sábado, 18 de diciembre de 2010

Como no leer la Sagrada Escritura.....


Como no debe leerse la Sagrada Escritura según Kierkegaard
Con humor Kierkegaard invita a sus oyentes a obrar con la Sagrada Escritura como un novio que hubiese recibido una carta de su amada, escrita en una lengua extranjera (porque, aun traducida, comentada, la Sagrada Escritura sigue estando escrita en una lengua extranjera, hasta tal punto su estilo, su paisaje, sus costumbres, sus diferencias de pensamiento, etc., están lejos de nosotros).

Esto supone que, para leer la carta de amor, el novio debe escudriñar en el diccionario una palabra tras otra. Sin duda, esto es necesario, pero es apenas un preámbulo de la lectura amorosa ¡que será la única verdadera! Si un amigo al sorprenderlo haciendo este trabajo de traducción le dijese: “¡Ah! ¡Estás leyendo una carta de amor!”, el novio impaciente le respondería: “¡Llamas a esto leer una carta de amor! ¡Cansarse hojeando el diccionario! Me da jaqueca; tenga ganas de mandar el diccionario al diablo… Pero, ¡paciencia! Llegaré hasta el fin. Entonces si leeré una carta de amor. ¡Será un trabajo completamente diferente!”.

Esto es lo que conviene hacer con la Sagrada Escritura:
Obedecer a la Palabra
Pero, supongamos, continúa Kierkegaard, que la carta de la novia exprese el ardiente deseo de ver que su novio hace por ella algo difícil, grandioso y justo, diría un indiferente, para “hacer meditar”. Por otro lado el texto no está totalmente claro y algunos puntos permanecen oscuros.

El hombre sabio por cierto pesará largamente los pro y los contra y solamente obrará cuando todas las oscuridades hayan desaparecido. Pero el novio que se inflama de amor, sin vacilar se lanza con todo su corazón hacia adelante, sin demorarse en las palabras oscuras, se aplica inmediatamente a satisfacer los deseos claramente expresados por su novia. De esa manera se debería hacer con la Palabra de Dios.

Sí, hay muchos pasajes oscuros en la Biblia, y algunos libros son enigmas casi en su totalidad. Pero en la Palabra de Dios lo que obliga son los pasajes claros que se pueden poner en práctica inmediatamente. La Escritura no es únicamente inteligible en un único lugar; es necesario que le obedezcas inmediatamente, sin obstinarte en las páginas que te parecen enigmas. La Palabra de Dios te fue dada para que la cumplas y no para que te agotes en la exégesis o en la discusión de sus oscuridades. Si la lees sin pensar que lo poco que comprendes te obliga, no la leas.

A solas con la Palabra
Para leer, por último, esta carta, y porque es difícil y aun más, porque es una carta de amor, para que no lo molesten más, el novio cierra la puerta con llave y dice: “No estoy para nadie. Quiero estar solo con mi novia. Quiero leer su carta de amor con amor”.

¡A solas con la Palabra de Dios! Voy a hacerte una confesión, prosigue Kierkegaard: sabes, yo no me atrevo aún a estar absolutamente solo con la Palabra, en una soledad en que ninguna ilusión se interponga. Y permítaseme agregar: aún no encontré al hombre que tenga el coraje y la sinceridad de permanecer a solas con la Palabra de Dios.

¡A solas con la Palabra de Dios! Después de abrir el libro, el primer pasaje que cae bajo mis ojos se apodera de mí y me apremia; es como si el propio Dios me preguntase: ¿Pusiste en práctica eso? Y yo tengo miedo y evito su cuestionamiento prosiguiendo bien rápido mi lectura y pasando curiosamente a otro asunto.

Vale más la franqueza de quien dice: “La Biblia es un libro peligroso. Si le doy el dedo, me toma la mano, y paso a ser completamente suyo. No. Prefiero dejarla en un estante que quedarme solo con ella”. Esta es una lealtad deplorable que rechaza la gracia, pero vale más que fingir recibirla como haría ese devoto hipócrita que se hace el fanfarrón y se vanagloria de encerrarse a solas con la Sagrada Escritura. Sólo si cuenta con diez diccionarios y veinticinco comentarios, puede leer los Libros Sagrados tan tranquilamente como si leyese un periódico. Si acaso, en un momento de distracción en que su espíritu se aparta de su seriedad habitual, o bien en medio de una lectura, le surge la pregunta: “¿Pongo en práctica eso?”, el peligro no es grande, pues inmediatamente piensa que hay varias interpretaciones posibles y que se descubrió un nuevo manuscrito que presenta variantes inéditas; y como cinco o seis comentadores son de una opinión, siete son de otra y tres permanecen indecisos, etc… ¡Ah! ¡Es preciso que les demos tiempo para que se pongan de acuerdo!

Así, durante toda tu vida habrás pasado inútilmente cada día horas y horas sumergido en la Escritura sin haber leído jamás la Palabra de Dios.

En resumen, existen dos clases de cristianos: la mayoría jamás lee la Biblia, y una minoría la lee de una manera más o menos culta, lo que significa que no la lee. La mayoría considera a los Libros Sagrados como libros antiguos y superados que se dejan de lado; un pequeño número ve en ellos una obra antigua extremadamente notable sobre la cual ejercita su perspicacia con un celo asombroso. Los raros cristianos auténticos que se nutren de ella, comprenden, en fin, lo que significa leer la Palabra de Dios.

PAUL DONCOEUR

1985

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Inmaculada Concepcion.....


Ave María Purísima, Nacida sin pecado Original....

“Desde las seis de la mañana, las puertas de San Pedro estuvieron abiertas y, a las ocho, la inmensa basílica ya estaba repleta de pueblo. En la capilla Sixtina, donde estaban reunidos 53 cardenales, 43 arzobispos y 99 obispos, llegados de todo el mundo, tuvo inicio una gran procesión litúrgica que se dirigió hacia el altar de la Confesión, en la basílica del Vaticano, donde Pío IX celebró la Misa solemne.”
“Al terminar el canto del Evangelio en griego y latín, el cardenal Macchi, decano del Sacro Colegio, asistido por el miembro de mayor edad del episcopado latino, por un arzobispo griego y uno armenio, vino a postrarse a los pies del Pontífice a implorarle, en latín y con voz sorprendentemente enérgica para sus 85 años, el decreto que habría de ocasionar alegría en el Cielo y el mayor entusiasmo en toda la Tierra. Después de entonar el Veni Creator, el Papa se sentó en el trono y, portando la tiara sobre la cabeza, leyó con tono grave y voz fuerte la solemne definición dogmática.”

“Desde el momento en que el cardenal decano hizo la súplica para la promulgación del dogma hasta el Te Deum, que fue cantado después de la Misa, a la señal dada por un tiro de cañón desde el Castillo de Sant’Angelo –durante una hora, de las once al mediodía– todas las campanas de las iglesias de Roma tocaron festivamente para celebrar aquel día que, como escribe Mons. Campana, “será hasta el fin de los siglos recordado como uno de los más gloriosos de la historia. [...] La importancia de este acto no puede pasar inadvertida por nadie. Fue la solemne afirmación de la vitalidad de la Iglesia, en el momento en que la impiedad desenfrenada se vanagloriaba de haberla casi destruido”.

El Papa Pío IX declara el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

“Todos los presentes afirman que, en el momento de la proclamación del dogma, el rostro de Pío IX, bañado en lágrimas, fue iluminado por un haz de luz que bajó de lo alto. Mons. Piolanti, que estudió los testimonios dejados por los fieles que presenciaron el hecho, afirma, a la luz de su amplia experiencia en la basílica del Vaticano, que en ningún periodo del año, mucho menos en diciembre, es posible que un rayo de sol entre por una de las ventanas para iluminar cualquier punto del ábside donde se encontraba Pío IX , y concuerda con la descripción hecha por la madre Julia Filippani, de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, presente en San Pedro con su familia en el momento de la definición, según la cual no era posible explicar naturalmente el extraordinario fulgor que iluminó el rostro de Pío IX y todo el ábside: “Aquella luz –declara ella– fue atribuida por todos a una causa sobrenatural” .

“La definición del dogma de la Inmaculada Concepción suscitó un extraordinario entusiasmo en el mundo católico y reveló la vitalidad de la fe católica, en un siglo agredido por el racionalismo y por el naturalismo. “Después de la definición del Concilio de Éfeso sobre la divina maternidad de María –escribe aún el teólogo Campana– la historia no puede registrar otro hecho que haya suscitado tan vivo entusiasmo por la Reina del Cielo como la definición de su total exención de culpa.”

Fuente: http://www.fatima.org.pe

La inmaculada concepcion

Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de fe que nos revela que, por la gracia de Dios, la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento de su concepción, es decir desde el instante en que María comenzó la vida humana.


El 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX proclamó este dogma:
...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)
María es la "llena de gracia", del griego "kecharitomene" que significa una particular abundancia de gracia, es un estado sobrenatural en el que el alma está unida con el mismo Dios. María como la Mujer esperada en el Protoevangelio (Gn. 3, 15) se mantiene en enemistad con la serpiente porque es llena de gracia.
Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín. Además la devoción a la Concepción Inmaculada de María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV, en 1483.
El camino para la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta petición: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).
Y luego el franciscano hizo estos cuestionamientos:
1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original?
Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.
2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original?
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.
3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace?
Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Entonces Scotto exclamó:
Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha
. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.
La Virgen María es Inmaculada gracias a Cristo su hijo, puesto que Él iba a nacer de su seno es que Dios la hizo Inmaculada para que tenga un vientre puro donde encarnarse. Ahí se demuestra cómo Jesús es Salvador en la guarda de Dios con María y la omnipotencia del Padre se revela como la causa de este don. Así, María nunca se inclinó ante las concupiscencias y su grandeza demuestra que como ser humano era libre pero nunca ofendió a Dios y así no perdió la enorme gracia que Él le otorgó.
La Inmaculada Virgen María nos muestra la necesidad de tener un corazón puro para que el Señor Jesús pueda vivir en nuestro interior y de ahí naciese la Salvación. Y consagrarnos a ella nos lleva a que nuestra plegaria sea el medio por el cual se nos revele Jesucristo plenamente y nos lleve al camino por el cual seremos colmados por el Espíritu Santo.

martes, 23 de noviembre de 2010

La Apostacia y el Hombre Impio......

