miércoles, 7 de noviembre de 2007

La confianza con Dios


Articulo que recibí en un Cenáculo que se ofrece en el lugar llamado La Arenera cerca de Villavicencio - Meta ,donde los primeros viernes de cada Mes se reunen grupos de Oración que se dedican a : Orar, Alabar, Contemplar, Cantar y con la celebración de Eucaristías a la noche del viernes y a la madrugada del Sábado ,finalizando con un Viacrucis a eso de las 5 .30 Am.
Todo en un ambiente especial sintiendo la presencia Divina en este lugar donde La Virgen María ha tenido manifestaciones.
Papa Dios nos quiere cada vez mas cerca y nos brinda todo como Padre.


Quince Minutos con Jesús Sacramentado

No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme; basta que me ames mucho. Háblame sencillamente, como hablarías al más íntimo de tus amigos, como hablarías a tu madre, o a tu hermano. •


Necesitas hacerme alguna súplica en favor de alguien?

Dime su nombre, sea el de tus padres, el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras hiciese yo realmente por ellos.
Pide mucho, muchas cosas; no vaciles en pedir, me gustan los corazones generosos, que llegan a olvidarse de sí mismos para atender las necesidades ajenas.
Háblame con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar; de los enfermos a quienes ves padecer; de los extraviados que anhelas devolver al buen camino; de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.
Dime por todos al menos una palabra; pero palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón. •

¿Necesitas alguna gracia?

Haz, si quieres, una lista de lo que necesitas, y ven, léela en mi presencia.
Dime con sinceridad que sientes orgullo, pereza y amor a la sensualidad, que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente..., y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir de encima de ti tales miserias.
No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos y tantos justos, tantos y tantos santos de primer orden que tuvieron tus mismos defectos! Pero rezaron con humildad, y poco a poco se vieron libres de sus miserias.
Tampoco vaciles en pedirme bienes para cuerpo y para entendimiento: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios... Todo eso puedo darte, y lo doy y deseo me lo pidas en cuanto no se oponga, sino que favorezca y ayude a tu santificación.
Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿Qué puedo hacer por tu bien? ¡Si conocieses los deseos que tengo de favorecerte! •

¿Te preocupa alguna cosa?

Cuéntamelo todo detalladamente. ¿Qué te preocupa?, ¿qué piensas?, ¿qué deseas? ¿No querrías poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos a quienes amas tal vez mucho y que viven quizá olvidados de mí? ¿No te sientes con deseos de mi gloria? Díme: ¿qué cosa llama hoy particularmente tu atención? ¿qué anhelas más vivamente y con qué medios cuentas para conseguirlo? Dime qué es lo que te ha salido mal, y yo te diré las causas del fracaso.
Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, donde me place.

¿Estás triste o de mal humor?

Cuéntame tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te ofendió?, ¿quién lastimó tu amor propio?, ¿quién te ha menospreciado? Acércate a mi corazón, que tiene el bálsamo eficaz para todas las heridas del tuyo.
Cuéntame todo, y acabarás por decirme que, a semejanza de mi, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición. ¿Tienes miedo de algo? ¿Sientes en tu alma tristeza? Échate en brazos de mi providencia.
Contigo estoy, aquí, a tu lado me tienes; todo lo oigo, ni un momento te desamparo.
¿Sientes desprecio por las personas que antes te quisieron bien, y ahora, se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado si no han de ser obstáculo a tu santificación.

¿Tienes alguna alegría que comunicarme?

¿Porqué no me haces partícipe de ella por lo buen amigo tuyo que soy? Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, te ha consolado y hecho como sonreír tu corazón.
Quizás has tenido alguna sorpresa agradable; quizás se han disipado algunos recelos; quizás has recibido buenas noticias, una carta, una muestra de cariño; quizás has vencido una dificultad o salido de un apuro... Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado.
¿Por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente como un hijo a su padre: gracias padre mío, gracias? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido.

