser así le toca a uno torear los cientos de carros que circulan al lado izquierdo en esa vía al intentar bajar las pertenencias.

La Montaña esta a disposición del público los sábados y domingos desde primeras horas utilizando un transporte colectivo de busetas y por unos $2.000 ; se puede arremeter la dura cuesta de unos 6 Kmt que a pie es una prueba de buen físico.

Al coronar la montaña se encuentra la casa de retiro Padre Pío y finalmente la zona de clausura de Los Ermitaños Eucarísticos con un gran portal , de hay en adelante ya es tierra diferente se respira enseguida Paz y se ve un gran movimiento de hábitos de diferentes colores atendiendo : librería,cafetería,comedor,pequeños almacenes etc, hasta las 10.00 a.m. hora de la primera Eucaristía ,repleta de fieles ,a medio día venta de almuerzos , pan ,productos lácteos y otras delicias elaborados por Ellos mismos.
Después de medio día sigue llegando gente para la Eucaristía de la tarde y finalmente hacia las 5.00 p.m. el regreso.
Pero lo mas importante de un día en La Montaña es la diversidad de alimento Espiritual : Suficientes religiosos disponibles para dialogo ,conserjería ,Amor a los que no lo tienen, esperanza a los que ya no ven salida, y oportunidad de una confesión con todos lo necesario para bajar de la Montaña sin el Bacalao a cuestas.
A primera hora se reparten fichas para el turno de confesión( unas 400, pasa uno a preparación y ablandamiento con charlas que bajan de la nube al mas duro y luego cuando llega el turno pasa a un pequeño cubículo en donde Jesús, María, El Espíritu , el conferencista y una lista que encuentra uno en la soledad del cubiculo con un completo listado de todos los pecados posibles, le hacen devolver toda la telenovela con uno de parotagonista o de actor secundario y entonces vemos la necesidad de reconciliarnos con el Gran Dios y Su Corte Celestial.

Después de varios minutos de soledad y reflexión, suena una campanita que indica que uno des 4 sacerdotes de La comunidad que desde las 6 a.m. digieren , aconsejan, jalan orejas y perdonan en nombre de Dios todas las inmundicias nuestras, esta disponible para nosotros.
Uno espera rigidez, sermones ,coscorrones etc. pero encuentra solo comprensión, afecto y Amor que lo invitan a cambiar y prometer no ofender mas al Ser que nos lo da todo.
Periódicamente o cuando una comunidad o grupo lo solicita se puede programar el fin de semana un retiro con un programa establecido en la casa para tal fin y que tiene un buen cupo de alojamiento . Anímense es una experiencia única
En Piedecuesta los Contactamos asi :
A.A. 1601
Tel. 6561367
Fax. 6551447
Piedecuesta
Correo Electrónico: ermitanos@arquidiocesisbucaramanga.org
Para contactar a la Hermanas Guadalupanas delpadre Celestial esta es la direccion Kra 4 #11-92 Cota Cundinamarca tel.
( 1) 8777344. 3107341947. 313 2220920
Las Hermanas Comunicadoras y samaritanas DelPadre Celestial estan en el Valle del Cauca- Cali en una zona llamada Panze y con telefono (7) 6545160

J . A . G.