Articulo del R.P.Castellani

"Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición, el Adversario, el que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta llegar a instalarse en el Templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. ¿No recuerdan que cuando estuve con ustedes les decía estas cosas? Ya saben qué es lo que ahora lo retiene, para que no se manifieste sino a su debido tiempo. El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene, y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida." (2 Tes. 2, 3b-8)
El Misterio de Iniquidad
El Misterio de Iniquidad es el odio a Dios y la adoración del hombre. Las Dos Bestias son el poder político y el instinto religioso del hombre vuel­tos contra Dios y dominados por el Pseudo Cristo y el Pseudoprofeta. El Obstáculo es, en nuestra interpretación, la vigencia del Orden Romano *. La Gran Ramera es la religión descompuesta y entregada a los poderes tem­porales, y es también la Roma étnica, donde este Misterio de Iniquidad se ve­rificó por vez primera, a los ojos deslumhrados de Juan el último Apokaleta.
La adoración del hombre con el odio a Dios ha existido siempre. "Ya funciona el Misterio de Iniquidad -dice San Pablo a los de Tesalónica-; so­lamente está sujetado, y vosotros sabéis cuál es el Obstáculo."
El Misterio de Iniquidad es el principio de la Ciudad del Hombre, que lucha con la Ciudad de Dios desde el comienzo; es la raíz de todas las herejías y el fuego de todas las persecuciones; "es la quietud incestuosa de la criatura asentada sobre su diferencia específica"; es la continua rebelión del intelecto pecador contra su principio y su fin, eco multiplicado en las edades del "No serviré" de Satanás.
La cúspide del Misterio de Iniquidad es el odio a Dios y la adoración idolátrica del Hombre.
El Misterio de Iniquidad tiende a corporizarse en cuerpo político y aplas­tar a los santos. El fue quien condenó a Sócrates, persiguió a los profetas, crucificó a Jesús, y después multiplicó los mártires; y él será quien destruya la Iglesia, cuando, retirado el Obstáculo, se encarne en un hombre de satánica grandeza, plebeyo genial y perverso, quizá de raza judía, de intelecto sobre­humano, de maldad absoluta, a quien Satán prestará su poder y su acumulada furia.
La Iglesia, asistida por el Espíritu Santo, obstaculiza esa manifestación y la reduce, apoyada en el orden humano que el Imperio Romano organi­zó en cuerpo jurídico y político; pero llegará un día, que será el fin de esta edad, en que desaparecerá el Obstáculo. El Espíritu Santo abandonará quizá este cuerpo social histórico, llamado Cristiandad, arrebatando consigo a la soledad más total a los suyos, dándoles dos alas de águila para volar al de­sierto. Y entonces la estructura temporal de la Iglesia existente será presa del Anticristo, fornicará con los reyes de la tierra -al menos una parte ostensible de ella, como pasó ya en su historia-, y la abominación de la desolación en­trará en el lugar santo. "Cuando veáis la desolación abominable entrar adon­de no debe, entonces ya es."
¿Será el reinado de un Antipapa, o Papa falso? ¿Será la destrucción mate­rial de Roma? ¿Será la entronización en ella de un culto sacrilego? No lo sabemos. Sabemos que el Apokalypsis, al describir la Gran Prostituta, señala con toda precisión "la ciudad de las siete colinas": interpretación dada por el mismo Ángel que a San Juan adoctrina.
P. Leonardo Castellani (Cristo ¿vuelve o no vuelve?)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Despues de saber esto Frios....

Republicacion



probación de Su Eminencia el Cardenal de Lisboa Palacio Cardenalicio, Lisboa, 4 de marzo de 1936.

Aprobamos y recomendamos con todo el corazón este librito "Léeme o Laméntalo", por EDM (Engant de Marie, iniciales con las que se identifica el Padre O'Sullivan).

Aunque pequeño, está destinado a hacer grandes cosas entre los católicos, muchos de los cuales están increíblemente ignorantes acerca de la gran doctrina del Purgatorio. Como consecuencia, ellos hacen poco o nada para evitarlo para sí mismos y tampoco ayudan a las Almas Sufrientes que están en terribles tormentos, esperando por las Misas y las oraciones ofrecidas por ellos.
Es nuestro mas caro deseo que cada católico debiera leer este librito y que lo comunicara por todas partes, tanto como le sea posible.

Prefacio:

"Léeme o laméntalo"
El título es algo alarmante. Aún, estimado lector, si tú escudriñas este pequeño libro, verás por ti mismo cuán merecido es. El libro nos cuenta cómo salvarnos a nosotros mismos y a otros de un sufrimiento inenarrable. Algunos libros son buenos y algunos otros pueden ser de provecho. Otros son mejores y deben ser leídos sin falta.
Hay, sin embargo, libros de tan excelente mérito por razón de sus consejos, la convicción que acarrean y la acción urgente a la que nos impulsa, que sería cabalmente alocado no leerlos.
"léeme o laméntalo" pertenece a esa clase de libros. Es por tu mayor interés, estimado amigo, que lo leas y releas, para ponderarlo bien y profundamente en sus contenidos. Nunca te arrepentirás de ello, por el contrario, grande y amargo será tu arrepentimiento si tu fallas en estudiarlo en sus sustanciosas páginas.
¡AUXILIO, AUXILIO, SUFRIMOS MUCHO!

I: Nunca llegaremos a comprender lo suficientemente claro que una limosna, pequeña o grande, dada en favor de las almas sufrientes, se la damos directamente a Dios. El acepta y recuerda como si se la hubieran dado directamente a Él mismo. Así, todo lo que hagamos por ellas, Dios lo acepta hecho para El. Es como si lo aliviáramos o liberáramos a Él mismo del Purgatorio. En qué manera nos pagará!
II. No hay mayor sed, pobreza, necesidad, pena, dolor, sufrimiento que se compare a los de las Almas del Purgatorio, por lo tanto no hay limosnas más merecidas, ni más placenteras a Dios, ni mérito más alto para nosotros, que rezar, pedir celebraciones de Misas, y dar limosnas en favor de las pobres Santas Almas.
II. Es muy posible que algunos de nuestros más cercanos y queridos parientes estén todavía sufriendo las purificantes penas del Purgatorio y llamándonos entre lastimosos gemidos para que los ayudemos y aliviemos.
IV. ¿¿No es terrible que seamos tan duros que no podamos pensar en ellos, ni tampoco podemos ser tan crueles que deliberadamente los olvidemos?
Por el amor de Cristo, hagamos todo, pero todo, lo que podamos por ellas.
Cada católico debería unirse a la Asociación de las Animas Benditas.

PURGATORIO:
"Tengan piedad de mí, tengan piedad de mí, por lo menos ustedes mis amigos, porque la mano del Señor me ha tocado" (Job 19:21).
Esta es la conmovedora súplica que la Iglesia Purgante envía a sus amigos en la tierra.
Tierra, comiencen, imploren su ayuda, en respuesta a la angustia mas profunda. Muchos dependen de sus oraciones.
Es incomprensible como algunos católicos, aún aquellos que de una u otra forma son devotos, vergonzosamente desatienden a las almas del Purgatorio. Pareciera que no creen en el Purgatorio. Ciertamente es que sus ideas acerca de ello son muy difusas.
Días y semanas y meses pasan sin que ellos reciban una Misa dicha por ellas!
Raramente también, oyen Misa por ellos, raramente rezan por ellos, raramente piensan en ellos! Entretanto están gozando la plenitud de la salud y la felicidad, ocupados en sus trabajos; divirtiéndose, mientras las pobres almas sufren inenarrables agonías en sus lechos de llamas. Cuál es la causa de esta horrible insensibilidad? Ignorancia: gruesa, inexplicable ignorancia.
La gente no se da cuenta de lo que es el Purgatorio. No conciben las espantosas penas, ni tienen idea de los largos años que las almas son retenidas en esas horribles llamas. Como resultado, hacen poco o nada para evitarse a sí mismos el Purgatorio, y aún peor, cruelmente ignoran a las pobres almas que ya están allí y que dependen enteramente de ellos para ser auxiliadas.
Estimado lector, lee detenidamente este pequeño libro con cuidado y bendecirás el día que cayó en tus manos.

Cpítulo Primero:
¿QUE ES EL PURGATORIO?
Es una prisión de fuego en la cual algunas almas salvadas son sumergidas después de la muerte y en la cual sufren las mas intensas penas.
Aquí esta lo que los mas grandes doctores de la iglesia nos dicen acerca del Purgatorio.
Tan lastimoso es el sufrimiento de ellas que un minuto de ese horrible fuego parece ser un siglo.

Santo Tomás Aquino, el príncipe de los teólogos, dice que el fuego del Purgatorio es igual en intensidad al fuego del infierno, y que el mínimo contacto con él es mas aterrador que todos los sufrimientos posibles de esta tierra!
San Agustín, el mas grande de todos los santos doctores, enseña que para ser purificadas de sus faltas previo a ser aceptada en el Cielo, las almas después de muertas son sujetas a un fuego mas penetrante y mas terrible que nadie pueda ver, sentir o concebir en esta vida.
Aunque este fuego está destinado a limpiar y purificar al alma, dice el Santo Doctor, aún es más agudo que cualquier cosa que podamos resistir en la Tierra.
San Cirilo de Alejandría no duda en decir que "sería preferible sufrir todos los posibles tormentos en la Tierra hasta el día final que pasar un solo día en el Purgatorio".

Otro gran Santo dice: Nuestro fuego, en comparación con el fuego del Purgatorio, es una brisa fresca".

Otros santos escritores hablan en idénticos términos de ese horrible fuego.

¿COMO ES QUE LAS PENAS DEL PURGATORIO

SON TAN SEVERAS?

1. El fuego que vemos en la Tierra fue hecho por la bondad de Dios para nuestra comodidad y nuestro bienestar. A veces es usado como tormento, y es lo mas terrible que podemos imaginar.

2. El fuego del Purgatorio, por el contrario, está hecho por la Justicia de Dios para penar y purificarnos y es, por consiguiente, incomparablemente más severo.
3. Nuestro fuego, como máximo, arde hasta consumir nuestro cuerpo; hecho de materia, por el contrario el fuego del Purgatorio actúa sobre el alma espiritual, la cual es inexplicablemente mas sensible a la pena.
4 Cuanto mas intenso es el fuego, m as rápidamente destruye a su víctima; la cual por consiguiente cesa de sufrir; por cuanto el fuego del Purgatorio inflinge el mas agudo y la mas violenta pena, pero nunca mata al alma ni le quita sensibilidad.
5. Tan severo como es el fuego del Purgatorio, es la pena de la separación de Dios, la cual el alma también sufre en el Purgatorio, y esta es la pena mas severa. El alma separada del cuerpo anhela con toda la intensidad de su naturaleza espiritual estar con Dios. Es consumida de intenso deseo de volar hacia Él. Aun es retenida, y no hay palabras para describir la angustia de esa aspiración insatisfecha.
Qué locura, entonces, es para un ser inteligente como el ser humano negar cualquier precaución para evitar tal espantoso hecho.
Es infantil decir que no puede ser así, que no lo podemos entender, que es mejor no pensar o no hablar de ello. El hecho es que, ya sea lo creamos o no, todas las penas del Purgatorio están más allá de lo que podamos imaginar o concebir. Estas son las palabras de San Agustín.