¿Tienes alguna promesa que hacerme?

Puedo leer en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente —a Dios, no.
Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes un propósito firme de no ponerte más en aquella ocasión de pecado?, ¿de privarte de aquello que te dañó?, ¿de no leer más aquel libro que dió rienda suelta a tu imaginación?, ¿de no tratar más a aquella persona que turbó la paz de tu alma, haciéndote pecar? ¿Volverás a ser amable con aquella persona a quien miraste hasta hoy como enemiga? .
Hijo mío, vuelve a tus ocupaciones habituales, a tu trabajo, a tu familia, a tu estudio..., pero no olvides la grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad de la capilla.
Ama a mi Madre, que lo es tuya también, la Virgen Santísima... y vuelve otra vez a mí con el corazón más amoroso todavía, más entregado a mi servicio: en el mío encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Derecho a Vivir




Cuando Papa Dios le regala a Uno la gracia de conocerlo como el Padre Todopoderoso,Justo, Amoroso, Dador y Dueño de la vida y no de muerte, y que La Iglesia Católica es su Reino en esta tierra, El Santo Padre su Representante legitimo y los Sacerdotes sus Pastores ; por ningún motivo se piensa que la eutanasia y el aborto puedan tener justificacion y se pretendan legalizar aduciendo adelantos científicos, poco tiempo debido al trabajo, agite de las grandes ciudades, liberación femenina o comprension de la nueva generación , libertad de pensamiento y muchas otras disculpas habilmente manipuladas con fines mercantilistas , o políticos por opositores y enemigos furibundos a nuestra Iglesia Católica , por ser la primera en dar la batalla en cualquier escenario donde sea necesario para defender La Vida.
Un buen Católico siempre debe ser es un buen Padre y un buen Hijo ; el Mandamiento del Amor que Jesús nos dejo a eso lleva , por lo tanto asi en nuestra epocas de juventud hayamos tenido participacion directa o indirectamente en abortos, ya perdonados en Confesion especial pero dificiles de sacar y olvidar en nuestro Corazon , debemos oponernos y aconsejar a todos los adolecentes sobre la ignominia del aborto.
Recuerdo que por obra de l Padre Nicolas Montoya ( Padre Nico ) conoci La Misa de Angeles , en Ella se ora y bautizan de Todo corazon los Niños y Niñas abotados, se hacen previamente a esa Eucaristia charlas sobre las consecuencias en todos los aspecto del aborto.
Todos los Hombres o Damas que hayan participado en abortos en un papelito blanco dan nombre a cada uno de estos Angelitos (siempre recordando A Jesus , Maria, o personajes Biblicos) y luego lo lleva a un recipiente puesto al pie del Altar; se hace dentro de La Eucaristia el Bautizo y se queman los papeles como holocausto al Señor . es imposible contener lagrimas pero al final se siente el perdon y la satisfaccion de Dios por este acto.
Sobre la eutanasia es mejor leer este articulo del Padre Looring.
Afortunadamente el Congreso de Colombia hace poco, no aprobo un proyecto que se tramitaba buscando la legalizacion de la eutanasia.
J. A. G.

NO A LA EUTANASIA

La eutanasia es un acto deliberado de dar fin a la vida de una persona. «Anticipar la muerte, por muy cierta que sea, y por insoportable que parezca la vida, es otorgarse un derecho que sólo a Dios pertenece. Y esto aun cuando el enfermo consienta y lo solicite vivamente, porque ni siquiera él puede conferir un derecho que tampoco posee, ya que no es dueño ni propietario de su cuerpo y de su existencia».

La eutanasia se quiere enmascarar con la etiqueta de «muerte digna», lo mismo que el aborto asesino se quiere disimular llamándole «interrupción del embarazo».Después del aborto vendrá la eutanasia. Por la misma razón que se permite matar a los niños no deseados, se permitirá matar a los enfermos y ancianos que estorben. «Que nadie se engañe.