Capítulo Segundo:

Sobre el purgatorio,¿Puede todo esto ser verdad?

La existencia del Purgatorio es tan cierta que ningún católico ha tenido nunca una duda acerca de ello. Fue enseñado desde los tiempos más remotos por la Iglesia y fue aceptada con indubitable fe cuando la Palabra de Dios fue predicada. La doctrina es revelada en la Sagrada Escritura y creída por millones y millones de creyentes de todos los tiempos.

Aún, tal como lo hemos remarcado, las ideas de algunos son tan vagas y superficiales en este tema tan importante, que son como personas que cierran sus ojos y caminan deliberadamente en el filo de un precipicio.
Harían bien en recordad que la mejor manera de acortar nuestra estadía en el Purgatorio - o aún más, evitarlo- es tener una clara idea de ello, y de pensar bien en ello y adoptar los remedios que Dios nos ofrece para evitarlo.
No pensar en ello es fatal. Es cavarse a sí mismos la fosa, y prepararse para ellos mismos un terrorífico, largo y riguroso Purgatorio.

El Príncipe Polaco:
Hubo un príncipe polaco, que por una razón política, fue exiliado de su país natal, y llegado a Francia, compró un hermoso castillo allí.
Desafortunadamente, perdió la Fe de su infancia y estaba, a la sazón, ocupado en escribir un libro contra Dios y la existencia de la vida eterna.
Dando un paseo una noche en su jardín, el se encontró con una mujer que lloraba amargamente. Le preguntó el porqué de su desconsuelo.

¡Oh, príncipe, ella replicó, soy la esposa de John Marie, su mayordomo, el cual falleció hace dos días. El fue un buen marido y un devoto sirviente de Su Alteza. Su enfermedad fue larga y gasté todos los ahorros en médicos, y ahora no tengo dinero para ir a ofrecer una Misa por su alma".
El príncipe, tocado por el desconsuelo de esta mujer, le dijo algunas palabras, y aunque profesaba ya no creer más en la vida eterna, le dio algunas monedas de oro para tener la Misa por ella y su difunto esposo.
Un tiempo después, también de noche, el Príncipe estaba en su estudio trabajando febrilmente en su libro.
Escuchó un ruidoso tocar a la puerta, y sin levantar la vista de sus escritos, invitó a quien fuese a entrar. La puerta se abrió y un hombre entró y se paró frente al escritorio de Su Majestad.
Al levantar la vista, cuál no sería la sorpresa del Príncipe al ver a Jean Marie, su mayordomo muerto, que lo miraba con una dulce sonrisa.
Príncipe, le dijo, "vengo a agradecerle por las Misas que usted permitió que mi mujer pidiera por mi alma. Gracias a la Salvadora Sangre de Cristo, ofrecida por mí, Voy ahora al Cielo, pero Dios me ha permitido venir aquí y agradecerle por sus generosas limosnas".
Luego el agregó solemnemente "Príncipe, hay un Dios, una vida futura, un Cielo y un Infierno". Dicho esto, desapareció.
El Príncipe cayó de rodillas y recitó un ferviente Credo ("Creo en Dios Padre Todopoderoso...")

SAN ANTONINO Y SU AMIGO
Aquí hay una narración de diferente clase, pero no menos instructiva.
San Antonino, el ilustre Arzobispo de Florencia, relata que un piadoso caballero había muerto, el cual tenía un amigo en un convento Dominicano en el cual el Santo residía. Varias Misas fueron sufragadas por su alma.
El Santo se afligió mucho cuando, después de un prolongado lapso, el alma del fallecido se le apareció, sufriendo muchísimo.
"Oh mi querido amigo" exclamó el Arzobispo, estás todavía en el Purgatorio, tú, que llevaste tal piadosa y devota vida???"

"Así es, y tendré que permanecer aquí por un largo tiempo" replicó el pobre sufriente, "pues en mi vida en la Tierra fui negligente en ofrecer sufragios por las almas de Purgatorio. Ahora, Dios por su justo juicio aplica los sufragios que debían ser aplicados por mí, en favor de aquellos por los cuales debí haber rezado".
"Pero Dios, también, en su justicia, me dará todos los méritos de mis buenas obras cuando entre al Cielo; pero, primero de todo, tengo que expiar mi grave negligencia de no acordarme de los otros".
Tan ciertas son las palabras de Nuestro Señor "Con la vara con que mides serás medido".
Recuerda, tú que lees estas líneas, el terrible destino de ese piadoso caballero será el de aquellos que desechan orar y rehúsan ayudar a las Santas Almas.
Capítulo Tercero:

¿Cuánto tiempo las almas permanecen en el Purgatorio?
La extensión en tiempo por la cual las almas permanecen en el Purgatorio depende de:
a) el número de sus faltas;
b) la malicia y la deliberación con que éstas fueron realizadas;
c) la penitencia hecha, o no, la satisfacción hecha, o no, por los pecados cometidos durante la vida;
d) Y también depende de los sufragios ofrecidos por ellos después de sus muertes.
Lo que se puede decir con seguridad es que, el tiempo que las almas pasan en el Purgatorio es, por regla general, mucho más larga que la gente puede imaginar.
Extraeremos algunas citas de libros que hablan de la vida y las revelaciones de los Santos.
San Luis Bertrand : su padre era un ejemplar cristiano, como naturalmente se podía esperar, siendo el padre de tan gran Santo. En un tiempo deseó llegar a ser un Monje Cartujo, hasta que Dios le hizo ver que no era Su voluntad.

Cuando murió, luego de largos años de practicar cada virtud cristiana, su hijo completamente al cuidado de los rigores de la justicia Divina, ofreció algunas Misas y elevó las más fervientes súplicas por el alma del cual el amó tanto.
Una visión de su padre en el Purgatorio lo obligó a multiplicar centenares de veces sus sufragios. Agregó las más severas penas y largos ayunos a sus Misas y oraciones. Aún ocho años completos pasaron antes que obtuviera la liberación de su padre.
San Malaquías tenía una hermana todavía en el Purgatorio, lo cual hizo que redoblara sus esfuerzos, y asimismo, a pesar de las Misas, oraciones y heroicas mortificaciones ofrecidas por el Santo, permaneció varios años retenida!!!

Se cuenta que una santa monja en Pamplona, la cual logró liberar varias Carmelitas del Purgatorio, las cuales permanecieron allí por el término de 30 a 40 años!!!
Monjas Carmelitas en el Purgatorio por 40, 50 o 60 años! Cuál será el destino de aquellos que viven inmersos en las tentaciones del Mundo, y con sus cientos de debilidades?
San Vicente Ferrer, después de la muerte de su hermana, oró con increíble fervor por su alma y ofreció varias Misas por su liberación. Ella apareció al Santo al final de su Purgatorio, y le contó que si no fuera por su poderosa intercesión ante Dios, ella hubiera estado allí interminable tiempo.
En la Orden Dominicana es regla general orar por los Superiores en el aniversario de sus muertes. Algunos de estos han muerto varios siglos atrás! Ellos fueron hombres eminentes por su piedad y sabiduría. Esta regla no sería aprobada por la Iglesia si no fuera necesaria y prudente.

No queremos significar con esto que todas las almas están retenidas por tiempos iguales en los fuegos expiatorios. Algunas han cometido faltas leves y han hecho penitencia en vida. Por lo tanto, su castigo será mucho menos severo.
Todavía, las citas que hemos puesto aquí son muy oportunas. Si esas almas, quienes gozaron del trato, quienes vieron, siguieron, y tuvieron la intercesión de grandes santos, son retenidas largo tiempo en el Purgatorio, qué será de nosotros que no gozamos ninguno de esos privilegios?

¿PORQUE UNA EXPIACION TAN PROLONGADA?
Las razones no son difíciles de entender.

1. La malicia del pecado es muy grande. Lo que a nosotros nos parece una pequeña falta en realidad una seria ofensa contra la infinita bondad de Dios. Es suficiente ver cómo los Santos se condolieron sobre sus faltas.
Somos débiles, es nuestra tendencia. Es verdad, pero entonces Dios nos ofrece generosamente abundantes gracias para fortalecernos; nos da la luz para ver la gravedad de nuestras faltas, y la fuerza necesaria para conquistar la tentación. Si todavía somos débiles, la falta es toda nuestra. No usamos la luz y la fortaleza que Dios nos ofrece generosamente; no rezamos, no recibimos los Sacramentos como debiéramos.

2. Un eminente teólogo remarca que si las almas son condenadas al Infierno por toda la eternidad por el pecado mortal, no hay que asombrarse que otras almas debieran ser retenidas por largo tiempo en el Purgatorio quienes han cometido deliberadamente incontables pecados veniales, algunos de los cuales son tan graves que al tiempo de cometerlos el pecador escasamente distingue si son mortales o veniales. También, ellos pueden haber cometido algunos pecados mortales por los cuales tuvieron poco arrepentimiento e hicieron poca o ninguna penitencia. La culpa ha sido remitida por la absolución, pero la pena debida por los pecados tendrá que ser pagada en el Purgatorio.
Nuestro Señor nos enseña que deberemos rendir cuentas por cada palabra que decimos y que no dejaremos la prisión hasta que no hayamos pagado hasta el último céntimo.(Mt 5:26).

Los Santos cometieron pocos y leves pecados, y todavía ellos sienten mucho y hacen severas penas. Nosotros cometemos muchos y gravísimos pecados, y nos arrepentimos poco y hacemos poca o ninguna penitencia.

PECADOS VENIALES:
Sería dificultoso calcular el inmenso número de pecados veniales que un católico comete.
!) Hay un infinito numero de faltas en el amor, egoísmo, pensamientos, palabras, actos de sensualidad, también en cientos de variantes; faltas de caridad en el pensamiento, palabra, obra, y omisión. Holgazanería, vanidad, celos, tibieza y otras innumerables faltas.

2) Hay pecados por omisión que no pagamos. Amamos tan poco a Dios, y Él clama cientos de veces por nuestro amor. Lo tratamos fríamente, indiferentemente y hasta con ingratitud.
Él murió por cada uno de nosotros. Le hemos agradecido como se debe? Él permanece día y noche en el Santísimo Sacramento del Altar, esperando por nuestras visitas, ansioso de ayudarnos. Cuan a menudo vamos a Él? Él ansía venir a nosotros en la Santa Comunión, y lo rechazamos. El se ofrece a Si Mismo por nosotros cada mañana en el Altar en la Misa y da océanos de gracias a aquellos que asisten al Santo Sacrificio. Aún algunos son tan holgazanes de ir a Su Calvario! Qué abuso de gracias!
3) Nuestros corazones están llenos de amor a sí mismos, duros. Tenemos hogares felices, espléndida comida, vestido, y abundancia de todas las cosas. Muchos de nuestros prójimos viven en el hambre y la miseria, y le damos tan poco, mientras que vivimos en el despilfarro y gastamos en nosotros mismos sin necesidad.
4) La vida nos fue dada para servir a Dios, para salvar nuestras almas. Muchos cristianos, sin embargo, están satisfechos de rezar cinco minutos a la mañana y cinco a la noche!! El resto de las 24 horas están dedicados al trabajo, descanso y placer. Diez minutos a Dios, a nuestras almas inmortales, al gran trabajo de nuestra salvación. Veintitrés horas y cincuenta minutos a esta transitoria vida! Es justo para Dios?

Nuestros trabajos, nuestros descansos y sufrimientos deberían ser hechos para Dios!

Así debería ser, y nuestros méritos serían por supuesto grandes. La verdad es que hoy día pocos piensan en Dios durante el día. El gran objetivo de sus pensamientos son ellos mismos. Ellos piensan y trabajan y descansan para satisfacerse a sí mismos. Dios ocupa un pequeñísimo espacio en sus días y sus mentes. Esto es un desaire a Su Amantísimo Corazón, el cual siempre piensa en nosotros.

Y AHORA, LOS PECADOS MORTALES:
5) Muchos cristianos cometen, desafortunadamente, pecados mortales durante sus vidas, pero aunque los llevan al Sacramento de la confesión, no hacen satisfacción por ellos, como ya hemos dicho.

San Beda el venerable, opina que aquellos que pasan gran parte de su vida cometiendo graves pecados y confesándolos en su lecho de muerte, pueden llegar a ser retenidos en el Purgatorio hasta el Día Final.
Santa Gertrudis en sus revelaciones dice que aquellos que cometen muchos pecados graves y que no hayan hecho penitencia no gozan de ningún sufragio de la Iglesia por un considerable tiempo!
Todos esos pecados, mortales o veniales, se acumulan por 20,30,40,60 años de nuestras vidas. Todos y cada uno deberán ser expiados para después de la muerte.
Entonces, es de asombrarse que algunas almas tengan que estar en el Purgatorio por tanto tiempo?

Capítulo Cuarto:

¿PORQUE Y PARA QUE REZAR POR LAS ANIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO?
El gran Mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo es que nos amemos los unos a los otros, genuina y sinceramente. El Primer Gran Mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas. El Segundo, o mejor dicho el corolario del Primero, es amar al prójimo como a nosotros mismos. No es un consejo o un mero deseo del Todopoderoso. Es Su Gran Mandamiento, la base y esencia de Su Ley. Es tanta la verdad encerrada en esto que El toma como donación todo aquello que hacemos por nuestro prójimo, y como un rechazo hacia El cuando rechazamos a nuestro prójimo.

Leemos en el Evangelio de San Mateo ( Mt 25:34-46), las palabras de Cristo que dirigirá a cada uno en el Día del Juicio Final.
Algunos católicos parecen pensar que su Ley ha caído en desuso, pues en estos días existe el egoísmo, el amor a sí mismo, y cada uno piensa en sí mismo y en su engrandecimiento personal.
"Es inútil observar la Ley de Dios en estos días", dicen, "cada uno debe mirar por sí mismo, o te hundes".
No hay tal cosa! La ley de Dios es grandiosa y todavía y por siempre tendrá fuerza de ley. Por eso, es mas que nunca necesaria, mas que nunca nuestro deber y por nuestro mayor interés.

ESTAMOS MORALMENTE OBLIGADOS

A ROGAR POR LAS ANIMAS BENDITAS
Siempre estamos obligados a amar y ayudar al otro, pero cuanto mayor es la necesidad de nuestro prójimo, mayor y mas estricta es nuestra obligación. No es un favor que podemos o no hacer, es nuestro deber; debemos ayudarnos unos a otros.
Sería un monstruoso crimen, por caso, rehusar al poder y desposeído el alimento necesario para mantenerse vivo. Sería espantoso rehusar la ayuda a alguien en una gran necesidad, pasar de largo y no extender la mano para salvar a un hombre que se está hundiendo. No solamente debemos ayudar cuando es fácil y conveniente, sino que debemos hacer cualquier sacrificio para socorrer a nuestro hermano en dificultades.

Ahora, qué puede estar más urgido de caridad que las almas del Purgatorio? Qué hambre o sed o sufrimiento en esta Tierra puede compararse con sus mas terribles sufrimientos? Ni el pobre, ni el enfermo, ni el sufriente que vemos a nuestro alrededor necesitan de tal urgente socorro. Aún encontramos gente de buen corazón que se interesa en los sufrientes de esta vida, pero, escasamente encontramos a gente que trabaja por las Almas del Purgatorio!

Y quién puede necesitarnos más? Entre ellos, además, pueden estar nuestras madres, nuestros padres, amigos y seres queridos.

DIOS DESEA QUE LAS AYUDEMOS.
Ellas son los amigos más queridos. El desea ayudarlos; El desea mucho tenerlos cerca de Él en el Cielo. Ellas nunca más lo ofenderán, y están destinadas a estar con Él por toda la Eternidad. Verdad, la Justicia de Dios demanda expiación por los pecados, pero por una asombrosa dispensación de Su Providencia El pone en nuestras manos la posibilidad de asistirlos, El nos da el poder de aliviarlas y aún de liberarlas. Nada le place mas a Dios que les ayudemos. El está tan agradecido como si le ayudáramos a El.

NUESTRA SEÑORA QUIERE QUE LOS AYUDEMOS:
Nunca, nunca una madre de esta tierra amó tan tiernamente a sus hijos fallecidos, nunca nadie consuela como María busca consolar sus sufrientes niños en el Purgatorio, y tenerlos con Ella en el Cielo. Le daremos gran regocijo cada vez que llevamos fuera del Purgatorio a un alma.

LAS BENDITAS ANIMAS DEL PURGATORIO NOS DEVUELVEN

EL MIL POR UNO:
Pero qué podremos decir de los sentimientos de las Santas Almas? Sería prácticamente imposible de describir su ilimitada gratitud con para aquellos que las ayudan! Llenas de un inmenso deseo de pagar los favores hechos por ellas, ruegan por sus benefactores con un fervor tan grande, tan intenso, tan constante, que Dios no les puede negar nada. Santa Catalina de Bologna dice:"He recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho mas grandes de las Santas Almas (del Purgatorio)".
Cuando finalmente son liberadas de sus penas y disfrutan de la beatitud del Cielo, lejos de olvidar a sus amigos de la Tierra, su gratitud no conoce límites. Postradas frente al Trono de Dios, no cesan de orar por aquellos que los ayudaron. Por sus oraciones ellas protegen a sus amigos de los peligros y los protegen de los demonios que los asechan.
No cesan de orar hasta ver a sus benefactores seguros en el Cielo, y serán por siempre sus más queridos, sinceros y mejores amigos.

Si los católicos solamente supieran cuan poderosos protectores se aseguran con sólo ayudar a las Animas benditas, no serían tan remisos de orar por ellos.

LAS ANIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO PUEDEN ACORTAR NUESTRO PROPIO PURGATORIO:
Otra gran gracia que obtenemos por orar por ellas es un corto y fácil Purgatorio, o su completa remisión!
San Juan Massias, sacerdote dominicano, tenía una maravillosa devoción a las Almas del Purgatorio. El obtuvo por sus oraciones (principalmente por la recitación del Santo Rosario) la liberación de un millón cuatrocientas mil almas!!! En retribución, el obtuvo para sí mismo las más abundantes y extraordinarias gracias y esas almas vinieron a consolarlo en su lecho de muerte, y a acompañarlo hasta el Cielo.

Este hecho es tan cierto que fue insertado por la Iglesia en la bula de decretaba su beatificación.
El Cardenal Baronio recuerda un evento similar.
Fue llamado a asistir a un moribundo. De repente, un ejército de espíritus benditos apareció en el lecho de muerte, consolaron al moribundo, y disiparon a los demonios que gemían, en un desesperado intento por lograr su ruina. Cuando el cardenal les preguntó quiénes eran, le respondieron que eran ocho mil almas que este hombre había liberado del Purgatorio gracias a sus oraciones y buenas obras. Fueron enviadas por Dios, según explicaron, para llevarlo al Cielo sin pasar un solo momento en el Purgatorio.

Santa Gertrudis fue ferozmente tentada por el demonio cuando estaba por morir. El espíritu demoníaco nos reserva una peligrosa y sutil tentación para nuestros últimos minutos. Como no pudo encontrar un asalto lo suficientemente inteligente para esta Santa, el pensó en molestarla su beatífica paz sugiriéndole que iba a pasar larguísimo tiempo en el Purgatorio puesto que ella desperdició sus propias indulgencias y sufragios en favor de otras almas. Pero Nuestro Señor, no contento con enviar Sus Ángeles y las miles de almas que ella había liberado, fue en Persona para alejar a Satanás y confortar a su querida Santa. El le dijo a Santa Gertrudis que a cambio de lo que ella había hecho por las ánimas benditas, le llevaría directo al Cielo y multiplicaría cientos de veces todos sus méritos.

El Beato Enrique Suso, de la Orden Dominicana, hizo un pacto con otro hermano de la Orden por el cual, cuando el primero de ellos muriera, el sobreviviente ofrecería dos Misas cada semana por su alma, y otras oraciones también. Sucedió que su compañero murió primero, y el Beato Enrique comenzó inmediatamente a ofrecer las prometidas Misas. Continuó diciéndolas por un largo tiempo. Al final, suficientemente seguro que su santamente muerto amigo había alcanzado el Cielo, cesó de ofrecer las Misas. Grande fue su arrepentimiento y consternación cuando el hermano muerto apareció frente a él sufriendo intensamente y reclamándole que no hubo celebrado las Misas prometidas. El Beato Enrique replicó con gran arrepentimiento que no continuó con las Misas, creyendo que su amigo seguramente estaría disfrutando de la Visión Beatífica pero agregó que siempre lo recordaba en sus oraciones. "Oh hermano Enrique, por favor dame las Misas, pues es la Preciosísima Sangre de Jesús lo que yo más necesito" lloraba la sufriente alma. El Beato recomenzó a ofrecerlas, y con redoblado fervor, ofreció Misas y ruegos por su amigo hasta que recibió absoluta certeza de su liberación. Luego fue su turno de recibir gracias y bendiciones de toda clase por parte de su querido hermano liberado, y muchas más veces que las que hubiera esperado.

Capítulo Quinto:

COMO PODEMOS AYUDAR
A LAS BENDITAS ANIMAS DEL PURGATORIO:
Ofrecer nuestras comuniones en sufragio de las Benditas Almas del Purgatorio permite cada vez la liberación de muchísimas almas, al ofrecer la intención de la comunión es recomendable el hacer mención especial de las almas que están mas próximas a salir, las almas que están mas lejanas a salir, las almas por las que nadie reza y las almas de nuestros familiares, antepasados, bienhechores , superiores, inferiores, amigos y enemigos que pudiesen estar purgando.