Primero fue el no nacido, ahora el anciano, y luego vendrá todo aquel que estorbe al que manda, o el que se atreva a disentir. La cultura de la muerte es imparable, aunque sus argumentos sean nulos», ha dicho Santiago Martín.Se empieza con una etiqueta de buena apariencia: muerte digna, ayudar a morir al que no desea sufrir más.

Pero luego se pasa a acciones aterradoras, como el caso de un matrimonio joven que quería eliminar a la abuela porque necesitaba su cama. Por los años 70, en la China comunista desaparecieron de golpe leprosos, ciegos, locos y minusválidos. Esta «purga» explica en parte el impresionante agujero descubierto por los demógrafos de cincuenta millones de habitantes en la población china..Por la misma razón por la cual algunos defienden hoy el aborto, el día de mañana serán ellos mismos eliminados por sus hijos, que los considerarán una carga inútil. Diego Díaz en su libro «La última edad», recuerda unas palabras del demógrafo americano Dr. Gallop, de la Universidad de Manitoba (Canadá): «Una vez que hayas permitido la muerte del feto, el ciclo no se cerrará. No habrá límites de edad. Se habrá puesto en movimiento una reacción en cadena que podrá hacer de ti una víctima.

Tus hijos querrán matarte, porque permitiste que fueran muertos sus hermanos y hermanas. Querrán matarte por no poder soportar tu vejez». Incluso hay quien se ufana de haber podido comprar un coche con el dinero del seguro de vida del enfermo que dejó morir por falta de asistencia . Y como dice el Dr. Gallop :«Si un doctor acepta dinero para matar a un inocente en el seno materno, el mismo doctor te matará a ti con un inyección, cuando alguien se lo pague».

El jueves 4 de junio de 1987 pudimos ver en televisión española en el espacio «Debate» cómo el defensor de la eutanasia decía que todos debíamos tener derecho a morir de modo digno, y el médico del Hospital de Basurto le dijo que en eso tiene toda la razón, pero la eutanasia consiste en matar al enfermo, y los médicos están para sanar, no para matar.Morir dignamente es asumir la muerte humana y cristianamente.

En Holanda se registran al año más de dos mil casos de eutanasia, mil de los cuales se practicaron sin ser solicitada por el paciente
La legalización de la eutanasia en 1992 ha provocado una enorme difusión de una tarjeta donde se dice que el portador no admite le sea practicada la eutanasia; y ochenta de cada cien mayores de setenta y cinco años no quieren ni oír hablar del Hospital por miedo a ser eliminados.

El miedo a que se les practique la eutanasia ha hecho que los ancianos holandeses se asocien en la NPV para defenderse de la eutanasia. La NPV cuenta con sesenta y tres mil miembros, y en las últimas semanas se han apuntado cinco mil nuevos socios .Conozco casos de enfermos terminales por los que se ha hecho todo lo que es razonable hacer, y que mueren desesperados creyendo que se les tiene abandonados. Si esto ocurre en una situación en la que la eutanasia está rechazada, cuántos morirían desesperados creyéndose abandonados en una situación en que la eutanasia esté legalizada?.De hecho en Australia se ha anulado la ley que permitía la eutanasia .

No es lícito dar a un enfermo una inyección con el propósito de provocar la muerte, ya inevitable, apoyados en el piadoso deseo de que no sufra. No es lícito provocar directamente la muerte por un medio artificial, ni siquiera a petición del interesado, pero el médico puede dar al enfermo algún lenitivo de los dolores, aun a sabiendas de que posiblemente con ello se acelere indirectamente la muerte.Pero si la dosis empleada, aunque no produzca directamente la muerte, hace privar al enfermo del uso de la razón hasta el momento de morir no se podrá aplicar al moribundo; a no ser que esté ya preparado espiritualmente.

En caso contrario sería privarle de una adecuada preparación para su salvación eterna, lo cual es mucho más importante que el alivio corporal .