1. La primera medida es unirse a la Asociación de las Santas Almas. Las condiciones

son simples.
a) Tener tu nombre registrado en el Libro de la Asociación.
b) Oír Misa una vez a la semana (basta con la Misa del domingo) por las Santas Almas.
c) Rezar y promover la devoción a las Animas Benditas.
d) Contribuir una vez al año con un donativo a la Asociación, lo cual permite a la Asociación tener Misas perpetuas cada mes.
(Si se desean Misas espaciales por las Animas Benditas, es importante mencionar cuántas Misas se quieren).
Aquellos que desean unirse y no tienen la Asociación en sus Parroquias, pueden enviar sus nombres, direcciones y limosnas anuales a la Asociación de las Santas Almas, Hermanas Dominicas del Perpetuo Rosario, Monasterio Pio XII, Rua do Rosario 1, 2495, Fatima, Portugal. Esta Asociación está aprobada por el Cardenal Arzobispo de Lisboa.
2. La segunda medida para ayudar a las Animas Benditas, es pidiendo Misas ofrecidas por ellas. Esta es ciertamente la mas eficaz de las medidas para liberarlas.
3. Aquellos que no puedan ofrecer Misas, deberían asistir a cuanta Misa fuera posible por su intención.
Un hombre joven que ganaba un salario muy modesto le contó al autor de este libro: " Mi esposa murió unos años antes. Tengo 10 misas ofrecidas por ella. No puedo hacer mas por ella, pero oí 1000 misas por su querida alma.
4. La recitación del Santo Rosario (con sus grandes indulgencias) y hacer el Vía Crucis (el cual es ricamente dador de indulgencias), son excelentes vías de ayuda a las almas.

san Juan Masias, como vimos, liberó del Purgatorio más de un millón de almas, principalmente recitando el Santo Rosario y ofreciendo sus indulgencias por ellas.
5. Otra fácil y eficaz forma de ayuda es la recitación constante de oraciones breves que contengan indulgencias (aplicando dichas indulgencias en favor de las almas del Purgatorio) Mucha gente tiene la costumbre de decir 500, ó 1000 veces cada día la pequeña jaculatoria "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío", o la sola palabra "Jesús". Estas son las mas consoladoras devociones; ellas traen océanos de gracias a quien las practican y dan inmenso alivio a las Santas Almas.
Aquellos que digan las jaculatorias 500, ó 1000 veces, ganan 300.000 días de indulgencias(ochocientos veintiun años de indulgencias)!!! Qué multitud de almas podemos liberar!!! Cuánto no será la cantidad de almas liberadas al cabo de un mes, de un año, de cincuenta años? Y a los que no dicen las jaculatorias... que inmenso número de gracias y favores habrán perdido! Es bastante posible-aunque no fácil- decir esas jaculatorias 1000 veces al día. Pero si no puedes decir 1000, por lo menos dilas 500, o 200 veces diarias.

6. Todavía otra poderosa oración es:
"Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las Misas dichas en el mundo en este día, por las Almas del Purgatorio".
Nuestro Señor mostró a Santa Gertrudis un vasto número de almas dejando el Purgatorio (cerca de 1000 cada vez que se la recitaba!)y yendo al Cielo como resultado de esta oración, la cual la Santa acostumbraba decir frecuentemente durante el día.
7. El acto heroico: consiste en ofrecer a Dios en favor de las Almas del Purgatorio todos los trabajos de satisfacción que practicamos en nuestra vida y todos los sufragios que serán ofrecidos para nosotros después de nuestra muerte. Si Dios premia tan abundantemente la mas insignificante limosna dadas por un pobre hombre en Su nombre, que inmensa recompensa Él no dará a aquellos que ofrecen sus trabajos de satisfacción en vida y muerte por las Almas que Él ama tanto.

Este acto no evita que los sacerdotes ofrezcan Misas por las intenciones que ellos deseen, o que los laicos no recen por algunas personas u otras intenciones. Aconsejamos a todos realizar este acto.
LAS LIMOSNAS AYUDAN A LAS SANTAS ALMAS:

San Martin dio la mitad de su manto a un pobre mendigo, sólo para darse cuenta después que se lo había dado a cristo. Nuestro Señor apareció al Santo y le agradeció.

El Beato Jordán de la Orden Dominica, nunca podía rehusar dar limosnas cuando se lo pedían en el nombre de Dios. Un día el se había olvidado su monedero. Un pobre hombre imploraba una limosna por el amor de Dios. En vez de descartarlo, Jordán, por entonces un estudiante, le dio su mas preciado cinturón, el cual el apreciaba mucho. Poco tiempo después, el entró a una Iglesia y encontró su cinturón circundando la cintura de una imagen de Cristo Crucificado. El también, había dado sus limosnas a Cristo. Todos damos limosnas a Cristo.

CONCLUSION:
Dar todas las limosnas que podamos.
Pedir todas las Misas que estén en nuestro poder.
Escuchar todas las Misas, cuantas mas, mejor.
Ofrecer todas nuestras penas y sufrimientos por la liberación de las Almas del Purgatorio.
Liberaremos incontable cantidad de Almas del Purgatorio, las cuales nos pagarán 10000 veces mas.
Capítulo Sexto:

LO QUE HACEN LAS ANIMAS BENDITAS

POR AQUELLOS QUE LAS AYUDAN.
San Alfonso María Liguori decía que, aunque las santas Almas no pueden ya lograr méritos para sí mismas, pueden obtener para nosotros grandes gracias. No son, formalmente hablando, intercesores, como lo son los Santos, pero a través de la dulce Providencia de Dios, pueden obtener para nosotros asombrosos favores y librarnos de los demonios, enfermedades y peligros de toda clase.

Está más allá de toda duda, como ya hemos dicho, que nos devuelven miles de veces cada cosa que hagamos por ellos.

Los siguientes hechos, unos pocos de todos los que podríamos mencionar, son suficientes para mostrar cuán poderosas y generosas amigas son estas Almas.

COMO UNA NIÑA ENCONTRO A SU MADRE:
Una pobre niña sirvienta en Francia llamada Jeanne Marie escuchó una vez un sermón sobre las Santas Almas, el cual dejó una impresión indeleble en su mente. Fue profundamente movida por el pensamiento del intenso e incesante sufrimiento que soportaban las pobres Almas, y se horrorizaba al ver cuán cruelmente eran olvidadas y dejadas de lado por sus amigos de la Tierra.

Otra cosa que la impresionó profundamente es oír que hay muchas almas que están tan cerca de su liberación, que una sola Misa sería suficiente para ellas; pero que son retenidas largo tiempo, hasta años, sólo porque este último y necesario sufragio fue olvidado o negado!

Con una fe simple, Jeanne Marie resolvió que, costara lo que costara, ella tendría una Misa por las Pobres Almas cada mes, especialmente por las más cercanas al Cielo. Ella ahorraba un poquito, y a veces con dificultad, pero nunca falló en su promesa.
En una ocasión fue a París con su patrona, y la niña cayó enferma. por lo cual se vio obligada a ir al Hospital. Desafortunadamente, la enfermedad resultó ser de largo tratamiento, y su patrona tuvo que regresar a casa, deseando que su mucama pronto se reuniera con ella. Cuando al final la pobre sirvienta pudo dejar el hospital, y allí había dejado todos sus ahorros, de manera que sólo le quedaba en la mano un franco.
Qué hizo? A dónde ir? De repente, un pensamiento cruzó su mente y se acordó que no había ofrecido ese mes una Misa en favor de las Pobres Almas. Pero tenía sólo un franco! Apenas le alcanzaría para comer. Como tenía confianza que las Almas del Purgatorio le ayudarían, fue hasta una Iglesia y pidió hablar con un sacerdote, para que ofrezca una Misa, en favor de las Almas del Purgatorio. El aceptó, aunque jamás imaginó que la modesta suma que la niña ofreció era el único dinero que la pobre niña poseía. Al terminar el Santo Sacrificio, nuestra heroína dejó la Iglesia. Una cierta tristeza nubló su rostro, y se sintió totalmente perpleja.

Un joven caballero, tocado por su evidente decepción, le preguntó si tenía algún problema y si podía ayudarla. Ella le contó su historia brevemente, y finalizó diciendo cuanto deseaba trabajar.
De alguna manera se sintió consolada por la forma en que el joven la escuchaba, y recobró la confianza.
"Será un placer ayudarte" dijo." Conozco una dama que en este momento está buscando una sirvienta. Ven conmigo". Y dicho esto le guió hasta una casa no muy lejos de allí y le pidió que ella tocara el timbre, asegurándole que encontraría trabajo.
En respuesta al toque de timbre, la dama de la casa abrió ella misma la puerta y preguntó a Jeanne Marie que quería. "madam" dijo ella, "Me dijeron que usted está buscando una mucama. No tengo trabajo y me agradaría tener el puesto".
La dama estaba perpleja y replicó: "Quién pudo haberte dicho que necesitaba una mucama? Hace sólo un par de minutos que acabo de despedir a la que tenía, acaso te has encontrado con ella?"
"no, Madam. La persona que me informó que usted necesitaba una mucama fue un joven caballro".
"Imposible!, exclamó la señora, "Ningún joven, de hecho nadie, pudo haberse enterado que necesitaba una mucama".
"Pero madam", dijo la niña, apuntando un cuadro en la pared" ése es el hombre que me lo dijo".
"No, mi niña, ese es mi único hijo, que ha muerto hace ya más de un año!
"Muerto o no" aseguró la niña," el fue el que me trajo hasta aquí, y aún me guió hasta la puerta. Vea la cicatriz en la frente. Lo reconocería donde fuera". Luego, le contó toda la historia, con su último franco, y de cómo ella obtenía Misas por las Santas Almas, especialmente por las más cercanas al Cielo.

Convencida al final de la veracidad de la historia de Jeanne Marie, la dama la recibió con los brazos abiertos. "Ven, pero no como mi sirvienta, sino como mi querida hija. Tu has enviado a mi queridísimo hijo al Cielo. No tengo duda que él fue el que te trajo a mí".
COMO UN NIÑO POBRE LLEGO A OBISPO,
A CARDENAL Y A SANTO.

San pedro Damián perdió a su padre y madre apenas nació. Uno de sus hermanos lo adoptó, pero lo trataba con aspereza, forzándolo a trabajar muy duro y alimentándolo muy mal y con escasa ropa.
Un día encontró una moneda de plata, que representaba para él una pequeña fortuna. Un amigo le aconsejó que lo usara para sí mismo, pues el dueño no podría ser hallado.
Para Pedro era difícil establecer en que lo gastaría, ya que tenía todo tipo de necesidades. Pero cambiando de pensar en su joven mente, decidió que lo mejor que podía hacer era pedir una Misa por las Almas del Purgatorio, en especial por las almas de sus queridos padres. A costa de un gran sacrificio, transformó su pensamiento en hechos y las Misas fueron ofrecidas.

Las almas del Purgatorio devolvieron su sacrificio más generosamente. Desde ese día en adelante notó un gran cambio en su destino.
Su hermano mayor lo llamó a la casa donde él vivía, y horrorizado por el maltrato que padecía, lo llevó a vivir consigo. Lo trató como a su propio hijo, y lo educó y cuidó con el más puro afecto. Bendición sobre bendición, los mas maravillosos talentos de Pedro salieron a la luz, y fue rápidamente promovido al sacerdocio; algún tiempo después el fue elevado a la dignidad de Obispo, y finalmente, Cardenal. Además, muchos milagros atestiguan su santidad, tanto que luego de su muerte fue canonizado y declarado Doctor de la Iglesia.
Estas maravillosas gracias vinieron a él después de una Misa ofrecida por las Santas Almas.

UNA AVENTURA EN LOS APENINOS
Un grupo de sacerdotes fueron convocados a Roma para tratar un asunto de gravedad. Eran portadores de importantes documentos, y una gran suma de dinero les fue confiada para el santo Padre. Atentos al hecho que los Apeninos, los cuales habían de cruzar, estaban infestados de forajidos, eligieron un guía de confianza. No había por aquel entonces túneles ni trenes para cruzar las montañas.
Se encomendaron a la protección de las Animas Benditas del Purgatorio, y decidieron recitar el De Profundis cada hora por ellas.

Cuando llegaron al corazón de las montañas, el que iba mas adelante de todos dio la voz de alarma a la vez que espoleaba a los caballos a todo galope. Mirando alrededor, los sacerdotes vieron a ambos lados del sendero fieras bandas de forajidos fuertemente armados y apuntándoles. Se vieron en una emboscada y estaban a la completa merced de los delincuentes.

Después de una hora de temerario avance, el guía paró y mirando a los sacerdotes, dijo:" No puedo entender cómo escaparon. Esta gente nunca perdona a nadie".
Los padres estaban convencidos que debían su seguridad a las Santas Almas, como luego se confirmaría con un hecho que disiparía toda duda.
Cuando concluyeron su misión en Roma, uno de ellos fue destinado a la Ciudad Eterna, como capellán de una prisión. No mucho después, uno de los más feroces bandidos en Italia fue capturado, y condenado a muerte por una larga serie de asesinatos y esperaba la ejecución en su celda.

Ansioso de ganar su confianza, el capellán le contó sus aventuras, entre ellas las de los Apeninos. El criminal manifestó gran interés en la historia. Cuando terminó el curita su relato, el asesino exclamó: "YO FUI el líder de esa banda! Estábamos seguros de que ustedes portaban dinero y estábamos decididos a matarlos y saquearlos. Pero una fuerza invisible nos impidió disparar, pues queríamos hacerlo pero no podíamos".
El capellán luego le contó al delincuente cómo se habían encomendado a la protección de las Almas del Purgatorio, y que ellos atribuían su liberación a su protección.
El bandido no tuvo dificultad en creer. De hecho, hizo su conversión mucho más fácil. Murió con arrepentimiento.

COMO PIO IX SE CURO DE SU MALA MEMORIA:
El venerable pontífice Pio IX designó a un Santo y Prudente religioso llamado Tomaso como Obispo de la Diócesis. El sacerdote, alarmado por la responsabilidad puesta sobre el, comenzó encarecidamente a excusarse.
Sus protestas fueron en vano. El Santo Padre sabía de sus méritos.
Agobiado por la aprehensión, el humilde religioso solicitó una audiencia con el Santo Padre y le confesó que tenía mala memoria, lo que resultaba ser un grave impedimento en el alto oficio encomendado a él.

Pio IX respondió con una sonrisa " Su diócesis es muy pequeña en comparación con la Iglesia Universal, la cual yo llevo sobre mis hombros. Tus cuidados son livianos en comparación con los míos." Agregó:"Yo también sufría un grave defecto de la memoria, pero prometí decir una ferviente oración diaria por las Animas Benditas, las cuales, en retribución, han obtenido para mí una excelente memoria. Usted debería hacer lo mismo, estimado Padre, y tendrá en qué regocijarse".
CUANTO MAS DAMOS, MAS RECIBIMOS.

Un hombre de negocios en Boston se unió a la Asociación de las Santas Almas y dio una alta suma de dinero anual para Misas y oraciones en favor de éstas.
El Director de la Asociación se sorprendió de la generosidad del caballero, pues sabía que no era un hombre rico. El le preguntó amablemente un día si las limosnas que él generosamente daba eran completamente suyas o eran colectas que el realizaba de otros.
El hombre respondió: "Todo lo que doy es mi propia ofrenda. No se alarme. No soy rico, usted piensa que doy mas de lo que tengo. No es así, lejos de perder con mi caridad, las Animas Benditas ven que gano considerablemente mas de lo que doy; a ellas no les gana nadie en generosidad".
EL IMPRENTERO DE COLONIA:

William Freyssen, da su testimonio de como su hijo y esposa recobraron la salud gracias a las Almas del Purgatorio. Un día le encargaron imprimir un librito sobre el Purgatorio. Cuando realizaba las tareas de corrección del texto, su atención fue captada por los hechos narrados en el libro. El aprendió por primera vez las maravillas que las Santas Almas pueden obrar por sus amigos.
Por aquel tiempo su hijo cayó gravemente enfermo, y pronto su estado se volvió desesperante. Recordando lo que había leído acerca del poder de las Santas Almas, Freyssen hizo la promesa solemne de imprimir mil libritos a su propia expensa, con su firma impresa. Fue a la iglesia y, una vez dentro, hizo un voto solemne. En ese momento una sensación de paz y confianza inundaron su alma. A su retorno a casa, su hijo, que no podía tragar ni una gota de agua, pidió algo de comer. Al día siguiente estaba fuera de peligro y pronto, completamente curado.
Al mismo tiempo, Freyssen ordenó imprimir los libros del Purgatorio para ser distribuidos, sabiendo que la mejor forma de obtener ayuda para las almas sufrientes, era interesando a mucha gente sobre el tema. Nadie que sabe sobre el sufrimiento de estas pobres almas, niega una oración a ellas.
El tiempo pasó, y una nueva tristeza se cernía sobre este imprentero. Esta vez su amada esposa cayó enferma y a pesar de todos los cuidados iba cada vez peor. Perdió el uso de razón y quedó casi completamente paralizada, de modo que los doctores no le dieron muchas esperanzas.
El marido, recordando todo lo que las Almas del Purgatorio habían hecho a su pequeño hijo, corrió otra vez a la Iglesia y prometió solemnemente, como otrora, imprimir 200 de los libros del Purgatorio, en principio, como urgente socorro de las Animas benditas. Imposible de relatar. La aberración mental de su esposa cesó, y comenzó a mover su lengua y extremidades. En un corto período ella estaba perfectamente sana.
LA CURA DEL CANCER.

Joana de Menezes nos contará de su cura. Ella estaba sufriendo de un cáncer en la pierna y sumergida en un profundo dolor.
Recordando lo que había oído sobre el poder de las Almas del Purgatorio, ella resolvió poner toda su confianza en ellas y ofrecer nueve Misas por ellas. Prometió publicar en el diario su curación, si esta se llevaba a cabo.
Gradualmente el tumor y el cáncer desaparecieron.
UN ESCAPE DE UN ASALTO:

El Padre Luis Manaci, un celoso misionero, tenía gran devoción a las Almas del Purgatorio. Se encontró una vez realizando un viaje peligroso, pero con mucha confianza pidió a las Animas Benditas que lo protegieran de los peligros que se iría encontrando. Su camino bordeaba una zona desértica, en la cual se sabía que estaba infestada de peligrosas gavillas. Cuando se encontraba rezando el Santo Rosario por las Almas, cuál no fue su sorpresa, de verse rodeado de una custodia de espíritus benditos. Pronto el descubrió la razón. Había pasado por una emboscada, pero las Santas Almas lo rodearon y lo taparon, tornándolo invisible para los miserables que buscaban su vida. Lo acompañaron hasta que estuvo seguro y fuera de peligro.
VOLVER A LA VIDA:

El Prior de Cirfontaines nos cuenta su historia:" Un joven de mi parroquia cayó enfermo de fiebre tifoidea. Sus padres vencidos por la pena y me pidieron que lo encomendara a las oraciones de los miembros de la Asociación de Santas Almas. Era un sábado. El chico estaba a las puertas de la muerte. Los doctores probaron todos los recursos, todos los remedios. Fue en vano. No podían hallar nada para mejorarlo. Yo era el único que tenía esperanzas. Sabía del poder de las Santas Almas pues había visto lo que podían hacer. El domingo rogué a los Asociados de las Santas Almas para que rogaran fervientemente por nuestro amigo enfermo. El lunes el peligro había pasado. El muchacho estaba curado".
LEELO Y DESPIERTA!
"En mi larga vida", escribe un sacerdote," vi muchas manifestaciones de generosidad de los católicos por los pobres y necesitados, de acuerdo con lo que Nuestro Señor nos mandó hacer.
"También noté que algunos católicos son, por supuesto, muy generosos y buenos. Algunos se preocupan por los pobres, otros por los enfermos. Leprosos, pacientes de cáncer, deficientes mentales, todos tienen amigos. Algunos prefieren ayudar a los jóvenes, los corazones de otros prefieren a los ancianos".
"Lo más extraño de todas las cosas, es que nunca encontré ni un hombre, ni una mujer que se haya dedicado por completo, de todo corazón, a la más grande de las caridades, por los mas necesitados, esto es, por las santas Almas del Purgatorio. Debe haber algunos que lo hacen, pero en mi larga y variada experiencia, no encontré ninguno".
Y las palabras de este sacerdote son pura verdad!
Apelamos a aquellos que todavía no se han dedicado a si mismos a alguna forma particular de caridad, para que se dediquen con todas sus energías a las Animas Benditas. Hagan todo lo que puedan personalmente, e induzcan a otros a hacer lo mismo.

La mejor manera es practicar los consejos incluidos en este librito, y esparcir cientos de copias, y hacer cientos de Almas amigas en el Purgatorio y luego en el cielo.
Pues... quién puede leerlo y rehusarse a ayudarlas?
en viernes, octubre 30, 2009
PP †Crux-εEt-ΩGladius

sábado, 30 de octubre de 2010

Los dioses de barro .caso Maradona.....