Todos debemos poner los medios proporcionados para conservar o recuperar la salud. Pero no estamos obligados a los medios desproporcionados como serían medicamentos muy caros o intervenciones quirúrgicas muy dolorosas .

Cuando el enfermo, a juicio del médico, no tiene esperanza de curación, no es necesario prolongar indefinidamente (distanasia), por medio de medicinas o aparatos, una vida que corre irrevocablemente a su término . Sobre todo cuando la vida se prolonga artificialmente, tan sólo vegetativamente, sin reacciones humanas, es perfectamente lícito interrumpir las medidas extraordinarias y suspenderle el tratamiento o desconectarle los aparatos dejando que la naturaleza siga su curso .

Una existencia irreversiblemente vegetativa, que ha dejado de ser humana, puede no tener sentido el prolongarla. Aunque no se puede privar a los familiares de su derecho de emplear todos los medios a su alcance para mantener la esperanza hasta última hora.

En septiembre de 1989 la Conferencia Episcopal Española ha redactado un «Testamento Vital» para los enfermos que se hallan en una situación terminal. Dice así: «El que suscribe pide que si por mi enfermedad llegara a estar en situación crítica e irrecuperable, no se me mantenga en vida por medio de tratamientos desproporcionados o extraordinarios, que no se me aplique la eutanasia activa, ni se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte; pero que se me administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos.Pido igual ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte.Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana».


La doctrina de la Iglesia sobre la eutanasia puede resumirse en este decálogo:


1º.- Jamás es lícito matar a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque él lo pidiera expresamente. Ni el paciente, ni los médicos, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona

2º.- No es lícita la acción que por su naturaleza provoca directa o intencionalmente la muerte de un paciente.

3º.- No es lícito omitir una prestación debida normalmente a un paciente, sin la cual va irremisiblemente a la muerte: por ejemplo, los cuidados vitales (alimentación por tubo y remedios terapéuticos normales) debidos a todo paciente, aunque sufra un mal incurable o esté en fase terminal o en coma irreversible.

4º.- No es lícito rehusar o renunciar a cuidados y tratamientos posibles y disponibles cuando se sabe que resultan eficaces, aunque sea sólo parcialmente. En concreto, no se ha de omitir el tratamiento a enfermos en coma si existe alguna posibilidad de recuperación; aunque se puede interrumpir cuando se haya constatado su total ineficacia. En todo caso, siempre se han de mantener las medidas de sostenimiento.

5º.- No existe la obligación de someter al paciente terminal a nuevas operaciones quirúrgicas cuando no se tiene la fundada esperanza de hacerle más llevadera su vida.

6º.- Es lícito suministrar narcóticos y analgésicos que alivien el dolor, aunque atenúen la consciencia y provoquen de modo secundario un acortamiento de la vida del paciente. Siempre que el fin de la acción sea calmar el dolor, y no provocar subrepticiamente un acortamiento sustancial de la vida; en este caso, la moralidad de la acción depende de la intención con que se haga, y de que exista una debida proporción entre lo que se logra (la disminución del dolor) y el efecto negativo para la salud.

7º.- Es lícito dejar de aplicar tratamientos desproporcionados a un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral. Pero no lo es cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esta omisión provocase la muerte inmediata.

8º.- Las personas minusválidas o con malformaciones tienen los mismos derechos que las demás personas, concretamente, en lo que se refiere a recepción de tratamiento terapéutico. En las fases prenatal y posnatal se les han de proporcionar las mismas curas que a los fetos y niños sin ninguna minusvalía.

9º.- El Estado no puede atribuirse el derecho de legalizar la eutanasia, pues la vida del inocente es un bien que supera el poder de disposición, tanto del individuo como del Estado.10º.- La eutanasia es un crimen contra la vida humana y contra la ley divina, del que se hacen responsables todos los que intervienen en la decisión y ejecución del acto homicida .


Autor del texto: Padre Jorge Loring