Hasta donde hemos llegado?
hemos tocado fondo pues a quien se le imaginar siquiera insinuar que este buen futbolista ,se pueda llegar a considerar como algunos seguidores fanáticos lo hacen semejante a Dios,adorarlo y casi tenerlo como líder en sus vidas ?
Todos los vicios posibles los tiene pero el alejamiento cada vez mas notorio de lo Divino y espiritual y el apego a lo terreno lo hacen posible.
Sin embargo uno ve en la tv internacional y nacional como después de un gol muchos levantan la mirada y las manos al cielo se santiguan y aparentemente lo ofrecen al Todopoderoso será verdad tanta belleza.....
Pero hay algo de ayer y antier en el campeonato mundial de patinaje celebrado en cerca de Medellin ,casi todas las patinadoras Colombianas que arrasaron con mas de 20 medallas de oro dedicaban y mencionaban agrediendo el triunfo a Dios .
Acá en Colombia se vive un gran interesa de parte de los jóvenes por conocer a Cristo y un sentimiento de afecto muy grande por María Santísima movimientos como Lazos De Amor Mariano,y Juan XXIII reclutan varias veces al año cantidad de jóvenes y es innegable el cambio observado en muchos de ellos.
La mira de La Iglesia para asegurar el futuro deben ser los jóvenes
y como en los colegios practicamente ya no reciben ninguna Catequesis ni modales ni urbanidad; esta en manos de los Padres, hermanos y amigos esta enseñanza; por eso la importancia de involucrarlos en los grupos Juveniles parroquiales y los retiros antes mencionados .
Habrá Fe cuando Jesús regrese ????

JAG Oct 29
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Sobre el Mundial de Fútbol y la Argentina
Declaración del Instituto de Filosofía Práctica: reflexiones en torno al Mundial
Un individuo, incapaz de conducirse a sí mismo, por los caminos de la verdad, de la virtud, del bien, no puede dirigir a ningún grupo y unirlo en pos de un objetivo honesto: la buena práctica deportiva. Esta es nuestra triste realidad. Nuestro pueblo está convertido en un desierto de arena; la patria, para muchos, ha sido reducida a nuestra participación en una competencia deportiva. El chauvinismo patriotero, la bandera utilizada como vestimenta, las cornetas, máscaras, disfraces y gorros, han reemplazado al fervor por esta Argentina postrada, que nos duele, y a la cual amamos con voluntad de perfección.
“La Argentina de los solistas acaba en mil pedazos”
Fabio Monti
Nuestra participación en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, merece varias reflexiones desde la perspectiva universal de la filosofía, para permitirnos un mejor conocimiento del tema, y extraer algunas enseñanzas.
Lo primero que debemos señalar, nada tiene que ver con lo deportivo, sino que se desenvuelve en el ámbito y en las fronteras del delito.
Nuestros gobernantes, al igual que el pintoresco rey que aparece en El Principito, creen que poseen una jurisdicción universal, con una diferencia: el niño afirma que ese monarca era bueno, y nosotros no podemos decir lo mismo de quienes hoy en la Argentina lo ejercen y usufructúan el poder.
Y como afirmación de esa creencia de universalidad, nuestros gobernantes promovieron el viaje a Sudáfrica de un numeroso grupo de barrabravas, muchos de ellos integrantes de la agrupación kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas (HUA).
Un país agobiado por una burocracia inútil, expresión de la cual es la “Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos”, permite la salida de más de dos centenares de individuos, algunos con condenas incumplidas, otros con vínculos contractuales con el INDEC.
Algunos de nuestros informales embajadores fueron detectados por las autoridades sudafricanas, y remitidos de regreso a la Argentina.
La Argentina estuvo muy mal representada por esos embajadores “cuasioficiales”. Pero por fortuna, no siempre fue así, porque existen excepciones, y recordaremos dos casos paradigmáticos que conocemos de cerca. El primero, fue el del Dr. Carlos Gustavo Lerena, quien después de desempeñarse como embajador en Egipto, donde comenzó a estudiar árabe, fue trasladado a Irán donde durante dos años siguió cursos de persa en la Universidad para servir mejor a nuestro país. El segundo, es el del Dr. Julio Barberis, nuestro representante en el último litigio con Chile, cuya arquetípica idoneidad mucho tuvo que ver en el desenlace favorable. Para ambos nuestro homenaje. Para los otros, sus mentores y financistas, nuestro desprecio.
Honor a un país, Sudáfrica, gobernado por hombres de color, en el cual, las leyes han sido sancionadas para cumplirse, según declaraciones de Hugo Porta, ex jugador de rugby y ex embajador en el país africano.

En el Mundial existe un gran ausente, un gran proscrito: Dios. Y cuando Él está ausente, proliferan los ídolos.
Uno de estos ídolos, fue nuestro director técnico, Maradona; inventor hasta de una religión secular. Un claro caso de falso arquetipo, soberbio, protervo, arraigado a cuanto vicio inventamos los hombres.
Como señala Incola Cecere, nuestro técnico “no ha llamado la atención por sus movimientos tácticos, sino por la manía exorcista de hábil comediante exhibida en la TV, el rosario estrechado entre los dedos, los dos grandes relojes de pulsera, los anteojos heredados del Al Pacino de Scarface…los abrazos teatrales y besos a los jugadores en cada cambio, el ballet con los colaboradores después de un gol, el acaloramiento en todos los partidos vestido con elegante saco y corbata, siempre de pie, yendo a buscar las pelotas en los laterales, como diciendo, soy todavía yo, el Mejor” (Corriere della Sera, 4/7/2010)
Un individuo, incapaz de conducirse a sí mismo, por los caminos de la verdad, de la virtud, del bien, no puede dirigir a ningún grupo y unirlo en pos de un objetivo honesto: la buena práctica deportiva.
Hombre individualista, egoísta, egocéntrico, olvidó que el fútbol es un deporte colectivo, “que sigue siendo un juego de equipo, en el cual el solista puede hacer la diferencia, si también la orquesta que está a su alrededor se encuentra a su altura”.
Engreído, ahistórico, olvidó que en los últimos cinco mundiales nuestro país nunca le ganó a un equipo “grande”. Su utopismo fue deshecho por cuatro goles y sólo queda la realidad; como lo tituló un matutino: “un cachetazo de realidad”; pero como siempre, se encontrarán justificativos, pues en palabras de un político vernáculo: “la culpa es de la realidad”.
III.-
Nuestro seleccionado nunca fue un equipo, sino un conjunto desarticulado de individualidades, algunas muy buenas, que merecían otra conducción, más inteligente, más razonable, más previsora, que buscara el equilibro y la armonía dentro de la cancha. También hubo jugadores como Garcé, convocado por un sueño triunfalista que tuvo el director técnico y que prueba una vez más que “los sueños, sueños son”.
Como señala hoy un matutino, “Alemania le dio una lección a un equipo sin orden ni partitura… todo equipo termina siendo el reflejo de su conductor. El seleccionado osciló entre euforias y depresiones”. Es que Maradona desconoce el papel de la virtud de la esperanza, que nos protege de la presunción y de la desesperación.
Y, sin ser llamado, apareció Dios, el gran ausente, que es también Señor del fútbol, para castigar la hybris, la desmesura. Para recordar que tarde o temprano, Él castiga a los soberbios. Como escribe Mario Sconcerti: “Todas los errores del partido pasado vienen pagados de un solo golpe como si de veras el Dios del fútbol fuese un geómetra. Maradona pierde el medio del campo como no lo haría un ‘qualunque’ equipo italiano” (Corriere della Sera, 4/7/2010).
IV.-

Hoy, nuestra Ciudad está de duelo. Lo que sucede, es que estamos pagando tributo a una derrota en el fútbol espectáculo, que es un gran instrumento de imbecilización colectiva, un magnífico medio de masificación, una herramienta para que las personas no piensen ni se ocupen de las cosas importantes. Un magnífico medio de ocultamiento de la realidad. Aquí, de ningún modo nos referimos al deporte del fútbol, que es excelente.
Además, en torno al fútbol espectáculo se mueven cifras fabulosas de dinero, se evaden impuestos y se genera una nueva esclavitud con la compraventa de personas, que dejan de ser sujetos, para transformarse en objetos de situaciones jurídicas.
Todo esto nos debe llamar a la reflexión. Hace unos años, en otro mundial, a las ocho de la mañana nos encontramos a la entrada de la Universidad del Salvador con el vice decano, el Dr. Carlos Salvadores de Arzuaga, quien con amargura comentó: “- Hoy había unas veinte banderas en el edificio donde vivo. El 25 de Mayo, estaba sólo la mía”.
Esta es nuestra triste realidad. Nuestro pueblo está convertido en un desierto de arena; la patria, para muchos, ha sido reducida a nuestra participación en una competencia deportiva. El chauvinismo patriotero, la bandera utilizada como vestimenta, las cornetas, máscaras, disfraces y gorros, han reemplazado al fervor por esta Argentina postrada, que nos duele, y a la cual amamos con voluntad de perfección.
Hemos olvidado esa virtud que es la piedad, la cual, en su dimensión patriótica, nos obliga a amar y servir a nuestra Patria, porque es principio de ser y de gobierno. Patria que no es el Estado, ni menos el gobierno; no es un mero sentimiento que el tiempo marchita. Es la tierra de nuestros padres, es la tradición que nos legaron nuestros héroes, es aquella que todavía espera realizar, como escribe Leopoldo Marechal, en su línea durable, las líneas de su Cruz.
Buenos Aires, julio 4 de 2010.
Orlando Gallo/ Bernardino Montejano

jueves, 28 de octubre de 2010

"El Santo que rechazó un maricon "

San Pelagio, mártir.
(† 26 junio 925)

La biografía de San Pelagio se abre en la batalla de Valdejunquera, cercanías de Pamplona, librada el 26 de julio del año 920 entre Abd al-Rahmán III y los reyes cristianos Sancho de Pamplona y Ordoño II de León, en la que los cristianos del norte sufrieron una gravísima derrota. Los musulmanes la denominarán campaña de Muez por el vecino castillo en el que se refugiaron los fugitivos de Valdejunquera. En aquel encuentro adverso, dos obispos que acompañaban a los monarcas cristianos, Dulcidio, de Salamanca, y Ermogio, fueron hechos prisioneros y traídos a Córdoba. Ermogio llegó a la capital del todavía emirato el jueves 13 de septiembre de 920. Ninguna fuente verdaderamente antigua vincula de manera especial a Ermogio y a San Pelagio con Tuy.
Con fundamento en la Pasión, el obispo Ermogio pasó al menos en prisión tres meses y medio entre las estrecheces de la cárcel y el sufrimiento de las cadenas, tiempo suficiente para tratar su rescate y entregar como rehén a su sobrino Pelagio, de 10 años de edad. El santo niño llegaba posiblemente a Córdoba en enero de 921 con la esperanza de que su tío enviaría prisioneros musulmanes del reino de León en precio de su rescate. Las transacciones fueron muy lentas pues, tres años y medio después, Pelagio seguía en prisión.
En la cárcel, según el presbítero cordobés Raguel, Pelagio mantiene una actitud altamente sobrenatural. La reclusión era una prueba y servía de purificación de sus pecados. «Cuál era allí su comportamiento, sus compañeros [de prisión] no lo ocultan y la fama no lo silencia», dice Raguel. «En efecto, él era casto, sobrio, apacible, prudente, atento a orar, asiduo a su lectura, no olvidadizo de los preceptos del Señor [y] promotor de buenas conversaciones». Su belleza natural fue comunicada a Abd al-Rahmán III. Éste ordenó que el niño fuera conducido a su presencia. Como la pederastia era un hecho bastante habitual en la España musulmana, testigo Ibn Hazam (994-1063), autor de El collar de la paloma, la escena inmediata se encuadra dentro de unos comportamientos no extraños en el Islam español.
«Así -cuenta Raguel- al comienzo de un banquete envió a sus subalternos para que hiciesen comparecer al que iba a ser víctima para Cristo, con el fin de mirarlo detenidamente». Vestido con todo lujo pero sujeto aún con las cadenas de la prisión fue presentado al emir. Ante él procedieron a cortar los hierros cuya caída sirvió para impresionar al niño, a los asistentes y al futuro califa. «A éste, que habían vestido con toga regia, lo expusieron a las miradas de aquél, mientras que a los oídos del santísimo niño musitaban que por su hermosura era llevado a tan alto honor». La pasión relata a partir de este momento el diálogo entre aquella criatura de 13 años y Abd al-Rahmán III. Éste le dijo sin titubeos:
-«Niño, te elevaré a los honores de un alto cargo, si quieres negar a Cristo y afirmar que nuestro profeta es auténtico. ¿No ves cuántos reinos tengo? Además te daré una gran cantidad de oro y plata, vestidos los mejores y adornos los precisos. Recibirás, si aceptas, el tipo que tú eligieres entre estos jovencitos, a fin de que te sirva a tu gusto, según tus principios. Y encima te ofreceré pandillas para habitar con ellas, caballos para montar, placeres para disfrutar. Por otra parte, sacaré también de la cárcel a cuantos desees, e incluso otorgaré honores inconmensurables a tus padres si tú quieres que estén en este país».
San Pelagio respondió decidido:
Lo que prometes, emir, nada vale, y no negaré a Cristo, Soy cristiano, lo he sido y lo seré, pues todo eso tiene fin y pasa a su tiempo; en cambio, Cristo, al que adoro, no puede tener fin, ya que tampoco tiene principio alguno, dado que Él personalmente es el que con el Padre y el Espíritu Santo permanece como único Dios, el cual nos hizo de la nada y con su poder omnipotente nos conserva».
Abd al-Rahmán III no obstante pretendió, aunque en broma, comenzar ciertos tocamientos.
-«Retírate, perro, dice Pelagio. ¿Es que piensas que soy como los tuyos un afeminado?, y al punto desgarró las ropas que llevaba vestidas y se hizo fuerte en la palestra, prefiriendo morir honrosamente por Cristo a vivir de modo vergonzoso con el diablo y mancillarse con vicios».
Abd al-Rahmán III no perdía por ello las esperanzas de seducir al niño y por eso ordenó a los jovencitos de su corte que lo adularan, a ver, si, apostatando se rendía a tantas grandezas prometidas
.
«Pero él, con la ayuda de Dios, se mantuvo firme y permaneció sin temor proclamando que sólo existe Cristo y afirmando que por siempre obedecería sus mandatos».
«El emir, al ver que la fervorosísima alma de Pelagio perseveraba en oposición a su voluntad, y al darse cuenta de que era rechazado en sus deseos, picado de rabia, dijo:
-‘Colgadlo en garruchas de hierro y, una vez constreñido hasta el máximo elevándolo hacia lo alto, bajadlo reiteradamente el tiempo necesario para que exhale su espíritu, o niegue que Cristo es Dios’.
Pelagio, pasando por la prueba con voluntad inconmovible, se mantenía impertérrito, por cuanto ahora no rehusaba en absoluto padecer por Cristo. Al conocer el emir la firmeza de Pelagio, ordenó que lo despedazasen con la espada, miembro a miembro, y que fuese arrojado al río. Los verdugos, por su parte, en virtud de la orden recibida, después de sacar el puñal, se entregaron frenéticamente a tan crueles escarnios contra él, que se podría pensar que ejecutaban el sacrificio que, sin ellos saberlo, era necesario que se ofreciera en presencia de nuestro Señor Jesucristo. Uno le amputó de cuajo un brazo, otro le segó las piernas, otro incluso no dejó de herir su cuello. Entre tanto permanecía sin espantarse el mártir, del que gota a gota manaba abundante sangre e vez de sudor, seguramente sin invocar a nadie más que a nuestro Señor Jesucristo, por quien no rehusaba padecer, diciendo: ‘Señor, líbrame de la mano de mis enemigos’. En este momento emigró su espíritu a la presencia de Dios; su cuerpo, en cambio, fue arrojado al fondo del río Guadalquivir. Pero de ninguna manera faltaron fieles que lo buscasen y llevasen solemnemente hasta su sepulcro. En realidad, su cabeza la guarda el cementerio de San Cipriano; su cuerpo, empero, el verde campo santo de San Ginés».
«¡Oh martirio verdaderamente digno de Dios -concluye Raguel- que comenzó a la hora séptima, y llegó a su cumplimiento al atardecer del mismo día! El santísimo Pelagio, a la edad aproximada de trece años y medio, sufrió el martirio según se ha dicho, en la ciudad de Córdoba, en el reinado de Abd al-Rahmán, sin duda un domingo, a la hora décima, el 26 de junio en la era de 963 [925]».
Las gestiones para la obtención de sus reliquias son provocadas por la monja Elvira, hermana del rey Sancho el Craso. En los comienzos del reinado del niño Ramiro III, mientras Elvira controla el poder, llegan a León las sagradas reliquias en 967. Por temor a las campañas de Almanzor, su cuerpo fue trasladado a Oviedo y se depositó en la iglesia del monasterio femenino de San Juan Bautista en 996. El 15 de enero de 1794 fray Juan de Ron y Valcárcel, general de la Congregación de San Benito en España, autorizó desde el monasterio de San Pelayo de Oviedo, el traslado a Córdoba de una reliquia de San Pelagio, recibida en la ciudad el 14 de enero de 1798 y conservada en la capilla del Seminario.
Fuente: http://cruxetgladius.blogspot.com/2010/07/el-santo-que-rechazo-un-maricon.html

El Profeta Isaias ....todo esta escrito...

Al penetrar cada vez mas en el Estudio Bíblico ,se comprende y valora mas lo dicho por los grandes profetas del Cristianismo, y su papel mediador, corrector y esperanzador para el Pueblo Escogido que siempre pecaba, lo arrasaban,castigaban derrotaban ,luego El Gran Dios le enviaba un profeta que reprendía jalando orejas Este era rechazado y al final oido . El Pueblo de Israel emprendía se arrepentía y El Justo Dios lo perdonaba se repitió muchas veces este circulo vicioso hasta la venida de Jesús.
Leer a Isaias es impresionante:
Nació probablemente en Jerusalén 770-760 a.c y estaba emparentado con la familia real (parece que fue Primo de Ozías) .Hijo de Amos, se le considera uno de los profetas mayores murió aserrado durante la persecución provocada por el rey Manasés.
En los capítulos 6 a 12 se anuncia el nacimiento del Emanuel (Isaías 7:14 Dios con nosotros el Libro de Isaías anunció el nacimiento, sacrificio y gloria de Jesús y además, el alcance universal de la salvación por lo que se considera en algúnas ocasiones como el "Príncipe de los Profetas".
En Isaias 7:10 profetiza que Una Virgen dará a Luz un Varón y que se Llamara Emmanuel ....increible
En Isaias :9 el Nacimiento de Jesús .
En Isaias 53 La Pasion y muerte de Jesús.
El Dr Rafael Arango de La Casa fraterna de Belén en Bogota y cuyo programa en Teleamiga "Historia Biblia y Profesia " los sabados 08:00 am con retransmisión el Domingo a la misma , aborda bastante estos temas y reconoce uno la vigencia de muchas profesias antiguas y que encajan perfectamente en la situación actual del mundo y de la misma Iglesia Católica
El Antiguo Testamento esta íntimamente ligado a la realización de los planes de Dios expuestos en El Nuevo Testamento incluido naturalmente el Apocalipsis.
Leamos las Sagrada Biblia nunca terminaremos de escudriñarla y comprenderla

J Ahumada.
Villavicencio Oct 27

"Él será árbitro entre las naciones, y juzgará a muchos pueblos; y de sus espadas forjarán rejas de arado, y de sus lanzas hoces. No alzará ya espada pueblo contra pueblo, ni aprenderán más la guerra". (Isaías 2, 4)
No se han cumplido todavía estos vaticinios sobre la paz perfecta. "La realización completa no tendrá lugar, sino en la consumación de los tiempos, porque en esta tierra, donde el mal subsistirá siempre al lado del bien, no se puede buscar un cumplimiento perfecto" (Fillion). Cfr. Mt. 13, 24-43. Entre tanto tenemos que esperar hasta que se cumpla el deseo del salmista: "Dispersa, oh Dios, a los pueblos que se gozan en las guerras" (S. 67, 31). La actual búsqueda excesiva de la paz entre las naciones y los continuos pactos de seguridad son una señal de que no hay paz, pues la tan deseada paz mundial no podrá realizarse sin la sumisión y obediencia a la ley divina. Así se explica que los paganos (de antes y de ahora) no sean capaces de este ideal, porque van tras sus ídolos (v. 5). En este sentido nada es más trágico que la Biblia en cuanto se refiere al destino de las naciones, que solemos mirar con ilusorio optimismo. Véase Mt. 24, 21-25; Lc. 8, 18; 17, 26 ss.; 21, 25 ss.; I Tes. 5, 3; II Tes. 2, 8 ss.; I Tim. 4, 1 ss.; I Tim 3, 1 ss.; II Pedro 3, 3; Apoc. 9, 20 ss.; 16, 9 ss.; 19, 15 ss; 20, 7 ss. , etc. Jeremías enseña que el vaticinar prosperidad es la característica de los falsos profetas (Jer. 4, 10; 6, 14, etc.). Después de dos guerras mundiales en un cuarto del siglo XX (Lc. 22, 10 s.) y con la energía atómica aplicada a destruir como una "anticreación", y el neomalthusianismo que ciega las fuentes de la vida, ¿en qué podría fundarse la esperanza de un mundo mejor? (Véase 1, 16 y nota). Sólo en el orgullo que cree en las fuerzas propias del hombre caído, del cual nos dice el mismo Dios por boca de Jeremías: "¡Maldito el hombre que pone su confianza en el hombre, y se apoya en un brazo de carne!" (Jer. 17, 5). Cfr. 11, 6 ss.; S. 45, 9 ss.; Os. 2, 18; Miq. 4, 3 ss. y notas.
Msr. Juan Straubinger